Néstor Kirchner viernes, 29 de octubre de 2010

El Presidente que cambió el paradigma
por Mario Wainfeld



El ex presidente Néstor Kirchner murió ayer, en El Calafate que tanto amaba y tanto lo sedaba, en pleno protagonismo, cuando tenía apenas sesenta años. Es difícil encontrar un parangón histórico con la desaparición de un líder de su porte, en tales circunstancias. Raúl Alfonsín falleció hace poco; el impacto y la emoción fueron grandes, tanto como el reconocimiento. Pero al líder radical todo le llegó cuando estaba en el ocaso de su carrera, cuando ya no era un protagonista de primer nivel. Tal vez el parangón más cercano sea la desaparición de Juan Domingo Perón durante su tercer mandato: una figura central, en torno del cual constelaba la política, que ordenaba (por así decir) amores, odios y alineamientos. Pero hay una diferencia sideral con esos días, que alude al legado que deja Kirchner. Sin Perón, era evidente que la Argentina se encaminaba, irremisiblemente, a una situación peor y su fuerza a una crisis fenomenal. Kirchner deja el centro de la escena en un país gobernado y gobernable. Con una economía y una situación social sustentables, con previsibilidad política. En el ’74 la política era colonizada por la violencia; en 2010 se cumplen varios años de paz social muy grande (para los parámetros argentinos) y con un rumbo mejorable (como todo) pero racional. Kirchner llegó a la Casa Rosada en un país devastado, se fue en otro, aún cargado de deudas sociales y contradicciones pero indeciblemente mejor.

***

Gobernante ante todo: Fue un político hasta su última hora. La noche del martes se pasó mirando números, encuestas, datos económicos, fatigando su celular. Antes que nada, fue un hombre de gobierno: recorrió todo el escalafón de cargos ejecutivos, su lugar en el mundo. Intendente de Río Gallegos, ganando su primera vez por un pelito. Después, gobernador de Santa Cruz. Siempre fue reelecto, dato digno de mención. Llegó a la presidencia cuatro años antes de lo que indicaban su ambición y su férrea voluntad, por uno de esos raros azares felices de nuestra historia. Accedió con votos prestados, con mínima legitimidad, en una nación devastada y acomplejada que apenas empezaba a levantar cabeza. Figura dominante de este siglo, captó como nadie el significado de la catástrofe de 2001, su génesis, el arduo y escarpado modo de irla repechando. El “que se vayan todos” expresaba el descrédito de la política pero no le ofrecía salida. Sin gobierno, sin Estado, sin conducción, sin dinero en caja, con casi tantas monedas como provincias, sin poder político, nada sería posible. Una población abatida, con millones de desempleados, hogares destrozados por la falta de trabajo, falta de fe individual y colectiva lo recibían. Casi nadie lo conocía, lo que incluía a muchos que lo habían votado, por descarte.

“Que se vayan todos” era un síntoma de la imperiosidad del cambio, un rechazo al pasado cercano pero no un programa de salida. Kirchner captó ese doble mensaje: supo (o mejor, decidió) que era acuciante reparar los daños causados por la dictadura, por el entreguismo desaprensivo de los ’90, la anomia del gobierno aliancista, la sumisión a los organismos internacionales de crédito. Reconstruyó el Estado, compensó los poderes fácticos acrecentando el del gobierno popular, designó a los culpables de la caída. Los fustigó con su palabra, atropellada pero clara al designar adversarios y enemigos. Polarizó y politizó, son virtudes, quedando para la polémica las dosis o las proporciones.

Pero, además, edificó un paradigma distinto. A su modo, con vectores claros y simples, eventualmente esquemáticos. Como un maestro mayor de obras, que erige una casa sencilla, eventualmente con paredes algo chingadas, pero habitable.

Había que reparar, había que compensar a las víctimas del terrorismo de Estado y de la desolación económica. No era ése el menú de moda en la Argentina, fue el que eligió, al que apostó con pocas barajas en la mano y no tantas fichas. Lo marcó asimismo la sangre derramada en los finales de los gobiernos del radical Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde también: debía cesar la violencia represiva, que minimizó a niveles únicos en la historia y mantuvo permitiendo un grado de movilización altísimo, que a menudo le jugó en contra.



Giro: Se le reprocha haber cambiado su postura respecto del terrorismo de Estado, de las políticas económicas precedentes. La supuesta incoherencia fue uno de sus mayores méritos, pues (como Alfonsín en sus primeros tramos) recorrió la parábola inversa a lo que predicaba la cartilla de los gobernantes, la que observaron el menemismo, la Alianza, el propio Frepaso. La que indujo a Carlos Reutemann a aterrarse ante la perspectiva de ganar lo que, parecía, equivaldría a reprimir, bajar salarios, endeudar al fisco. Kirchner viró a izquierda, hacia un creciente protagonismo estatal, porque comprendió que se atravesaba una nueva etapa.

Combinó lo concreto con lo simbólico, seguro que con trazos gruesos. La remoción de la Corte Suprema menemista por una de mayor calidad, la derogación de las leyes de la impunidad, la bajada del cuadro de Videla, la reapertura de la ESMA, la relación más estrecha que jamás tuvo gobierno alguno con los organismos de derechos humanos vienen en combo.

También, en otro carril, el desendeudamiento (acordado en simultáneo con el presidente brasileño Lula da Silva), la virtual ruptura con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la decisión de poner el acelerador a fondo en la economía, la creación de puestos de trabajo, la ampliación de la masa de jubilados. Todas esas acciones enfrentaron críticas lapidarias, anuncios de catástrofes, aplazos desde academias del saber o desde grupos de interés.

Los grandes humillados del cuarto de siglo que precedió su desembarco en la Rosada fueron su centro de atención: los trabajadores, las víctimas del terrorismo de Estado, los argentinos en su conjunto privados de autoestima y de conchabo.

