Postal sábado, 28 de noviembre de 2009


Imagen © Ayelén Azurro

Sábado 10 de Octubre de 2009 - Plaza del Congreso
El Senado Nacional aprueba en general la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Qué le quieren hacer decir a los supuestos opositores miércoles, 25 de noviembre de 2009

La disgresión estaba perdida en una reseña cinematográfica de la revista El Amante. Este cronista, cuyo nombre no recuerdo y con cuyo artículo aún no volví a dar, comentaba su particular relación con el peronismo. Decía algo así como que lo defendía frente a sus enemigos, pero lo discutía y criticaba al interior del mismo.

Reflexioné un momento sobre esta posición tan singular y, a la vez, tan extendida entre cierto progresismo argentino, trasladada a lo que sería la experiencia de los gobiernos Kirchner. Pensé, a la vez, que un poco de esto estaba teniendo lugar en este espacio durante estos meses, con un punto de inflexión en el conflicto agrario.

Es que, si bien quien suscribe siempre tuvo en claro que "la vara para medir una gestión no debe pasar exclusivamente -ni mucho menos- por el tenor de los enojados con ella", dado que "eso es una trampa y la teje, fácil, el propio gobierno"... también es cierto que la brutal ofensiva ideológica antikirchnerista de los dos principales matutinos del país y los principales grupos de medios audiovisuales (Clarín, Telefónica, Vila-Manzano-Narváez) urge, de tanto en tanto, una clarificación que desembarre la cancha y pueda, si acaso, cambiar el eje del debate.

Esto no va en detrimento de que uno pueda tener, a grandes rasgos, enormes diferencias con el proyecto global kirchnerista y hasta creer ser un opositor -por izquierda- del gobierno: pensar, por ejemplo, que al país no le alcanza y no le sirve este neodesarrollismo con base agraria. O constatar que casi ocho años de este modelo económico (si incorporamos a la cuenta la gestión Duhalde) han producido crecimiento sin desarrollo: grandes riquezas y pingües ganancias para ciertos sectores, que sin embargo no produjeron una mejor distribución del ingreso --la cual, hoy, es sencillamente escandalosa.

Sin embargo, de tanto en tanto conviene bajar a la lucha política más de superficie, aquella que se juega día a día, semana a semana, y ver qué están discutiendo algunos de los principales actores de la política local más allá de lo que le están haciendo decir los principales medios.

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Alberto Fernández fue Jefe de Gabinete de 2003 a 2008. Luego de su salida del gobierno, posterior a la derrota oficialista en el Senado con la 125, los flashes de la prensa opositora lo buscaron con insistencia para poder hacerlo hablar en contra de Kirchner. ¿Lo lograron? Si obviamos los títulos descontextualizadores y escuchamos lo que tiene para decir -más allá del casetito del poder, del funcionario obligado a callar u omitir ciertas cosas- creo que vamos a encontrar bastante tela para cortar.
Esto no implica, en absoluto, mi adhesión a las opiniones aquí vertidas por el ex Jefe de Gabinete kirchnerista. Sí, que el escuchar con más atención ciertos discursos puede ayudar a desmontar algunas de las estrategias discursivas de la derecha local, que de una manera análoga a lo que hacen con Lula, con Bachelet o con Obama, les hacen decir ciertas cosas que al final, no son tanto. Les paso fragmentos de una entrevista que salió el domingo en la edición impresa del diario La Nación y que tiene una estrategia discursiva parecida, aunque menos virulenta y obvia, que la de otro reportaje publicado en julio en la que el titular no se corresponde con el espíritu de lo que intenta explicar el entrevistado.

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Entrevista a Alberto Fernández
por Any Ventura
publicada en La Nación, 22-11-2009



- Repasemos los distintos ejes de la política argentina de los últimos años y, en ese marco, cuénteme: ¿Cómo fueron los entretelones del conflicto del campo?

