Tiempo antes de que explotara la mediática Obamamanía, con su perfil joven, cool, hecho a medida de la generación Facebook, yo ya tenía mis reservas con respecto a la nueva etapa que supuestamente comenzaría con su mandato.
Hoy al mediodía leí la nota de Martín Caparrós que hacía gala del son-todos-lo-mismo habitual de nuestro simpático bigotudo anarquista. Una acción, en principio, necesaria: si fuese por la lógica mercantil de medios --y hoy hay que vender diarios y suplementos especiales-- cada elección legislativa o presidencial en cualquier lado sería un momento "histórico". Y después llegan las desilusiones.
Caparrós, como los mejores historiadores, sabe muy bien que hay que tener cuidado en parar la pelota e interpretar cada hecho dentro de un contexto más amplio, leer bien dónde están las (escasas) rupturas y dónde sólo se observan continuidades.
Ahí estaba, entonces, leyendo al Tincho en ese acto cínico, autoafirmativo, cuando de repente di con otro artículo, escrito por otro de mis pensadores de cabecera. Publicado hace unas semanas y titulado a la manera de un disco de los Guns'n Roses, Slavoj Zizek tomaba esa actitud de "nada va a cambiar con esto", pero sólo como punto de partida. Después comenzó a abrir una serie de preguntas y de planteos tan interesantes que me parece que vale la pena discutirlos en este espacio. Eso sí, el texto está en inglés.
Opus nigrum, por Martín Caparrós
Use Your Illusions, by Slavoj Zizek
Hace 4 años.
9 comentarios:
Acá hay una traducción http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2008/11/15/_-01802117.htm
Gracias por la intención, Juan. Es un buen acercamiento, pero si leés bien la versión traducida te das cuenta que es, además, una versión resumida.
Exceptuando el último párrafo, todo lo que viene después de The true battle begins now, after the victory: the battle for what this victory will effectively mean, especially within the context of two other more ominous events: 9/11 and the current financial meltdown... -que para mí concentra lo más jugoso del texto de Zizek- está ausente.
De todas formas, valga como valioso acercamiento para el que no sabe inglés. ¡Gracias! Y espero comentarios.
Todavía no leí los artículos, pero solo quiero hacer un par de brevísimos comentarios antes de hacerlo.
La elección de Obama sí es un hecho histórico, como lo hubiera sido si hubiera sido elegida presidenta Hillary, por el sencillo hecho de que es el primer presidente negro, como Hillary hubiera sido la primera presidente mujer. Para cualquiera que conoce mínimamente la sociedad norteamericana, ese triunfo es histórico por todo lo que implica que haya tenido lugar. Period.
Con respecto al concepto de "que nada va a cambiar", me surgen varias cosas. La primera, y que me sale de las entrañas, es decir ¿alguna vez alguien podrá apostar a la ilusión, a la esperanza de que esta vez sí, algo pueda cambiar y ser distinto?. Es como que el pesimismo consuetudinario me termina agotando un poco.
Claro, después surgen las otras cosas. Ese pesimismo. Un amargo realismo. Y también me surge la siguiente pregunta: ¿No va a cambiar nada respecto a quién?
Si es respecto a nosotros, a la Argentina, la respuesta está clara: no, no va a cambiar nada. Para EE.UU. apenas existimos habitualmente, menos existimos en este momento de crisis para ellos. Primero tienen que resolver su crisis y después, quizás a lo mejor nos concedan una miradita por el rabillo del ojo.
Pero sí creo que un par de cosas van a cambiar. Empezando porque no está más Bush y varios de sus energúmenos, más allá de que hayan quedado otros. Pero dudo que Obama mantenga la doctrina de guerra preventiva, por ejemplo. Y eso es un flor de cambio. Dudo que Obama mantenga las tropas en Irak. Y eso es otro cambio. No creo que las políticas inmigratorias sean iguales. Ni la persecución ideológica dentro de Estados Unidos. No creo que Obama piense y haga lo mismo que Bush repecto a las políticas de educación y salud, por ejemplo. Ni a las políticas de medio ambiente. Y así puedo seguir largamente. Que eso no nos afecte directamente a nosotros, es todo otro tema. Pero no todo va a seguir igual. Eso sí, si alguno espera la Revolución, ese es un problema del iluso que espera eso. Los yanquis no esperan Revoluciones. Saben que el sistema funciona justamente porque todo es siempre igual, y con cada gobierno -sea demócrata o republicano- los cambios que se producen son apenas rectificaciones de algunas cosas, nunca cambios radicales. Y, te digo, tan mal no les ha ido...
Ya leí los dos. Me gustó más el de Zizek. Abrazo.
Mi estimado Beto, creo que nadie intentó hablar sobre Argentina.
De hecho -al contrario de lo que nos intenta hacer creer La Nación, siempre preocupada por el qué dirán de los amos del mundo-, no formamos parte de la agenda de internacionales de los Estados Unidos, ni por asomo.
