Varsovia miércoles, 15 de agosto de 2007

Al aterrizar en Varsovia venía con las expectativas relativamente bajas. Pensaba que a nivel estético las ciudades jóvenes de Europa del Este, sometidas a cincuenta años de realismo socialista, iban a empalidecer frente al esplendor aristocrático, medieval y/o antiguo que ostentaban otras capitales de Occidente. Pero la verdad que la primer nochecita, caminando por las callecitas cerca de la Ciudad Vieja, me di cuenta que esta parte de la ciudad, esta parte del paseo, no tenía nada que envidiarle, por caso, a las mejores calles de Barcelona.

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Día de niebla en Varsovia. A lo lejos se vislumbra el Palac Kultury i Nauki (Palacio de la Cultura y de la Ciencia), un bondadoso regalo de papá Stalin al pueblo polaco, por entonces uno de sus satélites soviéticos. Pero hoy, más que por la niebla, el palacio está tapado por las coloridas banderas del Mc Donald's local y entonces la metáfora se vuelve demasiado obvia, casi torpe.



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Al día siguiente fuimos al terreno que hace siete décadas fue la casa de mis bisabuelos, en pleno centro de Varsovia. De la casa que tenían, bombardeo nazi de por medio, no queda nada. En su exacto lugar hoy vemos una vereda repleta de puestitos precarios. Un polishopping -un bolishopping polaco. Venden souvenirs, gorritas y recuerdos de Polonia.

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Llueve en Varsovia y de repente la parte vieja de la ciudad me parece todavía más linda.



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Me decepcionó el goulasch. Pedí especialmente recordando el tremendo goulasch que hace mi abuela Aurora, pero se ve que la nona usa la receta croata, o la húngara. La versión polaca del mismo plato está tres escalones por debajo.

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Pedimos un taxi hasta el aeropuerto. El conductor, un bigotudo muy simpático, nos habló durante todo el viaje. Su entonación en inglés era idéntica a la de Borat.
- You like Warsaw? Is good, is good -insistía.
Nosotros le dijimos que sí, un poco para cumplir y otro tanto de en serio. A medida que recorríamos por última vez la ciudad, nos iba indicando:
- Blue building, built for the students, very cheap. 200 złoty a month.
200 złoty eran algo así como 220 pesos. Nada mal, pensé. Y de vuelta por el Palacio de Cultura:
- This was a gift from Stalin, from Rásha, not good, you know, communist.

3 comentarios:

Cinzcéu dijo...

Todos tus posts europeos son buenos, pero éste es el mejor. Esa foto del Palac bajo la niebla y tras los banners de Mc Donald's es candidata al Pulitzer. Lo de la casa de tus bisabuelos, excelente: un siglo de historia en cinco frases. El speech del tachero, impagable (esto último significa que no voy a contribuir a los 200 zloty para que te quedes a escribir desde Warsaw, jajaja). Saludos.

Anónimo dijo...

boluuuuuuuuuuuudo, tas de joda? :D

un abrazo y disfrutá

Gonzalo (ex livra)

Anónimo dijo...

Que lindas fotos de Varsovia... aguante el polishopping y el goulasch!
Insisto, me gustaron las fotos!!!!
Muy lindas cronicas europeas niño!
Cuidate pendex!!!!