***

Economía política: Su concepción económica, que signó la etapa, es acendradamente política y uno de sus más claros lazos de parentesco con el primer peronismo. El crecimiento a todo trapo, el acelerador siempre a fondo, la promoción del consumo y del empleo conllevan un objetivo político y democrático. Estaba compelido a conseguir consenso, en parte para su proyecto político pero, especialmente, para recuperar gobernabilidad y estabilidad. La satisfacción de necesidades primarias, la posibilidad de acceder a bienes necesarios o algo suntuarios y al trabajo fueron su camino hacia la popularidad. Seguro que faltó equilibrio con otras variables, sobre todo en los últimos años, pero mete miedo pensar qué hubiera pasado sin un gobierno valorado, sin un Estado sólido, sin reservas financieras. Se cortó la continuidad decadente que destruyó la trama social entre (por lo menos) 1987 y 2002.

Pasar del desempleo al trabajo, tener unos pesos en el bolsillo y menos miedo sobre el porvenir acrecienta la autoestima, desbaratada en décadas de desvaríos.

Contaba que siendo joven, cuando salía de noche, su padre le preguntaba si tenía dinero y le daba unos pesos más, no para gastarlos sino para estar seguro. Cifraba así su propia economía política. En pocos años la Argentina disminuyó su deuda externa a niveles manejables (que aliviará a gobiernos futuros), solidificó a la AFIP y la Anses.

La puja distributiva volvió a estar en agenda, con avances institucionales que desde otras banderías se subestiman, se niegan o se detestan. Las convenciones colectivas anuales, siempre en alza, las reformas laborales progresivas sí que insuficientes, la consolidación del sistema jubilatorio forman un haz de aportes innegables. Ahora, en el purgatorio, se debate en detalle cómo cualificar esos logros, cómo redistribuir mejor, cómo elevar el piso. Cuando se estaba en el sótano, unos cuantos discutían el rumbo.

***

Las cifras, el consenso, la derecha: Las cifras que enunciaba a granel (PBI, reservas, índices de crecimiento y de empleo en especial) fueron su obsesión y su fuerza. Gobernante de una crisis a la que apodó, sin mayor exageración, “el infierno” centró en ellas su atención, su gestión y una fracción relevante de su deseo. Timonel vigoroso, derivó hacia “el Purgatorio”, en un tránsito que no fue pacífico. Una derecha sin referencias políticas lo acechó siempre. Se olvida a menudo, pero la emergencia de Juan Carlos Blumberg sucedió pocos días después del inolvidable 24 de marzo de 2004. El crecimiento general, el renacimiento de las economías regionales, los costados virtuosos del “modelo” con paridad cambiaria competitiva, creación de puestos de trabajo, obra pública y acumulación de reservas le fueron ganando, si no apoyos militantes, consensos muy extendidos. En la emergencia, casi todos se aferraron al capitán de tormentas, incluyendo a las patronales, que mayormente se la llevaron con pala. Rabiaban por el ascenso de los trabajadores, por tener que pulsear en las paritarias pero acompañaban.

De un presidente ignoto, sin caudal propio, pasó, en dos elecciones seguidas, a una mayoría holgada, propia. En ese devenir, descuidó el armado político y desnudó limitaciones para ciertas destrezas políticas: contener a los propios, acariciar a los dudosos, formar nuevos cuadros, movilizar. Así, llegó en auto a las victorias de 2005 y 2007, tras redondear la mejor presidencia habida desde la primera de Perón.

En pos de la gobernabilidad se fue arrimando al peronismo y al movimiento obrero, dejando de lado su proyecto de transversalidad, que incluía una etapa superadora del bipartidismo. En parte fue porque el ensayo encontró límites fuertes, algunos derivados de impericia, otros de falta de peso de los nuevos aliados. En cualquier caso, afrontó un dilema complejo, con soluciones imperfectas en ambos casos. Hombre de gobierno, se inclinó por la que remachaba la continuidad y la estabilidad. Siempre será polémico el saldo, nunca será redondo. En la galaxia peronista, su aliado más fiel y rendidor fue la CGT conducida por Hugo Moyano, en una relación que mejoró a ambos socios, dejando heridos y asignaturas injustamente pendientes, como el reconocimiento de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).

***

De la desconfianza a Unasur: Patagónico, desconfiado, formateado en una provincia donde todo se hace con esfuerzo propio, la política internacional le resultaba distante y hasta la sospechaba de distractiva. Supo cambiar de parecer al internalizar la necesidad de una política regional, que diera carnadura a su relato antiimperialista, irrealizable desde un solo país. También, acierto fundante, se percató de que Brasil y Lula (el mejor colega que podía tener allí) eran aliados estratégicos de la Argentina. En la Cumbre de las Américas de Mar del Plata le tomó el gustito al juego político. La vulgata dominante narra que Argentina se “aisló del mundo”, un disparate de aquellos. Jamás comerció con tantos países, jamás se ligó a tantos mercados. Y, además, jamás jugó un rol de equilibrio y pacificación en América del Sur. Argentina y Brasil primaron con activismo y compromiso para que Evo Morales fuera presidente, para que la rosca de derecha no lo derrocara, para evitar la guerra entre Colombia y Ecuador, para intentar frenar el golpismo en Honduras y para frenarlo en Ecuador.

La mejor relación que haya existido jamás con Brasil, con Chile, con Bolivia, con Venezuela, con Paraguay. El conflicto con Uruguay fue un retroceso en ese avance global, felizmente remendado bajo la gestión de Cristina Kirchner y el presidente uruguayo José Mujica.

También hubo trato privilegiado con España y una relación sensata, sí que gratamente autónoma, con Estados Unidos.

