Los lados B de Weezer sábado, 29 de noviembre de 2008



Cuando una banda ya lleva un buen tiempo tocando y publicando trabajos, el observador tiene la oportunidad de parar la pelota, mirar atrás, y delimitar una trayectoria.
En algunos casos se descubre que lo mejor está por venir, en otros que lo más interesante estuvo en las primeras etapas, más frescas y menos cerebrales. Dado que ningún proceso creativo es tan lineal, el grueso de los grupos cae en algún punto entre estos dos extremos, y casi siempre vemos una combinación desordenada de momentos fallidos con otros de mayor esfervescencia.

Weezer, la banda norteamericana fundada por Rivers Cuomo en 1992, sacó dos de los grandes álbumes de rock de la década pasada: Weezer (The Blue Album) (1994) y Pinkerton (1996). Con diez temas cada uno, redefinieron el escenario del noise-pop de los 90, con influencias bien adquiridas de Pixies, Nirvana, Sonic Youth pero también de Kiss y The Cars.
Después de aquellos trabajos los distintos integrantes de la banda siguieron con otros proyectos musicales y personales, hasta que en 2001 regresaron con Weezer (The Green Album), un compendio de canciones guitarreras divertidas y con una enorme sensibilidad pop.
Eran meses de una enorme creatividad y mucha producción, tanto que al año siguiente lanzaron un nuevo álbum, Maladroit. Entre este disco y el anterior colgaron en su página web, durante un breve tiempo, varios mp3 de sus sesiones, que nunca llegaron a los discos. Por eso me complace presentarles, casi casi en exclusiva, los talentosos bosquejos jamás publicados de Weezer, de 2002.

"Always"



"Hey Domingo!"



"Superstar"



"Burndt Jamb" (versión instrumental)



De más está decir: si todavía no escucharon los discos oficiales de Weezer, los tres primeros son una compra (o bajada) obligada.

Pequeña obrita mendocina en un teatro de la calle Balcarce martes, 25 de noviembre de 2008



Cleto Cobos dio vuelta la fórmula hegeliana retomada por el primer Marx. Con él, la historia se repite, por así decirlo, dos veces: primero como tragedia, después como comedia.

***

La tragedia
Todos conocemos la tragedia: un vicepresidente recientemente elegido votando en contra del proyecto clave que impulsaba su propio gobierno. Con su voto "no positivo" (derecho a la galería de grandes frases), fracasaron las las retenciones móviles. La caída de esta resolución, que establecía que el tributo agrario fluctuaría con los precios internacionales de las commodities, fue largamente festejada por las patronales del agro...

La comedia, primer acto.
... hasta que unas semanas más tarde se encontraron con un desplome típico de los mercados no regulados que pretendían defender, y dieron con una insólita situación: de haberse aprobado esa "odiosa" ley K (que además en su paso por el Congreso había incorporado importantes medidas para los pequeños productores) estarían mejor que ahora, ya que pagarían menos tributo al ser una retención móvil.
Pero nada de esto se sabía a fines de julio, cuando estalló la Cobosmanía, impulsada por el imaginario "antipolítico", por cierto antiperonismo latente y por los principales medios de comunicación (recordemos que Clarín y La Nación fueron dos de los principales auspiciantes de la Exposición 2008 de La Rural). En aquellas risibles jornadas, los héroes nacionales eran San Martín, Belgrano y Cleto.
Como recuerda hoy Clarín: "Sin diálogo con la Presidenta desde que lo recibió, el 30 de julio, sólo para retarlo por su voto en el Senado, Cobos se dedicó a explotar el crecimiento de su figura y a armar su propio espacio político." Espacio que, claro, resultó tan "independiente" que pronto oficializó su acercamiento al partido triste que lo había echado "de por vida" cuando se postuló para vicepresidente, hablamos de la exitosa UCR y, por supuesto, la "Coalición Cívica", ese rejunte también ex-radical formado en torno a la figura de la señora mística (y el inefable acompañamiento del rabino liberal).
Desde el voto "no positivo", el muchacho Cleto se dedicó a mostrarse en contra de la expropiación de Aerolíneas, del fin de las AFJP, en fin, devenido repentinamente en más opositor que Carrió. Randazzo, ministro del interior, salió a decir, con buen tino, que el tipo "no cumple la función para la que fue votado".

