¡Guía del Contraconsumidor para espectadores de cine!
por Podeti, 14-03-2007
Aunque parezca difícil de creer, todavía hay gente que va al cine. Incluso están haciendo un festival de este truco barato de feria nada menos que en Mar del Plata, en lugar de ir a la playa o calzarse el smoking blanco o el vestido de raso rojo para enfrentarse a un magnate turco en el Casino.
En fin, no puedo evitar que el rebaño siga encerrándose en esos recintos oscuros y herméticos de embriagante irrealidad. Después de todo la gente tiene derecho a perder el tiempo. Pero sí puedo asesorarlos para que sepan cuándo los están estafando, para que salgan en mitad de la película y exijan la devolución del importe:
LA “ESTAFA NIGHT M. SHYMALAN”: Borges decía que el formato del gpenero policial era el cuento, ya que no valía la pena leer una novela para resolver una adivinanza. El director de “Sexto Sentido” hace películas cuya estructura gira completamente alrededor del final, sorprendente como una adivinanza; Y tal como una adivinanza, no vale la pena volverlo a ver; no se puede contar porque le arruinás todo –pero en este caso, todo, todo, todo –a los posibles espectadores, cuando se sabe que la única gracia de ir al cine es contarle la película a los demás. Y lo peor de todo, es que invertiste la guita para ver un largometraje (ponele diez) para sacar en limpio los cinco muinutos que dura el final (que valdría, no sé, ponele cuatro). La próxima vez avisame, llego a la hora y veinte de película y me ahorro un disgusto.
Contraataque: “Devolveme el noventa por ciento de la entrada, porque, ta bien, el final muy lindo y muy ingenioso, pero el resto de la película ahora veo que fue un engaña pichanga. Pero ta bien, no te pido todo, por eso, dame el noventa por ciento, dale, dame el noventa por ciento o me quedo en la puerta gritando el final a voz en cuello.”
LA “TRAMPITA DEL FINAL ABIERTO”: Esta trampita, simétrica y opuesta a la“Estafa Night M. Shymalan”, revela que el tipo ha construido una historia de terrible suspenso e intriga, muy bien hecha, bárbaro, el tipo está colgando de una ramita, genial laidea, y no se le ocurre cómo terminar. O bien se metió en un berenjenal y no sabe cómo salir, o no se anima a matar a ninguno de sus personajes, o no quiere que los espectadores lo odien por haber tomado una decisión, pero es en vano: los espectadores lo odian igual. Lo peor es que después sale muy orondo a decir en los reportajes que es todo a propósito, porque no quiere “darle todo masticado al espectador”. Mentira. No le crean una palabra. ¿O sea que YO tengo que hacer tu laburo, ladrón? ¡Dale! Encantado, siempre quise ser parte de Hollywood. ¿Pero cuándo me mandás mi parte por derechos de autor?
Contraataque: “Dame la parte del final. Porque me vendieron la película sin final. Escuchame, no puede terminar con el tipo mirando un lago. ¿Lo agarran o no? ¿Y qué pasó con el japonés? ¡Dale, viejo, dame la plata, o por lo menos tirame una punta de cómo terminó, porque allá adentro no sé qué pasó, te juro que parece que se les apagó la lamparita!”
EL “MINDFUCKING”: Lo hemos visto en películas como “Eterno resplandor de una Mente sin Recuerdos”, “Matrix” e incluso en “El silencio de los inocentes”. Los tipos te pasan la película toda desordenada a propósito, para engañarte. O te muestran una historia –normal -y después te muestran que era todo una ilusión. O utilizan una convención del cine –por ejemplo, te muestran la parte de afuera de una casa, y después la parte de adentro y vos pensás que es de la misma casa, y resultan ser dos casas diferentes –pero mal, y después decís “aaaah, cómo me hicieron entrar. Qué habilidad cinematográfica (suponiendo que digan ese tipo de cosas en su habla cotidiana)”. No, querido. No es así. El tipo no es hábil. Hizo trampa. Un jugador de póker con cartas marcadas no es un “habilidoso jugador de póker”, sino un TRAMPOSO. El político que gana una elección abusando de su carisma y mintiendo promesas puede ser un político inmoral, pero habilidoso; el que gana haciendo fraude es simplemente un delincuente.
Contraataque: “Quiero mi plata, quiero mi plata, quiero mi plata, yo vine a ver esta película de buena fe y resulta que te muestran que el tipo recuerda pero en realidad no era un recuerdo sino un invento, así cualquiera te hace un final sorpresivo, quiero mi plata y aparte te cuento que ya mismo estoy radicando una denuncia en el Centro de Defensa del Consumidor contra el señor Kevin Spacey, que me parece que se pasó de vivo.”
(...)
Ah, y los dejo con una foto alusiva (?):
Hace 5 años.
3 comentarios:
La trampita del final abierto también se puede hacer en TV. Cuando terminó la última temporada de 24 (OJO, SPOILER), estuve dos o tres días preguntándome si Jack Bauer, que en la última escena aparece subido a un acantilado, se arrojaba al mar o se limitaba a tirar la pistola. Recién cuando supe que iban a haber una séptima y que el personaje de Jack reaparecía se me fueron las dudas.
Saludos
(sigo con el SPOILER de martín)
Jaja de dónde sacaste que se tiraba al mar?? Aunque antes de que terminara la escena por ahí parecía, pero si se va a suicidar el personaje principal de la serie me parece que lo van a mostrar más clarito. :P
Bueno, antes de que empezase la temporada había leído que el actor que hace de Wayne Palmer dijo que la serie podía seguir sin Jack Bauer, así que no me pareció imposible.
Igual, aún si terminaba saltando al mar, pienso ahora que eso no equivalía automáticamente a la muerte. Si ellos son capaces de hacer volver a Tony Almeida en la séptima temporada, bien podían resucitar a Jack.
Saludos
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