La presidencia de Unasur es otro vacío difícil de llenar. Lograda con unanimidad expresa una verdad negada por la conjura de los necios: la valoración de Kirchner trasciende las fronteras. Para Lula, para Hugo Chávez, para Michelle Bachelet, para Evo Morales, para Correa, fue un aliado de fierro y un compañero. Los demás presidentes, de otras pertenencias, reconocieron a una figura de primer nivel, a despecho de las diferencias.

***

Cambio de roles: Desde el vamos, desde cuando su revalidación parecía una quimera, predicó que no iría por la reelección. Recelaba del desgaste, de la fatiga ciudadana, hablaba de una necesidad de mayor institucionalidad y menos combate. Cristina Fernández, de cualquier forma, llegó en tono de reelección que los escasos cambios de su gabinete convalidaron. El color peronista del apoyo electoral signó esa decisión.

El mandato de la Presidenta fue mucho más tormentoso que el de su predecesor. Es en parte lógico: superada la malaria y recobradas las fuerzas, muchos actores incrementaron sus demandas. En parte hubo descuidos del Gobierno. En parte, muy sustancial, la agenda institucional fue mucho más ambiciosa y fundante que la de Kirchner.

Cristina y Néstor Kirchner siempre actuaron en tándem desde 2003. Pensaban muy parecido, acordaban en casi todo. Pero el cambio de roles le costó al ex presidente, que perdió muñeca política y capacidad de negociación. Fue más intransigente y menos dúctil frente “al campo” que contra Blumberg o que negociando con los vecinalistas entrerrianos o que en las tratativas con el FMI.

Las retenciones móviles y la derrota electoral de 2009 dieron la impresión de final de ciclo. Los vaivenes del electorado son siempre dignos de atención, máxime para una fuerza populista. La reacción de la Presidenta combinó un temple enorme con la sagacidad de ampliar la agenda propia. Siempre politizando y polarizando pero buscando apoyos externos, consagró cambios institucionales notables, ajenos a su imaginario años atrás. La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual hasta la demasiado demorada Asignación Universal por Hijo, pasando por la reestatización del sistema previsional fueron jugadas tremendas, arriesgadas, progresistas que importan (en los hechos más que en el discurso) autocríticas y correcciones de gran nivel.

En su sube y baja, el kirchnerismo quedó con menos apoyos difusos y más consistencia ideológica. También congregó militantes, en especial jóvenes, promovió organización y se consagró más a disputar el debate mediático.

En trance de mayor debilidad, jugó doble contra sencillo. En eso está ahora, siendo por lejos la primera minoría política, la que saldría puntera en la primera vuelta electoral, la que tiene mayor capacidad de movilización y de “calle”, la que imanta más adhesiones de artistas, trabajadores de la cultura y bloggers.

Con ese patrimonio, importante y aún no suficiente para lograr la proeza de tres mandatos consecutivos, llega la muerte de Néstor Kirchner.

***

Desafíos: El inventario se hace interminable, acaso por impericia del cronista pero también porque hablar de Kirchner es sumirse en todas las controversias de ayer, de los próximos meses o años. Sin agotar la enumeración, cabe consignar entre los aciertos el aumento del presupuesto educativo y el matrimonio igualitario. Y entre los errores, la erosión del Indec, tan contradictoria con la tendencia general de defensa del Estado y lo público.

Un líder como Kirchner es irreemplazable y, al unísono, no tiene reposo. No sólo porque el hombre era poco afecto a parar sino porque los grandes referentes siguen batallando después de muertos.

Su lugar vacante potencia la ambición de sus adversarios, la barbarie gorila que ya empezó aflorar, el odio de una derecha recalcitrante que esta nota prefiere apenas mentar. En ese aspecto el adiós de Kirchner parece, por ahora, más semejante al de Evita, por el odio de “los otros”, que al de Perón.

La Presidenta, en un momento cruel de su vida, afronta el enorme desafío de proseguir sin su compañero de vida y de luchas. También pierde a un político fundamental, a quien todos respetaban o temían o valoraban. A un alquimista que sabía contener, motivar y conducir a dirigentes, militantes y personas de a pie.

El tándem funcionó con dificultades pero era un bastión, que en los últimos tiempos había logrado el ascenso muy parejo de ambos (con leve supremacía de la Presidenta) en imagen positiva e intención de voto.

Sobreponerse al dolor personal y a la pérdida política, mantener la gobernabilidad, contener a la fuerza propia y sumar parecen retos gigantescos. En más de tres años la Presidenta ha combinado, más vale, aciertos y falencias, aunque siempre demostró aptitud para remontar las cuestas más adversas.

Cuando Kirchner advino al poder, lo informó Horacio Verbitsky en este diario, José Claudio Escribano le dio un ultimátum y un programa, que el entonces presidente rechazó de volea. Ayer, en La Nación comenzaron a pasarle letra a la presidenta Cristina para que desista de su proyecto. La primera vez creían lo que hacían, ahora es pura parada. Todos saben que ella sostendrá sus principios y su norte.

Cuando las corporaciones, sus adversarios políticos y algunas personas vulgares festejan, el cronista recuerda a uno de ellos, el ex presidente Eduardo Duhalde. En 2003, dos periodistas de Página/12 le preguntamos si Kirchner sería su Chirolita. Duhalde respondió “los que dicen eso no lo conocen. Y menos la conocen a Cristina”. Ahora, hay menos motivos para dudar de su templanza y su vocación de militante y dirigente.



Dolor: Es una sandez hablar de un potencial veredicto de “la historia”. La historia es política: en la Argentina no se han saldado debates sobre Rosas o Perón, menos se llegará a la unanimidad sobre Kirchner.

Confrontativo, por vocación, por estilo y porque gobernar es definir conflictos y aún atizarlos, Kirchner fue llorado ayer y seguirá siendo llorado por muchos pero no por todos. Ayer una muchedumbre colmó la Plaza de Mayo, espontánea y sufriente, en esa Capital de la que desconfiaba y que jamás lo apoyó.