- Como primer punto se tiene que explicar cómo se toman las decisiones en el Gobierno: nos reuníamos Néstor, Cristina y yo. Veíamos un poco la situación, cambiábamos opiniones y decíamos "vamos para acá". En enero de 2008, con Cristina y Néstor habíamos estado en una reunión con Martín Lousteau en la que le planteamos las posibles consecuencias de la crisis internacional: una caída de los ingresos y déficit. Lousteau hizo un análisis que finalmente se cumplió. O mejorábamos los ingresos o reducíamos los gastos. El nivel de subsidios era del 4,5% del producto bruto. No íbamos a poder resistir.
(...) Conclusión, no se quisieron tocar los subsidios. Entonces hubo que pensar en tocar los ingresos, y el campo estaba teniendo una renta extraordinaria. Moreno hizo una propuesta muy severa que consistía en subir todas las retenciones a un punto enorme. Entonces le pedí a Martín Lousteau que pensara una alternativa. Ahí surgió la alternativa de las retenciones móviles. Y ahí empezó la discusión. Se anunció como una noticia más. Fue página 14 de los diarios. Y se desató el paro. En ese momento hablé con Miguens y con Eduardo Buzzi para sentarnos a conversar. Pero prolongaron ese paro por Semana Santa. Ahí todo se fue de las manos. Lo que hacía todo más difícil era que la oposición se colgó del reclamo del campo. Cuando miro para atrás me doy cuenta de que el único que fue retrocediendo fue el Gobierno, a pesar de que todo el mundo siente que el Gobierno fue inflexible. Se excluyó a los pequeños productores y, sin embargo, no funcionó porque había una gran parte del campo en negro que no podía reclamar las compensaciones. (...)

- [A Néstor Kirchner] se le achaca una forma beligerante, muy confrontadora...

- El confrontaba con la prensa, pero de cara a la gente. Se paraba en el atril y decía "el domingo leí que Morales Solá..." y lo retrucaba. A mí me parecía un modo legítimo de retrucarle a la prensa. No hubo ahí demasiados conflictos. (...)

- ¿El principio del fin puede ubicarse con la renuncia de Lavagna? Algo pasaba que indicaba que el rol de ministro de Economía iba a desaparecer.

- Lavagna fue un ministro muy importante, sin ninguna duda. Pero no estoy muy seguro de que haya sido con su salida que empezaron los problemas. Objetivamente, los problemas empezaron con la crisis del campo. Porque el Gobierno prescindió de sus aliados y se encerró. (...)

- La impresión era que, sin un ministro fuerte, el camino de Guillermo Moreno no tenía techo.

- Guillermo Moreno es un personaje menor que ha adquirido trascendencia.

Inseguridad y violencia policial lunes, 23 de noviembre de 2009

El martes pasado me tomé un taxi en Constitución. Venía de una entrevista y estaba insualmente bien vestido. Ni había terminado de acomodarme en el asiento cuando -tal vez confiado por el aspecto de su interlocutor que garantizaría complicidad- el conductor disparó su violencia verbal:

- Qué lacra que es la gente de este lugar

Casi sin saberlo, me había subido -una vez más- al Carro del Pensamiento Medio Argentino. Había sido un día largo y no tenía muchas ganas de discutir, asíque pregunté, inocente:

- ¿Vos decís?

- Sí, ¿no te das cuenta, pibe? Unos miserables, todos. Mirá sino a los travestis -ejemplifica, mientras pasamos frente a una requisa policial a transexuales en la calle Luis Saenz Peña- ¿A propósito, de dónde venís?

- De Página -contesté, con mi mejor cara de poker.

El fantasma del progresismo local calló al taxista durante un tiempo. Pero unos segundos antes de llegar a destino, en Corrientes y 9 de Julio, el conductor vio un grupo de la Federal con bastones y escudos y no se pudo aguantar:

- Qué turros que son estos. El otro día llevé a unos chicos al recital en Vélez y fue terrible lo que hicieron, terrible...

Estaba a punto de asentir cuando el escucha de Radio 10 completó la frase:

- Ojalá hicieran lo mismo con los piqueteros.

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Escribe Ángela Lerena en el Crítica del sábado:


Imagen: DyN

Una bandera de San Lorenzo en manos de hinchas de Huracán provocó heridos de bala de goma, huesos rotos a bastonazos, miles de personas afectadas por gases lacrimógenos y un caos de esos que suelen terminar con muertos. La bandera, en manos extrañas y que pretendió ser rescatada, fue el desencadenante; un grupo de no más de treinta violentos de San Lorenzo y el accionar irracional de la Policía Federal fueron los responsables. El clásico empezó tarde porque la policía desató una represión salvaje en una tribuna repleta, y el estadio Tomás Ducó lució como un campo de batalla durante media hora. (...)

