# 30. If She Wants Me / Belle & Sebastian
Dear Catastrophe Waitress (2003), Rough Trade
Por estos tiempos resulta difícil distinguir lo encantador de lo kitsch, lo dulce de lo recargado de azucar. Hagamos un breve ejercicio, tipo ping pong: ¿"House of cards"? Preciosa. ¿"Wake me up when september ends"? Destila mayonesa. ¿Juno? Linda. ¿Love Actually? No apta para diabéticos.
¿Y Belle & Sebastian? ¿Qué hay de las canciones pop de este grupo escocés, artesanalmente construidas con voces gentiles e instrumentación ad hoc? ¿Qué hay de sus temas sobre personas que escriben cartas a pesar de ser "muy jóvenes para poner todas sus esperanzas en un solo sobre"?
I took a book and went into the forest
I climbed the hill, I wanted to look down on you
But all I saw was twenty miles of wilderness so I went home
¿Recuerdan la pequeña peripecia existencial de "Bixby Canyon Bridge" (#55)? La sensación de vacío narrada aquí es casi idéntica. Sólo que el contrapunto con la agradable melodía no hace más que agudizar el aire de melancolía que se respira en estos minutos. Por debajo de su accesibilidad pop emerge una marcada habilidad para la composición y un conjunto complejo de emociones capaces de moverle el piso al más duro macho pampeano.
# 29. God Put a Smile Upon Your Face / Coldplay
A Rush of Blood to the Head (2002), Parlophone
Cal: How? How do you know I'm gay?
David: Because you macramed yourself a pair of jean shorts.
Cal: You know how I know you're gay? You just told me you're not sleeping with women any more.
David: You know how I know you're gay?
Cal: How? Cause you're gay? And you can tell who other gay people are?
David: You know how I know you're gay?
Cal: How?
David: You like Coldplay.
¿Coldplay tiene los chistes que se merece? Sus últimos dos álbumes configuraron una imagen de grupo aburrido, denso y, sobre todo, emparentado con cierto estereotipo del conjunto "sensible". Las culpables eran las canciones, en especial las del radial X&Y: allí, su sonido se aplanó tanto que casi los hacía parecer una mueca del rock de estadios forjado por U2. Sin embargo, se vuelve necesario hacer un acto (enunciativo) de justicia: la música de Coldplay va mucho más allá de la fantochada sonora de "Speed of sound". De vez en cuando vale la pena recordarle a los pollitos recién llegados que no estamos hablando de una "banda nueva": estos londinenses tienen ya una década de carrera y, entre otras cosas, un segundo disco sensacional -que por suerte muchos recuerdan.
Alejado de sus sencillos más luminosos, "God put a smile upon your face" hace gala de una oscuridad ciertamente bienvenida. Comienza intrigante, con una guitarra acústica sobre la que se monta otra, eléctrica. A los cincuenta segundos entra una batería bastante veloz, que le imprime urgencia a la melodía. Ironía existencial de la mano del antihéroe Chris Martin, quien declaró que con esta pieza intentaba emular algo más enérgico como Muse o PJ Harvey: "God gave you style and gave you grace / And put a smile upon your face". Fue lanzado como cuarto sencillo, pero no logró alcanzar los charts norteamericanos ni británicos. Al menos acá, de lo rosita, ni noticias.
# 28. Jesus of Suburbia / Green Day
American Idiot (2004), Reprise
El protagonista de esta suite es un norteamericano de un suburbio californiano que vive a base de gaseosa y Ritalin, y para quien los graffitis en los baños públicos hacen la suerte de sagradas escrituras... del shopping. No resulta difícil entender, entonces, por qué este álbum caló tan hondo en las mentes yanquis allá por 2004. Su mayor triunfo fue haber captado aquel alocado clima de época y transformarlo en un panfleto power pop. A tres años del comienzo de la presidencia Bush, y a uno y medio de la invasión a Irak, Estados Unidos era indudablemente aquella "land of make believe / that don't believe in me".