Sin embargo, determinadas actitudes en política exterior (bloqueo a Cuba, Guantánamo, Irak) pueden generar una suerte de clima más amplio para otros proyectos. Lo mismo puede decirse de Kirchner, por ejemplo, a quien nadie se le ocurriría llamar "revolucionario" o "de izquierda".
Con respecto a lo que decís sobre los pesimistas, ellos son (somos) como alguna vez citaste, "optimistas con experiencia". Si vamos a seguir cada entusiasmo mediático, vamos a tener un increíble número de decepciones... No es darse la oportunidad de tener esperanza por casi cada cosa.
Pero -y acá viene una para tu argumento de la mano de la inteligente nota de Zizek- el problema del "amargo pesimismo" no es su exceso de realismo sino, justamente, su supuesta capacidad por clausurar posibilides por el lado cínico, cuando a veces la razón termina quedando del lado de los soñadores.
Lo que sí me queda picando son los párrafos finales, con respecto a las crisis del capitalismo y los salvatajes de los salvatajes. Ahí hay algo que claramente excede a Obama o no Obama.
Pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad. No imaginarse salidas donde no las hay (pese a que nos digan una y mil veces que ahí está la salida, mantener un filtro elevado de escepticismo). Y si no existen, ver lo que tenemos y construirlas.
Estamos 100% de acuerdo con respecto a "los pesimistas, ellos son (somos) como alguna vez citaste, "optimistas con experiencia". Si vamos a seguir cada entusiasmo mediático, vamos a tener un increíble número de decepciones... No es darse la oportunidad de tener esperanza por casi cada cosa". Solo que alguna vez me gustaría poder creer en alguien. Y pasa que el cinismo me harta, porque me parece absolutamente destructivo. Me hace pensar en un tipo sentado en el café, despotricando contra todo el planeta, pero sin mover un pelo del orto para hacer algo al respecto... o al menos tirar una idea.
Por eso me gustó mucho más el artículo de Sizek. Me parece infinitamente más inteligente, profundo y constructivo que el de Caparrós. El de Caparrós me parece previsible, además de cínico y sorprendentemente poco informado sobre cómo funciona la sociedad estadounidense. De hecho, Caparrós no es ningún boludo, ni mucho menos un ignorante, entonces solo puedo pensar dos cosas: nunca pasó más de una semana en Estados Unidos, o el artículo solo quiere estereotiparlo todo para probar su punto.
Yo creo que Obama va a meter unos cuantos cambios, el tema es en qué campos va a meter esos cambios. Pero esos cambios, como vos decís, "pueden generar una suerte de clima más amplio para otros proyectos". Y además pueden torcer el rumbo de manera profunda en varias cuestiones. Por ejemplo, no sé si Obama va a ser tan absolutamente incondicional con el IV Reich (léase: Estado de Israel), o si va a mantener el bloqueo a Cuba. Para mí, a Guantánamo la vuela. Y creo que puede llegar hasta a firmar los tratados ambientales de Kyoto, mirá lo que te digo. Al menos, creo que quiere hacerlo. Y si hiciera esas cosas, creo que estaríamos viviendo en un mundo bastante mejor que el de los últimos ocho años.
Ahora, el tema de la crisis del capitalismo, claramente lo excede. Y creo que Estados Unidos, en el plano económico se a cerrar sobre sí mismo. Pero veremos, hay que dar tiempo. Los artículos como el de Caparrós me dan la sensación de que es una competencia para ver quién lo defenestra primero al tipo -y a los que creyeron en él-, para después poder golpearse el pecho y decir: "¿Viste? Yo te dije...".
"Yo creo que Obama va a meter unos cuantos cambios, el tema es en qué campos va a meter esos cambios". Creo que va a modificar el reglamento del baseball y va cambiar la doble falta en el basketball, lo cual hará un mundo mejor.
"Solo que alguna vez me gustaría poder creer en alguien". ¡Adelante!, está la Difunta Correa, el Gauchito Gil y muchos más. De última, tenés docenas de dioses.
"Y pasa que el cinismo me harta, porque me parece absolutamente destructivo. Me hace pensar en un tipo sentado en el café, despotricando contra todo el planeta, pero sin mover un pelo del orto para hacer algo al respecto... o al menos tirar una idea".
Beto, sos un gran hipócrita. Amás la contrafigura del "tipo sentado en un café" porque es el lugar común de la única idea que te habilita el oportunismo centrista y tranquilizante. Es la del zurdo de bar que descalificás porque... ¡piensa!
"Use your illusions", sí, para seguir por el mismo camino de miseria, guerra y masacre. Ésa sí que es una ilusión utilizable y sustentable.
Sí, estoy de acuerdo en que calificar de cínico a alguien por negarse a creer en algo por más mentira que sea es un poco choto.
Eso de "en algo hay que creer" no me convence. Yo no tengo problemas de creer en algo... mientras sea cierto o pueda serlo. Si no, ¿qué sentido tiene? ¿Autoengañarnos para estar más cómodos?
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