El hit del verano mediático jueves, 31 de enero de 2008

"El hit del verano"
por Ernestina y sus medios



Este es el tema el hitazo del verano
el que vas a leer
y escuchar en todos lados

Te habla del sol
de los robos y de las colas
Y tiene un estribillo
que se les pega
que se les pega
que se les pega y nunca despega

Muertos en los countries y en las villas
Muertos en los countries y en las villas


Este es el tema el hitazo del verano
el que vas a leer
y escuchar en todos lados

Y que siempre dice robos, robos, moto-chorros

Quiero de verdad una noticia
No me interesa la Claringrilla

Quiero que yo quiero que yo quiero que yo quiero que yo quiero
...de verdad una noticia

Blogs Amigos: Juli miércoles, 30 de enero de 2008



My Little Corner of the World

Con el título tomado de una bonita canción de Yo La Tengo, el blog de Juli (online desde 2005) estructura historias breves, párrafos de estudios en psicología, letras de canciones, manchitas de Cortázar y hasta -sí- rankings de películas (como el que observan en la captura). Es un blog ecléctico y con una barra lateral muy linda que parece tener iconitos para todo. Hay bastantes cosas para recomendar pero me quedo con una graciosa, el Homenaje al Factor 30.
A Juli -mi novia hace algunos años- también la pueden ver al costadito, en el apartado "Nosotros".

http://superjuchi.blogspot.com

Reseña: La Doctrina del Shock, de Naomi Klein viernes, 25 de enero de 2008


La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre
Naomi Klein
Ed. Paidós, 2007


Lo único libre son los precios. En nuestras tierras, Adam Smith necesita a Mussolini. Libertad de inversiones, libertad de precios, libertad de cambios: cuando más libres andan los negocios, más presa está la gente. La prosperidad de pocos maldice a todos los demás. ¿Quién conoce una riqueza que sea inocente? En tiempos de crisis, ¿no se vuelven conservadores los liberales, y fascistas los conservadores? ¿Al servicio de quienes cumplen su tarea los asesinos de personas y países?
Orlando Letelier escribió en The Nation que la economía no es neutral ni los técnicos tampoco. Dos semanas después, Letelier voló en pedazos en una calle de Washington. Las teorías de Milton Friedman implican para él el Premio Nobel; para los chilenos, implican a Pinochet.
Un ministro de economía declaraba en el Uruguay: “La desigualdad en la distribución de la renta es la que genera el ahorro”. Al mismo tiempo, confesaba que le horrorizaban las torturas. ¿Cómo salvar esa desigualdad si no es a golpes de picana eléctrica?



Eduardo Galeano, Días y noches de amor y guerra



Only a crisis –actual or perceived– produces real change.

Milton Friedman, Capitalism and freedom



La historia oficial dice que el triunfo del capitalismo desregulado nació de la libertad, y que los mercados libres irrestrictos van de la mano con la democracia. En La Doctrina del Shock, la periodista canadiense Naomi Klein desmonta este discurso y propone otra lectura. El sistema capitalista -sostiene- se aprovecha de las crisis para imponerse, utilizando indiscriminadamente todas las formas conocidas de coerción.

En este trabajo, la autora de No Logo describe uno por uno los “triunfos” del libre mercado de los últimos treinta años y las situaciones en donde se dieron: golpes militares, hiperinflaciones, desastres naturales, ataques terroristas... y en el medio, un grupo de economistas ortodoxos que aplica una receta de shock económico: despidos, recortes en educación y salud --una batería de medidas tan antipopulares que resulta imposible concebirlas si no es en medio de un escenario caótico.

***

Milton Friedman, el principal ideólogo del capitalismo de libre mercado, fundó su movimiento a mediados del siglo XX, un momento en donde el keynesianismo dominaba la escena y que Klein intenta describir. Pero aquí, ni bien comenzado, se encuentra la principal flaqueza del libro: una pintura parcial, ingenua sobre el momento keynesiano. La autora sostiene que, gracias a los regímenes desarrollistas, “el Cono Sur empezó a parecerse más a Europa y Norteamérica que el resto de Latinoamérica y otras partes del Tercer Mundo.” Y agrega:

El desarrollismo fue tan sorprendentemente exitoso en su época que el Cono Sur de Latinoamérica se convirtió en un potente símbolo para los países pobres de todo el mundo: aquí existía la prueba de que con políticas inteligentes y prácticas, implementadas valientemente, la brecha entre el Primer y el Tercer Mundo podía ser cerrada efectivamente.

