Las mejores 100 canciones de los noventa: 21-30 sábado, 20 de noviembre de 2010

# 30. Killing in the Name / Rage Against the Machine
Rage Against the Machine (1992), Epic

El estallido inicial, metalero, da paso a una línea de bajo y un cencerro que nos preparan para algo grande. Para cuando una nueva acumulación guitarrera culmina con la frase de Zack de la Rocha: "Killing in the name of!", ya estamos todos moviendo las cabezas comunistas. Un riff blusero, un solo memorable de Tom Morello y un explosivo rapeo sobre las fuerzas del orden, en una de las canciones mejores construidas del grupo de Los Angeles. Nota de color: En diciembre de 2009, un muchacho de Essex comenzó una campaña online para conseguir que este tema se convirtiera en el single más vendido en Navidad en el Reino Unido y desbancara, luego de cinco años, las esperables victorias de los concursantes de The X Factor (una especie de reality pedorro al estilo American Idol). En nochebuena, para sorpresa de varios, se anunció finalmente que el sencillo más popular de la semana no fue, como se preveía, el del pasteurizado producto pop Joe McElderry sino una pieza de rabia acumulada que cierra exclamando "Fuck you I won't do what you tell me!". Hablamos de medio millón de copias. El episodio, no exento de contradicciones pero admitiendo varias lecturas, colocó al tema en el número uno diecisiete años después de ser lanzado. Los Rage donaron todo lo ganado a Shelter, una organización que le da refugio a las personas que viven en la calle. Santa Claus, LTA.

# 29. Aneurysm / Nirvana
Smells Like Teen Spirit / Incesticide (1992), DGC

Me hubiese gustado tener en el ranking al menos una canción de In Utero, uno de los cinco o seis discos fundamentales de la década del noventa. El problema es que, a mi entender, todos los temas del trabajo final de Nirvana funcionan mejor en el contexto abrasivo del propio álbum. De allí que "Frances Farmer will have her revenge in Seattle" ‒uno de mis tracks favoritos‒ o el testamento musical de Kurt Cobain, "All Apologies", no aparecerán en este listado. Para remedar este problema me propuse incluir un b-side que rescata el genuino espíritu de In Utero y es, por lejos, mejor que casi todos los sencillos lanzados por el grupo. "Come on over and do the twist", nos invita el irónico Cobain, mientras las guitarras sucias inundan nuestros oídos en estereo. El tan afamado sonido grunge nunca estuvo mejor.

# 28. Isobel / Björk
Post (1995), One Little Indian

Quizás como un coletazo del creciente interés por el mal llamado "world music", el pop noventoso tenía que darnos una artista que se saliera de los canones clásicos de occidente. Aquí entra la islandesa Björk, cuyo innegable talento tiene mucho que ver con que haya llegado al lugar que se ganó en el costado exótico del mainstream. Fusionando lo mejor de las tradiciones pop, electrónica y avant-garde, la chica de Reikiavik construye aquí una canción cuya orquestación le da un sabor épico que hace de contrapunto con la batería electrónica. Las sensualidad de sus vocalizaciones se apoya sobre logradísimos arreglos: paradójico como pueda parecer, todo está calculado para que suene lo más fresco posible. Y así sale.

In a heart full of dust
lives a creature called lust
It surprises and scares
like me

# 27. From a Motel 6 / Yo La Tengo
Painful (1993), Matador

Gran pieza de la banda de New Jersey, que presenta un juego entre la calma de la base musical y el ruido guitarrero bien al frente ‒un verdadero clásico noventoso. Influencias bien aprendidas de Sonic Youth y My Bloody Valentine y un estribillo que es, básicamente, un riff distorsionado. Melancolía indie al 100%.

Pull a woollen blanket across my eyes
Dream a quiet place for us to fight
Oh no, your heart is broken- don't you think that's a little trite
I drift off to sleep, while the snow falls on the screen

# 26. Tender / Blur
13 (1999), Food / EMI

13 es uno de los trabajos más desparejos y cuestionados de la banda de Damon Albarn y Graham Coxon. No obstante, la sola existencia de una canción como "Coffee & TV" justifica su compra ‒y "Tender" acompaña. Desde los acordes iniciales podemos adivinar que estamos frente a uno de los intentos de "temas majestuosos" de la banda de Colchester. "Lord I need to find / someone who can heal my mind", canta el grupo, segundos antes de la aparición de un grupo gospel, con un ritmo tan característico que parece una variación de aquel gran éxito de Lennon/McCartney. "Tender" es el mejor cover de "Hey Jude" de la historia.

