por Martín Caparrós
20 de febrero, 2003
Kirchner siempre me cayó bien: lo respeto, lo admiro incluso -un poco. Es cierto que no tiene la fuerza que solía impulsar a algunos de sus compañeros -tanto más fauves, más salvajes- pero igual me atrae. Alguien escribió que su estilo es "notable por su tensión psicológica y por su erotismo", pero yo no estoy tan seguro. Yo creo que Kirchner se basa más en el primer impacto -visual, formal- que en la impresión profunda. Y se podría decir que le interesa más el paisaje general que las particularidades de los hombres.
También es cierto que no analiza con precisión: su manera es más bien expresionista, pero produce sensaciones que pueden llevarte a entender ciertas cosas. Y produjo obras de lo más interesantes: cumplió con las expectativas. Pero no pudo soportar que las autoridades superiores de su país condenaran su trabajo y se voló la tapa de los sesos. Ernst Kirchner -uno de los mejores pintores expresionistas de Alemania- se suicidó el 15 de junio de 1938 porque no les gustaba a los nazis.
Néstor Kirchner, en cambio, está tan feliz de gustarle al gobierno de su país y eso -si la Argentina no fuera la Argentina, o si la Argentina fuera la Argentina- podría parecerse al suicidio. Un candidato quiere conseguir los votos de los opositores al gobierno con el apoyo de este gobierno: es sibilino. Un candidato quiere convencernos que él es la renovación de la política cuando lleva añares en esa política y es el candidato de sus representantes más tradicionales: alguien sospecharía que nos toma por tarados, y seguramente tiene razón. Un candidato se apoya en un gobierno que consiguió que por fin hubiera más de veinte millones de pobres en la Argentina: parece raro, pero es sólo la primera impresión. Si se piensa que el peronismo siempre fue el partido de los pobres -y así les va-, es lógico que quieran ampliar su base política: necesitan más. Hay lógicas que no habrá que desdeñar, aunque parezcan poco lógicas. En la Argentina los suicidas siempre apuntan sus pistolas hacia cabezas de otros cuellos.
Hace 5 años.
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