Esto es una falacia. Es más: como sostiene Walden Bello, “si los neoliberales pudieron llegar desde el páramo del que procedían y quedarse fue porque fueron percibidos como representantes de una alternativa, aunque aún no probada, a unos sistemas económicos en crisis.” Klein omite referirse a la crisis de superproducción de los países desarrollados que desembocó en la crisis del petróleo de 1973, casualmente al año en donde comienza el programa neoliberal. (1)

De cualquier manera, a partir de allí el libro va bien encarrillado. Decíamos: 1973. En aquel momento Friedman tuvo su primera oportunidad en Latinoamérica: la dictadura chilena. Actuando como asesor económico de Pinochet, hizo lo que haría más tarde con tantos otros países: "esperar a que se produjera una crisis de primer orden o estado de shock, y luego vender al mejor postor los pedazos de la red estatal a los agentes privados mientras los ciudadanos aún se recuperaban del trauma, para rápidamente lograr que las 'reformas' fueran permanentes", como describe Klein. ¿Las reformas en Chile? El gasto en salud se recortó al 50%, fueron privatizadas quinientas empresas y bancos estatales, se perdieron 177 mil puestos de trabajo. Su experimento de libre mercado fue tan brutal que incluso el periódico liberal The Economist lo calificó como “una orgía de automutilación”.

La mejor manera de entender el movimiento que Milton Friedman, dice Klein

es concibiéndolo como una ofensiva del capital multinacional destinada a reconquistar la "frontera" colonial, aunque imprimiéndole un nuevo giro. En lugar de hacer campaña por las "naciones salvajes y bárbaras" de las que hablaba Adam Smith y en las que no imperaba la ley occidental (una opción que ya no resultaba practicable en los años setenta del siglo XX), el nuevo movimiento se fijó como propósito el desmantelamiento sistemático de las leyes y las regulaciones existentes para recrear esa alegalidad anteriores. Y allí donde los colonos de Smith obtenían su lucrativa rentabilidad de la apropiación de "terrenos baldíos" a cambio de "una insignificancia", las multinacionales actuales consideran territorio a conquistas y del que apropiarse toda una serie de programas estatales, activos públicos y bienes y servicios que no estén todavía en venta: los servicios postales, los parques nacionales, las escuelas, la seguridad social, la ayuda para los damnificados en los desastres y cualquier otro ámbito que pueda estar administrado públicamente.

Cada capítulo de su libro prueba su tesis en los distintos escenarios en donde avanzó la privatización neoliberal. En Argentina (2), Chile y Uruguay, luego de golpes que lideraron militares asesorados por los Chicago Boys. En Bolivia y Sudáfrica, por gobiernos elegidos democráticamente pero que recurrieron a medidas de emergencia como el estado de sitio, el arresto y el aislamiento de líderes sindicales. En Estados Unidos, con un Reagan inicialmente favorable al control de precios pero comenzando con medidas neoliberales luego de un explosivo combo de desempleo, inflación y recesión (3). En Gran Bretaña, donde Thatcher aprovecha la guerra de Malvinas para elevar su popularidad del 25% al 59% y comenzar a desmantelar el estado inglés.

El caso de Europa del Este es aún más interesante. Allí, no alcanzó con el impacto provocado con la caída del sistema comunista. Los líderes surgidos de aquellos años turbulentos querían una economía socialista democrática (el sindicato Solidaridad en Polonia) o incluso una economía mixta de tipo escandinavo (Gorbachov en Rusia), pero los think tanks occidentales creyeron necesario ir aún más allá: querían derrumbar lo que ellos llamaban “el Segundo Muro de Berlín”, es decir, los elementos estatales aún remanentes para implantar así una economía de mercado sin restricciones.

Ahí radicó la verdadera tragedia de la promesa hecha a los polacos y a los rusos: el hacerles creer que si seguían la terapia de shock, se despertarían pronto en un "país europeo normal". Esos países europeos normales (con sus sólidos sistemas de protección social y laboral, sus potentes sindicatos y su sanidad socializada) surgieron, precisamente, del compromiso entre comunismo y capitalismo. Cuando la necesidad de llegar a un compromiso desapareció, todas esas políticas sociales moderadoras se vieron sometidas a un auténtico asedio...

Los resultados están a la vista: en ocho años, Rusia hundió en la absoluta pobreza a 75 millones de personas. Al mismo tiempo, creó algunos de los empresarios más ricos del mundo.

Drásticas decisiones económicas que hubiesen llevado años de intenso debate (recordemos: se trata de echar a millones de personas, eliminar jubilaciones, privatizaciones escandalosas, otorgar jugosos contratos a multinacionales) aquí se imponen sin más. Klein sabe cuál es el común denominador: “La crisis son, en cierto sentido, zonas 'ademocráticas', paréntesis en la actividad política habitual dentro de los que parece no ser necesario el disentimiento ni el consenso.”

A pesar de lo intrincado de su tesis, la autora se aleja de las teorías conspirativas. Jamás habla de un grupo minúsculo de personajes diabólicos con planes secretos, sino que refiere a una compleja red de sectores empresarios, organizaciones tecnocráticas, políticos débiles o fácilmente corrompibles y un modelo que fomenta el corporativismo y el ascenso individual. Como afirma Klein, la economía neoliberal

parece ser especialmente susceptible de desembocar en procesos de corrupción. En cuanto se acepta que el lucro y la codicia practicados en masa generan los mayores beneficios posibles para cualquier sociedad, no existe prácticamente ningún acto de enriquecimiento personal que no pueda justificarse como contribución al gran caldero creativo del capitalismo porque supuestamente genera riqueza y espolea el crecimiento económico (aunque sea sólo el de la propia persona y sus colegas más próximos). (3)

Klein concluye: “Lo que se busca precisamente con la terapia de shock es abrir una oportunidad para la obtención inmediata de enormes y lucrativos beneficios, pero no a pesar de las ilegalidades, sino, justamente, gracias a ellas.”

