1. Petróleo Sangriento
(There Will Be Blood)
de Paul Thomas Anderson
con Daniel Day-Lewis, Paul Dano, Ciaran Hinds, Kevin J. O’Connor, Dillon Freasier
Estados Unidos, 2007, 158'
¿Qué es lo que en la actualidad muere? Ante todo, el humus de los valores donde la obra de la cultura puede crecer y al que ella alimenta y engrosa en retribución. Las relaciones son más que multidimensionales; son indescriptibles. Aquí hay un aspecto evidente. ¿Puede existir la creación de obras en una sociedad que no cree en nada y que no valora nada verdadera e incondicionalmente? Todas las grandes obras que conocemos han sido creadas en una relación "positiva" con valores "positivos". No se trata aquí de una función moralizadora o edificante de la obra; todo lo contrario. (...) Desde la Ilíada hasta El Castillo pasando por Macbeth, el Réquiem o Tristán, la obra mantiene esta relación extraña, más que paradójica, con los valores de la sociedad; los afirma al mismo tiempo que los pone en duda y los cuestiona.
El choque que provoca la obra es un despertar. Su intensidad y su grandeza son indisociables de un sacudimiento, de una vacilación del sentido establecido. Sacudimiento y vacilación que pueden darse si y sólo si ese sentido está bien establecido, si los valores valen considerablemente y se los vive de la misma manera. El absurdo último de nuestro destino y de nuestros esfuerzos, la ceguera de nuestra clarividencia no aplastaban sino "elevaban" al público de Edipo Rey o de Hamlet -y a aquellos de nosotros que por singularidad, afinidad o educación continuamos formando parte de este público- en tanto vivía en un mundo donde, al mismo tiempo (y me atrevería a agregar: con razón) la vida era fuertemente investida y valorada. Este mismo absurdo, tema preferido por lo mejor de la literatura y del teatro contemporáneos, no puede tener el mismo significado, ni su revelación tomar valor de sacudimiento, simplemente porque ya no es absurdo de verdad, ya no hay ningún polo de no absurdo, al cual pudiera oponerse para revelarse fuertemente como absurdo. Es lo negro pintado sobre lo negro. De sus formas menos refinadas a éstas; desde la Muerte de un viajante hasta Fin de partida, la literatura contemporánea no hace más que decir, más o menos intensamente, lo que vivimos cotidianamente.
El choque que provoca la obra es un despertar. Su intensidad y su grandeza son indisociables de un sacudimiento, de una vacilación del sentido establecido. Sacudimiento y vacilación que pueden darse si y sólo si ese sentido está bien establecido, si los valores valen considerablemente y se los vive de la misma manera. El absurdo último de nuestro destino y de nuestros esfuerzos, la ceguera de nuestra clarividencia no aplastaban sino "elevaban" al público de Edipo Rey o de Hamlet -y a aquellos de nosotros que por singularidad, afinidad o educación continuamos formando parte de este público- en tanto vivía en un mundo donde, al mismo tiempo (y me atrevería a agregar: con razón) la vida era fuertemente investida y valorada. Este mismo absurdo, tema preferido por lo mejor de la literatura y del teatro contemporáneos, no puede tener el mismo significado, ni su revelación tomar valor de sacudimiento, simplemente porque ya no es absurdo de verdad, ya no hay ningún polo de no absurdo, al cual pudiera oponerse para revelarse fuertemente como absurdo. Es lo negro pintado sobre lo negro. De sus formas menos refinadas a éstas; desde la Muerte de un viajante hasta Fin de partida, la literatura contemporánea no hace más que decir, más o menos intensamente, lo que vivimos cotidianamente.
¿Qué hace de una obra un clásico? ¿Sus pretensiones más o menos logradas de grandiosidad, una majestuosa puesta en escena, la gravedad del "mensaje" que se esfuerza por instalar?
