Las cien mejores películas de la década 2000-2009. Puestos 30 a 21 miércoles, 19 de diciembre de 2012

# 30 | Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos
Eternal Sunshine of the Spotless Mind
de Michel Gondry
con Jim Carrey, Kate Winslet y Tom Wilkinson
Estados Unidos, 2004, 108'
Posición anterior en el ranking: # 7

Un artículo periodístico comentaba el caso de una mujer que, después de divorciarse, decidió eliminar a su ex marido de todas las fotos de su colección familiar. "Cada vez que las miraba, me sentía mal", confiesa, "por eso decidí sacarlo de las fotos". Hoy es posible deletear con total rapidez y facilidad todo aquello -y a todo aquel- que no merezca quedar en el desván de la memoria. En este sentido, las herramientas digitales prometen ser mucho más eficaces que el antiguo método analógico del "pasado pisado" y la lenta digestión intestina.
(Paula Sibilia, La intimidad como espectáculo)

Luego de fracasar como pareja, Joey (Jim Carrey) y Clementine (Kate Winslet) deciden borrarse parte de sus memorias, eliminando los recuerdos que tienen uno del otro. Pero una vez iniciado el proceso, Joel descubre que hay cosas que no quiere olvidar...
Pocas películas lograron mostrar con semejante inventiva lo difícil que puede ser a veces el amor. Esta es, sin dudas, la mejor colaboración entre el director francés Michel Gondry y el escritor Charlie Kaufman, que elaboró en Eternal Sunshine... un guión sólido, surrealista y desordenado pero fácil de seguir, que responde, con mucha creatividad, una de las preguntas que más nos hemos hechos nosotros, los modernos: ¿Somos lo que recordamos?


 # 29 | Caché
de Michel Haneke
con Daniel Auteuil, Juliette Binoche y Maurice Bénichou
Francia / Austria / Alemania / Italia / Estados Unidos, 2005, 117'
Posición anterior en el ranking: # 53

Segunda película del subgénero "films que empiezan con una pareja recibiendo extraños videos que muestran el exterior de su casa" (la otra es Lost Highway). Enormes actuaciones de Daniel Auteuil y Juliette Binoche. La forma más refinada de terror modelo siglo XXI, la vigilancia, se suma a una clásica: el retorno de lo reprimido (ambas fueron temas de grandes películas, como The Conversation).
Una de las definiciones del arte habla de todo aquello que provoca algo en el espectador, y vaya si Haneke lo hace. Pero no con "mensajes" (lo dijimos con La Cinta Blanca: cada intento por reducir las películas de Haneke a alguna sentencia culposa es pura elucubración progre y simplona) sino mediante recursos formales ajustadísimos, que lo acercan a una especie de Hitchcock menos inocente, que retrata la imagen de una Europa cansada, paranoica, y de una burguesía que teme ser descubierta, visibilizada, cuyo máximo terror es que cualquiera de los condenados de la tierra los vaya a buscar a su trabajo y entre gritando sus nombres. Mientras tanto nosotros, los espectadores, somos apenas voyeurs, mirando este drama a través de la ventana indiscreta desde la comodidad de nuestro hogar. Propietario. Privado. Seguro. Hasta que un día, un video...


# 28 | El Señor de los Anillos
The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring
The Lord of the Rings: The Two Towers
The Lord of the Rings: The Return of the King

de Peter Jackson
con Elijah Wood, Ian McKellen y Viggo Mortensen
Estados Unidos / Nueva Zelanda, 2001 / 2002 / 2003, 558' (178' + 179' + 201')
Posición anterior en el ranking: # 18

No me considero un gran simpatizante de lo fantástico, pero cuando una película es excelente trasciende los límites de su género de origen. Con El Señor de los Anillos, Peter Jackson no sólo logró recrear un mundo mítico con los mejores recursos técnicos disponibles (algo que, para sorpresa de muchos, no lograría repetir en su remake de King Kong) sino que manejó a su favor y sin lagunas los mejores recursos de la tensión dramática. Cualquiera que no haya leído los libros -me cuento entre ellos- y no sepa qué sucede a continuación va a estar enganchado con la historia y expectante por todo lo que va pasando. Eso quiere decir que estamos en presencia de un muy buen narrador. En el rubro actoral, creo que no todos los intérpretes están a la altura (Sean Astin, el personaje de Sam, está mucho mejor que el lavado Elijah Wood como Frodo, algo que se nota mucho en El Retorno del Rey), pero la acción tampoco lo exige demasiado. Cuando dentro de cincuenta años se hable de grandes películas de aventuras, esta épica de casi diez horas (en su versión original, estrenada en cines; las ediciones especiales de la saga llevan la experiencia a las doce horas) seguramente esté entre las más recordadas.