Este descenso a los infiernos tiene su capítulo final levemente optimista. Para la autora, hay salida.

Cualquier estrategia basada en la explotación de la ventana de oportunidad que surge a raíz de un shock traumático descansa en gran medida en el elemento sorpresa. Un estado de shock, por definición, es un momento en el que se produce una pausa entre acontecimientos que se están sucediendo a gran velocidad y la información existente acerca de ellos. Jean Baudrillard describió los actos terroristas como un "exceso de realidad": en ese sentido, en Norteamérica, los atentados del 11 de septiembre fueron al principio un acontecimiento en estado puro, realidad rabiosa, aún no procesada por la historia, la narrativa o cualquier cosa que pudiera recortar la distancia entre realidad y entendimiento. Sin una historia, somos intensamente vulnerables frente a aquellos dispuestos a aprovecharse del caos para su propio beneficio: muchos de nosotros fuimos vulnerables después de aquel 11 de septiembre. Tan pronto como disponemos de una nueva historia, una nueva forma de entender la realidad... recuperamos nuestro sentido de la orientación y el mundo vuelve a ser comprensible.

Y si bien su esperanza está depositada en factores tan heterogéneos como los sindicatos democráticos, los movimientos antiglobalización e incluso los líderes de centroizquierda opuestos al Consenso de Washington... está claro que el propósito del libro es ser, precisamente, la narrativa que vuelva inteligible los últimos treinta años de historia económica. Y he aquí su mayor triunfo.




Lectura suplementaria:

  • Los Felices 90, Joseph Stiglitz, Ed. Alfaguara, 2003. Reseña.
  • Enemigos: Argentina y el FMI, Ernesto Tenembaum, Ed. Norma, 2004. Reseña.


(1) Klein también omite referirse a los factores locales como los sectores medios en EEUU y Gran Bretaña para quienes "la experiencia de tener que ver cómo sus salarios y ahorros disminuían a causa de una inflación de dos dígitos hizo a las clases medias receptivas al mensaje friedmanita", según agrega Bello, quien concluye: "En prácticamente todos los casos, el neoliberalismo encontró una clase media que estaba desencantada con el estado keynesiano o de desarrollo, o que se sintió amenazada por la izquierda, o ambas cosas." Link al artículo de Walden Bello.

(2) En Argentina, los militares remataron buena parte del patrimonio nacional, pero no llegaron a desguazar ni a YPF ni al sistema ferroviario. Esto llegaría con Menem, quien consiguió vender las joyas de la abuela a precio de ganga sólo después de una traumática hiperinflación. Menem se refirió al proceso como de "cirugía mayor".

(3) El libro también dedica su buen espacio a medidas neoliberales que se profundizaron luego del 11 de Septiembre, la Guerra en Irak y el huracán Katrina.

(4) Así Klein desmonta lo que denomina "el mito del tecnócrata", el cerebro economista partidario del libre mercado que, supuestamente, impone modelos de manual "por pura convicción teórica": en Chile, en China, en Rusia, en Argentina, la terapia económica de shock y la corrupción galopante fueron de la mano, y varios de los afiliados a la corriente de la Escuela de Chicago terminaron perdiendo sus puestos en escándalos de corrupción del más alto nivel. Lo mismo cuenta para los supuestos "benefactores" como el filántropo George Soros. Soros estaba comprometido con la causa de la "democratización" del bloque oriental, "pero también estaba poniendo en juego sus propios y evidentes intereses económicos cuando apoyaba el tipo concreto de reforma económica que acompañaba a esa democratización. Tratándose del más poderoso comprador y vendedor de divisas del mundo, tenía mucho de lo que beneficiarse cuando los países instauraran monedas convertibles y levantaran los controles sobre la circulación de capitales. Y cuando los compañías estatales fueron eran puestas a subasta, él era uno de los compradores potenciales".

Separados al nacer jueves, 24 de enero de 2008


Jamie Cullum, el del piano pop / Matt Damon, el del partido demócrata

Un salvataje para los grandes bancos miércoles, 23 de enero de 2008

por Daniel Muchnik

El primer ministro británico Gordon Brown aseguró que su Gobierno plantea seriamente la posibilidad de nacionalizar Northern Rock, el banco inglés que se hizo famoso, a fines de 2007, por la larga fila de depositantes queriendo retirar sus depósitos, una tensa imagen que recordaba los graves momentos vividos en la Argentina hace no demasiado tiempo.