Mejor vayamos un poco antes, a donde nos planta Castoriadis. ¿Puede una obra, hoy, sacudir el sentido establecido? El autor diría que no, porque -supone- esta ya no es una sociedad investida de valores. Pero acá me permito disentir: no es que los valores hayan desaparecido. Habrán cambiado, serán más sutiles, pero invisten positivamente a esta sociedad tanto como a las otras. Sacudirlos puede ser una tarea más difícil, más sofisticada, pero se puede. ¿Cómo? Acá sí contestamos desde Castoriadis: Petróleo Sangriento mantiene esa relación extraña, más que paradójica, con los valores de la sociedad (norteamericana); los afirma al mismo tiempo que los pone en duda y los cuestiona. A través de la historia del magnate petrolero Daniel Plainview y sus entrecruzamientos con la religión y la moral de un país naciente, Paul Thomas Anderson se permite poner en tela de juicio, desde un lugar novedoso, abrasivo, los propios cimientos de un país que calcula su riqueza en billetes que dicen in God we trust.
There will be blood se va construyendo mediante dos horas y media épicas, dramáticas, en las que se teje una dialéctica entre lo clásico y la experimentación. Todo esto coronado por una fotografía impactante y un score (cortesía de John Greenwood, guitarrista de Radiohead) que, al hacer de contrapunto y no de acompañamiento con las imágenes, crea nuevos sentidos y llevan a la obra hacia ese lugar extrañamente conocido al que sólo las grandes obras nos han llevado. Y mejor ni hablar sobre ese sensacional final...
2. Batman: El Caballero de la Noche
(The Dark Knight)
de Christopher Nolan
con Christian Bale, Heath Ledger, Aaron Eckhart, Michael Caine, Maggie Gyllenhaal, Gary Oldman, Morgan Freeman
Estados Unidos, 2008, 152'
Durante los últimos años, una de las tantas crisis de Hollywood volcó a los grandes estudios hacia la producción masiva de películas basadas en comics. ¿El motivo? Son populares, gancheras, y (al igual que las remakes) se basan en éxitos ya probados. Para los gordos detrás del escritorio, la ecuación es fácil: un par de millones de dólares para estrella en ascenso + decenas de millones en tiros y efectos especiales = cientos de millones de dólares de recaudación. Esta nueva fábrica de chorizos ha producido trabajos de calidad muy dispar, y de ello pueden dar fe todos los espectadores de films intragables como Elektra, Daredevil o Constantine.
Pero entre tanta chatarra industrial siempre hay algún diamante, y no es de extrañar que detrás de ellos siempre aparezcan grandes directores. Y si hasta ahora el título de mejor película adaptada de un comic lo ostentaba la muy buena Spiderman 2 (dirigida por Sam Raimi, el salvaje creador de Evil Dead), las palmas ahora van hacia The Dark Knight, la película multimillonaria de acción más radical e increíble de los últimos años. Y el director es, claro, la cabeza detrás de Memento, Christopher Nolan.
Hace tres años, Nolan había hecho borrón y cuenta nueva con la franquicia Batman (destruida por Joel Schumacher en la mediocre Batman Eternamente y la paupérrima Batman & Robin) a través de la sólida Batman Inicia. Una cinta oscura, adulta y más seria, que con plantear algunos trazos del personaje y algún que otro conflicto ya le alcanzaba para ser muy buena. The Dark Knight arranca a partir de todo este escenario armado, y desarrolla una montaña rusa de emoción, acción y suspenso tan bien dirigida que reivindica, por sí sola, la existencia del género. Pero hay más: a los motivos clásicos del campo --la elección entre el amor y el deber, la culpa, el trasfondo familiar como explicación de la psicología del personaje-- se le suma un villano trágico y desquiciado tan genial que es imposible sobrevalorarlo. Heath Ledger compuso aquí un personaje cínico, complejo, lleno de humor negro, uno que sabe mirar al supuesto héroe a los ojos y decirle "soy tu creación: nos necesitamos mutuamente". Ni hace falta estirar tanto la cuerda para llegar a cruzar a esta pareja con las figuras de Bush y Bin Laden. Sobre todo cuando el encargado de "combatir el terrorismo" acepta pinchar los teléfonos de todos los ciudadanos "por motivos de seguridad", o se va hasta Hong Kong para chuparse un sospechoso y traerlo a los Estados Unidos. ¿Hasta qué punto aquel encargado de combatir monstruos no se convierte un monstruo él mismo? ¿Acaso la "guerra contra el terror" no crea aún más terror? Mientras los tiros siguen sonando en surround, las preguntas retumban, silenciosas.