La comedia, segundo acto.
Lo mejor llegó ayer, cuando fuentes cercanas al cobismo (que no es lo mismo que el cubismo, pero igual de incomprensible para la opinión pública) dijeron que el temita estaba "tenso" y que entonces, Cleto, "Si tanto les molesta que seas el vicepresidente, que llamen a una consulta popular y que la gente decida. Si dicen que sí, te quedás; y si dicen que no, renunciás". Esta frase brillante, sublime, magnánima, le llegó a Cleto de boca de Alfredo Cornejo, el indentente de Godoy Cruz (que por su ojo para la política bien podría haberse dedicado a atajar sandías para el equipo mendocino). La respuesta de Cobos fue: "Me parece bien, vayan para adelante". Gracias por la magia.
De vuelta Clarín: "ante las crecientes críticas del kirchnerismo, el entorno del vicepresidente tomó la decisión de salir a plantear públicamente la convocatoria a una consulta popular junto a las elecciones legislativas del año próximo."

***

Y hoy, el grand finale:

La oposición fustigó el posible plebiscito y reclamó a Cobos que se defina
Dirigentes consultados por lanacion.com coincidieron en rechazar un eventual plebiscito para sobre si el mendocino debe o no abandonar el cargo. Lo consideraron "imposible" de llevar a la práctica y hasta lo calificaron de "acto antidemocrático".

El Gobierno y el campo, de acuerdo: ambos rechazan la idea de Cobos de un plebiscito
Desde el Ejecutivo, el ministro Randazzo dijo que "nadie le pidió la renuncia" al vicepresidente y que la iniciativa es "ridícula". Por su parte, el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, dijo que es "una pavada".


Aplausos y telón.

Morbo Porno lunes, 24 de noviembre de 2008

Y solo veo teta, culo, teta, culo, teta, culo
en la tele, en la calle, en el kiosko de diarios,
todo sexo, todo carne, todo bizarro
No hay escapatoria y donde quiera que vaya
chorrea la sandía a punto y helada


Attaque 77, "Morbo Porno"


Frank Black: Arte versus comercio viernes, 21 de noviembre de 2008



Entrevista con Black Francis aka Frank Black, ex líder de los Pixies y autor de una notable carrera solista, publicada hoy en el Suplemento NO de Página/12:

–En varias entrevistas te describís como un posponedor, pero en realidad parecés incansable: siempre estás con un proyecto nuevo... ¿Qué te mueve a trabajar constantemente?
–Bueno, mayormente es porque lo disfruto. Me gusta grabar, hacer discos. Supongo que me considero un posponedor porque no hago demasiada preparación, incluso con la composición. De hecho, hoy en día me preparo incluso menos que antes, porque tengo hijos y ocupan mucho de mi tiempo. (...) Nunca trabajamos las canciones antes de entrar a grabar, las escribimos ahí, de modo espontáneo. No hay plan, no tengo nada en la cabeza, invento las cosas a medida que avanzo.

–Pero en algún momento de tu carrera tenías ciertas cosas planeadas. Por ejemplo, con los Catholics grababas directo a dos canales. Esa era una decisión artística, ¿o no?

–Sí, sí. Seguro, hay decisiones artísticas que tomé, ciertos parámetros. A mí me gusta trabajar dentro de ciertos límites. Creo que no trabajaría demasiado bien si me propusieran hacer un disco en Jamaica con un millón de dólares y todo el tiempo del mundo. Necesito restricciones de tiempo, de canales, de instrumentación, de dinero... Alguna clase de restricción tiene que existir para que suceda, porque si no tengo ninguna, seguro que voy a malgastar el dinero. (...)