Brown reconoció que, aunque varias empresas privadas expresaron su interés por el banco, la nacionalización sería necesaria para preservar la estabilidad de la economía británica. El Northern Rock no pudo recomponer sus activos y está fuertemente endeudado con sus depositantes y con el Banco de Inglaterra que salió presuroso en su auxilio.

Estas declaraciones se dan en un momento en que los bancos centrales de Europa y Estados Unidos están inyectando fuertes sumas de dinero (cientos de miles de millones) para mantener la liquidez del sistema financiero, a sabiendas incluso de que muchas instituciones nunca podrán devolver esos redescuentos o préstamos o salvavidas o socorros sofocantes.

El dinero de los depositantes -que no es de los banqueros, por supuesto- y de los contribuyentes -que no es el de los Gobiernos- se está destinando al salvataje de grupos privados que lucraron con las tasas de interés y la hipotecas. Ahora, al revelarse los préstamos irresponsables que otorgaron, reclaman la "ayuda" de los Bancos Centrales y de los Estados. El pedido de ayuda urgente es atronador e insistente.

¿Y la economía de mercado? ¿En qué quedó? ¿Y las diatribas contra el intervencionismo estatal, que ahoga la iniciativa privada? ¿Adónde se refugió la famosa "mano invisible" que oficiaría de elemento equilibrador de las fuerzas económicas y sociales?


Fue la "libertad del mercado", la "apertura irrestricta de la economía", el desguace del Estado por su mentada "ineficiencia", la "privatización de los activos del Estado" la ola ortodoxa y avasalladora que llegó del Norte del planeta y que se constituyó como paradigma en las naciones periféricas. Los gobiernos en la Argentina, a partir del golpe militar de 1976 se aferraron a esa ideología y la aplicaron a rajatabla en los noventa dando vuelta como una media la estructura productiva, creando masas de desocupados y empresas quebradas.

Hoy no se conocen ni editoriales ni declaraciones de los partidarios de las economías desreguladas en contra del intervencionismo estatal que recorre Estados Unidos y Europa. Aunque los detalles serán seguramente tema de debate en el Congreso en Washington, el desprestigiado y vapuleado presidente George Bush anunció a fin de la semana pasada una reducción impositiva de 145.000 millones de dólares para estimular la economía de su país, seriamente golpeada por la crisis hipotecaria, los bancos exhaustos, la acumulación de las deudas de los ciudadanos y los voluminosos déficit estatales.

Como siempre, el Republicano Bush se preocupó de las empresas en un paquete de medidas que incluye reducciones impositivas, también respaldado por algunos dirigentes del Partido Demócrata. Ofrece, del mismo modo, exenciones fiscales a los particulares.

Es importante, pese a todo, su olvido de impulsar imprescindibles programas sociales para los que nada o poco tienen o para los desocupados o para frenar la inflación, ya en las alturas. Hay millones de desamparados sin destino y vastos sectores de clase media paralizados por el miedo.

Al momento de la verdad, de correr las cortinas del escenario donde el sistema aparece seriamente herido, la intervención estatal es reclamada.

Buzones lunes, 21 de enero de 2008

Encuesta: ¿Cuál es la mentira más grande de los últimos 20 años?

a. El capitalismo con rostro humano
b. La web 2.0
c. La teoría del derrame

«La democracia es muy valiosa, pero se convirtió en prostituta» miércoles, 16 de enero de 2008



La Nación, 16-01-2008

“La democracia es algo muy valioso, pero, por desgracia, en nuestros días se ha convertido en una prostituta.” Con barba blanca y hablar pausado, Seyyed Hossein Nasr, uno de los máximos expertos en ciencia y espiritualidad islámica, tiene el aspecto de un apacible sabio oriental.

Sus palabras, sin embargo, son como lanzas. Este reconocido intelectual iraní que dirige el Instituto de Estudios Islámicos de la Universidad George Washington considera que la democracia se ha transformado en un eslogan. Dice que es democrático quien es bien visto por los poderosos (léase Estados Unidos) y antidemocrático quien no lo es. (...)

Nacido en Teherán en 1933, Seyyed Hossein Nasr, hijo de un médico de la familia real persa, se educó desde pequeño en Estados Unidos. Estudió matemática y física en el MIT, de Boston, e historia de la ciencia y de la filosofía en Harvard. Después de especializarse en ciencias islámicas, regresó a Irán, donde fue rector de la Facultad de Letras y de la Universidad de Teherán, y fue presidente de la Academia Iraní de Filosofía. En 1979, la revolución islámica de Khomeini lo forzó a emigrar a Estados Unidos. (...)

-Desde el 11 de septiembre de 2001, en muchas partes de Occidente los musulmanes son sistemáticamente asociados al terrorismo. ¿Cree que esa percepción está creciendo o disminuyendo?