3. Promesas del Este
(Eastern Promises)
de David Cronenberg
con Viggo Mortensen, Naomi Watts, Vincent Cassel, Armin Mueller-Stahl, Sinéad Cusack, Donald Sumpter
Reino Unido / Canadá / Estados Unidos, 2007, 96'
Tal como Guillermo del Toro hizo en El Laberinto del Fauno, Cronenberg nos trae un drama con tintes de cuento de hadas, mezclado con imágenes brutales y un brillante manejo del suspenso.
Anna (Naomi Watts) trabaja en un hospital y sigue la pista de una adolescente rusa que muere al dar a luz. Sin embargo, sus descubrimientos conducen rápidamente hacia la terrible mafia rusa de Londres, de la que Nikolai (Viggo Mortensen) forma parte...
Una narración fluida, escenas memorables (la lucha en el sauna es, diría algún angloparlante, one for the ages) y brillantes actuaciones hacen de Promesas del este un cuento moral extraordinariamente complejo y logrado. Quienes vieron Una historia violenta (2005, también del canadiense) comentan que ambas películas forman un gran dúo de violencia.
4. Che: El Argentino
(Che: Part One)
de Steven Soderbergh
con Benicio Del Toro, Julia Ormond, Rodrigo Santoro, Demián Bichir, Santiago Cabrera, Catalina Sandino Moreno
Francia / España / Estados Unidos, 2008, 126'
Denunciar la manipulación y la transformación ideológica que ha sufrido Ernesto Guevara a partir de su reproducción mediática y mercantil es ya es un lugar común. A esta altura, nadie descubre la pólvora si intenta decir algo nuevo sobre ello. En todo caso, la clave está en partir de esta situación para esquivar el lugar común e iluminar otros aspectos que vayan más allá de la figura. Diarios de motocicleta intentó "humanizar" el mito, pero corría el riesgo de vaciar de contenido el concepto Che, al tratar de descubrir al "hombre" detrás del revolucionario --algo que todas las biopics están intentando sacar a la luz, en detrimento de la importancia de la figura pública. Por eso, a la sólida película de Salles se la puede complementar, ahora, con este futuro clásico de Soderbergh (director que hasta ahora nunca me había entusiasmado demasiado), en donde lo que se destaca es una situación histórica más amplia pero bien concreta.
Acá no hablamos de "un hombre extraordinario", la categoría favorita de Hollywood y los campeones del individualismo. El "argentino" del título es apenas el apodo que recibe un joven médico que se une a un numeroso grupo de hombres que se decide tomar una isla y derrocar una dictadura. Este enfoque, más acertado, convierte al film en mucho más que una película bélica promedio. Sus dos horas de acción, desde que el Che conoce a Fidel hasta que triunfa la revolución, nunca decaen ya que Soderbergh, con buen tino, fue mechándolas con reportajes posteriores y el contundente discurso de Guevara en Naciones Unidas en 1964. Esta es la primera parte de dos. Habrá que ver si la segunda entrega, pronto en cines, derrapa en moralismos o, por el contrario, consolida los puntos fuertes de este gran trabajo.
5. La Mujer Sin Cabeza
de Lucrecia Martel
con María Onetto, Claudia Cantero, César Bordón, Daniel Genoud, Guillermo Arengo, Inés Efron
Argentina / Francia / Italia / España, 2008, 87'
"Me gusta cuando callas por que estás como ausente", decía Neruda, en una que sepamos todos, y continuaba: "y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca".
