Impredecible fin de la historia jueves, 7 de abril de 2005

Estábamos en Teorías y Prácticas de la Comunicación y el tipo hablaba de cómo las acciones individuales y los hechos sociales tienen también consecuencias indeterminadas. Refutaba la difundida tesis de "fin de la historia", ya que afirmaba su carácter impredecible.
- ...por ejemplo -decía- era imposible preveer tiempo atrás la guerra en Irak, o en 1999 la caída de De la Rúa...
Y el tipo siguió hablando y me detuve un poco en esos dos ejemplos y en su supuesta impredictabilidad.
Por un lado es cierto: gran parte del periodismo "aquí y ahora", siguiendo la lógica del momento y el eterno presente, tienden a presentan los sucesos como desvinculados de una historia previa, repentinos, como salidos de la nada, en suma, como inevitables.
Pero por el otro, yo creí haber leído todo eso antes, en otros lados.
* En 1996, en La trama del neoliberalismo, Pablo Gonzáles Casanova hablaba de "una nueva ideología intervencionalista a nivel mundial, que en nombre de 'acciones militares humanitarias' permite a las grandes potencias preparar 'fuerzas de acción rápida' y una opinión pública que se entusiasma con nuevas guerras contra Irak." Siete años antes.
* En 1998, en La izquierda en la Argentina, Eduardo Grüner afirmaba tener la impresión de que "la Alianza tiene las patas mucho más cortas que lo que las tuvo el menemismo en su momento y, con más razón, el alfonsinismo. Han pasado desde 1983 quince años y la erosión que ha sufrido el sistema político argentino ha sido enorme. Esa misma erosión puede contribuir a que el desgaste de las expectativas que un sector todavía importante de la sociedad argentina deposita en la Alianza se produzca con mucha mayor rapidez que bajo los gobiernos de Alfonsín y Menem." Tres años antes.
En otras palabras: parece que los intelectuales de izquierda -quienes a menudo son acusados de poco sensatos- terminan siendo los más lúcidos y haciendo los análisis más acertados.
Quizás sea cuestión de escucharlos un poquito más, ¿no?