Las cien mejores películas de la década 2000-2009. Puestos 70 a 61 jueves, 8 de noviembre de 2012

# 70 | Casi Famosos
Almost Famous
de Cameron Crowe
con Patrick Fugit, Billy Crudup y Kate Hudson
Estados Unidos, 2000, 122'
Nueva en el ranking

1973. Con apenas quince años, William Miller aspira a convertirse en un crítico musical de San Diego. Las idas y vueltas de estas primeras incursiones en el rubro lo pondrán en un tour nacional junto a la banda Stillwater y su pack de groupies, entre ellas la preciosa Penny Lane (Kate Hudson). ¿Cuál es la historia pasada de esta chica? ¿Por qué se pelean los integrantes de esta banda de rock en ascenso? ¿Cómo terminará siendo la crítica que la Rolling Stone le pidió a William que haga? Subtramas que Crowe acompaña con elementos que serán fácilmente reconocibles por quienes alguna vez circularon por el campo (el concepto de selling out, la infructuosa batalla por el "regreso a los orígenes", las tensiones de aquellos periodistas que tienen que criticar a fuentes con las que compartieron muchas cosas), todo en los ojos de un muchacho que se ve obligado a crecer demasiado rápido. El director narra una historia sin fisuras donde la ingenuidad parece intencional, acaso reflejo de un tiempo en la que las cosas eran más sencillas. ¿O no tanto?

 
# 69 | La Reina
The Queen
de Stephen Frears
con Helen Mirren, Michael Sheen y James Cromwell
Reino Unido / Francia / Italia, 2006, 103'
Nueva en el ranking

Aquel que mire por encima algunos minutos de La Reina puede llegar a desdeñarla sin más. "Un docudrama en 35 mm", dirán. "Un estreno directo-a-Hallmark para un domingo a la tarde". Otro, con un vago recuerdo de haberla visto, argumentará que no hay mucho que pueda darnos una ficcionalización de la semana más agitada que vivió Elizabeth II, es decir, la que siguió a la muerte de Lady Di. El caso más extremo fue el de José Pablo Feinmann, que rechazó esta "humanización" de la monarca "porque no muestra el odio genuino que Isabel II le tenía a Di.".
Pero este no es el punto.
Más allá de los personajes involucrados en esta historia, cuyo parecido físico o intelectual con los reales debería ser apenas una anécdota, lo que Frears pone en escena es la lucha entre las instituciones "principistas" y el pragmatismo capitalista más duro. Hasta los miembros más incólumnes de La Comte deben empatizar con la situación en la que queda esta Elizabeth II cuando Tony Blair -el político sonriente de la Tercera Vía, el promotor del abrazo a Bono y los bombazos con rostro humano, economía "social" de mercado- le pide que por favor de una muestra al pueblo -traducción: a los medios- de su dolor. Que lo escenifique, bah. Reproduzco el diálogo porque no tieen desperdicio (insisto, su grado de veracidad con lo que efectivamente ocurrió es irrelevante):

Queen Elizabeth II: Prime Minister.
Tony Blair: Good morning, Majesty. Sorry to disturb, but I was just wondering whether you'd seen any of today's papers?
Queen Elizabeth II: We've managed to look at one or two, yes.
Tony Blair: In which case my... next question would be whether you felt some kind of response... might be necessary?
Queen Elizabeth II: No. I believe a few over-eager editors are doing their best to sell newspapers. It would be a mistake to dance to their tune.
Tony Blair: Under normal circumstances I would agree. But... well, my advisors... have been taking the temperature among people on the streets... and, well, the information I'm getting is that the mood is quite delicate.

La figura de Blair -y acá no me queda ninguna duda que los trazos gruesos marcados por el guionista Peter Morgan son históricamente exactos- simboliza todo lo que traen las democracias capitalistas posmodernas: encuestas minuto a minuto, montajes publicitarios, señales a los medios con asesores bailando al "pulso" de la opinión pública para satisfacer la cadena de reproducción económica e ideológica del capital. La lección de La Reina es que todos, hasta las instituciones más antiguas, sucumben a sus efectos. Y de pronto la película de Stephen Frears se convierte en mucho más que la humanización de una señora imperialista y mala (¡qué cuadrado, Feinmann!) hasta convertirse en una muestra de cómo el sistema subsume bajo su lógica a todas las estructuras. Sin buscarlo, quizás, Frears hizo una de las películas más críticas de los últimos diez años.