Un grupo de Infantería, provisto de cascos, escudos, escopetas con balas de goma y gases de varios tipos, entró a la popular a rescatar a los policías acorralados. Ahí sucedió lo más inexplicable. O algo que sólo se explica por la teoría del sociólogo Pablo Alabarces, quien dice que, en la cancha, la policía se comporta como una barra brava más. Porque una vez que los uniformados atacados estuvieron fuera de peligro, la Infantería no se retiró. Por el contrario, avanzó contra los miles de hinchas que poblaban la tribuna, agrediendo con todas las armas disponibles. Esa venganza contra el público visitante es lo que provocó el caos, las corridas, los heridos. Arremeter a bastonazos y escopetazos contra miles de personas podría haber producido heridos graves y muertos. Ocasionó decenas, o tal vez cientos, de lastimados.

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Completa, en una columna publicada hoy, el citado Pablo Alabarces:

(...) Hay una enorme producción en el campo de la sociología, la antropología y los estudios de medios dedicada al tema. En general, todos concluyen que la policía, lejos de ser la solución, es una parte indispensable del problema. Basta leer, para ser escueto, los trabajos dirigidos por Juan Pegoraro o Sofía Tiscornia o la producción del CELS.

No hace mucho, un colega afirmaba que explicarle a la población que sus policías son las administradoras del delito causaría un pánico social. Y, sin embargo, es hora de comenzar a asumirlo. (...)

El sábado pasado, en las inmediaciones del estadio de Vélez, un chico fue puesto al borde de la muerte, más que aparentemente, por la represión policial. Todo indica –no hay indicios contradictorios– que la Federal lo apaleó y lo dejó tirado –seguramente, porque no tenía un Riachuelo a mano para hacerlo nadar–. Se alegó la necesidad de reprimir desórdenes causados por miles de fieritas descontrolados, en aplicación de la doctrina de Susana Giménez. El caso da más tela para cortar, y tiene que ver con muchas de mis obsesiones: el rock, el aguante, el descontrol y hasta la barra de Vélez. Pero lo incontrastable es que la Federal puso a otro chico al borde de la muerte y no hay responsables; que ese pibe casi muerto no tiene la prensa de Fernando Cáceres, y que eso ocurre porque esta sociedad –y estos medios– participan de la idea de que es mejor matarlos de chiquitos. Las policías cumplen allí una función, al fin, socialmente pertinente: cumplir con los deseos ocultos de tanto opinador y tanto vecino indignado.

Nos queda la revolución, dijo París miércoles, 18 de noviembre de 2009



Julio de 1968. Las últimas páginas escritas en el cuaderno ya no aclaran día, mes ni sitio. Sobran páginas en blanco al final, demostración del propósito incumplido del primer diario de viaje para mis obras completas. De poder recordar lo que pretendí con esas impresiones, diría que tengo apenas, pero sin saber sin ser ciertos los datos, que llegué a escribir en un albergue de Venecia sobre ese anciano con gorra, traje negro y voz gruesa que arreciaba todas las noches en una fonda de fideos baratos, o de esa plaza de nombre perdido en Roma donde leí las primeras cincuenta páginas de un libro recién editado en Italia, El hombre unidimensional del tan mentado Marcuse, de la hermosa cara de una norteamericana arropada con una túnica y entusiasmándonos a varios a seguirla a la India. O en Niza, una tarde en un albergue en los altos y con majestuosa vista al mar, las elucubraciones de un negro de los Estados Unidos contándonos en difícil inglés cómo volver de la muerte: para eso había partido a Sumatra a pie seis meses antes. La última página del cuaderno es a bordo del "Río Tunuyán" recauchutando en Hamburgo y a media máquina: de regreso, a los cinco meses de haber partido. Cubierto de escamas oceánicas, mi cerebro digo, y vaya a saber qué día, calculo ahora. Epílogo de julio:

