Digo "algunas palabras finales" sobre este festival (y no propongo un "balance"), ya que para realizar un balance mi experiencia con el evento debería haber sido mucho más amplia. Y la verdad es que "sólo" vi 7 películas (en cuatro salas distintas), al tiempo que no participé de ninguna de las actividades paralelas.
He aquí lo que me dejó el festival:
1) En líneas generales, fue una buena selección de films, con temáticas para todos los gustos y películas que atravesaron todos los grados de accesibilidad. Había cintas gay-voyeur-viscerales, pero también pelis accesibles y más previsibles, como los documentales sobre el punk y John Lennon o comedias indies con reparto familiar, como Factotum o For Your Consideration. Los directores más aclamados del momento, que muchos querían ver (Kim Ki-duk, Francois Ozon, Takashi Miike), también tuvieron los estrenos de sus últimas películas.
2) Hubo buena información al asistente en los stands ubicados en cada uno de los cines del circuito. El folleto este año venía en papel ilustración y a todo color, una muestra más de que el superávit fiscal comienza a derramarse y está alcanzando el mundo de la cultura pública. Las sinopsis fueron muy acertadas, y si no alcanzaba con ellas te podías acercar y pispear "el libro grande" (que, también a todo color, salía sólo $20) y ver una reseña más amplia y una foto del film.
3) Una serie de dos cortos insitucionales sobre el festival, que resultaron tan divertidas en su narrativa como elitistas en su concepción. El slogan "Si no es para vos, no es para vos" es, como dice mi buen amigo de Bien Ahí, equivocado: "Que el mismo Bafici se ponga en ese lugar de elegir quiénes pueden ver sus películas y quiénes no, me da un poco de bronca, me parece snob y, además, es un error estratégico para darlo a conocer a quienes nunca se acercaron a él".
4) El sentimiento de contradicción permanente que me da el hecho de que un festival de cine independiente tenga su principal sede en un multicine adentro de un shopping. Me refiero al Abasto, lugar que presenta un marcado contraste entre la oferta independiente (segundo piso, al fondo) y la del cine de productor que no descansa, esa que ofrece Vin Diesel y pochoclo en todo el resto del predio a $16 la entrada*. Además de ostentar un promedio de veintitrés guardias de seguridad privada por cada asistente al festival. ¿Y lo independiente dónde está?
5) La calidad de sonido e imagen de la Alianza Francesa era envidiable. Una lástima que no podemos decir lo mismo del Atlas Santa Fe (sufría de ocasionales fuera de foco) o, más gravemente, del Atlas General Paz (con un intermitente pero reiterado ruidito de unos ocho segundos de duración).
6) Sobre los premios no opino porque, como suele suceder, no tuve la oportunidad de ver ninguna de las películas en competencia.
* Y en donde, además, una vez comenzado el festival NO se venden entradas para funciones que no sean ese día. Es decir que el grueso de las entradas se las quedan las viejas que viven por el barrio y a las 10 ya están sacando entradas y luego se van a tomar té con las amigas en el patio de comidas.
Y una más: uno iba a sacar un par de entradas en calidad de estudiante y pedían todos los papeles de todos los involucrados, como si un joven pudiera tener encima, un martes la mañana, las libretas de todos sus amigos. La política de los cines Atlas era mucho más laxa, y comulgaba mucho más con el sentido común.
En lo personal, tuve mucha suerte con la selección de las películas. Es cierto que hice los deberes y tomé en cuenta muchas variables para garantizar no clavarme un bodrio, entre otras: directores que me gustan, actores conocidos, temática interesante, duración del film, críticas que recibió la cinta en otros festivales, y la siempre útil información de IMDb y su red de usuarios.
De siete películas que vi, una sóla me pareció flojita ("Radiant City") y las demás estuvieron del "bastante bien" para arriba.
Mis favoritas absolutas fueron dos:
- De las clásicas, Monterey Pop de D.A. Pennebaker, un documentalazo de 1968 sobre uno de los festivales de rock más zarpados de la historia. Con performances consagratorias de Jimi Hendrix, The Who y Janis Joplin. Impresionante.
- De los estrenos, Yella, de Christian Petzold, una película inclasificable con mucho suspenso, algo de drama y actuaciones descollantes por parte de todos los involucrados (empezando por su bella protagonista, Nina Hoss). Con unos climas tensos e increíbles, me mantuvo al borde de la butaca hasta el final.
Yella
Hace 4 años.
2 comentarios:
Buen post sobre el festival.
Aunque debo decir que Yella me pareció intrascendente (una especie de "An Occurrence at Owl Creek Bridge", pero alemana), y en cambio "Radiant City" me pareció de lo mejor que vi :-)
Chino: mientras más posts haya sobre el festival, mejor. Se arma más debate!
Andran: evidentemente nuestras listas de mejores y peores películas están invertidas, jeje. "Radiant City", si bien un poco repetitiva en su mensaje a propósito de los suburbios, me pareció interesante... hasta que llegó esa vuelta de tuerca gratuita que no cambiaba en nada todo lo que se había dicho con anterioridad. Me quedé como diciendo "qué carajo--?!"
Saludos!
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