por Marcos Mayer
Revista Ñ, 27-10-2007
(...) El rock a sus cincuenta años, aún acarreando un par de muertos previsibles y unos cuantos más heroicos (víctimas de accidentes aéreos, sobredosis y algún crimen poco claro), no parece estar en vías de extinción, muy por el contrario. Eso sí, nadie se atrevería a decir que pasa por su mejor momento. Pero, ¿acaso hubo alguna vez una celebración de la coincidencia en el tiempo de grandes momentos creativos? Tal vez algún historiador lo haya dicho a posteriori, pero en el momento mismo en que sucedían las cosas, difícil.
Un fenómeno que tiene alguna explicación posible: lo mejor ocurrió durante el origen. Nadie compuso tan buenas canciones después de los Beatles. Nadie superó en la guitarra al genio de Jimi Hendrix. Nadie cantó con tanta intensidad como Janis Joplin. Ningún grupo fue tan sólido y coherente como los Rolling Stones. Allí se terminaron los tiempos heroicos. De allí en más no queda más remedio que decaer. Eso han sido todos estos años, decaer y decaer. Sin pausa, sin ritmo, y sabiendo que la decadencia es eterna e irremediable, y que incluso puede llegar a ser placentera. No es que todo tiempo por pasado fue mejor (aunque ya nadie crea en el lema spinettiano de que "mañana es mejor"), sino que es inalcanzable.
Es en esto que el rock se parece al cristianismo. En la religión todo lo sublime pasó al principio: Cristo, los apóstoles, los buenos milagros y hasta las traiciones mejor urdidas, los mejores cobardes y los más heroicos ladrones. Desde entonces, santos y papas de por medio, también no se ha hecho otra cosa que decaer, alejarse aunque no definitivamente de aquellas épocas donde un hombre podía ser hijo de Dios sin que a nadie se le moviera un pelo. Y si hay un tópico del cristianismo poco desarrollado es el del Juicio Final donde se volvería supuestamente al estado de gracia y gloria del origen. Ni el padre Farinello y menos todavía Ratzinger hablan del Juicio Final. ¿A quién le importa dejar de decaer? De allí que exista un rock cristiano, una ópera rock dedicada a Jesús y que Lennon se pusiera a competir con Cristo. Y que el Anticristo provenga también del rock, en versión seria, Alice Cooper y en la paródica, Marylin Manson. Y que no haya un rock judío, pues el judaísmo ha sostenido siempre que lo mejor está por llegar.
Peleado con la lengua, viviendo de imágenes prestadas, con ceremonias celebradas en las peores condiciones y acompañadas de textos que apenas se entienden, amenazado a cada rato con perder la pureza, con una contaminación que parece ser terminal y que se detiene en el peor de los casos en la apoplejía, el rock sobrevive porque ya no es un estilo musical ni una cultura juvenil ni un fenómeno generacional, sino apenas eso, una religión, el modo en que hemos de decaer por los siglos de los siglos, amén.
Hace 4 años.
6 comentarios:
Cuando empecé a leer ya estaba por decir "uy, esto pinta para ser una boludez" pero está bien el paralelismo, me engañó, pensé que iba a decir otra cosa (igual eso de que morir de sobredosis es morir heroicamente es una pelotudez). Pero está bien el paralelismo, funcionan parecido. El rock original como arquetipo de rock y las figuras fundantes de una religión como el arquetipo del buen fiel. Luego el desvirtúe de estos arquetipos por los simples mortales.
Quizás si esos arquetipos del rock fueran vistos no en forma mítica sino como parte de un movimiento histórico, dentro de una realidad, con sus problemas, sus contradicciones, sus dudas, sus puntos flojos, entonces serían más fáciles de entender los cambios en la música, porque en realidad nunca existieron esos arquetipos, los inventamos y de ahí partió la distorsión desde la que vemos el presente.
Hace falta una ola revisionista en la historia del rock. Así como alguien dijo "a ver si realmente Sarmiento no faltaba nunca a clases" bla bla, que alguien vea si realmente los Beatles nunca hacían un tema choto o llegaban tarde a algo en los 60, o lo que fuera.
"que alguien vea si realmente los Beatles nunca hacían un tema choto"? Nacho, tienen una pila. El tema es que son los Beatles, hicieron cosas tan buenas y distintas que resultaron mucho más importantes que las cagadas que se mandaron... de todas formas, más allá de lo musical los 4 fatásticos de Liverpool llevan el estandarte, o mejor dicho, son EL ícono musical de la revolución social y mental que se dió en esos años. Los Beatles van más allá de lo musical nada más. De hecho musicalmente, si se quiere, ellos no inventaron nada, e igual son la primera gran banda, asi supermasiva y recontrainternacional.
En fin, a lo que iba es q son como una institución, son el mesias si se quiere, aunque atras, al costado y arriba de ellos hay centenares de músicos y bandas.
Por otro lado, me nombras a Hendrix y ese posta que esta en otro plano. Ese si que es de otro planeta.
Coincido plenamente con mi estimadísimo Dandy, salvo por este punto: "De hecho musicalmente, si se quiere, ellos no inventaron nada". Inventaron un montón de cosas.
Y refuerzo eso de que Hendrix está en otro plano, que es de otro planeta. Totalmente. Está el mundo; y al costado: Hendrix.
Uy, me saltaron los fundamentalistas religiosos. :P
Nah. O sea, a mí también me gustan los beatles y me parece que hicieron cosas grosas (es más, tengo un amigo beatle (?))... los usé de ejemplo en realidad porque es lo primero que a uno se le viene a la cabeza cuando habla de "mitos fundantes del rock", y en parte es por lo que dijeron ustedes, obvio, mérito hicieron. Pero no era el ejemplo tirado al boleo donde mi mensaje se centraba sino en la forma "revista rolling stone" de hacer historia de la música, dándole de comer siempre a los miembros aceptados universalmente en el panteón de deidades musicales, evitando pensar por afuera de eso alguna vez.
"la forma "revista rolling stone" de hacer historia de la música, dándole de comer siempre a los miembros aceptados universalmente en el panteón de deidades musicales, evitando pensar por afuera de eso alguna vez."
Coincido plenamente con mi estimadísimo nacho.
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