"Un barco parado a las tres de la mañana en alta mar es el fin del mundo conocido. Me desperté y no escuché los motores, y en cubierta, nadie. Descubrí que no se puede meditar apoyado en la baranda, en medio de la nada del universo. Necesito piezas estrechas, paredes con humedad, ventanas que den a pozos de aire. Sueño con esas cosas y una novia nueva y solícita. Recapitulo. ¿Podré recapitular? Hay recapitulaciones bravías, las que se sientan en bancos de madera para mirarte fijo, o las verdeoscuras pero tan llenas de sol y de trinos. Ahora lo comprendo todo, el barco está roto pero no tanto. Siguió andando, anduvo y a la mañana fueron otra vez las tostadas con panecillos de manteca. Creo que se arrima un tiempo político donde ya no lagrimear sobre revistas literarias y deudas al imprentero. Vuelvo entonces como un protohéroe. Nos queda la revolución, dijo París. Pero no es tanto por esa idea inmensa. No, Betty. La inutilidad de nuestro conformismo es proporcional a la historia de los milicos arrendando el país. No quedó nada, hasta yo partí, Betty. Me deben extrañar más que al boludazo de Illia. Entonces el asunto sería empezar. Cortázar ya no vuelve, Sábato habla de lo que escribió y Perón, de Mao y de de Gaulle. Está claro. ¿Cómo construir una izquierda que sea genuinamente nueva? Una cultura que se convulsione a sí misma, que se arrogue el derecho de reinterpretar las patologías de la Argentina. Habría una tarea intelectual no mansa que nos espera. Cuba no es una amorosa isla lejana con la que nos carteamos, y los obreros tampoco la otra lejanía 'peronista'. Más que desearte, Betty, vuelvo descuajado de hecatombes interiores. No es simple decirlo, lo sé, porque se necesitan palabras petulantes. Regreso porque tengo ganas de estar allá, eso es lo jodido, codearme otra vez con esa gentuza, ganas de sentarme a escribir una novela en un depto cerca del río. Me traigo una carcomida nota que me regaló Mordillo: Champion du monde, dice el título y está firmada por Marcel Proust. También el póster de Kim Novak en Vértigo y Lire Le Capital de Louis Althusser, que empecé a hojear mientras ella tomaba sol como si no pasase un carajo. Imagino una izquierda que piense desde su impericia, desde su descreimiento en una democracia inexistente. Que piense otra cultura para la revolución popular. Por eso vuelvo, Betty, para salvarlos, si no fuera por el barco que se para cada 50 kilómetros."

Nicolás Casullo

La democracia sindical y el rol de los medios domingo, 15 de noviembre de 2009

Decía Caparrós en su muy buena columna del jueves:

"... lo interesante, más allá del terrorismo verbal –de los que quieren aterrorizar a los honestos ciudadanos–, sería ver qué política interrumpe el tránsito estos días, qué se juega en la calle. Es otra obviedad: lo que interrumpe el tránsito es mayormente la pobreza. La parte de la política que está en la calle es la lucha de clases o, por decirlo de otro modo: la pelea de los que están en lo más bajo de la escala de clases argentinas. Que, como sabemos, están muy fragmentados y pelean distinto.
"En los sectores más pobres, entre quienes hace mucho que no consiguen un trabajo verdadero, las opciones más habituales son, para la mayoría, la dependencia de la caridad estatal o privada y, para una minoría muy promocionada, la delincuencia. Este miércoles, por ejemplo, estaban en la calle los piqueteros no-K, que pedían que la caridad estatal fuera repartida equitativamente: ya no un cambio social, ya no un trabajo, ya no la posibilidad de mantenerse; la merced de acceder a la limosna sin tener que seguir a un intendente o un puntero. Y el gobierno les da lo menos posible porque quiere mantener el clientelismo suburbano funcionando.
"También estaban los trabajadores de Kraft –apoyados por estudiantes de la UBA–: la punta de lanza, junto con los subtes, de los que están asustando a la burocracia sindical. Y el gobierno dilata y dilata su respuesta porque porque quiere mantener la alianza con Moyano & Cia. Que se defendieron con una frase memorable: “No jodan, este modelo le dio resultado al país”, dijo Juan Belén, metalúrgico y segundo de la CGT, que no consiguió explicar de qué país estaba hablando.
"Y estaban en la calle, también –pero eran pocos porque el acto central era en La Plata–, docentes, médicos, judiciales y estatales bonaerenses en paro. Que el gobierno provincial no paga como debiera porque el nacional lo tiene corto con la guita y porque no invierten en salud y educación públicas. Todos ellos representan sectores de lo que podemos llamar, con las sabidas reticencias, izquierdas. En la calle, haciendo política en la calle, están limando día tras día el intento kirchnerista de ganarle ese flanco a su oposición progresista –que empezó con la ley de medios y se está estrellando contra lo que no se arregla con discursos: la exclusión, la pobreza."

