por Federico Poore
Fueron 45 días bastante movidos para Felipe Solá. Muy cerca del cierre de listas, el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires decidió unirse al intendente de Tigre, Sergio Massa, como candidato a diputado, y ahora busca continuar su carrera política por fuera del Frente para la Victoria y de la fallida experiencia del Peronismo Federal. Solá recibe al Herald en su despacho, en un séptimo piso a la vuelta del Congreso, y se sienta delante de dos mapas gigantes de la provincia.
¿Por qué decidió integrar la lista del Frente Renovador?
Desde 2011 yo estaba en una situación intermedia, de indecisión, porque
había renunciado al bloque del Peronismo Federal y además había decidido
irme del bloque porque ese año habían sucedido cosas notables, como por
ejemplo que algunos se habían ido con Alfonsín, otros habían
hecho unas internas espantosas, un cocoliche, una especie de gran
conventillo entre Rodríguez Saá y Duhalde, se habían
enfrentado de tal manera que en un momento Rodríguez Saá dijo “prefiero
mil veces a Cristina antes que Duhalde”, y yo
tenía que estar ahí en el bloque opositor sin pensar igual
que los líderes. En septiembre dije: “Basta”, y me fui del bloque,
porque me di cuenta que lo único que unía al bloque era la bronca a la
Presidenta. No había nada ahí que no fuera extrañar al pasado. Me quedé
con tres diputados, una especie de aventura solitaria. Es difícil un
bloque chico. Uno tiene menos poder o voluntad de meter una ley. Y yo
buscaba un discurso intermedio: no ser opositor por ser opositor. Había
hecho aclaraciones un poco confusas pero porque yo también estaba un
poco confundido. Y ese discurso intermedio lo encontré con Massa. Al principio tenía miedo, pero después ya no. Cuando vi que Massa
iba, decidí que yo iba a ir con él. Creo que haber aportado para
convencerlo.
¿Por qué en 2011 no regresó al bloque del FpV?
Acercarse al FpV
significaba aceptar la férrea conducción de Cristina, vertical, y yo no
aceptaba eso. Cristina nunca me condujo, más allá de poder estar de
acuerdo con una ley u otra. Pero no puedo pasar a ser un soldado. Los
hombres del Frente para la Victoria son soldaditos.
¿Cómo se lleva con sus compañeros de lista? ¿Los conocía a todos?
Salvo a Mirta Tundis, los conocía a todos.
¿Qué le parece Tundis?
Me
parece que las listas tienen que ser diversas y llevarla, con sus pros y
sus contras, al parlamento. No es una lista de profesionales de la
política sino de gente que también despunta, o que se han dedicado, de
una u otra manera, a los temas que le interesan a la sociedad. Y Tundis
estuvo muy metida con el tema de los jubilados.
Con respecto al Fútbol Para Todos, ella había estado en contra...
Ella
no tiene que estar de acuerdo con todo lo que decimos. Vino a aportar
algo, no a recibir adoctrinamiento político. Cuando ella dijo que estaba
en contra del Fútbol Para Todos puedo interpretar que lo que quiso
decir es que estaba en contra de la propaganda en los entretiempos, que
debería ser publicidad privada y paga.
¿Hasta dónde llega el acuerdo entre el Frente Renovador y el PRO, si es que hay uno?
El
acuerdo fue con Jorge Macri. Ellos se habían sin candidato en la
provincia. Los esfuerzos desesperados de algunos para tratar de mostrar
que triunfaron con este acuerdo son deplorables. En realidad no tenían candidato y nos pidieron a nosotros que allí donde tuvieran listas
fuertes pudieran competir con nosotros en internas, que es lo que estamos
haciendo. Luego pidieron tener dos diputadas dentro de la lista nacional. Además, si hubo acuerdo entre Mauricio Macri y Sergio Massa,
¿dónde está la foto? Por último, los macristas siguen insistiendo que
su candidato presidencial es Macri, y en ese sentido estamos a mil
kilómetros de distancia.
¿Qué opinión le merece Martín Insaurralde?
Es nuevo y creo que no
ha sido mal intendente de un municipio complejo como Lomas de Zamora,
al menos mejor que las anteriores. Seguramente está bien elegido, pero
no era conocido y me parece que es un poco light. Con él el kirchnerismo
se disfraza un poco. Tiene un estilo diferente al estilo natural del
kirchnerismo. El kirchnerismo oculta un poco a los que siempre dicen
cosas inconvenientes y muestran a los light.
¿Y qué diferencias hay, a los ojos del electorado, entre este Kirchnerismo light de Insaurralde y la lista del Frente Renovador?
Por
que detrás de los supuestos lights del FpV está Cristina, están estos
diez años y, sobre todo, los últimos dos años del gobierno que han sido
pésimos. Si no fueran pésimos, ¿por qué estamos discutiendo si este
muchacho tiene 30 o 32 (por ciento de los votos) cuando tuvo 56 en la
provincia? ¿Cómo se hace para en 20 meses para perder 20 o 25 puntos? No
es magia, es mal gobierno.