[Nota del blogger: Sobre el tema de las reglas y el proceso creativo, recomiendo el documental Las Cinco Obstrucciones, de Lars Von Trier y Jorgen Leth].

- Desde mi perspectiva, la razón de mi existencia como músico es lanzar discos con regularidad y tocar en nightclubs con regularidad. Eso es lo que hago y lo que disfruto. Así que dar vueltas durante tres años para intentar hacer un disco no es lo que me interesa ni la velocidad a la que quiero trabajar.

–¿Para vos es lo mismo tocar en un nightclub que cerrar el festival de Coachella, como hiciste en la reunión de los Pixies?
–En realidad, prefiero tocar en clubes porque me siento en casa. Así era cuando empecé a tocar en vivo y es con lo que me identifico. Estar en situación de festival gigante al aire libre... Está muy bien saber que voy a recibir un cheque importante después del show (risas), pero desde un punto de vista estético no es lo mío. No quiero comunicarme con la gente a través de pronunciamientos simples y gigantescos. “Ey, todos ustedes, ¿cómo se sienten? Uuuuuuooooo-hhhhh.” No quiero comunicarme de ese modo, quiero decir algo sarcástico o sutil, expresarme con la cara que pongo. Y ésas son cosas que pueden hacerse en un club nocturno. Mi propósito nunca fue estar en un estadio gigante, aunque tengo la suerte de poder hacerlo de vez en cuando. Lo que siempre quise es tocar en clubes y publicar discos independientes, no hacer discos para millones y millones de personas. Si ése fuera mi objetivo, mis álbumes saldrían con mucha menos frecuencia y los shows serían diferentes. Cuando empecé a hacer discos, ¿qué era lo que escuchaba? Husker Dü, Iggy Pop, Captain Beefheart... Música independiente, no música comercial mainstream. Es una cuestión de arte versus comercio: la cuestión está en el balance, en cuánto de arte y cuánto de comercio vas a tener en tu carrera. Cuanto más arte tenés, te ponés más esotérico; cuanto más comercio tenés, te ponés más lavado, simple y mainstream.

Entrevista completa

Sueño martes, 18 de noviembre de 2008



Lo escribió tan bien Fedefer, y entonces.

Sobre abstracciones y definciones sábado, 15 de noviembre de 2008

David Lynch, entrevistado en Lynch on Lynch (Faber and Faber, 2005) habla sobre Carretera Perdida.



- On the front page of the script I saw just prior to shooting, you had described Lost Highway as a 'twenty-first-century noir horror film'
- Yeah. That's just sort of baloney. It's a dangerous thing to say what a picture is. I don't like pictures that are one genre only, so this is a combination of things. It's a kind of horror film, a kind of a thriller, but basically it's a mistery. That's what it is. A mistery.
To me, a mistery is like a magnet. Whenever there is something that's unknown, it has a pull to it. If you were in a room and there was an open doorway, and stairs going down and the light just fell away, you'd be very tempted to go down there. When you only see a part, it's even stronger than seeing the whole. The whole might have a logic, but out of its context, the fragment takes on a tremendous value of abstraction. It can become an obsession.
But it's a big problem. In studios, more often than not these days, it's not one person making the decisions: it's a committee. And if there's money at risk, their jobs are at stake and they become afraid. So they need to understand what it is they're going to make. So it decreases the chance for any abstractions. Abstractions are not something you wanna throw money at!





- En la primera página del guión, describiste a Carretera Perdida como "un film noir de horror del siglo XXI"
- Seh. Es bastante boludo. Es peligroso definir qué es una película. No me gustan las películas que son sólo de un género, asíque es una mezcla de cosas. Es una especie de película de terror, es una especie de thriller, pero básicamente es un misterio. Eso es lo que es. Un misterio.
Para mí, un misterio es como un imán. Siempre que haya algo desconocido, eso tiene un gancho. Si estás en un cuarto y hay una puerta abierta, escaleras que bajan y la luz justo se va, te sentirías muy tentado de bajar ahí. Cuando sólo ves una parte, es aún más fuerte que si ves el todo. El todo podrá tener una cierta lógica, pero fuera de su contexto, el fragmento cobra un tremendo valor de abstracción. Puede volverse una obsesión.
Pero es un gran problema. En los estudios, y por estos días más que nunca, no es una sola persona tomando las decisiones: es un comité. Y si hay plata en juego y corren riesgo sus puestos de trabajo, se asustan. Entonces necesitan entender qué es lo que están haciendo. Y eso disminuye las chances de que haya alguna abstracción. ¡Las abstracciones no son algo a lo que quieras andar tirándole guita!