Entre los que lo lloran la mayoría son humildes, muchos son jóvenes que recuperaron la sed por militar. Lo lloran las Madres de Plaza de Mayo, las Abuelas, los integrantes de la comunidad gay, cantidad de artistas y trovadores populares.

Su nombre será bandera y todos ellos tratarán de llevarla a la victoria, a la continuidad, a la coherencia.

Se lo llora y ya se lo añora en la redacción de este diario, que clamó desde su primer día por banderas que en su gobierno se plasmaron en conquistas, leyes, procesos y condenas a genocidas.

Ya lo extraña este cronista, que lo conoció en su labor profesional, lo respetó y quiso más de lo que marca la regla de la ortodoxia del “periodismo independiente”. Lo que nunca impidió discusiones, críticas o señalamientos que forman parte de la lógica del trabajo y de la política.

A la Presidenta, a su familia, a sus compañeros y a los que lo lloran van el abrazo y el saludo en un cierre tan heterodoxo como sentido.

Destapar las ollas, caiga quien caiga lunes, 25 de octubre de 2010





















Escribe Eduardo Grüner sobre el asesinato de Mariano Ferreyra:

(...) ¿Fue consecuencia de una interna sindical? ¿De una interna de la CGT? ¿De una interna del PJ? ¿De una operación para perjudicar no sólo a los adversarios inmediatos, sino por elevación al Gobierno? Todo eso –y vaya a saberse cuántas cosas más– es posible. Estamos en la Argentina. Enseguida intentaremos mostrar, no obstante, que tampoco eso es lo esencial, salvo como gravísimo síntoma. Pero sea como fuere, toda la carga de la responsabilidad política por el esclarecimiento cae sobre el Gobierno. Es así. Así debe ser, y muy especialmente cuando se trata de un gobierno que se autocalifica de progresista, de defender los derechos humanos y de no reprimir la protesta social. No es una paradoja: un gobierno que pretenda tener esas características está muchísimo más obligado que otros a destapar las ollas de basura que sean necesarias para encontrar la verdad, aunque el olor pueda alcanzar a algún amigo. Porque en definitiva se trata de eso: de la verdad.

Frente a otros debates más o menos importantes que se han dado o se están dando porque merecen darse –la 125, las AFJP, la ley de medios, Papel Prensa, el matrimonio de personas del mismo sexo, la participación en las ganancias, lo que fuere– se podía, y muchos legítimamente pudieron, o pudimos, pensar que se debía, considerar matices, relativizaciones, claroscuros, posiciones múltiples (apoyo crítico, crítica sin apoyo, apoyo sin crítica), con el fin de crear el mejor contexto posible para una discusión lo más profunda y productiva posible. Esto –repitamos– es otra cosa. Un “salto cualitativo”, como se dice. Aquí no hay lugar para tonalidades ni para especulaciones acerca de hasta dónde conviene correr el arco. No hay lugar para dirimir acuerdos o diferencias con la organización a la que pertenecía Mariano. Aquí se trata de la Verdad, con mayúsculas y en términos absolutos. El Gobierno y la Justicia –tanto por deber moral como por consecuencia con su discurso político y también, cómo no, por conveniencia– deberá llegar hasta el final. “Cueste lo que cueste y caiga quien caiga.” (...)

When I Come Around

Green Day en Costanera Sur, 22-10-2010





















Morir por apoyar a trabajadores despedidos jueves, 21 de octubre de 2010

Página/12, 21-10-2010

UN MILITANTE DEL PO FUE ASESINADO DE UN DISPARO POR UNA PATOTA DE LA UNION FERROVIARIA
Morir por apoyar a trabajadores despedidos

Los incidentes se desarrollaron entre Avellaneda y Barracas. Militantes de izquierda intentaron cortar las vías en apoyo al reclamo de trabajadores despedidos. Una patota de ferroviarios los corrió y les disparó. Hubo tres heridos.

Por Laura Vales



















Mariano Ferreyra, un militante de 23 años del Partido Obrero, murió tras ser baleado por una patota de la Unión Ferroviaria cuando, junto a trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca y organizaciones de izquierda que reclamaban por la reincorporación de cien despedidos intentaron cortar las vías del tren. Por este mismo conflicto ya había habido un episodio de violencia sindical el mes pasado, cuando el mismo grupo de ferroviarios y movimientos sociales fueron corridos de la estación Constitución por esta patota, que les impidió realizar un acto. Ayer, los dos grupos se enfrentaron con piedras y palos en la zona de la estación Hipólito Yrigoyen y, en medio de las corridas, los de la Unión Ferroviaria sacaron armas y dispararon contra los militantes de izquierda. Además de la muerte de Mariano Ferreyra hubo tres heridos.

Elsa Rodríguez, de 60 años, recibió una balazo en la cabeza y está en coma, tras ser operada en el Hospital Argerich. Según el último parte médico, permanece conectada a un respirador artificial en estado “grave” y con “pronóstico reservado”. Los otros dos heridos, Nelson Aguirre, con cuatro tiros en las piernas, y Ariel Pintos están fuera de peligro.

Testigos de los hechos aseguraron que como parte de la patota de la Unión Ferroviaria actuaron barrabravas de las hinchadas de Independiente, Ferro y Banfield. Denunciaron también a Pablo Díaz, la mano derecha del titular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, como una de las personas que estaba con el grupo de la Unión Ferroviaria, y acusaron también de haber estado con ellos a un hijo del subsecretario de Transporte ferroviario, Antonio Luna.

Quedó a cargo de la investigación la fiscal de instrucción Cristina Caamaño, quien ayer recorrió el lugar donde ocurrió el asesinato y hoy comenzará a tomar declaración a los testigos.

