Las 100 mejores canciones de los últimos años: 90-81 sábado, 2 de mayo de 2009

# 90. The Second Line / Clinic
Internal Wrangler (2000), Domino

Instrucciones para lanzar un gran single para la pista alternativa post-punk:
- Arranque con una batería electrónica sencilla
- Incorpore una guitarra relajada simil In Rainbows
- Inserte la pulsación de un bajo
- Pronuncie letras ininteligibles con vocales a lo Pixies en "Tame"
- Con cada verso vaya incorporando más instrumentos y más nervios
- Dos minutos y medio a baño maría
- Agregue un poquito de Radiohead a gusto
- Sírvase a todo volumen

# 89. Man-sized Wreath / R.E.M.
Accelerate (2008), Warner

Un momento crucial, pero casi imperceptible, en la historia de los grupos de rock tiene lugar cuando éstos dejan de ser relevantes. Es algo difícil de rastrear, dado que más que un instante es un proceso y, como tal, se va dando de a poco. Nadie sabría marcar cuánto esto sucedió en el caso de la banda de Michel Stipe. Lo que sí está claro es que mientras el R.E.M. de Document (1987) o de Automatic for the People (1992) seteó agenda y estableció territorio, el del mediocre Around the Sun (2003) no provocó absolutamente nada -más allá de un poco de lástima. Fans de Murmur, amantes de New Adventures on Hi-Fi, aceptémoslo: los lanzamientos de R.E.M. ya no marcan el pulso.
Sin embargo, cuando todos estaban a punto de firmar el certificado de defunción del grupo de Georgia, apareció su último disco. Accelerate resultó ser, si me perdonan el lugar común, un regreso a la mejor forma de la banda. Más de un "artista" podría tomar nota de algunas de las enseñanzas que nos deja el pelado simpático con este curso acelerado de buen rock. Por ejemplo, escuchar repetidas veces "Man-sized wreath" equivale a hacer un Curso Acelerado en Elaboración de Estribillos Gloriosos. Tomen nota: Coritos deliciosos, gran juego de guitarras, aire cerebral pero urgente. Stipe, ahora viejito copado, sigue dando cátedra.

# 88. Los Angeles is burning / Bad Religion
The Empire Strikes First (2004), Epitaph

Hace ya casi treinta años, al sur de California, unos adolescentes llamados Greg Graffin y Brett Gurewitz crearon una banda inspirada por Ramones, Sex Pistols y Black Flag que tiempo más tarde se convertiría en la mejor banda de punk melódico del planeta. ¿Cuál es su secreto? Las voces. Graffin es uno de los mejores vocalistas del género, y las armonías vocales que arman con el resto de la banda son de lo más logrado que ha dado cualquier conjunto hardcore en su historia. Sus discos están repletos de temas furiosos y frenéticos, pero en esta ocasión destaco este single de su anteúltimo trabajo en el que dos -¿o tres?- guitarristas elaboran un tema ajustado pero con un gran espíritu pop, casi beatle, que incluye hasta un órgano Hammond y sobre el cual el amigo Graffin dispara, irónicamente: "You can't deny the living is easy / if you never look behind the scenery..." Claro, detrás del escenario tiene lugar la violación ecológica a la que es sometido diariamente el medio ambiente. Después de todo, con tantas ganancias rápidas y crisis cíclicas, ¿a quién le interesa pensar en mañana? Mientras las cámaras ya están filmando todo para el show de las nueve (erm... el noticiero), nuestros devotos de una mala religión se despachan con este tema casi punk-pop de tres minutos. Y Los Angeles se incendia...