-Ni una cosa ni la otra. Lo que creo es que esa percepción está ayudando a muchos políticos occidentales a mantener a sus poblaciones sumidas en un estado de miedo. La ocupación de países musulmanes ha dado lugar a muchísimas más muertes que las que provocaron los atentados de Nueva York, Londres y Madrid. En segundo lugar, con frecuencia se llama terroristas a aquellas personas que lo único que hacen es defender sus derechos. Imagínese que alguien atacara Italia y los italianos trataran de contraatacar: según la definición actual, serían terroristas. Ese es el calificativo que se da a la gente del sur del Líbano, a los palestinos y a muchos otros grupos que no están atacando a ningún país, sino que se están limitando a protegerse. A los musulmanes que cometen actos terroristas en Cachemira, en Gaza o en otros lugares se los puede comprender desde el punto de vista psicológico. Pero desde el punto de vista religioso, esos ataques terroristas son inaceptables para la ley islámica.

- Pero no parece que sea casualidad que se cometan esos atentados en nombre del islam y no de otras creencias religiosas, como el cristianismo

- La respuesta es que el islam sigue siendo muy poderoso en el mundo musulmán. Cuando el cristianismo era fuerte en el mundo occidental, todo se hacía en su nombre. Cuando se conquistaba una ciudad o se lanzaba una cruzada, se hacía en nombre de Cristo. Numerosas masacres se cometieron en nombre del cristianismo. Cuando los conquistadores españoles, por ejemplo, mataron a miles y miles de indios sudamericanos, lo hicieron empuñando la cruz. El hecho de que Occidente ya no cometa ese tipo de matanzas en nombre de Cristo se debe a que el cristianismo se ha hecho muy débil, no a que la gente ya no esté interesada en matar. De hecho siguen matando, sólo que en nombre de otras cosas: nacionalismo, petróleo, economía. Esos son los nuevos dioses de Occidente. (...)

- ¿Cree que el modelo occidental de democracia puede exportarse a los países islámicos?

- Creo que el modelo occidental de democracia no se puede exportar a ningún lado, porque es algo que tiene que nacer del interior de la sociedad, como ocurrió en Occidente. Estados Unidos no exportó la democracia a Alemania tras el nazismo. Fue la sociedad alemana la que la abrazó, la que aceptó a Eisenhower y el nuevo orden político tras sufrir una dictadura despiadada y una tremenda derrota militar que causó la muerte de millones de alemanes. En la historia no hay un solo caso en el que la democracia haya sido exportada y aceptada.

- ¿Pero es compatible la democracia con el islam?

- Depende de lo que entendamos por democracia. En la actualidad la palabra democracia se ha convertido en un eslogan: quien nos gusta es democrático y a quien no nos gusta lo tachamos de antidemocrático. El pueblo palestino, en elecciones libres supervisadas por la ONU, eligió a Hamas para que lo gobernara. Pero Occidente rechazó ese resultando y alegó que era antidemocrático. En Egipto, Mubarak gana las elecciones con el 99,9% de los votos y es obvio que no es democrático, pero dado que es pro norteamericano, nadie dice nada. La democracia es algo muy valioso, pero, por desgracia, en nuestros días se ha convertido en una prostituta. Lamento decirlo, pero es así. Si entendemos la democracia como la participación libre de la gente en su propia vida, creo que es algo que todos los seres humanos desean. No es que a los españoles y a los ingleses les guste y que los birmanos la odien. Eso es una estupidez. Pero para que las instituciones democráticas crezcan, deben hacerlo desde el interior de una sociedad. (...)

World Oil Awards lunes, 14 de enero de 2008



¿No les parece re bueno que Halliburton haya ganado el premio mayor en los World Oil Awards? Es como ganar el Oscar de los negocios turbios

(No dejen de entrar a la página de los premios, la cual anuncia que desde la invención de la ceremonia, "miles de dólares han sido donados a las siguientes universidades" y la lista enumera una serie de casas de estudios entre las cuales se encuentra una en Angola de donde seguro salen tipos re humanistas, y otra en Libia que tiene el mismo pomposo nombre oficial del país: Great Socialist People of Libyan Arab Jamahiriya --pero que de socialista no tienen ni jota)

Ah, a continuación un extracto de un manifiesto humanista conocido como el Reporte Anual de Halliburton 2003:

We’re assisting Iraqis in their daily lives, too, by importing and delivering massive amounts of fuel for driving, cooking and heating. These are tough, demanding assignments in a dangerous region. Just 72 hours after the first troops entered Iraq, KBR followed with water and meals. Our people have been under fire and some have lost their lives. To all of the brave men and women who put their lives on the line to get the job done, I give my thanks and sincerest admiration.

Firma David J. Lesar, el presidente de Halliburton. ¡Pero qué importan los caídos en acción si al fin y al cabo nos traen la papota! Lesar se enorgullece de anunciarle a sus accionistas que

the increase in consolidated revenues for 2003 compared to 2002 was largely attributable to activity in our government services projects, primarily work in the Middle East.

En 2002 se habían llevado u$s 1.1 billones, en 2003 fueron u$s 1.8 billones. En 2006, tres años después de la ocupación, el trabajo relacionado con Iraq ya rendía u$s 4.7 billones anuales. ¡A bombardear que se acaba el mundo!