Caparrós concluye: "Siempre critiqué a los que hablaban del supuesto setentismo de este gobierno, pero esta situación es un remedo setentista: la CGT acusando a la izquierda de todos los males y marchando para defender su orden."

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Imagen del blog del Frente Transversal Comuna 12

¿Es tan así como se lo intenta construir mediáticamente? Recordemos que hace ya un tiempo Clarín y La Nación están tan enfrentados con el gobierno que hasta son capaces de correrlo por izquierda. Primero con las asignaciones por hijo ("no son universales", "se van a financiar con créditos del Banco Mundial en lugar de instalar un gravamen al sistema financiero") y ahora subrayando la alianza (real) que mantiene el gobierno con "los Gordos" del sindicalismo o las supuestas abismales diferencias entre el modelo "corrupto, mafioso, clientelar" de la CGT y su contraparte horizontal y democrática de la CTA (que hasta hace poco era otra horrible y caótica organización violenta creadora de marchas y complicaciones en el tráfico).

Por eso, las cosas en perspectiva. Leemos:

El titular de la CTA, Hugo Yasky, minimizó las expresiones de Juan Belén y aseguró que "la mayoría" en la CGT "no piensa en esos términos”. Además, consideró que "muchos comulgan con la idea de que es razonable, a esta altura del partido, que la CTA tenga el reconocimiento legal".
El ex dirigente docente manifestó que "las expresiones de Belén son casi una pieza de museo" y agregó que "sería bueno que el gobierno nacional esté más a tono con la necesidad de establecer un nuevo marco legal y termine esta política de dilatar la resolución de demandas muy concretas".
Sin embargo, Yasky elogió los dichos de su par de la CGT, quien trató bajarle el tono a la disputa y aseguró que los trabajadores nucleados en la CTA reclaman "con toda legitimidad" la personería, pero minimizó las posibilidades de que la consigan porque, según dijo, para ello "hay que cambiar la ley".
Yasky consideró que "lo de Moyano expresa el pensamiento real" de la CGT y evaluó que "ha sido un gran avance", e instó a que el Gobierno "tome nota de eso".

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Por último, en el día de hoy Clarín entrevistó brevemente a algunas de las principales figuras en esta disputa, entre ellas a Fabio Basteiro, secretario general de CTA Capital:

¿Qué evaluación hace del debate en torno al modelo sindical que se dio esta semana?
Tanto el gobierno, la CGT y los grupos económicos están muy preocupados y nerviosos porque no se puede seguir obturando la necesidad y el derecho de los trabajadores a decidir por sí mismo cómo organizarse. Esta situación anacrónica que vive Argentina que fue condenada por la OIT y ratificado por la Corte Suprema los pone tensos y ahí comienzan a cometerse hechos que van de los errores a los horrores como la violencia, el macartismo y el autoritarismo. Creo que es un momento para que reflexionen y asuman que los trabajadores tenemos el derecho de cómo organizarnos y dónde. Y recomiendo a los dirigentes de la CGT que vean que los trabajadores con este modelo sindical son más explotados, más despedidos y más precarizados.

¿Los procesos que se dieron estos meses como Kraft y subtes son puntuales?
Hay más de 4500 organizaciones inscriptas en busca de personería jurídica y gremial, Esto no refiere a hechos aislado, esta es una decisión autónoma de cada agrupación. El tema del conflicto que se vive es un emergente cuando las estructuras de los sindicatos terminan siendo la polea de transmisión de políticas empresariales o son voceros de los propios gobiernos. Entonces los trabajadores buscan otro camino y otra forma de construcción.

¿Cómo evalúa el rol del Gobierno en este debate, teniendo en cuenta que un sector de la CTA es afín al kirchnerismo?
Creo que el Gobierno tiene que asumir que es momento de que haya una respuesta y no puede seguir vacilando. No puede tener más un discurso para el exterior de libertad sindical y en el propio país seguir ratificando criterios verticales. Hay que sincerar la discusión y actuar en consecuencia. Y Cristina Kirchner debe asumir que no hay que dar gestos, sino concretamente respuestas.

"Siga el baile, siga el baile, al compás del billetín, la comparsa de los ricos..." miércoles, 11 de noviembre de 2009

Dice Noam Chomsky que lo mejor que puede hacer alguien progresista para enterarse sobre las relaciones de dominación en una sociedad es leer los diarios económicos, financieros, conservadores. ¿Cuál era su argumento? Que, despojados de la necesidad de una imagen amigable y masiva de las publicaciones mainstream y librados a su público segmentado y poderoso, la prensa para los decision takers suele batir la justa, sin tapujos, mucho más a menudo.

