Kirchnerismo y progresismo domingo, 18 de septiembre de 2011

-El antiperonismo impugnaba moralmente al peronismo, en particular, por su avance sobre las libertades cívicas. ¿Qué ha pasado con este sector de las clases medias progresistas que parecen haber olvidado esos cuestionamientos frente a un kirchnerismo sobre el que hay denuncias y comprobaciones de corrupción y de avances sobre las instituciones?
-En el discurso público oficial esas cosas no se asumen, sino que se dice que es el enemigo buscando erosionar a un gobierno popular. Por parte de las clases medias, yo no sé si se trata de insensibilidad, porque es el mismo sector que fue muy sensible a las denuncias de inmoralidad del menemismo. Pero sí creo que es un sector social que piensa que, aun cuando todas esas denuncias sean ciertas, hoy no harían más que lesionar a un gobierno que en líneas generales es mejor que cualquiera de los otros gobiernos posibles. Los políticos o los columnistas que dicen que con el kirchnerismo vivimos en el peor de los mundos van contra el sentido común de las personas en la Argentina. Hablar de "países serios" en un mundo revuelto, en el que países que hace unos años eran ejemplo hoy se hunden, es pagar tributo a una ideología, no a la experiencia. Toda interpelación al ciudadano que adopte este enfoque está condenada al fracaso.

Carlos Altamirano en La Nación, 18-09-2011

2 comentarios:

Diego F. dijo...

Excelentemente expresado, muy bueno Fede.
Saludos!

Leonardo F. dijo...

Altamirano tiene una lucidez y claridad para el mapeo político envidiables, pero aún el tropieza en una confusión, o fue una mala construcción de la frase:

"Ese ha sido el verdadero "hecho maldito" para el progresismo, para Carrió y para una parte del radicalismo, y es un desafío para la coalición que aspira a encarnar Binner."

¿Carrió? ¿Progresismo? ¿Lo qué? Lo dice alguien que la votó la primer vez y se pegaría un tiro en el pie antes de acerlo de nuevo.

Otra, el kirchnerismo que "quiere monopolizar la representación del pueblo." ¿Qué partido, al menos en el discurso, no se pretende como representante de una masa mayoritaria que, circunstancialmente, víctima de la "mala calidad del voto" o de la poca llegada mediática que tenga ese partido en cuestión?

Son tiempos difíciles para analistas políticos.