Chau viernes, 20 de julio de 2007



Roberto Fontanarrosa
1944 - 2007


— ¿Cómo te sentís en esa permanente oscilación entre mundos populares y referencias culturales?

—A mí me divierte. Me atrae la figura del... bueno, hay una figura caricaturesca del intelectual, ¿no? Woody Allen, suponete. Bueno, esa posibilidad o esa controversia entre lo popular y lo restringido... Nunca leí ensayos ni cosas por el estilo, y ahora me interesa leer a tipos que tienen otro punto de vista, que te explican las cosas diferente. Pero siempre que manejen una información a la cual yo tenga acceso. Leo a Savater, por ejemplo y a este inglés... Hobsbawn, Eric Hobsbawn. Pero en el ámbito intelectual me parece muy pasible de humorizar, me hace gracia. Porque, como dice mi amigo Samper, lo contrario de lo humorístico no es lo serio, porque Woody Allen es un tipo muy serio para trabajar, y Les Luthiers son tipos muy serios para trabajar. Lo contrario de lo humorístico es lo pomposo. Entonces, todas esas instituciones que son altamente pomposas —el ejército, la Iglesia, los círculos intelectuales—, se prestan. Se prestan para cagarse de risa un rato. Realmente.