# 80. Goodnight Moon / Shivaree
I Oughtta Give You a Shot in the Head for Making Me Live in This Dump (1999), Capitol
Les juro que no es un truco de David Copperfield, pero cada vez que escucho este tema, bajan las luces de mi pieza y sube la temperatura. La magia se desata con los susurros de Ambrosia Parsley, que nos envuelven desde el inicio. Ahí cerramos los ojos y el puente atraviesa nuestra mente: "What should I do I'm just a little baby, / what if the lights go out and maybe / and then the wind just starts to moan / outside the door he followed me home". Sutiles coros nos acompañan hasta el estribillo, donde esta chica asustada y sola en su casa nos cuenta: "If it's not here soon / I might be done / No it won't be too soon 'til I say / Goodnight moon"... ¿Alguien dijo sensualidad? Pura atmósfera de una pieza que iluminó la banda de sonido de Kill Bill y que, como si fuera poco, apareció en el disco con el mejor título de la década.
# 79. The Girl In The Dirty Shirt / Oasis
Be Here Now (1997), Creation
A fines de 1997, en consonancia con las estadísticas que el clima de época obligaba a sacar, la prensa nos explicó que Be Here Now se había convertido en el disco de más rápida venta de la historia de la música. Casi medio millón de álbumes vendidos el día de su lanzamiento... que tardaron sólo algunos minutos en decepcionar a propios y extraños por su extrema autoindulgencia. Temas interminables, engolosinados solos de guitarras, exceso de merca: es al día de hoy que Amazon sigue ofreciendo más de doscientas copias usadas del disco desde un centavo de dólar. ¿Qué es lo que nos gusta de "The Girl in the Dirty Shirt"? En primer lugar, que dura menos de seis minutos. Luego, como diría la intraducible frase del inglés, que el tema es unapologetic, que no oculta sus deseos de ser -si acaso- una buena canción pop. Finalmente, la excelente coda. Esta melodía merece estar en el listado por ser representativa de lo mismo que podríamos haber encontrado en cualquier estadio de rock durante los '90: una chica con la remera de Oasis.
# 78. Misunderstood / Wilco
Being There (1996), Reprise
El country alternativo es un género extraño. Surgido durante los años que nos ocupan como una versión más lo-fi del folk norteamericano, pronto se acercó al gran significante vacío del indie, con bandas que transitaron un camino que comenzaba en aquel subgénero y terminaba quedando en algún lugar "más Pitchfork". Tal fue el derrotero de los geniales My Morning Jacket pero también de Wilco, el grupo de Chicago liderado por Jeff Tweedy que en sus inicios ostentó joyas como esta: una preciosa balada piano-driven que hacia los cinco minutos estalla en un maravilloso caos de ruido guitarrero. Una épica insolente y abrasiva.
# 77. The Ballad of Peter Pumpkinhead / XTC
Nonsuch (1992), Virgin
Algún día los XTC serán recordados como la mejor banda pop desde los Beatles. Como esto va a tardar un tiempo en suceder, permítanme recomendarlos mientras tanto desde esta humilde trinchera. Liderado por Andy Partridge y Colin Moulding, este grupo inglés se destacó entre las centenares de bandas surgidas de la ola new wave a finales de los '70 por sus influencias bien aprendidas y su calidad compositiva. Su decimoprimer álbum, Nonsuch, alcanzó cierta popularidad en el verano boreal de 1992. "The Ballad of Peter Pumpkinhead", una entretenida fábula con harmónica y guitarras tipo R.E.M., fue su principal caballito de batalla, llegando al número 1 de los Modern Rock Charts norteamericanos hasta que fue desplazado por "Friday I'm in love".
# 76. Electricity / Spiritualized
Ladies and Gentlemen We Are Floating in Space (1997), Dedicated
El sonido electrizante y magnético que atraviesa el álbum más conocido de este celebrado grupo inglés no deja lugar a dudas: realmente estamos flotando en el espacio. Así parece indicarlo el desorden psicodélico y jazzero de "Electricity", un caos de distorsión donde las estridencias estallan sobre una pista de cuelgues, creando sentidos que exceden al sonido canónico de la era de lo simple y directo. El arte de tapa del álbum simula una caja de remedios, elección más que apropiada para este alucinógeno sonoro que anestesia y estimula por igual al oyente.