# 87. Do the Whirlwind / Architecture in Helsinki
Before We Die (2005), Bar/None

En las últimas décadas tomó fuerza una teoría bastante zonza que opone el "arte elevado" (digamos, elitismo cultural) a "lo que la gente quiere" (llamémoslo populismo de mercado). Por supuesto que esta distinción fue elaborada y sostenida (principalmente mediante entrevistas) por los Tinellis, Riales y Gianolas de la industria cultural, es decir, tipos que efectivamente creen en esa división tajante, en que el camino en algún lugar se bifurca y uno tiene que elegir, sí o sí, entre "una buena crítica y un teatro vacío" o "el desprecio intelectual pero un teatro lleno" -como alguna vez preguntaron en la contratapa del Espectáculos del diario Clarín. Y en donde ellos, claro, son los encargados de ofrecer mierda -o sea, "lo que la gente quiere". Pues bien, les tengo noticias: esa teoría es falsa. Si estos tribuneros fuesen los encargados de aprobar, o no, un hit, un single, un tema pop bailable, la vara siempre sería la más baja, la mínima. Y todos los hits de la historia tendrían, apenas, beats sencillos y claros, letras estúpidas, un estribillo repetido por lo menos cuatro o cinco veces (como cuando instalan un producto), vuelta y vuelta y a lanzarlo al mercado. ¿Que esto existe? ¡Claro! Ahí tenemos a las Rihannas y las Hannah Montanas. Pero no fue, no es, ni será la única manera. ¿Quién dijo que un tema infeccioso tenía que ser estúpido y lineal? Los cuestionamientos llegan, esta vez, desde Australia, en donde este octeto ¿avant garde? ¿indie pop? crea una tonada con sintetizadores, guitarras, vientos y un final a lo free jazz. Y es, al mismo tiempo, pegadizo, hitero y estimulante.

"Do the whirlwind and shotgun the seat that beats that beats
Hanging on to the one you love
To keep keepin', sleepin', dreamin' on"
.

¡Rapido, corriendo a la playa a bailarlo! El último que llega es un populista de mercado.

# 86. How to be Invisible / Kate Bush
Aerial (2005), EMI

No quiero pasar mucho tiempo en esta. "I found a book on how to be invisible / on the edge of the labyrinth", anuncia Kate Bush, como quien nos cuenta un secreto con su acento inglés y las ineludibles referencias literarias. Desde el primer momento ya se crea un clima enrarecido. Quizás exagero, pero me da la impresión de que el peligro está acechando al final de cada nota. Hay una cosa bluserita, un aire a Fleetwood Mac. ¿Pero tan oscuro? Todo se sostiene mientras la señora narra su historia como en un fluir de la conciencia. Momento, ¿y esos silbidos, que son? Mamadera, que termine este tema, por favor. Tengo miedo.

# 85. Lay Low / My Morning Jacket
Z (2005), Badman

Los chicos de My Morning Jacket son un caso especial. Comenzaron su carrera a finales de la década pasada como una suerte de rockeros norteamericanos sureños a la Neil Young. Tenían un par de buenos álbumes a cuestas y, de repente, como quien no quiere la cosa, cambiaron su sonido radicalmente: si bien no abandonaron ciertos ecos country, se volcaron casi por completo hacia la psicodelia y el rock de guitarras. "Lay low" es el mejor ejemplo de esta original amalgama. Una percusión que comienza bastante clásica, lineas de teclados, un sonido abierto. Y progresivamente la tonada va incorporando peso, densidad, las guitarras eléctricas florecen después del segundo estribillo. De pronto, más que de Neil Young están cerca de Weezer. Y les sale de maravillas.

# 84 My Girls / Animal Collective
Merriweather Post Pavilion (2009), Domino

Esto no es una canción, afirmarían los Animal Collective en la misma vena que el "Ceci n'est pas une pipe" de René Magritte. Es una colección de sonidos que irrumpen como sostenidos en el aire: las voces flotan en un mar de sintetizadores y recién "bajan" al minuto, por medio de la percusión. La melodía es, siempre, un 4x4, pero se le van agregando samplers, bases superpuestas una sobre otra gracias a los cuales la ¿canción? va ganando ritmo. Si ustedes creen que es abrasivo, piensen que es de lo más accesible del conjunto de Baltimore. Lanzado como primer single de su último trabajo, a fines de marzo de este año, creanme que esto -sea lo que sea: canción, clima o atmósfera- es una de las mejores producciones de la década.