"Jesus of Suburbia" es un cóctel de ópera punk lleno de ambición, que toma prestada la estructura de A Quick One While He's Away de a The Who, le suma un rip-off más o menos elegante de "68 Guns" de The Alarms, imprimiéndole velocidad, coros a la Beach Boys e inteligentes cambios de ritmo, con un resultado final enérgico y tarareable. Sin lugar a dudas, la pieza larga más frenética y excitante que ha dado esta década.
# 27. Flutes of Chi / Ween
White Pepper (2000), Elektra
El séptimo álbum de Ween no suena "muy beatle" de causalidad: ya su título (una suerte de unión entre el White Album y Sgt. Pepper's...) representa un guiño a los fab-four. Y la tremenda docena de melodías que lo componen le hace justicia más allá del homenaje: se sostienen por sí mismas. El set es tan sólido que costó elegir uno solo de entre ellos. Voy con "Flutes of Chi" por sonar tan agradable como uno de esos limes espirituales de George Harrison, con un gran trabajo de guitarra y de sintetizador. Buenas vibras en pleno año 2000, hermano.
# 26. Nettie Moore / Bob Dylan
Modern Times (2006), Columbia
Poco se puede decir sobre Bob Dylan que no se haya dicho antes. A veces lo mejor es concentrarse en determinados detalles que le escapan al cliché, como por ejemplo el hecho de que con el paso del tiempo el viejo Bob fue encontrándole la vuelta para disfrazar de la mejor manera posible su quebrada voz. Ciertos artilugios y vocalizaciones esconden el hecho de que las cuerdas se le están agotando. Lo más sorprendente es que sale victorioso del esfuerzo: el resultado final reviste un encanto bastante único.
Oh, I miss you, Nettie Moore
And my happiness is over
Winter's gone, the river's on the rise
I loved you then, and ever shall
But there's no one left here to tell
The world has gone black before my eyes
# 25. One Armed Scissor / At the Drive In
Relationship of Command (2000), Fearless
Un sólo ejemplo sirve para ilustrar cómo esta banda de chicanos de El Paso, Texas, fue contra la corriente en todos los sentidos. Habiéndose formado en una desértica ciudad que tiene 302 días de sol al año y un 83% de los días con luz natural, de ellos podíamos esperar un sonido un poco más, eh, luminoso. Pues no.
Si tensamos al mango la fiebre clasificatoria podríamos considerar a los At The Drive-In como un conjunto post-hardcore, es decir, una derivación del hardcore americano de la década del 80 (Fugazi, Black Flag) con producciones -además de oscuras- fuertes, basadas en guitarras ruidosas, en cambios de ritmo y en interpretaciones vocales cambiantes. "One armed scissor" concentra toda la energía que se puede esperar de una banda joven y rabiosa pero con inteligentísimos momentos de tensión y descarga. Lo más destacado es el grado de emotividad, inaudito para un sencillo de cuatro minutos y palpable como nunca en el último puente.
# 24. On Call / Kings on Leon
Because of the Times (2007), RCA
Les presento a los Kings of Leon. Cuatro familiares (tres hermanos y un primo) que comenzaron cultivando un estilo sureño, juguetón, y que en 2003 produjeron un álbum que llevó a la siempre ingeniosa crítica musical anglosajona a definirlos como "Creedence en LSD". Que al año siguiente sorprendieron a propios y extraños al sacar un trabajo mucho más retraído e inteligente. Y que tres años más tarde volvieron a sorprender con un disco que se enmarcaba, sin más, en la vena "rock alternativo" inaugurada por The Jesus and Mary Chain.
Un bajo punzante, guitarras ruidosas, alaridos: esto es un tema 100 % Pixies en medio de 2007. Por las letras no van a ganar ningún Premio Príncipe de Asturias (de hecho, es una especie de "You've got a friend" para el siglo XXI), pero qué tema, señores. Qué tema.