Vero, una mujer salteña, maneja por la ruta. En un momento, se distrae un segundo y siente que atropelló algo. ¿Un perro? ¿Una persona? Se asusta, se sorprende. Sigue manejando. En los días que siguen al accidente, se muestra errática: su vida social continúa, pero de repente todo es extraño en su relación con los otros --tal como le sucedía a Charlotte Rampling en La Piscina. Hay también algo de Carnival of Souls dando vueltas. Mucho misterio, algo de mind-fucking, unas subtramas sutiles pero precisas.
Hay un plus que hace que La Mujer Sin Cabeza sea mucho más que una película de misterio, el mismo que hacía que El Aura fuese mucho más que un policial: y es ese clima enrarecido, opresivo, fantasmal. ¿Fantasmal, dije?
6. Juno
de Jason Reitman
con Ellen Page, Michael Cera, Jennifer Garner, Jason Bateman, Allison Janney, J.K. Simmons
Estados Unidos / Canadá, 2007, 96'
En los últimos años, el centro de la industria cinematográfica se ha reorganizado de tal manera que se ha vuelto difícil establecer, entre otras cosas, qué es lo que hace "independiente" a una película. Hasta no hace mucho tiempo, una acepción amplia y bastante aceptada sostenía que una cinta indie era tal si se producía por fuera del circuito de los grandes estudios. Hoy día, cuando la mismísima Warner tiene su propia división de "Independent Pictures", tenemos que aceptar que los límites se han borrado. De hecho, Juno llega a ustedes por medio de Fox Searchlight Pictures, la misma que nos trajo a The Savages o al referente por excelencia del género, Little Miss Sunshine. Hablamos de películas con presupuesto demasiado chico para ser un blockbuster, pero demasiado grande para ser una película independiente; con buenas campañas publicitarias y nominaciones en los Oscar. Un indie-mainstream, pues.
¿Qué nos ofrece Juno? Una comedia dramática sobre crecer --de repente. Un embarazo adolescente y las responsabilidades del caso, acompañado por gran banda sonora, ningún personaje demasiado bizarro o acartonado y buenos conflictos, cortesía de la ex-blogger Diablo Cody. Los actores que conforman la joven pareja protagónica (la preciosa Ellen Page y el amigo Michael Cera) son queribles y de seguro tienen un gran futuro. ¡Si hasta Jeniffer Garner parece actuar! La comedia romántica del año que se va.
7. Una Guerra de Película
(Tropic Thunder)
de Ben Stiller
con Ben Stiller, Jack Black, Robert Downey Jr., Nick Nolte, Steve Coogan, Jay Baruchel, Danny R. McBride, Brandon T. Jackson, Tom Cruise
Estados Unidos / Alemania, 2008, 107'
Tropic Thunder narra una guerra. Solo que esta vez los tiros no van contra los rebeldes tercermundistas de turno, sino contra las propias las películas de guerra y la industria en general.
En la superficie, una comedia sobre una serie de actores que creen estar protagonizando una guerra que, de hecho, ocurre. Si indagamos un poco más, vemos aparecer una crítica despiadada sobre los actores estrella, los premios de la Academia y los ejecutivos de Hollywood ("en serio", le dicen en un momento, "hasta un mono sin pelotas podría hacer tu trabajo"). Las risas ocurren a diestra y siniestra, y sólo dan un poco de respiro hacia el final. ¿Lo mejor? Cuando Robert Downey Jr., experto en reírse de sí mismo y en esta película haciendo de ¡negro!, le imparte una lección a Ben Stiller sobre cómo ganarse a la crítica: "Everybody knows you never go full retard". La comedia del año.
8. La Escafandra y la Mariposa
(Le Scaphandre et le Papillon)
de Julian Schnabel
con Mathieu Amalric, Emmanuelle Seigner, Anne Consigny, Jean-Pierre Cassel, Marina Hands, Max von Sydow
Francia / Estados Unidos, 2007, 112'
La historia real -pero ficcionalizada- sobre un hombre que sufre un paro y queda completamente paralizado, y cuya única posibilidad de contacto con el exterior es el parpadeo de un ojo, un extraño síndrome que muchos emparentan con ser enterrado vivo...
