21. Match Point
de Woody Allen
con Jonathan Rhys-Meyers, Scarlett Johansson, Emily Mortimer, Matthew Goode, Brian Cox
EEUU/Reino Unido/Luxemburgo, 2005
Casi no parece una película de Woody Allen. Empezando porque no está situada en su amada Nueva York, sino en una moderna Londres. ¿Y dónde está Woody, o al menos su alter ego (como el Jason Biggs de Anything Else)? En fin, basta de preguntas. Allen se anima a hacer un drama sobre un trepador social y le sale redondita, incluso con algunos toques de suspenso muy logrados. El fachero Rhys-Meyers y la bomba Johansson se comen la película a fuerza de actuaciones convincentes. ¿Sobreexplicado el tema del azar y su metáfora tenística? Puede ser. Pero el resto de la película es una joyita, una para pensar largo y tendido. Ahí tienen "la vida y todo lo demás"...
22. Diarios de Motocicleta
de Walter Salles
con Gael García Bernal, Rodrigo De la Serna, Mercedes Morán
Argentina/EEUU/Cuba/Alemania/México/Reino Unido/Chile/Perú/Francia, 2004
"Diarios de Motocicleta" intenta humanizar el mito detrás del Che Guevara, rescatando los años en donde era un chico argentino más. Y lo hace muy bien. La película es, básicamente, una road movie sobre las aventuras de dos argentinos por Latinoamérica. Ernesto y Alberto son, por el momento, dos jóvenes que se lanzan con su vieja moto a descubrir el continente y vivir las mil y una. Lo importante de la película es que detrás de todo este conjunto de historias -que son lindas, interesantes y entretenidas- hay un mensaje a encontrar, que cada uno va a descubrir a su manera.
Diarios... es una película tan necesaria como romántica -en el sentido más amplio de la palabra-, y la relación no es casual. Si se hubiese ganado un espacio en la opinión pública sería hasta objeto de burla, risible para los tiempos que corren, hora de "sentar cabeza", "integrarnos al mundo" y encaminarnos hacia un "desarrollo sustentable", ¿no? Pero si hay algo que no te cierra de todo este discurso del no te metas, hacé la tuya, protegéte y progresá, salváte vos que podés... quizás esta película te interese.
Igual no es más que una historia, que una película. De la misma manera que el Che (ese que el imperio te vende como Superman) no era más que Ernesto, un pibe argentino que en un viaje descubrió que algo no le cerraba. Y actuó en consecuencia.
Y eso vale para todas las épocas. Aunque sean tiempos difíciles para los soñadores.
23. Memento
de Christopher Nolan
con Guy Pearce, Carrie-Anne Moss, Joe Pantoliano
EEUU, 2000
La mayor parte de los directores de cine jamás arriesga en su primera película: la idea es hacer historias simples, lineales, digeribles (posiblemente, lo que les dejan hacer, teniendo en cuenta que son debutantes), y recién una vez que éstas rindieron y ya están instalados en la industria empiezan a hacer lo que quieren. No es el caso. Para su largometraje debut, Christopher Nolan tomó un guión escrito por su hermano Jonathan que es de todo menos simple, lineal y digerible, y lo transformó en una película que es de todo menos simple, lineal y digerible: un hombre que sufre una enfermedad que le impide recordar más allá de los últimos minutos utiliza notas y tatuajes para buscar al hombre que mató a su esposa. La película comienza por el final y va hilando secuencias cronológicamente desordenadas. El guión es tan jugado que Nolan se toma algunas licencias argumentales (lo mismo haría seis años más tardes en The Prestige), pero como experiencia cinematográfica es inigualable.
