... sobre el terreno fértil de la nueva economía Néstor Kirchner insertó, con el oportunismo de los líderes, un relato político-religioso adecuado, cuya síntesis expresó con estas palabras, que fijaban un trayecto y un tempo: estamos yendo, paso a paso, del Infierno al Purgatorio. El discurso contenía un elemento central de las teodiceas religiosas: la explicación del sufrimiento del justo y la asignación de culpas a los responsables del mal. Los argentinos fueron absueltos, el poder económico condenado. Nada más pertinente para el trágico final de la convertibilidad, cuando las empresas despidieron masivamente personal y los bancos se quedaron con el dinero de los ahorristas.
Hace 4 años.
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