Wake up, Norma, you'd be killing yourself to an empty house. The audience left twenty years ago.
Joe Gillis en Sunset Blvd., 1950
La película ganadora del último Oscar narra la historia de un villero que se hace millonario. Es decir, acaso otro exponente de la temática from rags to ritchies. Todos podemos llegar, desde lo más bajo hasta la cima: sólo hace falta esfuerzo y un poquito de suerte. En suma, una inyección de confianza al relato dominante, hoy en crisis. (El film fue nominado a innumerable cantidad de premios, y se llevó -entre otros- los de Mejor película y Mejor director. Los actores principales, harto desconocidos, ni siquiera estuvieron nominados. ¿Para qué nominar a un Dev Patel o a un Anil Kapoor cuando tenemos a Brad Pitt y a Angelina Jolie? De eso se trata todo esto, mis amigos.)
La contracara de ese sueño de fama y dinero es el film que no ganó nada: The Wrestler. En ella, el otrora célebre y exitoso Mickey Rourke encarna al otrora célebre y exitoso Randy "The Ram" Robinson, un veterano luchador de catch que tuvo su momento de gloria a mediados de los ochenta, y que veinte años después come, a duras penas, de las sobras de aquel momento. Aquellos que viven de tensar su cuerpo, su cara, su imagen durante un par de años, hasta que son marginados, poco a poco, del circuito. El camino inverso a Slumdog Millionaire: de la cima a lo más bajo. Los dos -persona, personaje- son un símbolo de la fugaz máquina de los sueños, de los quince minutos de fama, de la picadora de carne -literal. Un día sos el hombre del momento; al otro, te van a encontrar en el sector de verdulería de un supermercado, sólo para creer haber visto una cara conocida: "Sos igual a The Ram. Sólo que más viejo".
El círculo hubiese sido perfecto si la película ganaba el Oscar y los derrotados hubiesen ganado una segunda oportunidad, otro cuarto de hora. (La vieja astucia del sistema para integrar aquello que lo rechaza). Pero no. Por eso -y por sí misma-, The Wrestler es el cachetazo en la cara al American way of fame, a los mimos del mercado, a lo efímero y descartable. Y Mickey Rourke, si me permiten, quizás se convierta Gloria Swanson del nuevo siglo. A los golpes por Sunset Boulevard.
7 comentarios:
Yo pensaba ver la peli que ganó el oscar sólo para comentarla en algún post diciendo que era una bosta (no lo sé, pero, al mejor estilo Lucas, lo sospecho :P). Como era esperable, me ganaste de mano.
La cachetada a las peliculitas onda "sueño americano cumplido" (miren a tal pobrecito que salió de los barrios bajos y terminó siendo deportista, dueño de la mansión playboy (?), o lo que sea) sería hacer, para hacerlo proporcional con la realidad, 300000 pelis sobre tipos que nacen pobres, se esfuerzan, afrontan mil desventajas, mil contratiempos... y mueren pobres.
Gran película de Rourke; potente, descarnada, visceral y sin golpes bajos. Coincido con que es el camino inverso a la mediocre Slumdog Millionaire, pero en ese camino de la cima a lo más bajo, como decís, agregaría que Randy "The Ram" cae en lo más bajo pero sube a la cima nuevamente (y finalmente) ignorando lo que los demás le exigen que sea para satisfacer su deseo personal de culminar siendo quien verdaderamente es (la coherencia del último plano es una declaración de principios). Muy buena la página, que leo cotidianamente.
Saludos.
First of all, que gran garcha Slumdog Millionaire.
De todas maneras, lo peor de esto es ver las interminables colas de boludos llenando las salas de los cines comprando entradas basados solamente en el hecho que ganó muchos Oscars.
Yo recomendaría a toda esa gente que aprovechen que también están proyectando Death Proof y vean un rato de buen cine en serio.
Saludos.
A mí me gustó Slumdog Millonaire. La historia está muy bien contada y se disfruta mucho. Digo, la película recapitula cada respuesta que dio el guaso y nada más. Creo que nisiquiera la película se toma muy en serio que sea pobre.
Obviamente que tiene una cruza barata con Ciudad de Dios en algunas partes y la trama es muy sueño americano como dicen. Pero está buena.
No es como para que haya ganado el Oscar, pero los Oscar son eso y nada más.
Death Proof es esa de las pistolas en las piernas de las minas? Sin duda, una película para nada Juli.
Yo quiero ver "Rachel Getting Married", se estrenará algún día acá?
Un saludo.
La de la pistola en las piernas de las minas es "Planet Terror", de su amigo Robert Rodriguez, y peli gemela de la de Tarantino en su exhibición conjunta.
Según IMDb, Rachel Getting Married se estrena el 9 de abril en Argentina.
La protagoniza la amiga Anne Hathaway --la vi el otro día presentando la peli en el show de Conan O'Brien. Me cae muy bien.
Gracias por comentar :)
Este año, pocas películas o actores tenía como favoritos para los Oscares; el que quería que se alzase con la estatuilla era Robert Downey, pero claro, se lo tenía y debía llevar Heath por su notable actuación (que luego lo hayan sobrevalorado a niveles que rozaban lo ridículo es otra cosa), más que nada por la simpatía que me genera Downey Jr. y porque en esa película realmente me hizo reír a lo loco (?); justo que yo me preguntaba si una comedia o actor de "comedia" había ganado un Oscar y me lo nominaron, qué bien.
Por otro lado, Slumdog no la ví; quizás le dieron el premio solamente porque "no se lo dieron a las otras películas "independientes" que generaron cierta simpatía en "los espectadores" quienes luego abuchearon las decisiones.
De las demás películas no vi ninguna, con lo cual del contenido de las mismas no puedo hablar. Espero verlas en breve.
Por otro lado, tampoco tenía ganas que Mickey Rourke ganara su premio a mejor actor (aunque aquí creo que se discute más el sentido de una y otra película) porque también se correspondería con la vieja historia del "famoso que tocó el cielo con las manos, se "desvió del camino" y resurgió de las cenizas cual ave fénix" y eso también me tiene harto.
Incluso, como "mensaje" no hubiese estado mal tampoco; nos estamos hundiendo, pero miren como este señor resurgió, América también puede hacerlo (?).
Saludos.
Suscribo cada punto, Sir.
A tal punto que comparto que el discurso sobre el "famoso que tocó el cielo con las manos, se 'desvió del camino' y resurgió de las cenizas cual ave fénix" es un embole y -tal como escribía en la nota- "la vieja astucia del sistema para integrar aquello que lo rechaza".
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