El enfrentamiento

“El martes, Mariano había estado recorriendo las vías para sumar más gente a la protesta (de ayer). El fue uno de los que pintó la bandera de ‘trabajadores tercerizados en lucha’”, contó Darío Roseto, estudiante y compañero del chico asesinado. El conflicto gremial venía de julio pasado, en reclamo de la reincorporación de 117 trabajadores tercerizados que habían sido despedidos del Ferrocarril Roca. La empresa está gestionada por la Ugofe (Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria), integrada por el Estado y empresas concesionarias (como Ferrovías, TBA y el grupo Roggio). Con una serie de medidas de fuerza, los tercerizados habían conseguido la reincorporación de doce despedidos. Una de las protestas consistió en el corte de las vías en la estación Avellaneda, el 21 de julio pasado, cuando mantuvieron el bloqueo durante once horas. La Unión Ferroviaria, enfrentada con las agrupaciones de izquierda, comenzó una campaña de volantes y pasacalles con la leyenda “los trabajadores ferroviarios no cortamos las vías”. Los pegaron en el interior de los trenes y en las inmediaciones de la estación Avellaneda, donde ayer comenzó el enfrentamiento.

“Nos reunimos en el local del PO de Avellaneda a las 10.30”, recordó otro de los testigos, José Tejeda, delegado del Sindicato de la Industria de la Construcción y Afines. Los tercerizados habían coordinado la movida, además de con el PO, con Convergencia de Izquierda, el Movimiento Teresa Rodríguez y Quebracho. Del local marcharon a la estación Avellaneda, con la idea de cortar las vías, pero se encontraron con un operativo policial y vieron que cerca de las vías ya estaba el grupo de la Unión Ferroviaria. Comenzaron a caminar, entonces, hacia la estación Hipólito Yrigoyen, para el lado de Constitución. “Pasando el puente Bosch (que cruza el Riachuelo y une a Avellaneda con Barracas) los de la Unión Ferroviaria nos empezaron a tirar piedras desde arriba, la policía también nos tiró balas de goma”, contó Tejeda, y luego hizo un cordón entre los dos grupos que puso transitoriamente freno al enfrentamiento. Al ver que no podrían cortar las vías, los tercerizados se retiraron a dos cuadras de la estación Yrigoyen y allí armaron una asamblea para discutir qué hacer. Un cordón policial separaba a los dos grupos, pero en algún momento ese cordón se abrió. Los que hacían la asamblea vieron que los de la Unión Ferroviaria se acercaban corriendo.

“Les dijimos a las mujeres que corrieran y armamos un cordón nosotros”, agregó Diego Cardías, uno de los tercerizados despedidos. Los dos grupos se enfrentaron a los golpes en la calle. “Fue un enfrentamiento con piedras y palos, porque nosotros nos defendimos, les pegamos, pero con piedras y con palos, nosotros no teníamos armas de fuego”, señaló Tejeda. La pelea duró más de 10 minutos. Algunos testigos hablaron incluso de veinte, aunque nadie tenía una noción exacta de su duración. “Ellos tuvieron que retroceder, empezaron a volver hacia atrás, y entonces, mientras se estaban yendo, vi cómo uno sacaba un arma y empezaba a tirar”, señaló Roseto. El testigo vio a un solo tirador, con un arma de puño. Otros vieron a dos hombres armados, y otros a tres. Lisandro Martínez, responsable del PO Zona Sur, vio a dos tiradores, “uno con una escopeta recortada”. José Tejeda vio a “tres hombres armados, con armas de mano”.

Tejeda tenía al lado a Mariano Ferreyra. Cuando lo vio caer –contó– creyó que había tenido un ataque de epilepsia, porque no le vio la herida de bala en el tórax. En la confusión de la pelea, aunque oyó los disparos, no pensó que les estaban tirando al cuerpo. “Los tomé como disparos al aire.” Pero al tratar de auxiliarlo notó que el chico “temblaba y se había orinado” y se dio cuenta de que estaba grave. Lo subieron vivo a la ambulancia que lo llevaría al hospital Argerich.

Los consultados dijeron que les dispararon desde una distancia de cincuenta metros, aproximadamente. También aseguraron que los agresores, al retirarse, pasaron al lado de tres patrulleros sin que los detuvieran. Por eso ayer denunciaron que hubo una zona liberada (porque la patota pudo llegar hasta ellos, lo que indicaría que el cordón policial fue levantado) y reclamaron que se investigara además por qué la Federal no detuvo a nadie.

Lo que dijo Pedraza

El titular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, reconoció que fueron integrantes de su gremio los que se enfrentaron con los tercerizados y la militancia de izquierda. Admitió también que lo hicieron para impedir que cortaran las vías, pero defendió lo hecho con un argumento de antología: “Los trabajadores defendieron sus fuentes de trabajo” (ver página 6). Por supuesto, negó que los autores de los disparos pertenecieran a su sindicato.

Desde el gobierno nacional, que salió a repudiar el asesinato y la violencia sindical, hubo una promesa de esclarecer quiénes fueron “los autores materiales e intelectuales del hecho”. Aunque la actuación de la Policía Federal –específicamente, que no haya intervenido para impedir la violencia, ni haya detenido a los agresores– generó más de una duda entre los funcionarios, no hubo declaraciones que hicieran público el malestar con el rol de la policía.

Hoy habrá una marcha a la Plaza de Mayo convocada por la izquierda y un paro nacional, que coincidieron en llamar los dos sectores internos de la CTA.