# 68 | El Señor de la Guerra
Lord of War
de Andrew Niccol
con Nicolas Cage, Jared Leto y Ethan Hawke
Francia / Estados Unidos / Alemania, 2005, 122'
Posición anterior en el ranking: # 42

Esta sátira posmoderna tiene algunos problemas de profundidad -vendría a ser a ser a la industria armamentística lo que Thank you for smoking al negocio del tabaco-, pero a diferencia del film de Reitman este mantiene su poder de impacto. Claro: imposible que sea de otra manera con tamaña secuencia de apertura. A veces, las "frases con información política" encajadas en medio de un diálogo casual suenan algo inverosímiles -más en boca de Nic Cage-, aunque pensándolo bien quizás parte de la potencia radique en la propia artificialidad de la puesta en escena: un blockbuster con armas y críticas y armas y chicas y armas y sexo y armas y droga y armas y rock y armas, armas, armas.





# 67 | 24 Hour Party People
de Michael Winterbottom
con Steve Coogan, Lennie James y John Thomson
Reino Unido, 2002, 117'
Nueva en el ranking

Tony Wilson es un periodista inglés de poca monta, que un día de 1976 presencia junto a otras 41 personas un concierto de los Sex Pistols que le vuela la cabeza. A partir de ese momento, dedicará su vida y su dinero a promover la movida local, con resultados dispares. 24 Hour Party People cuenta lo que pasó en Manchester entre 1976 y 1992, de Joy Division a New Order y los Happy Mondays, por medio de la historia de Factory Records. En palabras de Roger Ebert, la película "registra un tiempo en el que los locos mandaban en el asilo, cuando los amantes de la música se salían con la suya. Ama a sus personajes. Entiende qué es eso que los Sex Pistols iniciaron, y que los noventa mataron".






# 66 | Esplendor Americano
American Splendor
de Shari Springer Berman y Robert Pulcini
con Paul Giamatti, Hope Davis y Judah Friedlander
Estados Unidos, 2003, 101'
Posición anterior en el ranking: # 30

Por películas como estas es que queremos tanto a Paul Giamatti, que en esta oportunidad personifica a Harvey Pekar, autor del comic American Splendor. Aunque la actuación de Giamatti no es full-time: el propio Pekar (murió en 2010) también aparece... comentando junto a su mujer el fenómeno de estar en una película. Pero, ¿quién es este empleado administrativo de Ohio que tras treinta años en el mismo puesto apenas terminó dos escalones por encima del salario mínimo? Sus comics (también autorreferenciales) y esta película hacen mucho por develar el misterio, al contar la historia de aquellos superhéroes cotidianos que, sin la prensa de un Batman o un Spiderman, también logran salvarse -y salvarnos- cada día, a su manera cascarrabias y depresiva. Y de paso nos cuentan sobre el reverso obsceno del sueño americano.



# 65 | Four Shades of Brown
Fyra nyanser av brunt
de Tomas Alfredson
con Robert Gustafsson, Maria Kulle y Karl Linnertorp
Suecia, 2004, 192'
Nueva en el ranking

Cuatro historias se cruzan en distintos lugares de Suecia. ¿El tono? Melancólico, con toques de humor negro. Escrita y protagonizada por el grupo cómico Killinggagets, famoso en su país, los distintos relatos funcionan como una suerte de Short Cuts nórdico, con actuaciones descollantes y sucesivos cambios de registro que nunca traicionan el espíritu original del trabajo. Como detalle, el film de Alfredson (más conocido en nuestro país por Let the Right One In) fue financiado por Sveriges TV, la tevé pública sueca.








# 64 | Touching the Void
de Kevin Macdonald
Reino Unido / Estados Unidos, 2003, 106'
Posición anterior en el ranking: # 54

Un motivo por el cual incluyo documentales en las listas de mejores películas de la década es por que en los últimos años la frontera entre documental y ficción se fue volviendo cada vez más borrosa y la relación entre ambas, indisoluble. Antes de dirigir El último rey de Escocia, Kevin Macdonald se animó a contar la historia real de Joe Simpson y Simon Yates, dos montañistas británicos que en 1985 escalaron el Siula Grande en los Andes del Perú. Mientras bajaban, Simpson cayó y se rompió una pierna; horas después, volvió a caer al interior de una cueva y su compañero lo dio por muerto antes de continuar el descenso. Pero Simpson estaba vivo, y ahora debía encontrar una manera de salir de la trampa de hielo, llegar a la base y encontrar el campamento, que quedaba a diez kilómetros. No tenía comida ni agua y, para colmo, al borde del delirio, empezó a escuchar canciones en su cabeza...