# 27 | La Noche del Señor Lazarescu
Moartea domnului Lazarescu
de Cristi Puiu
con Ion Fiscuteanu, Doru Ana y Monica Barladeanu
Rumania, 2005, 150'
Posición anterior en el ranking: # 36

El mundo que habitamos se está volviendo cada vez más opaco. ¿Quiéren pruebas? Échenle un vistazo a los titulares de los diarios, recorran esas frases vacías de sentido. El Tamaño del Estado, los Planes de Rescate, el Humor de los Mercados, el Riesgo País. ¿En qué medida responden a necesidades humanas? (La pregunta parece tan inocente, y sin embargo, cada vez me convenzo más de que la única manera de salvarnos es no perder nuestra capacidad de asombro). Menciono esto porque veo que el malestar en la cultura es, cada vez más, el malestar en las instituciones. ¿Qué nos transmiten hoy los hospitales, estos centros que alguna vez sirvieron para curar gente? Desfinanciados, burocráticos, indiferentes, los centros de salud de los suburbios de Bucarest no parecen estar muy lejos de aquellos de Capital y Gran Buenos Aires, pensado -claro está- por fuera del OSDE 610.
El segundo largometraje de Cristi Puiu se parece a la pata de ficción, o mejor dicho, ficcionalizada, de algún documental de Frederick Wiseman. Así como The Wire diseccionaba el (mal)funcionamiento de una estación de policía o de una escuela estatal, La Noche del Señor Lazarescu desciende a los infiernos del sistema de salud del capitalismo neoliberal, un mundo de autorizaciones, tercerizaciones, demoras y copagos que median entre un enfermo y su cura. Todos morimos solos -pero algunos mueren más solos que otros. O al menos eso pensaba aquella noche que acompañé a mi abuelo Tito en la parte de atrás de una ambulancia subcontratada por alguna prepaga de mala muerte en un viaje nocturno, accidentado, a un centro privado del Microcentro, todo para terminar peleando la firma o la letra de un doctor con las caras visibles de este calvario.


# 26 | El Niño
L'Enfant
de Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne
con Jérémie Renier, Déborah François y Jérémie Segard
Bélgica / Francia, 2005, 95'
Posición anterior en el ranking: #45

Con una puesta en escena austera pero sólida, los hermanos Dardenne cuentan la historia de una joven pareja pobre que vive de la seguridad social y algún que otro robo hasta que encuentran una nueva fuente de ingresos: su hijo recién nacido. Donde la mayor parte de los cineastas (y los medios de comunicación, hay que decir) se apurarían a trazar juicios morales, los belgas se limitan a seguir las acciones de los protagonistas. Una obra memorable y contundente por su propio peso, sin subrayados.









# 25 | Grizzly Man
de Werner Herzog
Estados Unidos, 2005, 103'
Nueva en el ranking

Un documental atrapante, hecho con muchísima honestidad intelectual y verdadero sentido de la curiosidad, sobre Timothy Treadwell, el amante de los osos que terminó siendo matado y comido por uno de ellos. No quiero adelantar detalles sobre la vida de este personaje, al que Herzog nos ayuda a conocer por medio de found footage, filmaciones del lugar donde trabajó y entrevistas con quienes mejor lo conocieron, sólo agrego una cita de Stanley Kubrick que refleja, de alguna manera, la impresión que me dejó la película: "The most terrifying fact about the universe is not that it is hostile but that it is indifferent".









# 24 | El Laberinto del Fauno
de Guillermo del Toro
con Ivana Baquero, Sergi López y Maribel Verdú
España / México / Estados Unidos, 2006, 118'
Posición anterior en el ranking: # 25

España post guerra civil. Ofelia (Ivana Baquero) viaja con su madre viuda (Adriana Gil) a encontrarse con su actual marido, el capitán Vidal (Sergi López). Los franquistas han vencido, pero algunos rebeldes aún resisten en los alrededores. Soñadora, pero solitaria y aterrorizada por el mundo que la rodea, Ofelia se refugia en la lectura, una vía de escape que tomará ribetes muy reales cuando se encuentre con un fauno que le propondrá pasar una serie de pruebas....
Diego Lerer compara el mundo propio creado por la protagonista con aquellos de Tim Burton, David Lynch y Peter Jackson. Y si bien es cierto que los momentos más oníricos del film tienen un aire a films como Terciopelo Azul, esta idea de "pesadilla fantástica" y su intersección constante con el relato desarrollado en la superficie la acerca más al retorcido mundo de Tideland, otra de mis favoritas recientes. Por momentos cruda y explícita, esta suerte de "fábula antifascista" cautiva al espectador como sólo pueden hacerlo los grandes trabajos. Y es que, despues de todo, nosotros ya somos grandes y la inocencia ya la perdimos; pero por momentos, nos sucede como a la pequeña protagonista y el horror nos sorprende como si fuera la primera vez.