Los Kings of Leon van cambiando tanto de estilos que resultaría difícil saber exactamente sobre qué reinan. Pero sobre ese algo, they rule.
# 23. Hate to Say I Told You So / The Hives
Veni Vidi Vicious (2000), Burning Heart
¿Cómo pueden un par de notas patear tantos traseros? A más de cuatro décadas de la invención del riff de guitarra moderno, ¿qué queda por descubrir? Podríamos preguntarle al siempre joven Kurt Cobain, que hace casi veinte años olió espíritu adolescente -no eran precisamente los Teen Angels- y lo plasmó en una figura rítmica que, digámoslo, cambió la vida de millones de adolescentes de clase media -y no tanto- de todo Occidente.
Ahora bien: mientras que "Smells like teen spirit" fue sin lugar a dudas el riff de los 90, esta década no dejó un claro ganador. Estos últimos diez años contaron con pocos -pero geniales- exponentes de este tipo de rock hecho y derecho que, con sus variaciones, crearon algunos de los mejores riffs de tiempos recientes: podríamos citar, por ejemplo, algunas melodías de Audioslave, The White Stripes y Queens of the Stone Age. La diferencia entre estas tres bandas y The Hives quizás esté en que los grupos mencionados son herencias de Black Sabbath, Led Zeppelin y Deep Purple, respectivamente --es decir, supergrupos setentosos, más bien metaleros o blueseros... mientras que los orígenes del estilo hive pueden ser ubicados un poco antes en el tiempo, en la corriente garage rock de finales de los sesenta.
El sonido es más crudo, ruidoso: por eso, quizás, llame tanto la atención la aparición de una figura rítmica tan clara en el medio de este embrollo, y su resultado sea la completa voladura de peluca de cualquiera que esté escuchando.
# 22. Obstacle 1 / Interpol
Turn On The Bright Lights (2002), Matador
"Uno podría adentrarse en una reseña como esta preguntándose cuántas palabras pasarán antes que se mencione Joy Division. En este caso, la respuesta es 16", reflexiona Andy Kellman de AllMusic en su reseña del disco debut de Interpol. En efecto: resulta imposible hablar a esta banda neoyorkina sin referirse a aquella liderada por Ian Curtis en la década del 80. ¿Otro revival? Si las líneas de bajo fuesen todas así de impresionantes y las vocalizaciones tan tensas y honestas, la respuesta es: qué más da...
We can find new ways of living
make playing only logical harm
We can top the old times
clay-making that nothing else will change
She can read, she can read, she can read
she’s bad, oh she’s bad
# 21. Everything in its Right Place / Radiohead
Kid A (2000), Parlophone
En los sueños uno cree que escucha temas. ¿No les pasó alguna vez? Apuesto a que sí, ¿nunca se despertaron cantando un tema? Uno podría jurar que en los últimos minutos (¿segundos, horas?) de su descanso tal o cual cosa es lo que estaba "sonando": un verdadero soundtrack onírico. El problema con las canciones somnolientas es que en general son gancheras, bobas, estúpidas. Una vez, incluso, recuerdo haber vuelto en sí con "Walking on sunshine" en mi cabeza. Dios mío.
"Everything in its right place" abre el disco Kid A y fue compuesta por Thom Yorke en piano y computadora. Es urgente, tensa, pero espaciosa. Desarrolla un contrapunto entre dolor y alivio, entre la saturación sonora y el relaje absoluto. Es surreal, equivale a un instante de vigilia. Por eso, mi sueño es soñar con esta canción algún día. Aún no pierdo las esperanzas.
3 comentarios:
AT THE DRIVE-IN!!!!
ídolo!!!!
Everything in... para mí estaba para top 10 jaja pero bueno puede ser muy personal.
Las primeras 3 las escuché hoy!
Y conocí Belle & Sebastian por vos, groso
David: You know how I know you're gay?
Cal: How?
David: You like Coldplay.
¬¬
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