Constitucionalistas porque se toman el tren en Constitución lunes, 12 de octubre de 2009

"La experiencia histórica enseña largamente que una norma legal será siempre precaria e incompleta si no cuenta, además, con ese segundo valor o requisito ineludible que es su legitimidad sustancial o de fondo.
En efecto, una ley puede resultar aprobada en el Congreso por el número de diputados y senadores que la Constitución requiere para su sanción, pero si ese objetivo fue alcanzado en medio de un clima enrarecido por las presiones, las amenazas, los sobornos, las intimidaciones, los actos de corrupción, las maniobras destinadas a cooptar votos opositores, los pagos de coimas y hasta las promesas de impunidad hacia quienes han gobernado provincias o municipios con métodos viciosos e ilegales, de poco servirá que se hayan completado los requisitos de forma que el marco constitucional reclama para las decisiones legislativas o de gobierno."

Esto escribió el señor Bartolomé De Vedia el 18 de Julio d-- ¡ah, no, perdón, fue ayer!
Hubiese jurado que se refería al día siguiente del voto de la 125.
Veamos, entonces: ¿qué opinaba este señor de la legitimidad de las decisiones del Congreso el viernes 18 de julio de 2008?

"El simple hecho de que el vicepresidente Julio Cobos haya votado, en el Senado de la Nación, en contra del proyecto sobre retenciones agropecuarias remitido por el Poder Ejecutivo Nacional ha contribuido notoriamente al fortalecimiento del cuadro institucional de la República. Es curioso que haya ocurrido eso, pues en realidad Cobos no ha hecho otra cosa que asumir un derecho y una responsabilidad que la normativa vigente le atribuye de manera expresa."

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Lo increíble por estos días es que aquellos que bregamos por una superación de las libertades formales de la democracia liberal y de sus límites inherentes, por izquierda, somos los primeros en la fila para defenderla cuando, por derecha, la corren.

Algo que también expresó, con mejores palabras, el libertario Martín Caparrós:

"Me sorprende que hoy nadie salga a hablar de democracia. La democracia no es mi fetiche favorito pero ustedes, estimados, que se llenan la boca con democracia, se hacen gárgaras de democracia a la mañana, buches de democracia después de las comidas, lavativas de democracia tras las deposiciones, deberían festejar alborozados. Señores Pro, señoras Acuerdo, señoritas coberas, señores y señoras etcétera y etcétera, ¿no deberían proclamar su felicidad porque el congreso por fin ha servido para algo, los mecanismos democráticos para algo, para algo los debates de un proyecto?"

1 comentarios:

No dijo...

Jajaja
es lo mismo de siempre, por eso hay que remarcarlo para algún desprevenido


pd:la frase de Anibal que le da el título a este posteo es genial