Seamos francos: el argumento es una invitación al golpe bajo. Uno se imagina esta película dirigida por Iñárritu o por Paul Haggis y se agarra la cabeza. Pero no: hay una diferencia sutil entre los golpes al estómago y los golpes al corazón. El director Julian Schnabel sabe manejar estos últimos, tal como lo demostró hace unos meses con el superlativo documental Berlin, cubriendo la honesta e intimista presentación en vivo del álbum de Lou Reed.
Y es que Schnabel no es sólo un director de cine. Quiero decir: Schnabel es, ante todo, un reconocido pintor contemporáneo. Y la faceta de artista visual, en este caso, toma ribetes interesantes. ¿Quién sino podría haberle escapado tan bien a la tentación indie de hacer una "película de hospitales" hecha y derecha? El film resuelve el bajón internándose en la mente del protagonista como pocas películas recientes lo han hecho, ilustrando sueños, fantasías y recuerdos de manera magistral, con una maravilla visual que paga con creces la visita al cine. El manejo del lenguaje cinematográfico alcanzado es sencillamente maravilloso. De esta manera, lo que podría haber sido una autoflagelación impotente y culposa se transforma en una inspirada exploración de la autoconciencia. Toda una experiencia.
9. Sin Lugar Para Los Débiles
(No Country for Old Men)
de Ethan Coen, Joel Coen
con Tommy Lee Jones, Javier Bardem, Josh Brolin, Woody Harrelson, Kelly Macdonald, Garret Dillahunt, Tess Harper
Estados Unidos, 2007, 122'
Decía Manuel Trancón en la revista El Amante: "Existe todo un bagaje de historias, no importa cuán ciertas o inventadas, que funcionan como implícito cada vez que el espectador ve un cactus, un paquete de cocaía, una piel cuarteada por el sol, una ametralladora y una bota tejana. Instantáneamente sabe que está ante un lugar donde todo es posible. Y dentro este todo, especialmente lo peor." Una de estas historias es la de la película ganadora del Oscar, en la que se desata un festival gratuito de muertes, tan yanqui él. Pero lo gratuito es la muerte en sí, como en las películas del último Eastwood, no la violencia en la película (explica Trancón: "una película que no muestra sus tres asesinatos principales nunca podría etiquetarse así".) Hay algo cínico, juguetón en la mirada de los Coen.
En la misma revista, debatiendo con esta visión, aparece Leonardo D'Espósito afirmando que la última mitad de la película esconde en la figura de Tommy Lee Jones un mensaje moralista, algo así como "el mundo es malo, cuídese del desconocido que le pide nafta en la ruta". ¿Habrá algo de eso? Todos los méritos de una obra tan lograda me hacen pensar que tiene que haber algo más. Un film moralista u aleccionador jamás terminaría de una manera tan seca. Si quieren la discutimos en los comentarios.
10. Planet Terror
de Robert Rodríguez
con Freddy Rodríguez, Rose McGowan, Marley Shelton, Josh Brolin, Michael Biehn, Naveen Andrews, Michael Parks, Bruce Willis
Estados Unidos, 2007, 105'
El buen amigo de Quentin Tarantino, con bastante presupuesto, emula una película de muy poco. Con armas químicas, jeringas, zombies, una pulposa protagonista y muchísimo humor negro, Planet Terror es un fantástico homenaje a las películas de autocine de la década del 80 (y a Escape de Nueva York). Una de esas películas para ver en pantalla gigante, con el sonido al mango, con amigos, nachos, papas fritas y toneladas de cerveza. Así la vimos, así nos reímos. Espectacular.