# 63 | La Caída
Der Untergang
de Oliver Hirschbiegel
con Bruno Ganz, Alexandra Maria Lara y Ulrich Matthes
Alemania / Austria / Italia, 2004, 156'
Posición anterior en el ranking: # 35

Antes de convertirse en un meme de YouTube ("Hitler se entera que le bannearon la cuenta en Xbox Live", "Hitler se entera que Usain Bolt batió el récord mundial en 100 metros llanos", "Hitler se entera que el FBI cerró MegaUpload"), La Caída era recordada como una película "seria" por mérito propio, y suscitó no pocas polémicas por haber "humanizado" a Hitler. Pero fue justamente el tratamiento que Hirschbiegel hizo del líder alemán lo que colocó a este drama hecho y derecho por encima de todos los intentos anteriores, en los que Hitler aparecía como una especie de supervillano (dotado de una maldad intrínseca y absoluta) cuyo poder e ideología parecían ser la única característica del Estado nazi. Decía Ian Kershaw que el nazismo fue un fenómeno extraordinario cuya excepcionalidad partía de la situación concreta en la que se encontraba la joven República de Weimar, un equilibrio de fuerzas encaminado hacia la catástrofe en la que a una gran personalidad se le confía una misión de arbitraje. Que el Estado fascista luego haya actuado como mediador en el restablecimiento de la dominación y la hegemonía de los grupos dirigentes, está claro. Pero también está claro que el tipo de poder que ejerció Adolf Hitler, dentro de un Estado capitalista moderno (hay que recordar), "culminó gradualmente en el predominio de objetivos puramente ideológicos que, en el fondo, iban en contra de la reproducción del orden socioeconómico y, de hecho, del propio sistema político". En este marco se desata La Caída, con un Hitler humano, sí, pero también enceguecido y rodeado. Las contradicciones están, bienvenidas sean.


# 62 | Entre los muros
Entre les murs
de Laurent Cantet
con François Bégaudeau, Agame Malembo-Emene y Angélica Sancio
Francia, 2008, 128'
Posición anterior en el ranking: # 61

Todos los que alguna vez dimos clases entendemos ese sentimiento único que pasa por nuestras cabezas cuando estamos frente a un aula. También entendemos -mejor dicho: creemos entender- qué piensan los mocosos. Todos, desde la que se leyó todos los textos, hasta el grupito del fondo que nunca viene (y que, cuando viene, se la pasa charlando). ¿Qué hacemos intentando compartir nuestra pasión por los clásicos cuando estos pibes laburan a otra velocidad, descreen de la educación formal, buscan los atajos y no el encierro regular, controlado, atento, evaluado? De esto trata Entre les murs, un microcosmos conocido que le pasa al trapo a los demás intentos de retratar este tipo especial de lucha de clases.





# 61 | Los Infiltrados
The Departed
de Martin Scorsese
con Leonardo DiCaprio, Matt Damon y Jack Nicholson
Estados Unidos / Hong Kong, 2006, 151'
Posición anterior en el ranking: # 58

Claro, a mí también me encantó Infernal Affairs. Pero la remake de Martin Scorsese tiene los mejores actores, los mejores chistes y a Jack Nicholson con un consolador de plástico. No es el Scorsese de Means Streets o Taxi Driver -que tanto nos fascinó con su economía de recursos-, sino más bien una película sólida de un director "profesional", sin dudas más entretenida y potente que Gangs of New York o la chata The Aviator.





















2 comentarios:

Juenele dijo...

Me gustó esta sección del top 100, aunque hay algunas que no vi. Lord of War creo que es la última película buena de Nicolas Cage (como protagonista, al menos, en Kick-Ass tiene un papel más secundario).

American Splendor es brillante. Tal vez la pondría más arriba en la lista, pero sin saber qué es lo que viene, es difícil estar seguro.

Anónimo dijo...


Inglorious Basterds >>>>> La caida

La caida es medio ploma.