24. Tideland
de Terry Gilliam
con Jodelle Ferland, Janet McTeer, Brendan Fletcher, Jennifer Tilly, Jeff Bridges, Dylan Taylor
Canadá/Reino Unido, 2005
Terry Gilliam es uno de los pocos auteurs genuinos del cine contemporáneo. Aunque no siempre la pega. En décadas anteriores fue el creativo detrás de una serie de clásicos como las recordadas Brazil y 12 Monos, pero en tiempos recientes se le han criticado films como Los Hermanos Grimm. Tideland, su última película, vuelve a colocarlo como lo que siempre fue: un autor genial. Tomando la pobre fraseología de la POP Radio, podría decir que este film es un "clásico del futuro". Basada en la novela de Mitch Cullin, Tideland cuenta la historia de una chiquita de 8 años (im-pre-sio-nan-te Jodelle Ferland) con los padres más despreciables que dio el mundo del cine... pero un maravilloso mundo imaginario propio. Hay conejos y hoyos en medio de la pradera, pero en una clave mucho más pesadillezca que en Alicia en el país de las maravillas. Un viaje retorcido, grotesco e inolvidable.
25. Los Infiltrados
The Departed
de Martin Scorsese
con Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Jack Nicholson, Mark Wahlberg
EEUU/Hong Kong, 2006
Unos meses antes de su estreno vi junto mi amigo Lucas la película honkongesa en la cual se basó Scorsese para este trabajo. Mou gaan dou (o Infernal Affairs) tenía varios buenos ingredientes y resultó ser una película sólida, pero para su remake Martincito le agregó mucho más que una hora de metraje. The Departed gana a Leonardo Di Caprio, a Matt Damon, a Jack Nicholson; gana a Boston, y junto a ella un soundtrack brillante (incluyendo un temazo de Dropkick Murphys, algunos clásicos de los Stones y música irlandesa de la posta); gana en violencia sin tregua a la Scorsese. Lo que se ganó, en definitiva, es el status de clásico moderno.
26. El Sol de Cada Mañana
The Weather Man
de Gore Verbinski
con Nicolas Cage, Michael Caine, Hope Davis
EEUU, 2005
Me gustan los directores que sorprenden con algo distinto de vez en cuando. Gore Verbinski venía de hacer la pochoclera "Piratas del Caribe" y antes de largarse a hacer sus secuelas se armó un espacio para filmar una película distinta. Con esto no quiero decir que este film de Verbinski sea un corrosivo alegato sacado del Dogma danés, pero sí un producto distintivo dentro de lo que son las películas de los grandes estudios.
The Weather Man cuenta la historia de David Spritz (Nicolas Cage), el hombre del tiempo de un canal local de noticias. Su matrimonio falló miserablemente, sus hijos están llenos de problemas, y su padre Robert (Michael Caine, impecable) siente que David lo decepciona una y otra vez. Sucede que lo que David tiene de sueldo (mucho, un cuarto de millón al año) lo tiene de baja autoestima. Una de las cosas que decepcionan a su padre es que David es simplemente "el hombre del tiempo". Saca su información de los cables de noticias. Ni siquiera es meteorólogo.
¿Las cosas le salen mal por que no intenta remediarlas? ¿O acaso es que intenta demasiado? Un poco esa ambigüedad es la que transmite Nicolas Cage en esta casi brillante comedia dramática, que además de momentos de tensión muy bien creados incluye otros originales ingredientes como gente que lanza comida, clases de arquería y Bob Esponja.
Hay escenas memorables como la charla con la hija en el local de comida rápida. Y si puse "memorable" junto con "comida rápida" en una misma oración es porque hay algo en esta película que la hace muy actual, con esa ironía triste que intentó reflejar (a mi entender, bombásticamente) Belleza Americana. Pero, a diferencia del film de Sam Mendes, esta película no tiene pretensiones de grandiosidad. Cumple con lo que plantea -una pequeña caída en el sueño americano- sin dejar de ser tierna y sutil. Y muy, muy agridulce.
27. Dogville
de Lars von Trier
con Nicole Kidman, Harriet Andersson, Lauren Bacall, Jean-Marc Barr, Paul Bettany
Dinamarca/Suecia/Noruega/Finlandia/Reino Unido/Alemania/Holanda, 2003
Hay quienes ven en Lars von Trier a un mero provocador que ya quemó sus últimos cartuchos. Allá ellos: yo en Dogville vi -todavía- a un gran director.
