De las distintas clases (sociales) de delitos jueves, 28 de junio de 2007

De las distintas clases (sociales) de delitos
por Cecilia Ceriani, Clarín.com

"Atacaron a Guillermo Andino". Con ese anuncio nos recibió anoche América Noticias Segunda Edición. Después de que el periodista contara con lujo de detalles el mal momento que había vivido en la avenida Bullrich, se habló de violencia y motochorros, se especuló con un intento de robo y se dio paso a un informe especial.

Allí, el cronista describía el lugar como "un zona con shopping, rodeada de los sanatorios más famosos y de edificios millonarios". Agudo e incisivo, el notero consultaba luego a una señora: "Buen día, ¿usted sabe que en esta esquina roban?". Después, en su afán por desentrañar lo que se escondía detrás del suceso, dio paso al testimonio de un señor que, aparentemente, manejaba la verdad absoluta: "Los que roban acá son los limpiavidrios". Bien, tomemos nota. La culpa ya no era del motochorro, sino del limpiavidriochorro. Una mujer, vecina de la zona, agregó más datos y reveló que el día anterior había estado a punto de sentarse en los bancos que se encuentran en la vereda de las vías del tren, pero "había chicos ahí". ¡Horror! Chicos sentados en bancos al costado de las vías. Deberían ser motochorros. O limpiavidrios. Seguro.

Cuando terminó con sus cuestionarios, el reclamo del cronista: "Estuvimos una hora en la zona donde atacaron a Andino y no vimos ni un solo policía".

De vuelta en el estudio, los periodistas lograron detectar con exactitud el plan siniestro de los delincuentes. Parece que eligen la zona porque al costado de las vías hay flores... detrás de las cuales esconderse. De verdad. Y, en el peor de los casos, si los petalitos amarillos no consiguen ocultarlos... hay cerca una estación de subte para escapar. En serio.

Desde aquí, nuestro servicio a la comunidad: aléjense de las motos y los limpiavidrios. Y de los chicos que se sientan en los bancos de las veredas, por las dudas. Y pidamos policías, más policías, muchos policías, llenemos todo de policías para que cuiden las zonas de sanatorios famosos. Evitemos las flores, no seamos ingenuos. Mejor el asfalto, bien lisito y mucho más limpio. Y, claro, nada de andar cerca del subte, que hasta un motochorro puede dejar su moto a un lado y escapar por ahí.

Ah, las dos noticias que siguieron hablaron de Norita y de Novaro. Y aprendimos algo: si hay violencia, armas y el ojo está puesto en vecinos de Villa Golf o un abogado de Barrio Parque, nos podemos quedar más o menos tranquilos, mirando TV en casa. Si, en cambio, los sospechosos son los chicos que trabajan en el semáforo, mejor pongámosle la etiqueta de inseguridad y reclamemos un policía más, no sea cosa que nos quedemos cortos.

2 comentarios:

Nacho dijo...

Ya no sólo incorporaron el formato blog, ahora algunos escriben como blogueros. :P

(lo cual al menos es más divertido que la prosa vanderkooyeana)

Anónimo dijo...

Á mí lo que más me sorprende es que algo así haya salido en Clarín. Espero que hayan despedido a alguien por eso...