# 23 | Los Amantes
Two Lovers
de James Gray
con Joaquin Phoenix, Gwyneth Paltrow y Vinessa Shaw
Estados Unidos, 2008, 110'
Posición anterior en el ranking: # 68

No encontré mejores palabras para definir esta película que aquellas que escribió Marina Yuszczuk. "Los amantes es también una película sobre las miradas, sobre la nuestra especialmente. Vemos a Leonard mirar a Michelle, vemos a Michelle ignorar a Leonard, vemos a Sandra que vaya a saber por qué malentendido ve cosas en Leonard que sabemos que no están, la vemos decir “Me gustás porque no aparentás ser otra cosa”, y sabemos que está equivocada. Lo que pasa que el amor es un poco ese malentendido, esa ilusión de que hay algo en el otro, todo un mundo desconocido que se nos puede abrir (lo dijo Proust) si tan sólo accedemos al amado. En eso consiste la acción de amar, en ver de esa manera, por eso el título de la película tiene que ver con los que aman y no con los que son amados, es decir, con los que están inmersos en esa condición que en este caso Gray nos obliga a mirar desde afuera, horriblemente". En última instancia, lo que sugiere Los amantes es que "la vida no está hecha de grandes decisiones sino a veces, también, de esos descartes, y que la felicidad puede ser gris justamente por eso".


# 22 | Petróleo Sangriento
There Will Be Blood
de Paul Thomas Anderson
con Daniel Day-Lewis, Paul Dano y Dillon Freasier
Estados Unidos, 2007, 158'
Posición anterior en el ranking: # 8

Dice Cornelius Castoriadis que en todas las grandes obras, desde la Ilíada hasta El Castillo pasando por Macbeth, el Réquiem o Tristán, "la obra mantiene esta relación extraña, más que paradójica, con los valores de la sociedad; los afirma al mismo tiempo que los pone en duda y los cuestiona". Petróleo Sangriento mantiene esa relación extraña, más que paradójica, con los valores de la sociedad (norteamericana). A través de la historia del magnate petrolero Daniel Plainview y sus entrecruzamientos con la religión y la moral de un país naciente, Paul Thomas Anderson se permite poner en tela de juicio, desde un lugar novedoso, abrasivo, los propios cimientos de un país que calcula su riqueza en billetes que dicen in God we trust.
There Will Be Blood teje una dialéctica entre lo clásico y la experimentación, coronado por una fotografía impactante y un score (cortesía de John Greenwood) que, al hacer de contrapunto y no de acompañamiento con las imágenes, crea nuevos sentidos y llevan a la obra hacia ese lugar extrañamente conocido al que sólo las grandes obras nos han llevado. Y mejor ni hablar sobre ese sensacional final...


# 21 | The Host
Gwoemul
de Bong Joon-ho
con Song Kang-ho, Byeon Hie-bong y Park Hae-il
Corea del Sur / Japón, 2006, 119'
Posición anterior en el ranking: # 22

La "película de monstruos" que todos fuimos a ver es simplemente una excusa. Excusa que Bong Joon-ho utiliza para expresarse sobre el estado del mundo a través de una sátira tremenda, combinada con una tierna comedia sobre el valor de la familia. La genialidad de The Host consiste en colocar una furiosa crítica social en un producto extremo pero accesible gracias a su disfraz genérico. El abuelo, sus tres hijos y su nieta luchan contra un monstruo carnívoro, viscoso y visible... pero más aún, contra las bucocracias y el desinterés del gobierno propio y ajeno. ¿Cómo leemos que en la "escena de destrucción del monstruo" no participen grandes ejércitos occidentales ni grupos paramilitares liderados por tipos musculosos, sino un estudiante furioso con una bomba molotov? Digo: una familia laburante coreana cargándose a todos los monstruos de la era de la globalización financiera. ¿Un Godzilla contrahegemónico, quizás?













0 comentarios: