Tres postales (y epílogo) sobre la 125 martes, 22 de julio de 2008



I. Dice David Cufré

no es raro que las entidades ruralistas hayan festejado con champán apenas Julio (Cleto) Cobos anunció su voto contra el proyecto de retenciones móviles. La eventual derogación de la resolución 125 –el Gobierno todavía no definió qué hará– aumentaría los ingresos de los productores de soja en casi 20 por ciento, para llevarlos a un nivel inédito. Con la 125 todavía vigente, los derechos de exportación se ubicaron ayer en 46,6 por ciento, en virtud de un precio internacional de 552 dólares la tonelada. Si las retenciones volvieran al 35 por ciento del 10 de marzo pasado, los productores pasarían a cobrar 1126 pesos la tonelada, en lugar de los 944 pesos de ayer. Lo más sorprendente es que los productores esperaban ganar 804 pesos la tonelada cuando sembraron soja en octubre del año pasado. Esa era la remuneración prevista con las retenciones a 27,5 por ciento y un precio internacional de 356 dólares la tonelada. Ahora el precio internacional está en 552 dólares la tonelada, las retenciones, en 46,6 por ciento y los ingresos para el productor al día de ayer alcanzaban a 944 pesos la tonelada. Si la retención bajara a 35 por ciento, los productores embolsarían 1126 pesos la tonelada. Los más favorecidos serían los medianos y grandes, que quedaban fuera del esquema de reintegros previstos por el Gobierno.


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II. Agrega Eduardo Aliverti

Que un vicepresidente vote en contra de su gobierno; que lo haga a seis meses de iniciado éste; que lo ejecute en una instancia crucial para la suerte de la fuerza que integra; que no sólo no haya tenido la ética de renunciar, sino que porte la amoralidad de decirle a su compañera de fórmula que aquí no ha pasado nada y que quiere seguir a su lado hasta el 2011; que el conjunto de los periodistas de la Patria Mediática, siempre horrorizados por la prostitución ideológica de “los políticos” y alucinados con Borocotó hasta ayer nomás, rescate casi sin eufemismos los huevos que tuvo Cobos... Borges y Groucho Marx hubieran quedado boquiabiertos. Haber cruzado este límite surrealista es la pauta de la monumentalidad de los errores del Gobierno y de la magnitud del enemigo. Dijo un funcionario kirchnerista: “La primera vez que tocamos intereses concretos del poder, del poder real, lo único que se nos ocurrió fue enfrentarlos con el bombo y la marcha peronista. Así que nos pasó lo que nos tenía que pasar”.

(...) tras el Waterloo del jueves, se escucha a muchos progres que pasan la factura por el número de estropicios oficialistas. Todo lo que se reprocha es cierto. Que se jodan por aliarse con radicales, que tienen el invicto histórico de terminar, siempre, traicionando. Que se jodan por haber apostado a la estructura mafiosa de los barones del conurbano. Que se jodan por no haber abierto el juego por afuera del PJ. Que se jodan por la admirable ingenuidad de mandar el proyecto al Congreso. Que se jodan por apoyarse en la burocracia de la CGT y no darle personería a la CTA. Que se jodan por su estilo capanga de conducción. Que se jodan por no profundizar la afectación de otros bloques de la clase dominante y acabar sin pan y sin torta. Todo correcto. Pero resulta que a la par del kirchnerismo se jodió, precisamente, la muy tibia posibilidad de seguir avanzando en un modestísimo proceso de pequeños cambios que es, al fin y al cabo, el paso tolerable para esta sociedad. Ahora la salida es posible claramente por derecha, por lo peor de la derecha, y lo que se jodió está lejos de ser sólo el kirchnerismo.


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III. Concluye mi amigo Nacho

... creo que acá se puso en juego hasta cierto punto la legitimidad del Estado para intervenir en la economía, y el grado hasta el que esa intervención se considera "legítima" (cosa que se ve claramente cuando se habla de que unas retenciones superiores al 33% son confiscatorias, lo que significaría que para el petróleo que tiene retenciones superiores -menos mal, aunque igual estando en manos privadas se está regalando parte de la renta- también deberían serlo... ya veo a los dueños de Repsol cortando las rutas contra el yugo opresor de este "gobierno autoritario"). Todos los que abogan por una intervención menor del Estado en la economía están chochos por esta derrota del oficialismo, de hecho. No vi ni una excepción, y conozco muchos casos. Si leés cualquier blog abiertamente liberal, están todos descorchando.

Pensándolo en términos económicos, supongo que a cualquiera que tenga alta rentabilidad en algún sector le debe haber caído simpático también, porque sabe que mañana le podría tocar a él poner la tarasca, y que por ende le conviene que la pugna de intereses (forma elegante de decir lucha de clases) avance en este sentido. Imaginate si el estado necesita más recaudación o si alguien lo presiona lo suficiente para mejorar los planes sociales o alguien dentro de él tiene genuinas intenciones de redistribuir la riqueza o subsidiar a la industria o lo que sea: lo van a pensar dos veces antes de tocarle la renta a algún sector, luego de esta derrota.

Epílogo a cargo de Javier Romero, en Crítica

El Gobierno puso a dormir la Ley de Radiodifusión. El reciente traspié parlamentario en la discusión por las retenciones móviles obligó a esta decisión. El oficialismo teme que el abroquelamiento logrado por los legisladores de la oposición ponga en riesgo una normativa que Cristina Kirchner considera clave en la cruzada contra la concentración de medios.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Después de escuchar y leer muchos comentarios esta semana, creo que queda al descubierto que si bien había muchos que decían no estar ni de un lado ni del otro, "ni con el campo ni con el gobierno", en alguno de los dos puntos tenían el corazoncito. Para bien o para mal, equivocados o no.
Habría que pensar para el futuro si sirve la postura cómoda de no estar con ninguno. Las cosas no son simples, y tener que someterse a "falsas dicotomías" no es nunca bienvenido. Pero a veces, parece, hay que estar con unos o con otros. Porque si bien cualquier resultado nos habría dejado un gusto amargo, notamos al final que en realidad uno es más amargo que otro.
Qué sé yo, al menos ahora pienso eso. Saludos
Ricardo.

1+ dijo...

Sólo un detalle, Ricardo: no estar con ninguno ante este tipo de dicotomías, falsas o no, es una postura que no tiene nada de cómoda; tal vez sea la más incómoda de las tres opciones, y sólo puede sostenerse con muchísima convicción y no dejando nunca de argumentarla (sobre todo llegado el punto –inevitable- en el que tanto de un lado como del otro se abandona toda argumentación para esgrimir sólo bravatas y fanfarroneo hueco). Saludos.

1+ dijo...

Aclaración quizás necesaria: yo siempre estuve a favor de la 125, pero eso no significa (no jodamos) que apoye la política de Albertito, Aníbal, De Vido, Moreno, compañía y comparsa. Una vez que el conflicto se polariza engañosamente con la doctrina Bush ("el que no está con nosotros está contra nosotros") mi posición, hoy y mañana, es y será una tercera.

Dark Tide dijo...

Si, la verdad que fue una cagada...

El tema es que, también (y como, a su modo, lo dá a entender Aliverti), el gobierno manejó la situación para el reverendo orto.

Si lo hubiera manejado de otro modo, se la hubiera mandado a guardar al gorilaje sojero.

Pasa que pensaron que a estos energúmenos se los paraba con actos, bombitos y la marchita peronista. Y así les fué (mejor dicho: así NOS fué, porque ahora nos vamos a joder todos)

¡Ah! Estoy en todo de acuerdo con el que comentó como +1: Yo tampoco me tragué la falsa dicotomía, para mí tanto la triple entente Miguens-Llambías-De Angelli como los K eran mierda

Cinzcéu dijo...

Todo esto no da para un comment ni para un post sino para un blog de 500 entradas y más. Sintetizo con una comparación. "La 125" es como "Riquelme" y la famosa cuestión del "a favor o en contra" es una maniobra necia cuando no jodida. ¿Debe Riquelme jugar en la selección? 1-Sí, 2-No, 3-NS/NC. La 3 la descarto porque sí sé y quiero contestar. La 2 parece indicar que no tiene nivel futbolístico suficiente y/o que mejor poner a Bilos porque es más alto y corre más y/o que está demasiado pendiente de la salud de su madre y/o. La 1 implica que acompaño (ahora el verbo tomó la delantera y habría que ¿acompañar?, ¿a quienes?) la política de Grondona, Basile, Macri/ Pompilio y no sé cuántos más. Yo quiero argumentar mi postura y decir que es un buen jugador con una gran falencia: los equipos deben adecuarse a su juego y ritmo y es incapaz de cumplir otra función que no sea la vagar suelto, retener la pelota y acertar un remate al ángulo o un pase- gol. Y que entonces no me parece el mejor eje para la selección. Pero ahí salta el binarismo futbolero y me increpa: "¿sí o no?, ¿estás con o contra la selección?, ¿o sos un tibio que vomita dios?". Entonces respondo: "No, y andá a la puta que te parió, demócrata de café, muñeco de metegol, facho de cartón, tomá y matate".
"¡Ah!, -dicen- he ahí uno que se fija en la forma y no en el fondo". ¿Qué fondo?, ¿el de "la nuestra" que es un mito tan caro como el de la redistribución peronista?, ¿dónde se ha visto alguna de las dos en el último medio siglo?, ¿quién atiende a "la forma"?, ¿el que se disciplina a una retórica mentirosa en detrimento "del fondo" o el que observa el resultado concreto de una política socio- económica de más de 5 (50) años?
Por último, a CFK le importa tres belines la concentración de medios; lo que le preocupa es que los medios concentrados (o no) no le digan a todo que sí. Y no deja de soprenderme la creatividad de Aliverti para decir siempre lo mismo: siempre hay algo peor, por lo tanto apoyemos lo positivo de lo menos peor. Pues no, al carajo, ante las mentirosas dicotomías de "el gobierno o el campo" y "concentración o redistribución", más que nunca una "tercera posición".

beto9 dijo...

Comparto cada palabra de 1+. Yo también no estoy a favor de uno ni de otro. Y no es precisamente sencillo. No estoy de acuerdo con la visión bushiana del mundo: no tengo por qué ponerme d eun lado o del otro. Tengo un cerebro e ideas propias. Creo en los matices. Y si ninguna de las dos partes me representa ni un poquito, no voy a a elegir una por motivos ideológicos. No me interesa imponer ideologías a cualquier precio, y menos si la realidad más allá de la retórica me indica que ninguno de los dos tiene algo que ver con mi ideología.
El voto de Cobos me dejó un sabor extraño: por un lado me da por los huevos porque con él, ganaron los de siempre. Pero hay un costado positivo: tal vez los pequeños productores ahora se den cuenta de qué poco les servía aliarse con los garcas de siempre.
Por el otro aunque las consecuencias de ello terminan dándole más poder a gente que no me cae precisamente simpática, terminemos con la farsa de que este gobierno busca redistribuir algo, o que acá se ve afectada la intervención del Estado. Este gobierno es más inoperante y tan corrupto como los anteriores. Es mucho menos inteligente además en la manera de plantarse ante sus rivales y ante la opinión pública. Es un gobierno realmente lamentable. Hace cinco años, arranqué creyendo que eran algo distinto -que eran de centro izquierda para empezar- pero me desilusionaron rápido.
Ese concepto de que ganó el liberalismo y de que es un golpe a la capacidad del estado de intervenir me parece un tanto miope. Porque yo quiero que el Estado intervenga para recaudar para luego redistribuir, poner límites a las entidades privadas, y administrar la cosa pública. Pero si el Estado, como en este caso, interviene para tener la caja cada más grande y de esa manera acumular poder y tener a las provincias por el cogote, en ese caso digo, la intervención estatal no solo no me sirve, sino que es totalmente contraproducente porque solo le da guita a una banda de corruptos y letra al liberalismo. Y más aún si esa intervención del Estado es realizada al estilo kirchnerista, por decreto, ignorando al Congreso. Pues bien, lo positivo que rescato del voto de Cobos fue ponerle un freno a esa concepción patoteril de la política. Me parece un paso adelante para sanear esta democracia adolescente que tenemos -es lógico, recién van 25 años de democracia real y continua-, y que necesita ir creciendo de a poco, a los golpes quizás, pero madurar. Y el estilo K en ese sentido era (es) un paso para atrás. Hay que terminar de un vez por todas con los personalismos políticos y entender que la democracia está hecha de instituciones. En fin, da para mucho más, pero como puse hace un tiempo en un blog, el tema me llenó los quinotos.

Lucas dijo...

No pusiste el fragmento de Aliverti que más me gustó, y que me parece que explica el conflicto de una forma genial: ""Cupo recordar por estos días una definición de Gramsci: Es hegemonía cuando una clase, o fracción de una clase, logra convencer al resto de las clases, o fracciones de clase, de que sus intereses particulares son los intereses generales. Eso, exactamente eso, es lo que acaba de (volver a) consumarse en la Argentina."

MUY bueno lo de nacho, también.

beto9 dijo...

Y sí, Aliverti me fastidia, por exactamente las razones que esgrime cinzeu.

Anónimo dijo...

La verdad que no se que era mejor, si que aprobaran la 125 para que se agudice el conflicto y que el gobierno caiga mas rápido o que la rechazaran como sucedió.
Creo que lo bueno es que se apaciguaron un poco las aguas.
Saludos

Fede / Billie dijo...

Lucas, esa frase de Aliverti no la puse porque estaba clarísima. Hasta Beto es gramsciano acá... (Nacho después puede explicar los distintos "usos de Gramsci", pero ese es otro tema).

Está claro que tenemos hacer una lectura compleja de un fenómeno complejo. Por eso todos se encargan de señalar que, hoy, el tema "del campo" tiene muchísimas aristas.

Yo por mi parte me debato constantemente entre evitar la anécdota (quedarme en el si Cobos o si Fernández, si De Angeli o si D'Elía, la verdad me tienen sin cuidado) para terminar en un cómodo "sontodoslomismo"... o hilar más fino y encontrar grises que puedan marcar posiciones más estratégicas, apoyos y rechazos más concretos.

Porque el "son todos putos", después de este final, termina dejando un sabor amargo como el que marca Ricardo.

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"...a CFK le importa tres belines la concentración de medios; lo que le preocupa es que los medios concentrados (o no) no le digan a todo que sí"

Ay, mi estimado, si fuese tan sencillo... El Gobierno no es un único actor fijo que decide sobre una tabula rasa. Sus intenciones pueden irse modificando según el humor popular y la relación de fuerzas (y sino qué mejor ejemplo que el conflicto agrario). Muchas de las organizaciones que impulsan la reforma de la ley de radiodifusión tienen claramente una posición más radical que la del gobierno, el tema es una vez instalado el tema en qué punto pueden articularse y armar un frente que corra al gobierno por izquierda. (Reemplazá 'izquierda' por 'derecha' y tenés la -exitosa- defensa de los intereses agrarios frente a un intento más o menos serio de intervención estatal.) Por eso la mera instalación del tema de la radiodifusión en el centro del debate ya es todo un logro, digo, me lo imagino mucho mejor que cajonearla y ni siquiera discutirla.

Nacho dijo...

una clase, o fracción de una clase, logra convencer al resto de las clases, o fracciones de clase, de que sus intereses particulares son los intereses generales. Eso, exactamente eso, es lo que acaba de (volver a) consumarse en la Argentina.

Ese fragmento justamente fue el que resalté en un foro en el que copiaron la nota.

Ricardo: el problema es que decir "con el campo o con el gobierno" es engañoso, y peligroso, me parece. En todo caso se puede decir "a favor de la 125, en contra del gobierno", ponele, para sintetizarlo de alguna forma simple, tipo consigna. Me parece mejor. No creo que el que diga que no está con el gobierno tenga "su corazoncito" con el campo necesariamente. 1+ lo aclaró bien, me parece.