El otro día pensaba en eso instantes después de notar que en ningún lado los principales medios nacionales estaba haciéndose eco de la brutal pérdida del salario real desde la devaluación --es decir, aquella transferencia de ingresos en la que ganaron los sectores exportadores y capitalistas en detrimento de los asalariados.

La semana pasada, por un motivo que nada que ver, estaba buscando unos artículos sobre el negocio inmobiliario y di con algunos números que confirmaban esta importante pérdida del poder adquisitivo, justamente en paralelo con el supuesto "fin de la crisis" y un nuevo momento feliz para la especulación inmobiliaria, aquella deliciosa burbuja de la que se nutrieron las últimas crisis económicas.

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Decíamos, entonces, lo bueno de este tipo de publicaciones es que son ricos hablándole a los ricos y que sin problemas afirman cosas como las que dice el especialista Damián Tabakman en este artículo de InfobaeProfesional: “Con una demanda concentrada en un sector de la población, tal como se está dando actualmente, se puede volver a pensar en un movimiento ascendente de precios”.

Y en Noticias Inmobiliarias le agregan algunos datos concretos a este fenómeno:

"El m² residencial en Capital se ubica en torno a 1.400 u$s/m² de promedio, 40% más que diez años atrás. Con respecto a los ingresos, en tanto, si bien los salarios han crecido nominalmente más de un 70%, a la vez se han pesificado: aquella relación de 1 a 1 ya roza el 4 a 1, con lo que en los últimos 10 años, el precio de un departamento standard medido en cantidad de salarios, se ha triplicado.

Dentro de la clase media, muchos sectores poseen capacidad de ahorro, pero este se encuentra actualmente alejado de lo necesario para la compra inmobiliaria. A la hora de considerar el crédito bancario como mecanismo de acceso a la vivienda, el panorama se complica aún más: en nuestro país, ya sea que se trate de trabajadores de servicios como de profesionales, pequeñas empresas o comercios, es frecuente que en mayor o menor medida los ingresos superen lo que puede demostrarse oficialmente ante los bancos para acceder a un crédito."

Guillermina Fossati, la autora del artículo de InfobaeProfesional, concluye:

"La demanda estará mucho más concentrada. Se ampliará la brecha entre la correspondiente a zonas consolidadas, que captan al público premium, y la orientada al segmento medio, que ahora requiere de una mayor cantidad de salarios para acceder a la misma unidad."


Datos: LJ Ramos. Gráfico: Noticias Inmobiliarias.

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Algunas de estas conclusiones son terribles. Como dijo el ensayista británico John Gray: "La clase media es un lujo que el capitalismo ya no se puede permitir."
Pero para el que está del otro lado, claro, la cosa viene bárbara. La torta sigue siendo una sola. Lo que unos pierden, otros ganan. Comenta Infobae:

"El escenario pinta alentador para los próximos meses. Y, especialmente, de cara al 2010, que es cuando el sector rural –que fue un gran motorizador de la actividad hasta antes de sufrir los embates de la crisis- volverá a cobrar protagonismo y canalice en la compra de viviendas parte de las ganancias de una cosecha de soja que ya se anticipa como récord histórico."

Otra muerte al estilo Bonaerense martes, 10 de noviembre de 2009


Imagen: Horacio Cecchi, Página/12

por Federico Poore

Cuando los policías abrieron la caja el camión, Oscar ya no respiraba. Había sido trasladado por la Bonaerense durante un día entero, en condiciones deplorables, y no alcanzó a llegar con vida a Coronel Dorrego, su destino. Los peritos determinaron que la asfixia fue su causa de su muerte, posiblemente provocada por una combinación de falta de ventilación y altas temperaturas.

Oscar Chaparro, de 26 años y oriundo de Avellaneda, estaba procesado por robo calificado y cumplía prisión preventiva en la comisaría 1a. Un hábeas corpus que denunciaba el estado lamentable del calabozo en el que estaban él y otros reclusos motivó la decisión, por parte de un juez de Garantías, de reubicarlos. A tales fines, el camión número 10458 de la División Custodia de Objetivos y Traslado de Detenidos pasó por ellos por la comisaría en la mañana del miércoles 14 de enero.

