La jugada de Clarín frente a la ley de medios audiovisuales martes, 15 de marzo de 2011
















I. El curso natural de una decisión del Estado

En diciembre de 2009 se promulgó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. La norma, que pasó a reemplazar el decreto-ley 22.285 de 1980 y sus modificatorios, había sido debatida durante meses en todo el país y aprobada en ambas cámaras con amplias mayorías legislativas.

Luego de una serie de medidas judiciales en su contra (la más floja de las cuales fue una presentación del diputado cobista Enrique Thomas, devuelta con amonestaciones por la Corte Suprema), en junio de 2010 terminaron de caer todas las cautelares salvo una del grupo Clarín, que se oponía al artículo 161 donde se estipulaba un plazo de un año para adecuarse a la nueva norma. En el medio también hubo presentaciones en Salta y San Juan de medios que se opusieron al establecimiento de mínimos de producción nacional. Salvo esos apartados, suspendidos únicamente para los actores que iniciaron la demanda, la norma está desde entonces plenamente vigente.

El artículo 65 de esa ley, en su inciso 3b, establecía que los titulares de licencias

Deberán ordenar su grilla de programación de forma tal que todas las señales correspondientes al mismo género se encuentren ubicadas en forma correlativa y ordenar su presentación en la grilla conforme la reglamentación que a tal efecto se dicte, dando prioridad a las señales locales, regionales y nacionales.
De allí salió la resolución 296/2010, del Afsca (ex Comfer) con las pautas para el ordenamiento de las grillas de programación, que sigue el criterio fijado por el Congreso.


II. El problema

Promedia marzo de 2011. Es decir que van siete meses desde la resolución de Afsca. Varios operadores de cable ya modificaron sus grillas, ajustándose a derecho, pero Cablevisión y DirecTV (parte y socias del grupo Clarín, respectivamente) se niegan a aplicar los cambios. Aducen "fallos vigentes" -uno en Dolores y otro en Coronel Dorrego- que, en realidad, ya fueron desestimados por la Cámara Federal de Bahía Blanca. Mientras tanto, los foros de Afsca y de las organizaciones de Defensa al Consumidor se llenan de reclamos de usuarios de todo el país que quieren acceder a la nueva oferta de canales.

El 31 de enero, Afsca sancionó a Cablevisión por no poner en práctica el criterio dictado por el organismo; ahora comenzó su segundo sumario contra la empresa. Como resume de manera brillante Hernán Cocchi
A esta altura, el mayor objetivo de Clarín es no acatar las disposiciones que deriven de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Básicamente, cumplir con cualquier medida podría implicar aceptar la vigencia de la nueva legislación. La lógica la dejaron expuesta en los escritos entregados a la AFSCA para objetar los pedidos de licencias de las cooperativas de servicios públicos: "Se deja constancia que esta presentación no implica consentir la validez constitucional –ya sea formal o sustancial– de la Ley 26.522, ni el régimen por dicha norma aprobados, que resultan cuestionables en su caso."

Los abogados de Clarín caminan por una delgada línea de tres vías: manifiestan sus críticas a los avances de las nuevas reglas de juego, aclaran que no las aceptan y, a la vez, deben convencer a sus jefes de no traspasar los límites que puedan llevar a la caducidad de las licencias (quizás la tarea más difícil). Así, objetan las resoluciones de la AFSCA, pero saben que si no cumplen, las faltas graves llegarán al máximo de cuatro con el riesgo de perder el permiso para operar.
Imagen por Doegox

4 comentarios:

Unknown dijo...

A mi me parece que pasa por otro lado. Se me ocurre que las medidas de la ley se pueden dividir en dos. Unas que solo afectan la operación de un medio, que le hacen hacer cosas para mayor transparencia, mayor inclusión, o beneficiar sectores ajenos al mercado de medios propiamente dicho. Clarín no tuvo inconveniente en adoptar varias de este tipo de medidas. Por ejemplo pusieron Hijitus para cumplir con la cuota de programación infantil, ponen los separadores delimitando publucidad, informan como deben acerca de la propiedad del medio, etc.