¿Qué piensa de Margarita Stolbizer?
La respeto. Es una dirigente
pensante, inteligente. Su único problema es que a pesar de que es
progresista la palabra peronismo la pone muy nerviosa, y en eso se
parece a los gorilas. No tengo el peronómetro para decir quién es más
peronista, ni lo uso. No soy juez de nadie. Pero sé detectar cuando
alguien es visceralmente antiperonista.
Su hipótesis es que no se puede gobernar la provincia de Buenos Aires sin el peronismo.
No es mi hipótesis: es una realidad de los últimos años, y como toda realidad, puede cambiar.
¿Qué piensa de Francisco De Narváez?
Es un inversor. Invirtió en el peronismo y le está yendo mal.
Arriesgue un resultado para el domingo.
Las
encuestas verdaderas son las que van a salir el jueves. Las otras
siempre tienen un poquito de retoque hasta donde la ciencia lo permite.
Nos damos por conformes si ganamos por poco. Es un paso, vamos a
octubre. Hay que estar en el territorio de la provincia para ver la
potencia electoral del Frente para la Victoria, el poder de la Anses
(que lo vi en Tandil, donde inunda de plata a los jubilados). Hay que
ver esa maquinaria en acción, pero que tiene cada vez menos poder.
¿Pero cuál es su pálpito para agosto?
No voy dar un pálpito. Sí
puedo decir que si ganamos podemos empezar a crecer, y si crecemos
podemos hacer que mucha gente pierda el miedo.
¿Miedo a qué?
Miedo
a perder el trabajo, a perder el contrato, a perder el Plan Trabajar, a
perder la Asignación Universal por Hijo (AUH). Los argentinos que viven
del Estado viven con el miedo del llamado telefónico. Se instalado el
apriete y la extorsión con dinero del Estado y hoy se admite como algo
normal. Yo nunca goberne así. Y ese miedo puede empezar a terminarse,
incluso de quienes no tendrían que tener miedo para dar su posición
frente a la sociedad como muchos empresarios, que son cagones.
¿Qué pasa si el Frente Renovador pierde el domingo?
No sé qué puede pasar. No soy mago ni analista político.
Dígame dos proyectos de ley que piensa llevar al Congreso si es reelecto como diputado.
Ya
metimos uno sobre Ganancias que creo que hay que
pelearlo. Hay que impulsar el cambio de reglamentación de los DNU: hoy
los DNU se aprueban con una sóla cámara, en cambio una ley requiere de
ambas, es un absurdo. Empezaría a ver el alcoholismo en los jóvenes e
impulsaría una ley mucho más dura que la actual, que ponga en el centro a
los grandes productores y distribuidores y no a los comercios. Al
descubrir que se le vende alcohol a menores en un lugar sin licencia, el
penado sería el que baja la mercadería del camión. Prohibiría que
alcohol y deporte tuvieran algo que ver. Prohibiría que una marca de
cervezas sea sponsor de un equipo de fútbol. La idea de la vitalidad y
el alcohol están divorciadas.
¿Tiene en mente alguna política para el agro?
Modernizar la
comercialización de carnes. Prohibición de comercializar medias reses en
casi todo el territorio. La obligación de, por lo menos, comercializar
en cuartos, para ir en el futuro en comercializar a cortes separados.
Eso permitiría que la parte más barata se abarate y que la parte más
cara se encarezca. La res valdría igual o más, pero todos comerían más
carne. Y exportaríamos más.
Cuando fue gobernador llevó adelante una política de seguridad, encarnada en la figura de León Arslanian, que fue bien vista por sectores progresistas. Las propuestas contra la inseguridad presentadas por Massa, como la imprescriptibilidad de los homicidios dolosos, ¿no va a contramano de su pasado?
No. Lo que nosotros hicimos en la provincia fue llevar adelante una
serie de políticas vinculadas al comportamiento policial. Mejores
salarios, mejor formación.
¿Es decir que votaría en el Congreso los siete puntos presentados por Massa?
Sí, son preventivos. Entre que haya una cámara (de seguridad) y que no
la haya, prefiero que la haya. Hay que ir más allá, también.
Massa apunta a ser presidente en 2015. ¿Apoyaría su candidatura presidencial?
No
me apresuraría. Primero está el domingo, luego está octubre, y después
hay que ver qué tal somos como legisladores. No podés cenar si no
almorzaste.
Le pregunto porque en 2011 había carteles que decían “Mejor Felipe”,
con la idea de que podía ser presidente. Todavía están los carteles,
de hecho.
En 2011 no sabía qué hacer y los carteles que me quedaron los usé (risas). Es una forma de decir que sigo estando en política.
¿Sigue apuntando a ser presidente en 2015?
No, me parece que ya no va a ser mi tiempo.
Hace 5 años.
1 comentarios:
This is cool!
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