Ahora dicen que jueves, 13 de noviembre de 2008

"Hacé una cosa, pibe, leete un par de cables sobre estudios curiosos que hayan hecho científicos de alguna universidad perdida, o que hayan salido en alguna revista de ciencia conductista yanqui, y escribite cuarenta líneas".
Luego, a la hora de titular los artículos, el editor siempre pone "prueban" o "aseguran". Recordemos que estamos en Clarin, el lugar donde las cosas siempre pasan sin que nadie las haga. Y... ¡taráan! Ya tenemos una nota de Sociedad.
Con ustedes, las clásicas notas estúpidas con las que Clarín rellena las páginas centrales del diario.











Y mi favorita personal:

Apuntes sobre el Personal Fest sábado, 8 de noviembre de 2008



El Personal Fest es uno de los tantos festivales auspiciados por grandes marcas (en este caso, Personal y Motorola), un fenómeno de los últimos años que llegó para quedarse.
Este tipo de eventos poseen, para el público, un valor ambiguo. La ventaja más notoria es el poder ver en Argentina a determinados artistas que de otra manera no hubiesen pisado nuestros pagos ni en sueños. Pero hay dos grandes contras. La primera, que los tiempos son tiranos y que en general estas bandas deben limitar sus recitales a sets de 45 o 55 minutos. La segunda, que la estrategia de venta de estos festivales es la de posicionarse como una suerte de reducto cool para la juventud urbana ABC1. De esta manera, lo importante termina siendo el "estar ahí", no el ir a escuchar tal o cual grupo. Y es así que buena parte del público asistente apenas si tiene una idea de qué bandas están tocando. (Compárese con la situación clásica, histórica, de "toca tal banda en tal lado", donde las posibilidades de compartir público con pavotes que llegaron de casualidad a territorio desconocido son mínimas.)
Las entradas para estos festivales no suelen ser baratas, con lo cual todo aquel que no cuente con un árbol de guita en el fondo de su casa debe averiguar bien quiénes tocan en cada ocasión para no llevarse un fiasco. En el caso que nos ocupa, la formación titular del día 2 del Personal Fest sonaba tentadora: Mars Volta, Bloc Party, Kaiser Chiefs y R.E.M. Lo que se dice, un festival con todas las letras. (De hecho, los números posteriores hablaban de 35.000 personas, cifra que dobló la asistencia a ediciones anteriores).
Esquivando la invasión de corbatitas de cartulina con la inscripción de la marca -ideadas por el mismo grupo de "creativos" publicitarios que el año pasado impulsaron el uso de pelucas azules como única forma de tapar la falta de carisma intrínseca al festival-, este cronista se hizo un lugar entre los mejores momentos del segundo día del evento, y he aquí algunas breves impresiones sobre los dos principales grupos.