# 25. Santeria / Sublime
Sublime (1996), MCA

Ciertos géneros de la música popular llegaron a fin de milenio completamente gastados. Dos buenos ejemplos son el ska y el reggae, donde cada vez más émulos de The Specials o de Bob Marley, según el caso, se limitan a usar trajes negros y darle a los dos tonos (ska) o a jugárselas de jamaiquinos y hablar pavadas sobre Babylon (reggae), para luego disolverse sin haber producido si quiera un sencillo decente. Distinta fue la historia de Sublime, tal vez por haber tenido de frontman a Bradley Nowell, un muchacho con influencias muy bien aprendidas no sólo de ska o de reggae sino además de punk, dancehall, rythm & blues. "Santeria" es un relajado relato de venganza (si algo así es posible) con unas vocalizaciones deliciosas: el tema ideal para cantar en un karaoke veraniego cuando ya estás con dos cervezas encima.

# 24. The Death of Ferdinand de Saussure / The Magnetic Fields
69 Love Songs (1999), Merge

Recordado como pocos discos de culto en los '90, este álbum conceptual sobre el amor (mejor dicho, sobre las canciones de amor) tiene la particularidad de ser, tal como definieron los amigos de Pichfork, exactamente la suma de sus partes. Cada una de las 69 canciones que lo componen salieron de la mente del nunca bien ponderado Stephin Merrit, que en más de una ocasión trasciende el ensayo synth pop y produce piezas sublimes como la que nos ocupa, donde Merrit, siempre relajado, parece componer sin esfuerzo una delicia de estribillo que abre y cierra como quien no quiere la cosa. Pero nosotros sí la queremos; es más, la amamos.

# 23. Seymour Stein / Belle & Sebastian
The Boy With the Arab Strap (1998), Matador

Hablando de álbumes de culto, es imposible continuar con el repaso sin detenernos en The boy with the arab strap, un trabajo de altísima calidad donde resulta difícil elegir un track entre tan buen material. Quizás en otro momento volvamos sobre el toque bossanova que el grupo escocés le imprime a "Ease your feet in the sea" o al encanto minimalista de "Sleep the clock around". De momento me limitaré a destacar uno de los temas más densos ‒en el sentido amplio de la palabra‒ de la banda, guiado por la voz melancólica de Stevie Jackson y una referencia al productor musical del mismo nombre, que en su momento dirigió la discográfica Sire y firmó para ellos, entre otros, a The Ramones, Talking Heads, Pretenders y The Smiths. Y la mención de esta última banda no es casual: por aquellos años (antes de ganar músculo y matices con The Life Pursuit) los Belle & Sebastian ya se habían convertido los Smiths de fin del milenio.

# 22. Buddy Holly / Weezer
Weezer (1994), Geffen

Estos muchachos me recuerdan a los Pixies. No solo en cuanto al sonido (influencia real, palpable) sino en que, después de todo, tanto Rivers Cuomo y sus amigos como el cuarteto de Boston son apenas personas ordinarias haciendo música extraordinaria. No son rockstars, ni intentan serlo, pero sacan canciones por las que más de un rockero mataría. Claro que en cada banda hay al menos una gran mente compositora: y así como los Pixies tenían a Black Francis y Kim Deal, los Weezer tienen a Cuomo, un nerd de Harvard (véase: pantalones caqui, chombas, sweaters con rombos, anteojos de marco grueso) cuya meta máxima en la vida es llegar a construir el tema pop perfecto. Sorprendentemente, este bajito logró su cometido en su mismísimo disco debut con "Buddy Holly", una ajustada amalgama entre guitarras fuertes, distorsionadas y toneladas de melodía en la mejor tonada power pop desde "My Sharona", de The Knack.

# 21. Criminal / Fiona Apple
Tidal (1996), Clean Slate

El trabajo sumado de todas las cantautoras de América del Norte de aquel entonces ‒desde Tori Amos hasta Sheryl Crow, pasando por la canadiense Alanis Morissette‒ no puede más que empalidecer frente al segundo sencillo del disco debut de Fiona Apple. ¿Cómo explicamos que toda esta combinación de rabia, angustia, inocencia y sensualidad que suena en estos seis minutos sale de la cabeza de una neoyorkina de 18 años? Una carta de presentación así clausura al instante cualquier debate sobre a quién corresponde el título de mejor songwriter femenina del Nuevo Mundo. El tema no se agota sólo en el clima oscuro y la ejecución vocal de nuestra propia princesa Fiona...

I know tomorrow brings the consequence
at hand
But I keep livin' this day like
the next will never come, oh!

... sino que se monta sobre numerosas capas de arreglos y finaliza con una extensa coda, entre intrigante y sombría, que incluye flautas y notas de piano casi al azar. El que se pasó los noventa escuchando "All I wanna do" y aún no dio con "Criminal" se está perdiendo buena parte del panorama. Esto es un timeless classic.


1 comentarios:

Pablo P. dijo...

Gran inclusion la de The Magnetic Fields. Siempre me parecio un tema grande, gigante este de "la muerte...", al igual que muchos del 69 pero ese mantra melodico, ese estribillo, es genial!!!! Gran decena la que posteaste!!!