Morir por participar de una manifestación sindical, y en el marco de una pelea entre gremios, era algo inimaginable, un hecho no pensado como posible, más bien cosa de otra época. Sin embargo, en los últimos años una serie de episodios de creciente violencia sindical se han venido sucediendo: las patotas de la Unión Tranviarios Automotor contra la organización de los trabajadores del subte, los grupos de la Uocra contra los desocupados que armaron cooperativas de la construcción, las amenazas de la UTA para impedir que los choferes alineados con la CTA realizaran una protesta en la terminal de Retiro fueron algunos de ellos. En muchos de estos casos se había denunciado la ostentación de armas. Nadie podía haberlo tomado demasiado en serio, hasta ayer.

Las mejores 100 canciones de los noventa: 41-50 lunes, 18 de octubre de 2010

#50. The Colour of Spring / Mark Hollis
Mark Hollis (1998), Polydor

En tiempos donde la cosa era ruido-ruido-ruido, el vocalista de Talk Talk, Mark Hollis, decide ir a contramano del mundo. "El silencio es mi sonido favorito", declaró alguna vez. Su disco debut abre con veinte segundos de sigilio seguidos por una piano-ballad casi imperceptible. Una pieza minimalista, calma, para escuchar solo y con unos buenos auriculares.

Soar the bridges
that I burnt before


# 49. Frank Sinatra / Cake
Fashion Nugget (1996), Capricorn

Un tema low-key titulado "Frank Sinatra" que no es exactamente sobre La Voz, con un órgano que parece silbar y vientos sensuales. Unas vocales que arrancan como las de un Julian Casablancas avant la lettre. Hacia los tres minutos la banda amaga con un final en fade, que es negado por una batería que lo vuelve a meter en tema y lo lleva a una coda con oscuros chunks de guitarra. Una canción muy atractiva, para escuchar a media luz y preguntarse qué querrán decir sus letras.

# 48. Cannonball / Breeders
Last Splash (1993), Elektra

No hay forma de saberlo, pero algo me dice que de no haberse separado en 1993, los Pixies podrían haber sido estrellas del rock alternativo. Sin embargo, casi en silencio, alguien más tomó la posta: era Kim Deal, bajista de la banda de Boston, que desde el '90 tenía un grupo propio y apenas unos meses luego de la disolucion pixie llegó a las radios y a MTV con un hitazo esfervescente. Una línea de bajo con mucho groove, la voz seductora de Kim Deal que se lanza a gritar un estribillo casi submarino, ametrallado por guitarras, que se detiene y vuelve a empezar.

# 47. Sugar Kane / Sonic Youth
Dirty (1992), DGC

Durante buena parte de los '90, Sonic Youth fue considerada la banda independiente por antonomasia. Con el correr de los años sus integrantes se convirtieron en referentes no sólo musicales (su estilo ruidoso, wall-of-sound, marcó a fuego el sonido indie) sino además por su impronta autogestionada. Alguien alguna vez dijo que los caminos de la independencia serán, cada vez más, los caminos de la independencia económica, y el grupo liderado por Kim Gordon y Thurston Moore se mantuvo fiel al compromiso durante varios años, rechazando incluso numerosas ofertas de las major. Luego del hito logrado con Daydream Nation, la banda firmó con DGC y, como señala Stephen Thomas Erlewine, "probó que era posible preservar credibilidad indie en una discográfica de las grandes". En 1992 el grupo lanzó Dirty y por aquellos meses no se escuchó otra cosa en las universidades norteamericanas.

# 46. In Bloom / Nirvana
Nevermind (1991), DGC

Hace algún tiempo publicamos una reseña de la película Death Proof, de Quentin Tarantino, en la que Tomás Binder se preguntaba sobre la posibilidad de una crítica del capitalismo desde adentro, es decir, si es posible cuestionar los discursos mercantiles desde su propia lógica. El debate es más que apropiado para hablar de las contradicciones de Kurt Cobain como frontman de Nirvana, la banda que convirtió al under norteamericano de los ochenta en el mainstream de los noventa. "In Bloom" es, a la vez, la canción más pop de Nevermind y un ataque a muchos de los estúpidos que adoraban a la banda conforme ésta iba adquiriendo popularidad: "He's the one, who likes all our pretty songs, and he likes to sing along, and he likes to shoot his gun, but he don't know what it means". Como suele suceder bajo este sistema, las críticas alimentan aquello que se critica y en lugar de destruirlo, lo fortalecen. Por eso esta tonada, con su retorcido solo de guitarra y el impecable trabajo de Dave Grohl en la batería, no hizo más que reafirmar a Nirvana como una banda bestseller. Hacia 1992, los fans estúpidos continuaban llegando.

# 45. Race for the Prize / The Flaming Lips
The Soft Bulletin (1999), Warner Bros.

Una canción llena de energía que da la impresión de estar siempre proyectándose hacia adelante, con la violencia de los agudos que se dispersan por el eter y a los que la batería intenta disciplinar a base de fuertes golpes. Piano, sintetizador y unas letras que de tan inocentes son tiernas: "Two scientists were racing / for the good of all mankind / Both of them side by side / so determined / Locked in heated battle / for the cure that is their prize / But it's so dangerous / But they're determined". La celebrada apertura del mejor álbum de los Flaming Lips.

# 44. Goin' Out West / Tom Waits
Bone Machine (1993), Island

Adrenalina y actitud punk para el track sobresaliente de un disco de por sí extraordinario. Una guitarra sucia, versos raudos, puentes que terminan en versos. ¿Qué más pedir?

Well I know karate, voodoo too
I'm gonna make myself available to you
I don't need no make up
I got real scars
I got hair on my chest
I look good without a shirt...


El track badass por antonomasia de alguien que no tiene que simular serlo porque simplemente lo es. Tom Waits, grande entre los grandes, merecía un lugar en esta lista.