Ralph Nader: An Unreasonable Man sábado, 12 de enero de 2008



"The reasonable man adapts himself to the world: the unreasonable one persists in trying to adapt the world to himself. Therefore all progress depends on the unreasonable man."


Con esta cita de George Bernard Shaw arranca este eximio documental que cuenta y discute el legado de una de las grandes figuras de la política norteamericana.

Ralph Nader nació en 1934 en el seno de una familia libanesa muy politizada. Se graduó con honores en la prestigiosa Escuela de Leyes de Harvard, y comenzó a trabajar como abogado en varias ciudades del país. Pronto se sintió preocupado por la indiferencia de las corporaciones ante las consecuencias de sus acciones, y empezó una incansable batalla contra el abuso del poder corporativo.

En 1965 edita su primer libro, Unsafe at Any Speed, en el que ataca a la industria automotriz por producir autos inseguros. El trabajo se vuelve un best-seller y consigue, al año siguiente, que el congreso apruebe una ley al respecto (la National Traffic and Motor Vehicle Safety Act). De la misma manera, milita a favor de otras leyes que también consiguen ser aprobadas, como el Clean Air Act y el Freedom of Information Act.

Con una creciente popularidad, Nader funda un movimiento de consumidores que deviene en el grupo Public Citizen. Como tantos otros progresistas, comienza a alertar a la población de su país acerca de la preocupante fusión y confusión entre poder gubernamental y poder corporativo.

Nader sostiene que tanto demócratas como republicanos son prácticamente lo mismo. Que aunque a priori haya una serie de temas en las cuales los dos partidos plantean diferencias, la experiencia termina demostrando que los demócratas, una vez en el poder, aplican idénticas medidas, maniatados por las corporaciones que financian sus campañas. Por este motivo, sostiene, hacen falta romper el bipartidismo con terceras fuerzas que representen a algo más que las clases dominantes.

Al respecto viene el documental An Unreasonable Man, presentado en Sundance en 2006, el cual recomiendo fervientemente.

Lo pueden bajar de esta dirección y sacar los subtítulos de esta otra (se requiere el programa BitComet, que pueden obtener de acá.)

Estoy jueves, 10 de enero de 2008

Estoy escuchando: "The Black and White Album" (The Hives)
Estoy leyendo: "La Doctrina del Shock" (Naomi Klein)

Diccionario para Tiempos Difíciles miércoles, 9 de enero de 2008

Error de interpretación: euf., Avivada empresarial.

Ejemplo: "El funcionario explicó que la distorsión de la tarifa puede deberse a "un error de interpretación" de las nuevas tarifas por parte de los empresarios." (Télam, 8 de enero)

¡Abajo el precio de la entrada de cine! lunes, 7 de enero de 2008

Los datos son inequívocos: cada vez menos gente va al cine.

Martín Bidegaray, de iEco, señala con preocupación los números de este fenómeno: "La asistencia a las salas, que había alcanzado los 35,6 millones de boletos en 2006, bajó un 4% el año pasado." Sin embargo, comete el error de adjudicárselo a "la piratería" y a la ausencia de "títulos gancheros en el segundo semestre". Se olvida de mencionar, como causa necesaria, el precio de las entradas, las cuales este año subieron en promedio un 20% -según admite más tarde en el artículo. Bidegaray se limita a repetir el argumento de las grandes distribuidoras (Disney, Warner-Fox, UIP y Sony), en donde la culpa la tiene "la bajada ilegal de películas desde Internet o su adquisición a través de DVD truchos."

La piratería no explica por sí sola la caída de asistenes al cine. Veamos: en el caso de la industria musical, el declarado "flagelo" es el mismo, y sin embargo las ventas de CDs aumentaron este año. La diferencia es que, desde la devaluación, los discos subieron un 40% de promedio (incluso varios títulos se mantienen por debajo de la franja de los 20 pesos). Así, "el 2007 fue el mejor año para las discográficas desde 2001". El cine, en cambio, aumentó sus tarifas el doble.

***

Ir al cine es una salida, una escapada: no es lo mismo que ver desde el sillón un DVD en un veinte pulgadas. Pero, ¿como puede sobrevivir como acto social cuando cada entrada cuesta $17?

***

"¿Recuerdan cuando con 22 pesos, lo que costaba un CD, podían ir tres veces al cine un viernes a la noche? Ahora, con lo que vale un CD promedio no llegan a pagar una entrada y media. Es cierto, los CDs subieron poco de precio luego de la devaluación, porque si suben mucho más se van a vender aún menos y el negocio no cierra. El problema es que en el cine la entrada sube y el negocio cierra. A las empresas les da lo mismo que vayan dos personas a $17 cada una que cuatro a $8,50. (...) Y aquí entramos en otra discusión: ¿es ir al cine lo suficientemente importante como experiencia social, cultural, vital como para preocuparse por garantizar el acceso a más cantidad de gente? Nosotros creemos que sí. Y creemos que el precio de la entrada debe bajar", afirma un editorial reciente de la revista El Amante.

