Es mí sistema, y lo quiero mucho sábado, 7 de mayo de 2005

Huelga decir que el asombro es enorme.

Dejemos de lado, al menos por el momento, al clásico doñarrosismo de derecha, que cualquiera puede identificar con tan sólo escuchar quince minutos de Radio 10.
Mi atención está un poco más puesta en el slogan de cierto sector del "progresismo", que hace varios meses anda dando vueltas con una idea común. La misma puede resumirse en la siguiente frase: "yo antes apoyaba a los piqueteros, pero..." [complete con su argumento favorito: a) se politizaron b) ya no representan a nadie y c) deberían cambiar sus métodos]
Salteando el hecho de que todas las manifestaciones siempre son políticas (a no confundirnos, Blumberg) y de que el fenómeno piquetero es mucho más complejo que la idea que se tiene de un grupo de dirigentes vivos engañando a pobres desocupados, existe cierto consenso general en las clases medias de el método de corte de rutas está agotado: "terminan jodiendo a los que sí tenemos trabajo", se dice.
Creo que, si se la expresa con fines constructivos, es una crítica muy sana, y a tener en cuenta.
Ahora bien: el otro día, una original manifestación de desocupados -algo así como el antipiquete- consistió en levantar las barreras de los peajes, y dejar que los clasemedistas auteros pasen gratis por el peaje. (El acto simboliza muchas cosas: entre otras, la sarcástica opinión del dibujante Rep al afirmar que, justamente, los verdaderos piquetes son los peajes.). ¿Cuál fue la reacción de varios clasemedios (muchos de los cuales hasta entonces habían despotricado contra todas las privatizaciones habidas y por haber)?
"No me dejan pagar el peaje. Y yo quiero hacerlo."

Morpheus decía "Tenés que entender que la mayor parte de esta gente no está lista para ser desconectada. Y muchos de ellos están tan endurecidos, tan desesperadamente dependiente del sistema, que hasta pelearán para protegerlo".
Creo que tendríamos que ver Matrix de nuevo.

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