A propósito del peso de los productores en los cortes del cine comercial o la televisión:
David Lynch venía desarrollando una incipiente carrera independiente que había tocado su punto más alto con el largometraje Eraserhead, un film de culto que pronto atrajo la atención de buena parte del ambiente. Fue entonces que el productor Mel Brooks lo contrató para dirigir The Elephant Man, film por el que obtuvo una nominación al Oscar como mejor director.
Posteriormente, el cineasta aceptó dirigir una superproducción que adaptaba la novela de ciencia ficción Dune, del escritor Frank Herbert, para el productor italiano Dino De Laurentiis, con la condición de que la productora se comprometiera a financiar un segundo proyecto sobre el cual Lynch mantendría control creativo total. Aunque el productor esperaba que Dune fuera algo así como la nueva Guerra de las galaxias, la película resultó un gran fiasco comercial, siendo además vapuleada por la crítica. Para compensar pérdidas, el estudio elaboró una versión alargada para la televisión que desvirtuaba el montaje del director y que Lynch desautorizó inmediatamente.
¿Qué sucedió? El primer montaje (rough cut) de Dune duraba unas cuatro horas sin los efectos de post-producción, y el corte que Lynch quería se reflejó en el último guión que duraba tres horas. Sin embargo, Universal Pictures y los financistas de la película esperaban un corte estándar de 120 minutos. Para acortarlo, los productores se juntaron con Lynch y removieron numerosas escenas, filmaron otras que comprimían elementos concentrados o simplificados de la trama, y agregaron narraciones en off, incluyendo una nueva introducción, en el corte final. Muchas de las escenas más "gory" fueron eliminadas para el lanzamiento cinematográfico. [1]
Lynch más tarde diría: "Estaba haciéndola para los productores, no para mí. Es por eso que el derecho al corte final es crucial. Una persona debe ser el filtro para todo. Creo que esto es toda una lección: se supone que tenemos que aprender cosas. Pero tres años y medio para aprender aquella lección... es demasiado." [2] Y en otra entrevista concluía: "No debí haber hecho esa película, pero vi toneladas y toneladas de posibilidades para cosas que amaba, y ésa era la estructura para hacerlas. Había tanto lugar para crear un mundo. Pero recibí fuertes indicaciones de De Laurentiis sobre qué tipo de película esperaban, y supe que no tendría el corte final. Y poco a poco -y ese es el peligro, porque no sucede de a trozos, sucede en las más minúsculas depilaciones-, poco a poco cada decisión se fue haciendo con ellos y con su tipo de película en mente. Entonces estaba destinado a ser un fracaso, para mí." [3]
[1] "David Lynch" en Wikipedia
[2] Richard Corliss, "Czar of the Bizarre", revista Time, octubre 1990
[3] "Star Wars Origins: Dune" Moongadget.com
Hace 4 años.
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