Dice Gustavo Noriega en Hipercrítico: "...me parece que lo prioritario es hacer más barato el precio de las entradas, estimular la asistencia a las salas (¿se acuerdan de El día del cine?), mejorar las mismas, generar un circuito de cine alternativo con calidad de proyección y, en el caso de los medios, generar una agenda propia que no siga perezosamente lo que se supone que la gente pide sino que ofrezca alternativas."

The Salchicha Times - Edición Especial domingo, 6 de enero de 2008

"Dos salchichas toman champagne, y otros dos toman la pelota del fondo de la red"

Eran como los Pumas en la Publicidad Pelotuda de Medicus, "cuatro amigos unidos por el corazón". Pero en este mediodía de verano, el volley en la pileta los separó para siempre. El Tío y Fede, por un lado; y Agus y Mante, por el otro. Estos últimos, apodados "los Pechofríos", tuvieron algo de suerte en el volley acuático, y debido a eso el Tío ajustició a Manteca con un tiro seco en los patis que le dejó rojito. Pero no estaba nada dicho: todo se definiría a la tarde, en Unifutbol.

El Equipo retador, los Champagne, formaba con: El Tio, Fede, Nico, Fede El Novio de Vico y Agustín. El conjunto Pechofrío tenía a: Mante, Agus, Ariel, Emi y Gato (juramos que ese es su apodo). Pero de principio a fin, los Champagne no dieron respiro. "Les pasamos tanto el trapo que Agus se fijaba el en codigo penal para ver si era un 'abuso deshonesto o una violacion agravada', por el baile que le dimos", declaró El Tío después del encuentro. Aquellos volleybolistas que se hacían los locos en el agüita casi no dijeron presente: Agus metió un solo gol; Mante, ni uno. Para el equipo ganador, El Tío tapó varios tiros a quemarropa, Fede metió sus buenos goles y Agustín y Fede El Novio de Vico hicieron una química imparable arriba, marcando desde todos los ángulos y armando una dupla ofensiva temible. Entre Fede, Fede El Novio de Vico y Agustín en total les clavaron 12 pepas a los Pechofríos, que en ningún momento estuvieron arriba en el marcador.

Mante y Agus tendrán que levantar su nivel porque por como están jugando actualmente corren el riesgo de no ser convocados para la pretemporada salchicha. Agus, aún entusiasmado, niega esos rumores al tiempo que afirma en la Comisión Directiva le dijeron que iba a ocupar un lugar importante en la institución... de burlete en la ventana de la recepción de Unifutbol, que entra una rechifla que hay que solucionar antes que venga el invierno.

El Tío, que después del partido estaba muy contento haciendo declaraciones, definió el partido de la siguiente manera: "Agus y Mante en el agua eran como sirenitas, pero en la cancha de fútbol fueron como dos jugadores de golf, porque estaban clavados al piso". Y dijo que tuvo algunas paradas espectaculares, "como por ejemplo la parada del 71 ramal Maipú que me traje para el living room de mi casa".

Cerramos esta nota con una imagen tomada por el fotógrafo del equipo, Tito Bessone, que grafica de manera inequívoca las sensaciones pospartido de salchichas derrotados.


The Final Cut / 1 sábado, 5 de enero de 2008

A propósito del peso de los productores en los cortes del cine comercial o la televisión:


“Con Tumberos terminé con capítulos absolutamente políticos, donde tocaba temas como la guerrilla, la revolución y de fondo ponía canciones de Daniel Viglietti. Creo que en el último capítulo Tinelli me llamó y pidió que controláramos un poco lo que estábamos poniendo en el aire, porque lo habían llamado por teléfono comentándole algunas cosas que le parecían demasiado fuertes. Lo que pasa es que Tinelli no veía Tumberos y si lo veía no lo entendía. De hecho, mucha gente no la entendió. Se quedaron con la cuestión de la marginalidad en las cárceles, cuando eso era lateral. Tumberos trató de ser una metáfora de la historia argentina.

[Con Disputas] había pensado en una serie volcada por completo a la comedia, y mis referencias eran los uruguayos de Telecataplum, Matrimonios y algo más, Moria, Olmedo. Pero los otros pensaban algo distinto. Sebastián Ortega quería hacer una cosa muy oscura con las putas drogándose todo el tiempo. Y Tinelli quería hacer una comedia costumbrista. A esa altura eso era realmente un puterío. Entonces, aproveché e hice lo que quise. Y ahí me cortaron las piernas, como diría el Diego. Me rebotaron los dos primeros capítulos y frené el rodaje porque me estaban internando pidiéndome todos cosas distintas. [..] Presenté la renuncia. Y no me la quisieron aceptar. Para mí el primer capítulo quedó bien pero el dos y el tres son definitivamente una porquería. Y los guiones cada vez se ponían más ordinarios.” (Adrián Caetano)

Página/12, 06-10-2007

Amor líquido (al dinero) jueves, 3 de enero de 2008



"La futura desaparición de los cables es mucho más que un avance tecnológico, es todo un símbolo: ya nada estará atado a nada. No se necesitará afincarse en ningún lado para poder estar donde todos están, es decir, en el espacio virtual."

