En febrero de este año el New York Times publicó un artículo bastante crítico del magnate mexicano Carlos Slim. Hasta acá, nada nuevo, claro... Sólo que Carlos Slim es uno de los principales accionistas -uno de los dueños- del diario. Esto le llamó la atención -un poco, si apenas- a Martín Caparrós, que una semanas más tarde escribió una columna en la que sostenía
Si el New York Times publica una nota dura sobre los negocios de uno de sus dueños es, en parte, porque a sus editores les gusta esa imagen inflexible de sí mismos y, mayormente, porque saben que sin esa imagen su negocio se derrumba: que su público espera eso de ellos, y no los toleraría –dejaría de consumirlos– si fueran muy claramente de otro modo. Entonces publica ese artículo –que al fin y al cabo no tiene grandes revelaciones, que dice lo mismo que todos dicen y nadie puede ignorar del todo, y que le sirve para salvar la cara. Pero ése es el punto: que crean que tienen que hacerlo, que su público les exija que lo hagan.
Nuestro columinsta terminaba preguntándose
cuándo Clarín va a contar las maniobras de Héctor Magnetto, La Nación las tretas de vaya a saber quién –porque ni siquiera está muy claro de quién es. Cuándo van a salir por América TV los curros de la pareja Vila-Manzano, cuándo en Radio América los negocitos del nuevo magnate Sergio Spolsky. O si, por ejemplo, sin ir más lejos, Crítica de la Argentina escribirá sobre sus dueños.
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Hace un año, más o menos, publiqué una pequeña nota en donde cuestionaba el modelo de emisiones como Televisión Registrada, en donde si bien se intentaba delinear una línea editorial más firme que otros programas autorreferenciales, "el escándalo siempre puede más y lo que por momentos amaga con ser político o periodístico en el programa se pierde, una y otra vez, en 'informes' frívolos con escándalos del mundo deportivo y del espectáculo" y que allí "más que una distancia crítica frente a lo mostrado, lo que se da es una reproducción del fenómeno."
Creo que sigo pensando más o menos lo mismo de TVR que hace un año. Pero anoche, antes de irme a dormir, enganché un potente informe del programa -en Canal 13, sí- sobre el proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales y me quedé pensando en lo que dijo Caparrós. Lo comparto con ustedes.
Hace 4 años.
3 comentarios:
Ja, interesante.
Respecto de por qué un gran medio permite que se lo critique desde "adentro" es lo que algunos se pregunta en relación a Página 12, que es "pro gobierno" y según tengo entendido el Grupo Clar*n es dueño, o tiene buena parte de sus acciones.
Y respecto de lo de TVR, según habia leído en algún lugar, por un conflicto interno entre Gvirtz y el Trece, luego del conflicto del campo, cambios de horarios, recorte de programas y horas de la productora de Gvirtz, éste último se volvió más "reaccionario" respecto de los intereses del Grupo Clar*n, produciendo también el programa 6,7,8 en el Siete.
Carnota, creo que es el ahora periodista estrella de TN, es imbancable... y en una parte, Van der Kooy estuvo a punto de decir "vamos a hablar de la Ley de Servicios, y se corrigió y mando lo de la Ley de Medios K o algo así.
Saludos.
"ley CONTRA los medios, jaja... dice el que está con Van der Kooy, en realidad, uno de los redactores en jefe de Clar*n, de quien no recuerdo ahora el nombre...
Salutes.
La verdad muy interesante tu artículo, creo que no se puede agregar mas.
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