# 83 The Road to Mandalay / Robbie Williams
Sing When You're Winning (2000), EMI

Co-escrita con Guy Chambers, el compositor y productor que también estuvo detrás del temón de estadios "Angels" (1997), "The Road to Mandalay" es otro triunfo ATP cantado por Robbie Williams, aquel muchachito de Staffordshire anteriormente conocido como "el gordito de Take That" que en los últimos doce años, luego de comenzar su carrera solista, se convirtió en una de las estrellas más taquilleras y populares del mundo de la música. El álbum en el cual aparece es bastante desparejo, y allí se notan por todos lados las manos de los productores (así lo demuestran la horrenda colaboración con Kylie Minogue "Kids", el robo a mano armada de las líneas de "I will survive" en "Supreme" y el dance-pop sobreproducido de "Rock DJ"). Pero claro, acá estamos juzgando temas y no discos, y esta melodía con saborcito francés quizás sea la canción sobre vacaciones más triste de la década:

"Everything I touched was golden,
everything I loved got broken
on the road to Mandalay...
Every mistake I've ever made
has been rehashed and then replayed
as I got lost along the way".


# 82 Jubilee / Patti Smith
Trampin' (2004), Sony

Se siente extraño, en pleno 2004, escuchar sonidos como el que abren esta melodía. La blusera, densa línea que guía el tema despide un sabor a clásico muy similar al que podrían emanar los mejores momentos de Crazy Horse. Un buen riff sumado a un estimulante juego de guitarras, destellos de gospel, un buen solo en el medio y la voz inconfundible de la poetisa punk llamando a la emancipación: "Come on, girl/ Come on, boy/ Be a jubilee". Curiosamente nacida en el mismo año que George W. Bush, Patti Smith es el ejemplo viviente de una norteamericana que está del otro lado de la cerca, peléandola desde hace décadas con la pluma, la palabra y la guitarra.

# 81 You and I / Graham Coxon
Love Travels at Illegal Speeds (2006), Parlophone

Graham Coxon y Damon Albarn, las principales mentes detrás de Blur, fueron dos de los protagonistas fundamentales de la música en los noventa. La nueva década terminó con su proyecto común y los encontró tomando caminos separados. Albarn, con Gorillaz y la experimentación más allá de los confines del pop; Coxon, con un rock/pop de guitarras a la British invasion. La pieza que nos convoca es un sencillo tremendo, heredero de la mejor tradición de Buzzcocks y con un estribillo más infeccioso que la gripe porcina. El bajo bien al frente, los teclados que le otorgan músculo, producción cortesía del maestro Stephen Street (curriculum: The Smiths, Blur, Cranberries, Kaiser Chiefs). Incluye algunos de los clásicos "trucos de feria" del tema radial tribunero, como el "lala lala lalá" y el tercer verso que repite al primero recomenzando sólo con batería y bajo y luego entrando con el resto de los instrumentos. Una de las mejores melodías made in Coxon desde los años mozos de Parklife.









4 comentarios:

Netomancia dijo...

Me gusta la selección que venís haciendo.
Lo único, no coincido con lo que decís de R.E.M.; me sigue cada trabajo que hace!
Un abrazo Billie, espero la próxima entrega!

Netomancia dijo...

Me sigue gustando quise decir.

Claro, ahora vas a decir que por no poner "Gustando" me traicionó el subconsciente. Jaja. Abrazo.

Malú dijo...

Es la segunda vez q me quedo sin internet y se me borra el comentario, asi que ya no me importa lo que iba a poner,.
chau

Malú dijo...

claro ahor ase publica, que blog de mierda