Si las ponemos juntas, las dos cartas de Engels sugieren que en la
ficción la toma de partido declarada es innecesaria (aunque obviamente
no es inaceptable), porque la auténtica escritura realista dramatiza por
sí sola las fuerzas más significativas de la vida social, va más allá
de lo fotográficamente observable tanto como de la retórica forzada de
la "solución política". La crítica marxista va a desarrollar más tarde
el contepto de "tendencia objetiva". El autor no necesita volcar sus
propias ideas políticas en sus obras porque si revela las fuerzas reales
y potenciales objetivamente presentes en una situación, de alguna
manera ya está tomando partido. Es decir, la tendencia es inherente a la
realidad misma; surge del modo de tratar la realidad social más que de
una actitud subjetiva hacia ella.
Hace 5 años.
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