Concebida de manera minimalista, a la manera del teatro brechtiano (un ejemplo: las casas son marcas de tiza en el piso que dicen CASA), Dogville transmite desde los primeros minutos un fuerte efecto de distanciamiento que sin embargo no agota su carga dramática. Las casi tres horas que dura el film, siguiendo el lento descenso a los infiernos de Grace (brillante Nicole Kidman), me resultaron simplemente atrapantes, agobiantes, claustrofóbicos. Haciendo de fábula trágica situada en la época de la Gran Depresión, Dogville es la primera parte de una trilogía sobre norteamérica.
28. Syriana
de Stephen Gaghan
con George Clooney, Matt Damon, Amanda Peet, Chris Cooper, Christopher Plummer, Max Minghella, Jeffrey Wright
EEUU, 2005
Clooney es un tipo astuto. Conoce las reglas del star system. Juega al juego del solterón fachero. Se anota en la pochoclera saga Ocean's. Junta guita a diestra y siniestra actuando en películas que enrojecerían a más de uno. Y sin embargo ese mismo Clooney, una vez detrás de las cámaras, es un demócrata muy jugado. En el mismo año, dirigió la sublime Buenas Noches y Buena Suerte y financió Syriana. Esta última, un film de acción y suspenso que bajo su trama intrincada y multinacional (cortesía de Stephen Gaghan, guionista de Traffic) presenta una pintura muy potente sobre el mundo del poder y sus relaciones con el petróleo. De todos modos, como actor, Clooney me parece un gran activista político.
29. Río Místico
Mystic River
de Clint Eastwood
con Sean Penn, Tim Robbins, Kevin Bacon, Laurence Fishburne, Marcia Gay Harden, Laura Linney
EEUU, 2003
Esquivando el policial cliché, Río Místico le da varias vueltas de tuerca a la clásica versión de "¿quién es el asesino?" y le agrega elementos de otros géneros, concentrándose en el drama desde el comienzo -luego de la muerte de la hija de Jimmy (Sean Penn, impecable), y principalmente en el descontrol emocional de varios de los personajes tras lo sucedido. A su vez, conjuga el clásico misterio con las vidas pasadas de los tres personajes principales. Otra película de personajes, aunque acá el guión -basado en una novela de Dennis Lehane- pesaba mucho también. La historia se desarrolla de a poco pero va cautivando a la platea a través de personajes muy bien logrados a cargo de Penn, Tim Robbins y Kevin Bacon.
(Para los que la vieron: ¿Notaron que hacia el final Jimmy y Annabeth hacen una especie de alegoría de Macbeth, en cuanto a la perversión y maldad de los propósitos encubiertos de la pareja? ¿Tendrá que ver con que Río Místico es una suerte de tragedia shakesperiana?)
30. El Señor de los Anillos
The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring
The Lord of the Rings: The Two Towers
The Lord of the Rings: The Return of the King
de Peter Jackson
con Viggo Mortensen, Elijah Wood, Orlando Bloom, Liv Tyler, Ian McKellen, Cate Blanchett, Sean Bean, Ian Holm, Christopher Lee
EEUU/Nueva Zelanda, 2001/2002/2003
No me declaro particularmente fanático del género fantástico en el cine, pero con esta aventura épica de nueve horas de duración Peter Jackson logró captar la magia del cine de antaño como muy pocas películas en la historia del cine. De principio a fin, a lo largo de tres años, entré a la sala sintiéndome seguro en las manos de un maestro del medio.
Las actuaciones no llegan a ser descollantes -en la mayor parte de los casos son correctas-, pero la historia tampoco lo requiere, ya que Jackson no profundiza demasiado en la psicología de los personajes. Difícil refutar el hecho de que, con esta película, Jackson hace historia. Y de la buena.
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2 comentarios:
Me parece que en lo que se queda un poquito matchpoint es en que para hacer ese retrato ácido que pretende de la burguesía londinense, hay que ser inglés nomás...
Sí, yo qué sé. A mí lo que más ruido me hizo fue esa sobreexplicada metáfora tenística (por algún motivo cada vez me gustan menos las voces en off a la Kevin Spacey en Belleza Americana). En lo demás es un drama hecho y derecho, y muy bueno. Como dice mi amigo Beto, hay que ir pensando en que NO es una película de Woody Allen. Igual de Woody me gustó más Crímenes y Pecados, de temática similar pero más lograda.
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