En la edición del día de hoy de Página/12 se publicó un interesante artículo en el cual distintas figuras de la cultura argentina señalan a "los personajes del año". Como los personajes del año de la Gente, claro, pero sin Blumberg, Scioli ni Luciana Salazar.
Fabián Bielinsky / Damián Szifrón
por Sergio Wolf (crítico de cine, coordinador del área del Rojas, programador del BAFICI)
Dirá Sergio Wolf, director del documental No sé que me habrán hecho tus ojos, que con la irrupción de Tiempo de valientes, de Damián Szifrón, y El aura, de Fabián Bielinsky, se acortó por primera vez una brecha entre cine de autor y cine comercial que separaba aguas en la Argentina. “En esos dos casos se produce algo que ocurrió muy pocas veces, o nunca desde los años 50: la elevación del standard de calidad del cine popular argentino. No volverá a ser el mismo después de las películas de Bielinsky y Szifrón.” Sus espectadores –dice– también pueden ver una de Francella, en distintas gamas de misma línea de cine popular argentino. Si existió un modelo anterior más restrictivo, claramente distanciado de los géneros más vistos (acción, thriller) encarnado en el cine de Lucrecia Martel, con Bielinsky y Szifrón se inaugura un nuevo estilo de docencia: “A partir de 2005 hay un techo que implica que se piense a un espectador como espectador –sigue Wolf–, y no como rehén o consumidor, dentro de un cine que amplía los márgenes de gente y colegas a los cuales les gustan estas películas populares. Establecen un puente entre el cine de autor y la estructura de un cine industrial”.
Felipe Pigna
por Carlos Ulanovsky y Chavo Fucks (periodistas)
Algunos lo votan porque, dicen, facilitó como ningún otro el acceso a la historia del público masivo, sea a través de sus libros (Los mitos de la historia argentina I y II, con más de 250 mil ejemplares) o de la TV (Algo habrán hecho, con 20 puntos de rating). Otros, en cambio, rescatan su abordaje de los hechos históricos. Eso sí, todos coinciden, ninguno de sus movimientos pasó inadvertido a lo largo del año (...). “Es el influyente de este año –dice Ulanovsky–. No sólo porque obtuvo la consideración masiva y esto lo puso en enorme riesgo (de excesiva exposición, de críticas, de desgaste), tampoco por lo cuantioso y sostenido de su producción, sino porque logró meterse en varios recintos de muy difícil acceso. Llegó para quedarse al salón de la fama de los historiadores de la mano de una interpretación de los hechos que no es la más fácil ni la más aceptada, lo cual le generó indisimulables roces con colegas, fastidios académicos, respingos de lo históricamente correcto y hasta debates acerca de su honestidad intelectual.” Diego Chavo Fucks señala que el hecho de que Pigna haya popularizado la historia, invalida cualquier juicio en su contra. “Yo escuché muchas críticas contra él en algo que veo como una virtud en su interpretación sobre el pasado, que es que ideologiza la historia. ¿Quién no lo hace? Logró salirse del manual Kapelusz, de las carabelas de Colón hechas con nueces. Uno puede putearlo, no estar de acuerdo en un montón de apreciaciones o formas, pero se trata de un tipo alrededor del cual giró cada uno de los debates sobre historia.”
León Ferrari
por Luis Alberto Quevedo (sociólogo)
Su Retrospectiva 1954-2004, a fines de 2004 y comienzos de año, con Cristos en tostadoras y Madonna masturbándose frente a una imagen de Cristo, dividió las aguas: los grupos más conservadores de la Iglesia la acusaron de “discriminatoria” y “ofensiva al cristianismo”, mientras la muestra –cierre judicial y reapertura mediante– se convirtió en la más convocante de un único autor en los 25 años de vida del Centro Cultural Recoleta. Fue el único atisbo cultural movilizante que iluminó un año caracterizado por la escasa producción artística. “Mostró –detalla el sociólogo– no sólo su vigencia como artista plástico, sino que puso al arte en un lugar en el que no es fácil encontrar: promoviendo un debate social, movilizando preguntas por la tolerancia y el pluralismo ideológico en nuestro país, poniendo a los espacios públicos como cajas de resonancia de los debates políticos de nuestro tiempo y devolviéndole al arte su función de creación que perturba, provoca y nos hace pensar.”
León Gieco
por Alicia Entel (analista de medios, crítica cultural)
“León Gieco es uno de los personajes más influyentes del año –destaca Alicia Entel, crítica cultural y analista de medios– por su sentido de justicia con sencillez.” A la hora de poner el foco en un solo nombre, duda entre Gieco y Andrés Calamaro pero se decide por “el cantante que puso en 2005 en circulación un CD con temas neurálgicos para la actualidad argentina. Cuando visita a Romina Tejerina en Jujuy –sigue– y dice que es en función de la libertad de expresión, está cantando a la justicia y la libertad. Pone en música el profundo problema de la desigualdad en la Argentina. Todo lo hace sin espectacularización, por fuera de ese rasgo tan común en nuestra sociedad que es la simulación de cosas que se proclaman pero en realidad no se hacen”.
Típico comentario innecesario, inútil pero irresistible: los dos artistas zurdos se llaman León!
Hace 5 años.
1 comentarios:
Yo ví la exposición de León Ferrari. Estuvo buena. A los chupacirios les jodió tanto porque las obras son muy críticas de las huevadas que hace la iglesia, como oponerse a los anticonceptivos, su posición en la dictadura o el ver como "pecaminoso" todo lo relativo al sexo (¿como puede ser "pecado" algo tan hermoso como un orgasmo? Mirá que son estúpidos estos curas...).
Igual lo mas paradójico es que a los chupacirios les salió el tiro por la culata porque muchos fueron a ver la exposición para ver "que onda" y por que era el escándalo.
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