La revista Viva, del Grupo Clarín, lanzó hace poco un suplemento titulado "Actividades para acompañar a los chicos frente a la tevé". En principio un proyecto didáctico interesante, potencialmente útil para contrarrestar los efectos nocivos de un laissez-faire televisivo sobre los más pequeños.
La guía estaba repleta de consejos, y uno de ellos me llamó la atención. El mismo proponía: no prender la tele para ver "que hay", sino encenderla cuando comience el programa elegido.
Ahora bien: Canal 13, del Grupo Clarín, no respeta los horarios. Si uno quiere ver un programa que empieza a las 21, probablemente se coma entre quince y veinticinco minutos del programa anterior. Y así con el siguiente, y con el siguiente, hasta que el último programa -En Síntesis- termina, en ocasiones, cerca de las dos de la mañana. Conscientes de esta barrabasada, el mismo canal comenzó a anunciar el comienzo de sus programas "al término de... [programa anterior]".
Lo mismo hacen los otros tres canales privados, pero por lo menos no elaboran folletos "culturales" en donde propongan soluciones imposibles. Señores del Grupo Clarín: ¿dónde está la coherencia?
Ayer, el COMFER -organismo de control de la radiodifusión- anunció medidas para los programas que no respeten los horarios de programación. Más información acá.
Hace 4 años.
1 comentarios:
No tiene nada que ver, pero chequeá esto que por ahí te interesa: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-72626.html
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