Todo muy loco, Fito, muy loco sábado, 30 de septiembre de 2006

De una entrevista de Martín Caparrós a Fito Páez.
Publicado en la Veintidós en 1999:



- ¿Cuánto tiempo podés sobrevivir sin tu dosis de aprobación?
- No te voy a negar que tengo mono de tocar. Pero cuando tenés todas las miradas puestas sobre ti te perdés tantas cosas. A mí me interesa más juntarme con amigos que tocar en un concierto para 50 mil personas, la tensión de todo ese circo.
- Pensaba que esto de la búsqueda de aprobación también tiene que ver con cómo se legitima uno, a quién le das el poder de aprobarte o no. Cuando entrás dentro de la lógica del mercado, tenés esa gran aprobación contemporánea, la cantidad: te compraron 700 mil discos, ¿qué más se puede esperar?...
- No, yo creo que eso no legitima nada.-...y otros dicen no, yo quiero que los cinco tipos que yo respeto me digan vas bien, muy bueno lo tuyo. ¿Vos cuál buscás?-Tensiones del mundo moderno de toda la vida. Yo creo que me muevo en todos esos mares. No sé, el día que vino Gandini a casa con cinco arreglos míos, la verdad que... O cuando estábamos tocando Satie en el Colón y el primer violinista de la Camerata me hizo así, que lo estaba haciendo bien, fue algo. Pero también tiene algo la mirada del pibe acá en la esquina que te hace un guiño, o una bandera de Fuerte Apache en un concierto es algo poderoso.
- Sos como el viejo movimiento peronista, la conciliación de clases.
- Sí, yo soy conciliador, me gusta una gran mesa y que estemos todos ahí, con quilombo pero ahí. Me gusta conciliar. Si bien considero que la guerra es el motor esencial de la existencia, la lucha...

- La violencia es la partera de la historia, decía el viejo Marx.
- Exactamente, y muy bien dicho, pero también pienso que todo bicho que camina va a parar al asador, y eso se sobrepone a todas las demás ideas...
- ¿Por qué?
- Porque estamos todos en el mismo barco, nadie sabe nada, y un momento de comunión con alguien es muy importante. A mí me ayuda a vivir.
- ¿A qué llamás un momento de comunión?
- Hay ciertos momentos en los conciertos donde hay algo notando sobre todo el espacio, donde acontece una gran ilusión: llamalo religiosidad, energía, como quieras, pero es algo que trasciende a todo el mundo, donde no hay sacerdote y fieles sino todos...
- Si usted lo dice, padre.
Yo te puedo asegurar que sucede, y son experiencias increíbles. (...)
- Después ya venís Jesucristo: "no vine a divertir a tu familia/ mientras el mundo se cae a pedazos".
- ¡No, jesucristo no, no seas hijo de puta!
(...)
- ¿"Mientras el mundo se cae a pedazos"?
- Sí, el mundo se cae. Siempre. Cada vez más. Está muy brava la cosa, hay mucha gente muy jodida en el mundo. Desde los tibetanos hasta los colombianos, los linyeras de todos los lugares, los desposeídos... Alcanza con salir a dar una vuelta por el barrio. No hay una manera de pensar que eso no suceda: todos los gestos del mundo demuestran que se cae a pedazos. Por eso yo enciendo mi velita.
- ¿Y qué hacés con tu velita?
- Y, la prendo. Son doce canciones, ahora. Es mi velita.
- ¿Para rezarle a algún santo?
- No, para la oscuridad. Yo prendo una vela y trato de llevarla adelante.
- Al final sos un optimista del carajo.
- Claro, me gusta pensar en la posibilidad de que las cosas van a cambiar. Pero primero quiero ver qué hago yo con mis cambios. (...)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

28 de septiembre: el día en que las Madres de Plaza de Mayo dijeron "algo habrá hecho".

Sí señor, sí señor, porque el Siglo XXI es igual de cambalachero que su padre fue que pudimos escuchar ayer a Hebe de Bonafini diciendo sobre el desaparecido J.J. López que "hay que investigar su trayectoria". Yo me pregunto si se habrá dado cuenta de que estaba diciendo lo que estaba diciendo mientras lo estaba diciendo -en cuyo caso diremos como Celia: ¡sabor!-, o si es que sencillamente es pelotuda. Porque, vamos, no se puede escuchar semejante declaración e ignorar el eco de la vieja excusa, y mucho menos si viene de semejante personaje de la vida pública.
A esto se suma también -y no de paso cañazo- su otra declaración, esa en la que afirmó que todo el asunto de López "es un complot para perjudicar al Presidente Kirchner".
A mí personalmente la sensación que me deja todo esto es la de que se confirma -de nuevo, y por si hacía falta- que las Madres de Plaza de Mayo, a pesar de la nobleza de su objetivo primero, ya no son más que otro elemento disponible en la puja de los partidos políticos.
Igual que, por ejemplo, los padres de Cromañón, que también comparten un origen noble y de lucha por justicia -y no lo pongo entre comillas-, pero que hoy funcionan como un foco de atención de los medios de comunicación y, por tanto, de la opinión pública, que se abandona a la seducción de tal o cual partido político. El que convenga, obviamente.

No sé, ¿a vos qué te parece?
Un abrazo.


(perdón que no tenga nada que ver con Fito pero en algún lado lo tenía que poner)

Fede / Billie dijo...

Dante, me parece un horror a mí también.

La frase de Hebe de Bonafini fue:
"Para nosotros (López) no es un típico desaparecido. No fue militante, hay que investigar su trayectoria". Y agregó: "llama la atención que viva en un barrio de policías y que su hermano fue policía".

Esto se acerca al "El chico se drogaba, hizo una mala actuación" con el que Blumberg relativizó la responsabilidad de la policía mendocina en el brutal crimen del estudiante secundario Sebastián Bordón.

De frutilla del postre, cerró con "A López no lo quería nadie".

Duele ver que una luchadora de una causa tan noble como Hebe de Bonafini salga a decir semejantes barrabasadas, poniéndose en la vereda de enfrente sólo porque critican a su amado presidente (recordemos que tampoco fueron a la marcha por la aparición con vida de Julio López ni firmaron el documento, porque era crítico del gobierno).

En fin...

beto9 dijo...

Muchachos: Hebe ha sido, es y será, verdaderamente impresentable. Hace demasiado tiempo que su lucha no tiene nada que ver con lo que comenzó siendo. Lo que dijo de López es una más de la larga lista de declaraciones desafortunadas que viene lanzando la buena señora. Sería tan lindo que se llamara un rato a silencio y aprendiera un poquito de Carlotto...