El que anuncia esto, contento, es Guillermo Oliveto, presidente de la Asociación Argentina de Marketing y CEO de la consultora CCR. Sus declaraciones -siempre jugosas- ya protagonizaron un posteo anterior, pero ahora que se volvió un "especialista" en la materia y que todos los empresarios lo buscan, me parece interesante recuperar algunas de sus frases más recientes. Es que Oliveto, como buen propagandista del mercado, celebra novedades y grandes rupturas en donde el pensamiento crítico lee una profundización del sistema capitalista. Los pilares de su argumentación son los celulares, YouTube y el wi-fi.

"La lógica del progreso se expresa en la tecnología como en ninguna otra parte. Siempre la nueva versión es mejor que la anterior", afirma. La periodista de La Nación no se queda atrás, y se entusiasma:
- Ahora todos pueden generar contenidos.
- Lo estamos viendo, el cambio es impresionante. Gracias al desarrollo de la tecnología, en este momento todos pueden ser fotógrafos, directores de cine, publicistas, novelistas, periodistas.

¿Leí mal o este tipo dijo todos?

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Un trabajo realizado por su consultora determinó que

La estructura social argentina de 2007 es muy distinta a la de la década pasada. Ahora está compuesta por una “clase top” que en su ápice concentra a las familias que suman más de $10.000 de ingresos mensuales y no confían en el futuro del país. Debajo hay varias clases medias que esperan, aunque pueden comprarse televisores no llegan al techo propio. En el fondo, los menos favorecidos, que reclaman su lugar en la sociedad de consumo.

"En ese esquema", dice Oliveto, "el país tiene varias fronteras; la ciudad de Buenos Aires puede ser Suecia, el conurbano, Singapur, y Santiago del Estero, Jamaica." El trabajo sentencia: la Argentina está escindida, y la sociedad tiende a polarizarse cada vez más. Oliveto conoce estas realidades. Pero solo le interesan algunas. Su análisis en ExpoManagement se basó en que "a pesar de que todavía un tercio de los argentinos tiene un poder de compra limitado, el país está viviendo un boom de consumo".
Y claro: el pretendido boom argentino "mira al ABC1", tal como se titula la nota de la revista Fortuna que lo entrevistó en mayo de este año. El artículo destaca el surgimiento de supermercados con productos "premium" aptos para consumidores "sofisticados", en donde se venden "verduras orgánicas, productos importados y delicatessen" y donde sus estantes están dotados de "un surtido más cool". Otro mundo es posible -parece afirmar Oliveto-, pero es más caro.

Según la misma revista, la cadena Farmacity -y su par Zona Vital, objeto de un post reciente en este blog- también pueden exhibir "buenos" reflejos para el segmento. "Su business plan era de locales de farmacia y perfumería. Pero actualmente, excepto carne, sus góndolas ofrecen prácticamente todo. Y los remedios quedaron relegados en sus locales al mostrador del fondo." Nuestro garca concluye: "El consumidor busca nuevos productos por acceder a algo distinto, más valorizado nutricionalmente, mejor estéticamente o por simple snobismo".

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El anunciado crecimiento económico -medido siempre en términos macroeconómicos, con el PBI como máxima estrella- ilusiona a los sectores que esperan, como en los noventa, un derrame que nunca llega. La casa propia sigue siendo, para una enorme cantidad de argentinos, un simple sueño pregonado por las publicidades posmo del Banco Hipotecario. Pero nos dicen que crecemos, y entonces por momentos parece volver un cierto tufillo primermundista que se vislumbra -cuando no- en la propaganda comercial. Oliveto lo destaca: "el marketing local está volviendo a recuperar el brillo en sus mensajes, algo que sonaba agresivo en el pico de la crisis". Todo esto, sumado a la incertidumbre de los ciclos económicos, le da a más de uno para concluir "ma' si, a comprar que chocan los planetas". Recién ahí llegamos a su conclusión sobre la tendencia del consumo local: "la vocación por el disfrute, que se traduce en hedonismo en cada vez más niveles: en el Faena y en La Farola." Por supuesto que se refiere a sus clientes. Y es que Oliveto habla mucho, pero nunca de pobreza e indigencia. El marketing adhiere a la teoría estefaniana: "no consumen, no existen".

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Oliveto sabe bien que su pretendida ciencia es el discurso hegemónico de la economía de mercado. Pero vislumbra discursos contrarios a la actual religión y, por las dudas, se defiende: "Sería irresponsable permitir que, cuando hay que desprestigiar algo, se lo defina como puro marketing. (...) Hay que sacar al marketing de la cosa medio chanta en la que lo encasilló la gente común. Se merece un reconocimiento de otro orden."

Coincido, excepto en un punto. Él espera un reconocimiento positivo.