Cinzcéu: creo que acá no abunda la gente que cree en la buena voluntad de Cristina. El tema es: si por la razón que sea el gobernante de turno promueve una ley que es buena, que mejora la situación actual al menos, ¿por qué no vamos a apoyarla -la ley-, manteniendo la independencia con respecto a ese gobernante, que ya sabemos -y que tenemos que seguir teniendo claro- que no nos representa?

Anónimo dijo...

Me parece que despues de todo este conflicto,se aclaran muchas cosas, una es que los pequeños productores salieron desfavorecidos por la derogacion de la 125,antes pagaban el 30% y ahora el 35% de retenciones, que el monopolio clarin frene la ley de radiodifusion, que la clase media tilinga quiere ser como los ricos, que las sectitas de izquierda siempre son funcionales a los interes de la derecha,los oportunistas como carrio, los gorilas, los tibios, los periodistas "progres" como lanata que atancan con virulencia al gobierno(la mayoria de la veces con razon) pero no escriben ni una linea en contra del verdadero enemigo, los traidores de simpre(radicales), en fin y como dice aliverti que cada quien se haga cargo de la parte que le toca.

Anónimo dijo...

Nacho: Nunca dije "con el campo o con el gobierno" EN TODOS LOS ASPECTOS DE AQUÍ A LA ETERNIDAD. Quise decir en esta pulseada en particular.
Y si decís: "a favor de la 125, en contra del gobierno", te recuerdo que "la 125" fue una Resolución del Ministerio de Economía y Producción. Esto es: del gobierno. La 125 no cayó del cielo.
Por otro lado, me asombra que te pongas a hilar fino en ese dilema y al mismo tiempo digas que TODAS las clases fueron convencidas de que los intereses particulares de UNA clase son los de TODOS.
Eso es una generalización muy de manual, para el caso.

Saludos, Ricardo.

Cinzcéu dijo...

Mi frase: "a CFK le importa tres belines la concentración de medios" era sólo una opinión contraria a la de Javier Romero citada en el post: "normativa que Cristina Kirchner considera clave en la cruzada contra la concentración de medios". Tengo otras opiniones acerca de las leyes "contra la concentración" enmarcadas en la defensa del capitalismo y no comparto la idea de correr "al gobierno por izquierda" (ni a éste ni a ninguno basado en la gestión del sistema) como asimismo no me parece válida la comparación entre "izquierda" y "derecha" (nada es tan sencillo, coincido, Fede) en términos de lo que podrían lograr del gobierno mediante lobby, presión y/o movilización. Basta imaginar qué hubiera pasado si miles de peones rurales hubieran abandonado sus tareas (porque "el campo" no dejó de trabajar ni un solo día) y marchado a Plaza de Mayo (contra la FATRE y las CGT, obviamente) con una consigna tan poco de "izquierda" como "salario básico de $2000 en blanco, ya". Las "intenciones" del gobierno habrían echado mano de la tropa que hace ya más de 6 años (sí, recordemos que entonces los K eran duhaldistas) el gobierno mantiene acantonada en la militarizada Plaza "de todos".
Entonces, más allá de que acá no abunde gente que "cree en la buena voluntad de Cristina" (Nacho dixit), Romero está citado en el post y cree (y publica) que CFK está comprometida en una cruzada contra la concentración de medios. "Cruzada" que, por ahora, consiste en decir pavadas acerca de una caricatura en Clarín en un acto partidario y mandar al hijo a pintar pancartas adolescentes contra TN en otro acto partidario... ¡para que aparezcan en la pantalla de TN! Nada menos que "contra" el Grupo Clarín al que el gobierno le licuó sus deudas mientras negociaba su apoyo político. ¿O hasta hace 4 meses no era voz populi que el Grupo Clarín era aliado evidente del gobierno? Como decía un payaso de mi infancia: "Santiaguito, ¿qué pasooooó?".
Dice CFK que hay que tener memoria. Y sí, hay que tenerla: del 55, del 76, del 89, del 03 y de ayer también; en esto coincido 100% con el gobierno.
Saludos.