Patear traseros: The Hives en Obras domingo, 14 de septiembre de 2008



Quien no se encuentre siguiendo demasiado la escena musical actual, quizás se engañe por un segundo y crea que The Hives forma parte de ese grupo de "nuevas banditas" carentes de idas y armadas a medidas del snobismo neoyorkino. Quien haya escuchado bien los discos o, sobre todo, venido ayer a la noche, sabrá bien que acá se está gestando algo mucho más grande.

Los suecos The Hives son una banda de garage rock con quince años de historia. Influenciados por los Stooges, los Sex Pistols, los Ramones, su principal carta de presentación es una locomotora de riffs y una magnética presencia escénica. Sus hitazos explotaron hacia principios de la década: primero en Suecia, luego en el resto de Europa, y finalmente en EEUU.

Tienen cuatro discos. Esperablemente, el primero es el más hardcore y el último el más edulcorado y -por momentos- experimental. Los del medio -Veni Vidi Vicious (2000) y Tynnarosaurus Hives (2004)- son, sencillamente, dos de los mejores álbumes de la década.

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A las 21.25 las luces del estadio Obras se apagaron. Comenzó a sonar una grabación de "A Stroll Through Hive Manor Corridors", un instrumental del último álbum que parecía haber sido grabado en un pianito Casio de veinte dólares. Uno a uno fueron apareciendo nuestros héroes y el comienzo Stones-on-speed de "Hey Little World" iluminó la noche, y desató lo que mi amigo Santz esperaba tan ansioso: el coreo tribunero de riffs, que terminó dándole al set un sabor épico.

Lo lamento por todos los demás, pero el showman perfecto se llama Howlin' Pelle Almqvist: canta, grita, aúlla, arenga. La comunión que consiguió anoche con su público -incluso con varios no convertidos- es asombrosa, en especial si consideramos el marco de (no) masividad del grupo a nivel local. Sus bailes a la Mick Jagger, sus saltos y patadas aéreas eran el complemento perfecto de la aplanadora musical que explotaba en los parlantes.

El resto de la banda -en especial su hermano Nicholaus y el batero Chris Dangerous- explotaba de igual manera y contagiaban esa energía a medio Obras, que dejaba el alma en el pogo --la otra mitad miraba, envidiosa. Completando el cuadro on stage estaban Vigilante Carlstroem y Dr. Matt Destruction. Estos nombres de fantasía se suman a su estética 50s, su constante autorreferencia y a las divertidas historias que se arman (la mejor: un hombre llamado Randy Fitzsimmons sería el sexto miembro y la mente detrás de la banda, pero nunca se lo ha visto en público).



La arrolladora performance siguió con "Main Ofender" (algún día la historia nos dará la razón y será considerado el "Search and Destroy" del siglo XXI), "Try It Again" de The Black and White Album (2007), la deliciosa "A Litte More for a Little You", el hitazo "Walk Idiot Walk" y la punk-hardcore "a.k.a. I-D-I-O-T" de Barely Legal (1997). Afuera del estadio Obras el frío pegaba fuerte, pero adentro los asistentes vivian un infierno encantador.

Lejos de demagogias o falsas modestias, la pose de la banda era clara y unidimensional: venimos a patear traseros, están conmigo o están contra mí. Frente a este plan diabólico, los asistentes no dudaron. Los riffs, los estribillos, los gritos del medio, todo fue susceptible de ser coreado y pogueado --el ápice de esto fue el explosivo "Die, All right" y el tema tribunero por excelencia, "Return the favour". Hacia el final, el público armó un círculo en el campo para poguear co ganas en lo que terminó siendo una verdadera fiesta punk.

En los bises los suecos volvieron con "Bigger Hole to Fill", "Hate to say I told you so" y "Tick tick boom", cerrando el show con una contundencia pocas veces vista por estos pagos.

"We are the five Maradonas of rock & roll", se jactó Pelle, entre sonrisas. Y es que, efectivamente, los suecos la descosieron. Spin hace poco afirmó que eran "la mejor banda en vivo del mundo". Si no son, le pegan en el palo. Hate to say I told you so.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

me quedo con una expriencia que no me olvido mas! un gusto haberla pasado contigo.. beso!

Anónimo dijo...

ah y te falto poner que tocaron el hitazo "die, all right!". es clave.

Anónimo dijo...

IMPRESIONAAAAAAAANTEEEEEEEEEEEEEEEE!!!

No me pienso perder un recital de estos tipos si llegan a volver. Fiesta total! Terapia pura!!!

GROSOOOOOOOOOOOOOS!

Lucas dijo...

Todos los comentarios que vi fueron súper positivos, por lo que descuento que el show fue zarpado.

Ahora...en RS decían "17 temas en poco más de 1 hora". ¿Cuánto duró en total? Los shows internacionales de menos de 90' son una mierda, por más que estén buenos (?).

Anónimo dijo...

ay lucas lucas..

Fede / Billie dijo...

El show duró una hora veinte, fueron muchos temas y no faltó ninguno de los que "TENÍAN que estar".

Por algún motivo (el estilo frenético, breve, furioso de la mayor parte de los temas tiene algo que ver), no es de esos shows que esperás que duren dos horas y media (Rolling Stones, Pearl Jam, etc).

Digo: hace un año, NOFX tocó la misma cantidad de tiempo, en el mismo estadio, y me pareció un muy buen recital. Este, por los motivos ya enunciados, fue sencillamente excelente.

Por si quedaron dudas, dejo que la prensa mainstream legitime mis dichos.

Rolling Stone: "The Hives brilló en la jornada inaugural del festival"

10Musica: "The Hives, más que provocar una urticaria, genera explosiones en esa parte del cuerpo donde el rock&roll más salvaje erosiona: en las tripas (...) Ya desde el comienzo con “Hey Little World”, el quinteto develó que su propuesta en vivo no es para corazones débiles. No habían pasado ni cinco minutos de show y el Templo del rock era una caldera. (...) Y al público argentino eso le encanta. A tal punto que, en los bises, el corazón de la arena se transformó un pogo gigante como hacía años no se veía en respuesta a un grupo extranjero.

26-Noticias: "Se pusieron al frente para la victoria en el puntapié del Pepsi Music y eso es indudable. No serán el Diego, pero el show, el show fue un golazo."

Terra: "... los suecos mostraron sobre el escenario una energía desbordante (...) El recital mantuvo una intensidad asombrosa todo el tiempo, pero sobre el final llegaría lo mejor con “Return The Favour” y, ya en los bises, los dos hits más grandes de la banda, “Hate To Say I Told You So” y “Tick, Tick Boom”, con mención a la dinamita incluída. En ese momento se armó un pogo tan intenso que Pelle gritó: “Estamos yendo para Texas (azotado por Ike), y acá hay un huracán de gente”. Fue el final de una noche increíble..."

Anónimo dijo...

en el huracan, hubo heridos.