# 43. Love Sick / Bob Dylan
Time Out of Mind (1997), Columbia

Time Out of Mind es uno de los motivos por los cuales los críticos musicales inventaron la idea del comeback album: un disco que se demora años en salir, luego de varios trabajos flojos, y que cuando nadie da ni dos pesos resulta ser una obra maestra. Buena parte del mérito se lo lleva el track de apertura, en el que Dylan retoma sus aires de trovador y, piano y órgano mediante, le canta su odio al amor con algunas de sus letras más sutiles. "Did I hear someone tell a lie? / Did I hear someone’s distant cry? / I spoke like a child; you destroyed me with a smile / while I was sleeping."

# 42. Motorcycle Emptiness / Manic Street Preachers
Generation Terrorists (1992), Columbia

Un riff de guitarra instantáneo, comprador, anticipa desde los primeros segundos el estatus de clásico que adquiriría esta pieza de la banda galesa. "Life lies a slow suicide / orthodox dreams and symbolic myths / From feudal serf to spender / this wonderful world of purchase power", nos dice, desesperado, James Dean Bradfield. Tomando como punto de partida el libro Rumble Fish de S.E. Hinton (que años antes Francis Ford Coppola había llevado al cine), los seis minutos de "Motorcycle Emptiness" contienen más intensidad emocional que lo que varias bandas logran desplegar en toda su carrera. El tono antémico, las vocalizaciones en el estribillo (la línea inolvidable: "Under neon loneliness, motorcycle emptiness"), todo aquí está armado para ponerle la piel de gallina a cualquiera. Canciones como estas son las que hacen que uno se enamore de una banda para siempre.

# 41. Candy / Iggy Pop
Brick by Brick (1990), Virgin

Un trueno y un nostálgico verso recitado dan inicio a una de las canciones emblema de los últimos veinte años. "It's a rainy afternoon in 1990. The big city", nos sitúa Iggy Pop con su voz grave. Luego el padrino del punk entona un verso breve guiado por una fabulosa línea de bajo, una estructura simil punk-pop que juega con una emoción contenida hasta llegar al puente: "I had a dream that no one else could see / you gave me love for free... / Candy, Candy, Candy, I can't let you go". Luego del primer estribillo, quien aparece en la canción y recita unos versos es Kate Pierson de los B-52's: la potencia de su voz acapara toda nuestra atención y guía el resto de la tonada. Durante los años que siguieron, cientos de bandas intentaron imitar lo que la Iguana había inagurado aquí. Pero ninguno de esos temas (ni siquiera "She" de Green Day o "Maria" de Blondie) lograron alcanzarlo.

The Salchicha Times - Número 74

Cuanto te despiertes, chupate esa mandarina, Carlín!!

Hoy es un día especial, porque el monito a la villa llegó, y porque el Equipo Salchicha ha logrado ayer una de esas victorias que quedaran para siempre en los anales del club, una victoria que le hace sombra a Diego Maradona, empequeñece a Sebastián Piñera, humilla a Stephen Hawking y le pasa el trapo a toda la segunda temporada en DVD de los Supercampeones.

El del domingo a la noche en Unifútbol fue uno de esos triunfos que parecen impensados, un David contra Goliat, un Kurt Cobain contra la industria discográfica, un Luis Zamora contra George Bush, un Torpedo de frutilla contra el cucurucho premium de Freddo, que se concretó cuando al término de unos interminables noventa minutos el salchichismo se impuso por 16-13 al (claramente superior) Equipo de los Amigos de Emi.

Por qué no decirlo: el mejor partido de 2010, donde nuestros héroes hicieron gala de un juego sin igual, sin parangón, Sin Reservas el último libro de Martín Redrado, por favor alguien que lo compre miren que en cuatro meses ya está para la mesa de saldos, porfa no sean malos con el Golden Boy

Cabe destacar que esta es la segunda victoria al hilo del salchichismo sin la presencia de Mante, con lo cual al término del encuentro la Honorable Comisión Directiva del salchichismo se reunió en el departamento de Héctor Magnetto para evaluar un eventual pase a retiro del mediocampista y el pago de su recisión de contrato, que consiste en 34 pesos, dos Gancia y un paquete de Marlboro box. Una operación del Gran Diario Argentino acompañaría la movida con unas fotos chanchas que le sacaron a Mante en el boliche "Style". Ampliaremos.

Este post está dedicado al extinto La Saranda FC a quien le debemos algunos de los chistes y comentarios.

El Tío - 7 salchichas

Luego de algunos encuentros en los que se lo vio por debajo de su nivel, anoche el indiscutido portero salchicha alternó buenas con malas. Le hicieron buenos goles como consecuencia de sus malas atajadas. Aunque a su favor hay que mencionar que sólo en tres oportunidades hizo la estatua de Rodin (con cara de pensador y todo): el resto del tiempo se mostró seguro, se mostró atento y se mostró algo panzón, qué cosa, hay que empezar a hacer algo con esos canelones por favor. Promediando el encuentro tapó una buena bocha abajo y luego en el rebote de esa misma jugada despejó un peligrosísimo remate a quemarropa, lo que le valiera sonoras felicitaciones de sus compañeros y una convocatoria para reemplazar al muerto de Monzón en el arco de Huracán. Bien por él.

Fede - 7 salchichas

Si hay una sóla cosa que todos los presentes celebraron al término del encuentro de anoche fue que Fede no haya tenido que recurrir a la temida "Guadaña del dolor" (jugada que sólo puede pasarse luego del horario de protección al menor por su alto contenido de violencia gráfica, luego de cual nuestro defensor con su mejor cara de póker dice: "no, juez, yo no quise talarle la medula ósea al wing derecho, lo que pasa es que justo corrió la pelota y llegué tarde"). Su nivel fue de menor a mayor, y de a poco fue superando sus salidas más inseguras que la ciudad de Medellín. Entre sus movidas más recordadas de la noche está la que le ha robado a Augusto, la "Guarda que me caigo", jugada que consiste en que Fede se tropiece o caiga de espaldas y así desconcentra a los contrarios, artilugio mediante el cual marcó un gol que ha sido descrito por Dani de la siguiente manera: "Él venía corriendo como un loco, chocó con el arquero, se cayó, todos dijimos 'bueno ya está', pero de la nada surgió una pierna que le pegó al arco y la metió". El relato paranormal se verá mañana a las 3.05 en el canal Infinito. Este gran defensor (de causas perdidas, como la ley de medios audiovisuales o la reforma tributaria) también marcó otro buen gol de rebote y hacia el final del encuentro chocó, molestó y despejó a todo objeto que se le cruzara por el camino, a tal punto que a las dos y cuarto de la mañana Emi le avisó que ya se podía ir a casa y de paso dejar de patear al pobre perro gris que intentaba dormir la siesta en una de las esquinas del vestuario.