Otras medidas de la ley apuntan a alterar las relaciones entre los distintos medios. La prohibición vetar canales, los límites en la propiedad caen en este grupo. Son estas las que. Clarín no quiere implementar. Y es, creo, por sus efectos. Ellos saben el rating enorme que lograron poniendo a TN entre Telefé y El Trece. Hoy la mayoría tiene a la TVP fuera de su circuito de "zapping", y ni saben que existe CN23. Creo que pasa más por todo esto el no querer acatar la nueva grilla.

Fede / Billie dijo...

Está bien lo que decís. En efecto, de última todos los canales (desde VH1 hasta TN, pasando por TCM o Space) adoptaron medidas inofensivas -aunque necesarias- como las de delimitar el comienzo y el final del espacio publicitario. Por supuesto que el espacio que más impacta es el de la propiedad: en ese marco, la grilla deja de ser una medida inofensiva para convertirse en una cuestión política y económica central: que TN tenga la menor cantidad de competidores posibles, que Canal 7 esté lo más alejada posible del resto de los canales de aire (en algunos lados la habían puesto en el canal... ¡17!), es decir, que se cuide el núcleo del negocio.

Unknown dijo...

Si Cablevisión cumpliera con la grilla del gobierno... ¿de qué le serviría tener un cable? Si entrega ese poder, el tener un cable deja de ser una ventaja, se comoditiza.

O sea: la pelea para evitar la desconcentración es, precisamente, para proteger el seguir definiendo, dibujando, el control remoto de los argentinos. Y eso es justamente el control de la grilla.

Más allá, claro, de que el cable sea el principal sostén económico del grupo... Me parece que Clarín mide también sus empresas en la efectividad de lobby, me imagino. O sea que no sé si yo hablaría solamente en términos de negocio siquiera, sino más: de poder de lobby, de influencia social. Un solo ejemplo: Si TN deja de ser la estrella de los canales informativos.. ¿cón qué se extorsiona a los políticos?

Otra cosa.. ¿qué pasa si tras las suficientes “faltas graves” el gobierno le saca la licencia? Es increíble, pero pareciera que el gobierno no podría sacarle la licencia, porque sería un quilombo nacional. Sería chavismo (!). Entonces TN podría simplemente ignorar todo lo de la ley de medios...

Yo creo que en algún momento, si la cosa avanza, si se cae su “Plan A” y Cristina gana... sería imaginable que en un “Plan B” Clarín suba la apuesta forzando un quite de licencia... sería una estrategia lógica. Veremos...

Lucas dijo...

TN existe desde hace muchísimos años, van a ser 18, para ser exactos. Y ubicado en el "11" estuvo apenas, los últimos....¿3? ¿4 años?. Se acordaron tarde de la avivada, antes de eso, pasó por otras posiciones. Y si lo ponen en el 6, 7 u 8 (cuac! :P), seguiría siendo una excelente ubicación. Capaz no LA mejor ubicación, pero sí una excelente ubicación, no es que se va al 79, que se cae de la grilla. En otras palabras, TN seguiría siendo TN, no perdería "poder de lobby".

Donde sí habría pérdidas (o debería haberlas), no es en el "11", sino en el 13 y 14: Canal Metro y Magazine, también son del Grupo Clarín, y alquilar media hora un domingo a la mañana (domingo a la mañana!) sale unos 13 mil pesos por mes. Imaginate lo que saldrán los otros horarios...Esos canales antes sí se caían de la grilla, estaban en los 60 y 70, y con la ubicación en 13 y 14, ganaron MUCHO reconocimiento.

Menos mal que sólo tienen unos 5 o 6 canales, y que el de Quiero música lo ponen con MTV y Much Music....sino te imaginás del 2 al 20, TODOS canales del grupo...y a partir del 21, cumplen la ley? :P