19.00. Mars Volta. A esta altura ya una banda de culto, algo así como los rockeros "tapados" de este comienzo de siglo. Nacidos de las cenizas del genial grupo At The Drive-In y dueños de un estilo único y original, el dúo comandado por Omar Rodríguez-López y Cedric Bixler-Zavala ya ha creado, en su corta vida, dos de los mejores discos de la década. Me refiero, por supuesto, a Deloused in the Comatorium y Frances The Mute, que reivindican la etiqueta de rock progresivo y la llevan a un nuevo nivel, comparable al de Led Zeppelin o King Crimson. Nada menos.
Decíamos hace un rato lo de los tiempos tiranos de los festivales: por un cambio de fecha (originalmente iban a tocar el primer día del festival), Mars Volta terminó recibiendo un set de 50 minutos, que se tradujo en ¿cuatro? ¿seis? canciones, casi todas de sus últimos dos álbumes. Y en un horario en el que el sol todavía pegaba fuerte sobre los asistentes -no precisamente el mejor clima. Así y todo, la experiencia de ver al grupo en vivo resultó fantástica.
Pocas cosas mejores que dejarse llevar por esa suerte de psicodelia progresiva, hard rocker, con toques de funk y free-jazz. Un continuum de sonidos, una catarata de impulsos que por momentos se nos escapaban, pero que en el momento menos pensado regresaban a uno en forma de alguna línea hipnótica de bajo o una pulsación incesante.
De todas formas, la presentación me pareció insuficiente. Quizás pueda pensarse como el trailer de alguna futura presentación, con todas las letras -sueño con un Obras, o una Trastienda-, en donde estos arranques psicodélicos y pesados (que tan bien funcionan de a dosis) puedan convivir con algunos de sus sabores más latinos ("L'via Vazquez") o melódicos ("The Widow").



21.00 Kaiser Chiefs. Una de las bandas inglesas más divertidas de la década. Mezclan las buenas melodías de los XTC con el britpop de Blur o Supergrass, y el rock bailable que impusieron los Franz Ferdinand.
Con tres discos a cuestas, su repertorio hitero calzaba justo para hacer un gran aperitivo festivalero de sesenta minutos. Abriendo con la infecciosa "Everything is average nowadays", su cantante Ricky Wilson pronto se metió a buena parte del público local en el bolsillo. ¿Las claves? Algo de populismo efectista y, por supuesto, un gran set, ya que no dejaron ningún gran tema en el camino.
"I predict a riot" y "Everyday I love you less and less", geniales tonadas de su primer álbum Employment, pudieron codearse con su gran éxito "Ruby" (que mucho no me entusiasma) y el temón tribunero "The angry mob", de su segundo trabajo.
También aprovecharon para presentar algunos tracks de su flamante disco, Off With Their Heads, entre los que destacan el primer single "Never miss a beat" y el sonido Talking Heads de "You want history". Para el cierre con "Oh My God" regresaron al primer álbum y se fueron puntualmente, dejando detras de sí una docena de singles coreables y estribillos pegajosos.



22.00 R.E.M. El grupo liderado por Michael Stipe es, sin lugar a dudas, una de las grandes bandas de los últimos veinte años --algo que demostraron con creces en un recital ajustado, potente, redondo.
Con un timing preciso, un despliegue tipo videoclip en las pantallas gigantes y sin grandes desbordes, fue más un "show" que otra cosa. ¿Pero quién esperaba algo distinto? Lo de estos muchachos fue un recital de rock de manual, bien ejecutado y con grandes canciones. A saber: "Electrolite", "What's the frequency, Kenneth?", "Ignoreland", "Bad Day", "It's the end of the world as we know it", "Orange Crush", todas excelentes composiciones que se complementaron con los hits infaltables: "The One I Love, "Losing my Religion", "Everybody Hurts" y el cierre tipo FM Aspen con "Man on the Moon". Incluso las canciones de su último disco, el buen Accelerate, sonaron potentes y gancheras, en especial "Man-Sized Wreath" y su estribillo demoledor. 120 minutos de profesionalismo rockero. No fue garagero, sorpresivo ni descontrolado, pero fue conciso y efectivo. Y ver un recital así de una banda así fue el cierre ideal para un festival que anduvo por los mismos carriles.

Saca la mano, Antônio martes, 4 de noviembre de 2008

Julian says:
hay un municipio en en Rio Grande do Sul que se llama "Não-Me-Toque"

Julian says:
es excelente

Julian says:
Sarmiento era un careta, le cambió el nombre a Fraile Muerto por el de Bell Ville. Estos brazucas se la saben lunga