El interior del camión en el que fueron ubicados Chaparro y 11 detenidos más tiene doce celdas pequeñas, seis a cada lado del camión, separadas por un estrecho pasillo. La única ventilación que recibían los reclusos provenía de unos pequeños orificios que dan al exterior. Un vocero allegado al caso comparó las celdas con una caja de zapatos.

A cargo de la operación se encontraban dos uniformados de la 1ª de Avellaneda y dos integrantes de la División Traslados. La localidad de destino se encontraba a menos de 590 kilómetros de la comisaría, yendo por la ruta 3, con lo cual el viaje debería haber demorado entre 7 y 10 horas. Terminó tomando un día porque los demás presos fueron repartidos en el camino en distintos puntos del interior de la provincia: las paradas previas fueron Saladillo, Trenque Lauquen, Tres Arroyos y González Chaves, y la distancia se duplicó.

En el trayecto, los presos no recibieron comida: apenas les dieron de tomar agua dos veces, si bien pidieron por ello varias veces más. Las condiciones infrahumanas en las que se encontraban se potenciaron porque aquella jornada fue una de las más sofocantes del año, con una sensación térmica que arañaba los 40 grados. Para colmo, el aparato de aire acondicionado del vehículo no funcionaba.

Los presos vomitaron, orinaron, y tenían que soportar ese hedor reforzado por las altas temperaturas y la total falta de ventilación.

A las siete de la mañana del 15 de enero –es decir, veinticuatro horas después de haberse iniciado la travesía– los efectivos llegaron a la sede de la Policía Comunal de Coronel Dorrego, situada en la avenida Fuertes al 500. Al abrir las puertas de la caja para hacer descender a los reclusos, encontraron a Chaparro enrollado sobre sí mismo en el piso, con signos de haber sido zapateado en la cabeza, el rostro y la espalda. No respiraba.

Las fuentes sostienen que los maltratos exhibidos podrían haber sido golpes que el propio Chaparro se dio contra las paredes de la celda, consecuencia de su desesperación ante la ausencia de oxígeno.

Junto a él llegaron otros dos presos, que testimoniaron en la causa ante el fiscal de Delitos Complejos de Bahía Blanca, Gustavo Zorzano. Los detenidos sostuvieron que Chaparro se quejó toda la noche, pero que en algún momento de la madrugada dejaron de escucharlo. Los detenidos confirmaron que no fueron alimentados y que apenas recibieron agua.

La autopsia realizada reveló que la muerte de Chaparro tenía como motivo la asfixia. La principal hipótesis que manejan los investigadores es que la misma habría sido provocada por la mala ventilación y las temperaturas sofocantes. Las fuentes indicaron que el detenido presentaba problemas de salud. El paupérrimo contexto en el que se realizó su traslado multiplicó su complicación, causándole la muerte.

También se llevó a cabo una pericia del aire en la parte trasera del camión en donde se comprobó que la temperatura allí dentro superaba los treinta grados centígrados, informó un investigador de la causa. La misma fuente agregó que “no sólo funcionó mal el aire acondicionado, sino que se comprobó que salía aire caliente sumado al fuerte olor de la caja, que no cuenta con baño”, circunstancias a todas luces insoportables para un periplo de veinticuatro horas.

Los cuatro custodios del rodado quedaron a disposición de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad, en donde se les inició un sumario administrativo. El hecho quedó en manos del fiscal Zorzano en el marco de la causa caratulada “averiguación de causales de muerte”.

El de Oscar Chaparro se ha convertido en otro caso más de detenidos muertos en la provincia de Buenos Aires por malas condiciones de reclusión o traslado. Según informó la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), durante el año 2008 sesenta y ocho personas murieron mientras se encontraban “bajo tutela del Estado”.

La gripe causó dos nuevas muertes lunes, 9 de noviembre de 2009



“La humanidad es víctima de una plaga virulenta creada en laboratorio. Ahora, el virus está entre nosotros. Se contagia en cuestión de segundos.”

Estas líneas componen la sinopsis de la película Exterminio, pero no hubiesen desencajado en alguna emisión de noticias durante el invierno argentino. Lo que es más: ayudan a pensar, como pocas otras cosas, el estado actual del periodismo.

