El dilema de los progresistas viernes, 19 de enero de 2007



“¿Qué hago con el poder? Tengo una capacidad muy grande para la destrucción, y una dificultad enorme para la construcción, que creo que tiene que ver con dificultades de la práctica política de los últimos años. Me parece que ése es un problema que a uno le cuesta mucho decirlo porque te tildan de reaccionario. Pero es el gran debate de la izquierda. Yo por supuesto me considero de izquierda y me duele lo que estoy diciendo, y aspiro a otra cosa. Milité mucho tiempo en el sindicalismo docente y observaba esta práctica destructiva de romper las asambleas, de plantear chicanas, de elegir, cuando se logra algo, la destrucción antes que la consolidación. El aislarse por problemas que son menores y por actitudes dogmáticas absolutamente absurdas. (...) Muchachos, acá no hay alternativa de integrarse o no al sistema. Sencillamente, no existe un no integrarse, porque ahora hasta el piquetero más desplazado está integrado al sistema, por la vía de reclamarle un Plan Trabajar, subsidios, o lo que sea. Por eso parece tan sin sentido escuchar en boca de ciertos jóvenes discursos que, por ejemplo, se enojan con Kirchner porque vino Bush a Argentina. ¿Y qué querían que hiciera nuestro presidente? O aquello de ‘No a la deuda’. O la consigna, que uno puede compartir en el deseo pero que es irrealizable, del sueldo mínimo de mil pesos. Bueno, cuando estudié la Revolución Rusa recuerdo que Trotsky decía que los partidos son proporcionalmente revolucionarios en sus promesas a la lejanía o cercanía que mantienen del poder. Si vos estás lejos del poder, entonces podés proclamar lo que se te ocurra. Pero, si planteás seriamente gobernar, estás obligado a comprender la realidad para poder influir en ella. Ese, me parece, es el verdadero dilema de los progresistas: no abandonar los sueños de justicia y dignidad del hombre. Pero, a la vez, pensar seriamente en la forma de alcanzarlos”.


Felipe Pigna, entrevistado por Jorge Halperín en El progresismo argentino, historia y actualidad (Capital Intelectual).

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