Dice el periodista y blogger de Clarín Marcelo A. Moreno:
"(...) Lo que hubo en el caso Pomar fue una investigación policial escandalosamente ineficaz y eso no es responsabilidad del periodismo sino de quienes llevaron a cabo indagaciones chapuceras y escasamente profesionales. ¿O, como alguien sugirió, los periodistas debimos seguir los rastrillajes para comprobar su grado de destreza?
Es pedirle demasiado al mensajero -el periodismo-, cuando su única misión es trasmitir fielmente un mensaje, no construirlo ni estimar la calidad de su manufactura."
Algo me dice que el señor Moreno atrasa 30 años de teoría periodística. ¿Por qué le pide tan poco al oficio? (Siguiendo su línea de razonamiento, Google podría hacer su trabajo en el futuro, "transmitiendo fielmente mensajes" recibidos por distintas fuentes.)
Yo, en cambio, vi otra cosa: veinte días días de quemarnos la cabeza con disparatadas hipótesis sobre la vida sexual del papá Pomar, si la engañaba a la mujer o le pegaba a los hijos. Y al final, un accidente. Eso en mi barrio tiene un nombre: circo mediático. Durante la cobertura, buena parte del periodismo actuó sin más vuelo que el de los programas de la tarde que conduce el ahora best-seller Guillermo Andino.
Y después de tres semanas de huevadas, la autocrítica por parte de quienes repitieron o amplificaron estas sandeces tiene que hacerse oir. Sin excusas y sin echarle la culpa (como hace Moreno más tarde, buscando victimizarse y desviar el tema) a "la ley de control de medios audiovisuales".
Digo, me parece que ya estamos grandes.
Hace 4 años.
3 comentarios:
Sabés que tengo muchas diferencias respecto del rol del periodismo y los medios y muchas más con la política del gobierno pero con esta entrada, ninguna.
Tras el horror de que "Es pedirle demasiado al mensajero -el periodismo-, cuando su única misión es trasmitir fielmente un mensaje, no construirlo ni estimar la calidad de su manufactura", el texto de Moreno habla de: "una agresión inédita en la historia de la democracia argentina por parte de las más altas autoridades del Ejecutivo contra la libertad de expresión".
Pero, ¿en qué quedamos?, la información periodística ¿se trata de "trasmitir fielmente un mensaje" sin responsabilidad alguna por su manufactura (?) o el de ejercer plenamente la constitucional "libertad de expresión"? Una u otra.
Moreno, gilazo, tenés un dos, preparala de nuevo y volvé en marzo.
El "periodismo" se puso tan choto últimamente que me sacaron casi todas las ganas de querer "informarme". Hay tanta presencia de periodismo de miegda (ni siquiera tengo ganas de discutir su rol (?)) que me cansaron; por suerte existen otros medios y gente que piensa y analiza antes de hablar (como este blog, por ejemplo)
Saludos Fede.
En algún que otro programa de radio creo haber escuchado alguna que otra autocrítica. Pero no fue nada comparado con la leña del arbol caído que hicieron al criticar la investigación.
Hay algo que es o parece cierto: que muchas de las especulaciones ridículas que la prensa difundió se originaron en las mismas hipótesis que manejaban los investigadores.
En ese caso, cabe el reproche de no haber podido correrse de ese lugar cómodo y que algún periodista lúcido (que no lo hubo o al menos yo no lo ví) fuera contra la corriente y dijera de golpe algo como "ey, lo más lógico es pensar primero que hubo un accidente ¿no?" o "eh, pero no tiene sentido especular sobre estas cosas si no hay una sola prueba". No lo hacían y me parece que no lo hacían porque todo eso vendía más o menos bien, digamos.
O sea, periodismo crítico y el tan mentado "monitoreo del estado", hubo muy poco.
Los periodistas que insisten en hablar de "transmitir" y "reflejar" la realidad no sé ya si lo hacen de cínicos o de boludos nada más.
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