Otras muy buenas películas de 2008:
Shine a Light, de Martin Scorsese
El Nido Vacío, de Daniel Burman
Sweeney Todd, de Tim Burton
Viaje a Darjeeling, de Wes Anderson
WALL·E, de Andrew Stanton
Me quedé con ganas de ver:
Persépolis, Paranoid Park, Historias Extraordinarias
8 comentarios:
:o Sayid de Lost en Planet Terror! Es la ultima que me falta ver para poder hacer mi ránking. Muy bueno el tuyo, me gustaron varias de las peliculas que pusiste :) y van a estar en mi lista, proximamente.
De las 10, vi 7. Bastante bien teniendo en cuenta que este año vi mucho menos que en 2007. Comparto the dark knight, juno y ponele que la del Che. Sin lugar para los débiles me gustó (y bastante) más que Petroleo sangriento, que en mi top 10 no entraría.
Tropic Thunder directamente me pareció que dejaba mucho que desear, me reí más con Pineapple Express, que ni siquiera es la gran cosa. Ninguna de esas le llega a los talones a Hot fuzz, de 2007.
Planet terror la vi con las expectativas más bajas del mundo (onda..."a ver que hizo el PELOTUDO de R.R." :P). Dentro de ese contexto, no me parecio mala. Pero de ahí a "top 10 del año" hay un trecho.
Promesas del este ya la veré, la tengo hace más de un año :P
qué te gustó tanto de wall-e?
Las defensas, en orden de llegada:
- "La mujer sin cabeza" me pareció logradísima y atrapante. Sus planos largos, la ambiguedad emocional del personaje principal y el brillante uso del sonido sumaron para crear una atmósfera distintiva.
- Lucas, me gustaría conocer los motivos por los cuales no te gustó "Petróleo sangriento". En la opinión creo haber dado bastantes de por qué a mí sí me gustó -y mucho.
- No vi "Pineapple express", pero para mí "Tropic thunder" es la comedia del año. Quizás un escaloncito debajo de "Superbad" (más compleja y querible), pero le puede pasar a cualquier película así de frenética e incendiaria. De todas formas, nobleza obliga, a mí particularmente me pareció muy desperdiciado (acartonado, cuadrado) el personaje de Jack Black.
- "Planet Terror" está muy bien, y supera cualquier expectativa acerca de un nuevo producto flashero de Rodriguez. Quizás el contexto en el que la viste (que asumo, no fue el mismo con el que yo la vi) haya tenido que ver.
- De "Wall-E" me gustó mucho su primera media hora. Siendo una película "ATP" en tiempos de pochoclos, monólogos moralistas y tiros, se juega (y mucho) al armar una narración sólida sin decir una sola palabra. Ver en pantalla gigante una ciudad enorme, vacía, hecha chatarra y sin un sonido me pareció bastante impactante. Aparte hay varios buenos guiños al cine clásico. Eso sí: hacia el final decae un poco. El escape de Wall-E y Eva me hace acordar al de los tipos estos de Monsters Inc, también de Pixar. Y además de empezarse a repetir, comienzan a salir con el mensaje poco disimulado, la crítica yanqui-progre que ya hemos visto en muchos otros lados. Asíque sería un 7 billies.
Fede, gran selección de pelis. Me falta ver La mujer sin cabeza, pero no se si hacerlo, La cienaga y La niña santa (todas las peliculas de esta mujer empiezan con la??) no me gustaron. En mi selección el puesto namber uan es para The Dark Knight, lejos, es excelente en todos los aspectos.
Y en Tropic Thunder, hay otra linea genial, tambien de Kirk Lazarus: "I don´t read the script... the script reads me"
Abrazo fede, buen año
Voy con Viaje a Darjeeling como la mejor del año. Y agrego un poroto a Che, esperando la segunda parte.
Saludos.
Muy buena selección y las "justificaciones".
Tengo anotadas para ver la del Che, la de Lucrecia Martel y la francesa, asi que veremos qué tal esas. Sumo a la de Rodríguez también.
Promesas del este pensé que era mucho más vieja, está muy bien, y Una historia violenta la recuerdo como buena peli también.
El resto, impecable la selección.
Hi, guantanamera121212
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