En marzo de este año, en el estado mexicano de Veracruz, las autoridades locales se encontraron con una anómala cantidad de enfermos de gripe. Luego de algunas semanas de exámenes y sospechas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que se trataba de una variante de influenza o gripe común originada en cerdos, que ataca a seres humanos provocando problemas respiratorios que, en algunos casos, pueden ser letales.

Las noticias sobre esta nueva “gripe porcina” –o Gripe A H1N1, según su nombre científico– pronto tomaron ribetes paranoicos, y durante varias semanas la Argentina quedó a merced de la desinformación mediática.

Esta campaña de miedo fue llevada a cabo de manera prácticamente sistemática por varios comunicadores, los cuales cada mañana repetían una y otra vez los niveles de alerta de la OMS cual partes meteorológicos.

El bombardeo alcanzó su clímax el 11 de junio, cuando la afección fue declarada como “pandemia” –una palabra mágica que rápidamente llevó a asociaciones libres con diversos récords mundiales (“es la peor enfermedad desde tal año”, “es la peor peste desde el siglo tanto”…) y desató una verdadera psicosis colectiva.

De repente, consejos contradictorios, parciales y esquizofrénicos inundaron los programas de la mañana y en todos los hogares del país se comenzó a discutir si las manos debían ser enjugadas con alcohol en gel o con jabones especiales, si barbijo o no barbijo, si salgo de mi casa o me encierro bajo siete llaves.

Lo más parecido a una producción propia que realizaron los noticieros y programas de radio fue el haber conseguido a un par de directivos de hospitales locales para que confirmaran o desmintieran los números oficiales sobre la gripe. De esta manera, la campaña electoral se coló en el medio del debate, mientras las investigaciones científicas brillaban por su ausencia.

La temporada cerró con unas quinientas muertes, número inferior a los muertos por gripes corrientes o por tantas otras enfermedades que –acaso por viejas o demodé– jamás llegaron a la tapa de los diarios. Después de todo, la principal secuela de la Gripe A fue un aprendizaje: cómo construyen realidades los medios de comunicación.

Sacaron la sortija... ¡y vamos por otra vuelta más! jueves, 5 de noviembre de 2009

Ya pasó, chicos, ya pasó. El capitalismo está funcionando de vuelta. ¿Quién ganó? Los mismos de siempre.

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La Nación, 05-11-2009

Luego de que se anunciara el fin de la recesión técnica en los Estados Unidos, diferentes sectores de la economía continúan dando cuenta de una tibia mejoría. (...)

Productividad, en alza.
La productividad se elevó un 9,5% en Estados Unidos en el tercer trimestre, el mayor ritmo desde 2003, un factor que conlleva más beneficios para las empresas, informó hoy el Departamento de Trabajo.
En el segundo trimestre la productividad había crecido un 6,9%, una cifra también alta para la media histórica estadounidense.
Los seis meses de alzas en la producción generada por cada trabajador, sumada a la baja de los costos laborales registrada en el mismo período, implican una mejora de los balances de las compañías.

¡Volvió la inseguridad! La construcción de una agenda miércoles, 4 de noviembre de 2009



Publica hoy Diario sobre Diarios:

En estos días en que la “inseguridad” volvió a la tapa de los diarios a raíz del violento ataque al ex futbolista Fernando Cáceres, vale la pena referirse a un trabajo cuyas cifras llaman la atención. Se trata del informe Medios y miedos... de la comunicación, del especialista colombiano Omar Rincón, que analizó la publicación de noticias sobre delitos en 14 diarios de nueve países de América Latina (incluida la Argentina, con los diarios Clarín y La Nación).

Según Rincón, “el campeón de América latina en noticias de inseguridad es El Salvador que tiene el primero y el segundo lugar con ‘El diario de hoy’ y ‘La prensa gráfica’. Pero en segundo lugar aparece la Argentina, empatada con Perú”.

Según el experto, “se concluiría que Argentina es un país con bastantes problemas de inseguridad, porque el promedio de información está por encima del promedio de los otros países (Clarín con 10.0 y La Nación con 6.2). Sin embargo, si miramos los datos de lugares que uno supondría con mayores problemas de seguridad, nos encontramos con que en Brasil, ‘La folha’ de San Pablo tiene únicamente 3.9; en Colombia, ‘El tiempo’, tiene 3.9; y en México, ‘El Universal’ figura con 3.5. Los países en los que, aparentemente, tenemos mayor número de problemas de inseguridad ciudadana no son los campeones en noticias de inseguridad”.