# 75. So What'cha Want / Beastie Boys
Check Your Head (1992), Capitol
Tomen el beat más simple y primario de la historia. Súmenle un órgano, un riff de guitarra distorsionado y algo de rapeo blanco. Tres minutos de licuadora y voilá: con ustedes, uno de los temas más "guacho pistola" de todo New York. Este enorme hit de principios de los noventa tiene tanta onda, y resiste tan bien el paso del tiempo, que el mismísimo Beck Hansen lo sampleó en 2005 y los usó de base en su sencillo "E-Pro". El día que cumpla el sueño de tener mi propio bar temático, este tema va a sonar todas las noches.
# 74. Virtual Insanity / Jamiroquai
Travelling Without Moving (1996), Sony Soho Square
Esta es la historia de uno de esos temas que abren puertas... o mercados. Promediando la década, con apenas 26 navidades a cuestas, el artista Jay Kay ya había pegado un #1 en el Reino Unido. Sin embargo, por algún motivo sus discos no triunfaban del otro lado del Atlántico: ni siquiera entraban en los album charts. Todo cambió con esta canción y su celebrado video musical. "Virtual insanity" lanzó a Jamiroquai la fama en los Estados Unidos, le dio a Travelling Without Moving el estatus de triple platino y llevó al mainstream un nuevo género, el acid jazz, que junto a bandas como Galliano o The James Taylor Quartet le dieron nuevas categorías al sonido bailable del momento. La canción -que Jay Kay compuso junto a su tecladista, Toby Smith- es una de sus más notables piezas, una aceitada comunión entre funk y hip hop montada sobre las inofensivas bases bailables del pop noventoso. También portaba un discurso humanista, casi aleccionador, sobre el optimismo técnico de fin de milenio: "Future's made of virtual insanity / now always seem to be governed by this love we have / for useless, twisting, our new technology / now there is no sound, for we all live underground".
# 73. Doe / Breeders
Pod (1990), 4AD / Elektra
Las canciones oscuras que más me gustan suelen durar siete, ocho minutos, porque es más o menos el tiempo que toman para que entremos en clima y olvidemos que las estamos escuchando con la página de Clarín.com de fondo. En ese marco se ubican varios de mis temas preferidos, empezando por el quinto de hora de "The Past Is a Grotesque Animal". Pero hay excepciones. Pod, el debut de los Breeders y uno de los álbumes favoritos de Kurt Cobain, logra lo mismo en cuestión de segundos. El ambiente lúgubre se perfila con versos que arrancan y frenan y con algunos coros desparramados por Kim Deal y Tanya Donelly. Una de mis partes favoritas es ese impulso final que toma el tema cuando parece que está acabando: unos segundos más que quedaron en el tintero y que la banda escupe, antes de terminar abruptamente.
# 72. Sexy Boy / Air
Moon Safari (1998), Astralwerks
Al igual que Jamiroquai -sólo que más lejos del mainstream radial y más cerca de los nightclubs del Primer Mundo-, este dúo francés redefinió con sus trabajos la música bailable de los últimos años del siglo. Con un saborcito retro que comenzaba a hacer escuela, Nicolas Godin y Jean-Benoît Dunckel reciclaron el sonido de los '70 en un hipnótico tema de synth-pop que remitía tanto a Pink Floyd como a las guitarras de los Pixies, enfrascado en lo que podría ser el soundtrack moderno de una película europea. "Sexy boy" es apenas la punta del iceberg en Moon Safari, uno de esos debuts clave que nunca llegan a superarse.
# 71. Big Me / Foo Fighters
Foo Fighters (1995), Roswell / Capitol
Si usáramos por un segundo "los anteojos que te baten la posta" de la película de John Carpenter They Live nos daríamos cuenta que el disco debut de los Foo Fighters es, en realidad, algo así como el primer álbum solista de Dave Grohl. De hecho, Foo Fighters se compone de un montón de demos que el ex baterista de Nirvana tenía hacia 1994 y por aquellos meses regrabó en Seattle. El trabajo era bien rockero -nirvanero, si se quiere-, pero entre los primeros temas había una melodía relajada, mitad beatle, mitad Cheap Trick, cuya irresistible tonada vencía con creces sus letras tontas y repetitivas. En 1996, "Big me" se convirtió en un modesto hit radial que comenzaría a pavimentar el camino para una de las bandas más idiosincráticas de los noventa.
Hace 5 años.
3 comentarios:
buenisimo fede!
conta conmigo para el bar tematico!!
Me quedé con la imagen de la situación que acontece cuando suena Goodnight Moon, interesante.
Muy buenas descripciones de los temas, ya estoy bajando esta tanda :)
celebro la primera entrada de oasis en el listado
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