Dani - 7 salchichas

Dani se ha ganado el premio al tapado de la noche... no sólo por haber sorprendido con nivel de juego sino además porque el pelado grandote de negro del equipo contrario le llevaba dos cabezas y lo tapó durante todo el encuentro. Este menudo muchacho surgido del fértil semillero del salchichismo tuvo un derrotero similar al de Fede, sobre todo porque jugando con este equipo vivió innumerables derrotas, pero además porque también fue afianzándose con el correr de los minutos. Después de un comienzo dubitativo en algunas salidas desde abajo, en la última media hora, este sub-20 se le plantó de frente manteca a tipos que lo doblaban en peso y reventó con buen tino cualquier jugada peligrosa. Hombre de pocas palabras -como Clint Eastwood, Harry el Sucio o el Mimo Ramón- el pibe le puso humildad a la cosa y al término del partido apenas esbozó una sonrisa, quizás porque sabe que con cada buena actuación comienza a pelear el codiciado puesto de Quinto Salchicha.

Emi - 7 salchichas

Organizador del partido, organizador del equipo y organizador de innumerables barras de bebidas en sendas fiestas en la calle España, el histórico pelado de Livra cumplió una vez más con un sólido papel, en especial anticipándose desde atrás a los pases que iban a recibir los atacantes contrarios. Se destaca una fabulosa jugada distractiva en la que Emi les dicen a los delanteros "miren, es Carlín Calvo, y está vivo", y ante la mirada ilusionada de la manada rival les afanaba la bocha y pateaba al arco. Autor de un fabuloso disparo con su pierna derecha que se clavó arriba al medio, Emi es además un gran volante, sobre todo cuando se viene desde Munro con su bicicleta en tiempo récord sin chocar a los miles de automovilistas que esperan para doblar en Unicenter y ver con los chicos la última función de "Gaturro 3D".

Agus- 8 salchichas

A lo largo de su extensa trayectoria en el Salchicha Team, este Yonni Barrios del salchichismo hizo un gran aporte al juego ofensivo, un gran aporte al juego individual y un gran aporte al juego, ya que dilapidó repetidas veces la fortuna familiar en el casino de Palermo. Su complementación con Emi es magnífica, y se puede ver cuando en los cumpleaños de Fede uno sirve la cerveza y el otro pasa los vasos. En la cancha, claro, puede variar: aunque ayer en dos oportunidades logró encontrarlo sólo y mandarle el pase justo. Pero metió una decena de goles. A su favor, también hay que decir que se bancó casi como un duque los (excesivos) noventa minutos de partido, y que corrió durante casi cincuenta, lo cual habla a las claras del esfuerzo sobrehumano que hizo para mantenerse en pie. Cuando cerca de las once de la noche vio que el equipo podía llegar a pasar riesgos (porque ya había jugadores encomendando sus pulmones a la buena de dios), se tiró al piso y ensayó una mueca de dolor tan convincente que fue nominado a tres premios de la Academia, aunque finalmente el premio se lo llevó, para variar, el puto de Santaolalla. Una lástima.

Las mejores 100 canciones de los noventa: Intermission lunes, 11 de octubre de 2010


Suena el silbato y las bandas se van camino al túnel. Este listado de mejores temas de los noventa ha llegado al entretiempo.

Mientras este cronista recarga baterías y prepara una nueva entrega, recordamos las reglas del juego:
- Canciones aparecidas en sencillos o álbumes larga duración aparecidos originalmente entre enero de 1990 y diciembre de 1999.
- Máximo de una canción por álbum, excepción hecha del disco más influyente de la primera mitad de la década -Nevermind- y del más influyente de la segunda -OK Computer-, con dos inclusiones cada una.
- Máximo de 3 temas por artista, con una sóla excepción que ya verán.
- No se incluyen covers.



Mientras tanto, quienes aún no completaron las entregas de lo aquí acontecido pueden írselas bajando a través de los siguientes links:

(Foto por Pastaboy Sleeps, bajo licencia Creative Commons)

De críticas, autocríticas y diversiones viernes, 8 de octubre de 2010



















Imagen por Pete Simon

(...) Criticar al otro siempre resulta un signo de debilidad. Le falta altura y elegancia. Lo interesante –lo significativo– debe ser criticarse a sí mismo, buscar en las propias conductas y opiniones el error, el truco: no creerse, desconfiar de sí mismo.

Pero me parece que eso también es un lujo. Es posible en los tiempos felices. Supongo que en momentos de cierta urgencia no hay más remedio que criticar al adversario, hostigarlo lo poco que se pueda. No es más que una reacción defensiva: una de las formas de constituir un nosotros, una ficción de identificación que nos sirva para creer que resistimos algo: que somos algo.

–Sabe que no le entiendo. Me parece que se está hundiendo en la incoherencia, digo.

Seguramente. Es otro de los lujos que uno no siempre puede permitirse. Yo creo –realmente creo– que la única forma casi honesta de hablar es la pregunta. La interrogación, la duda. El cuestionamiento del propio lugar, de las propias palabras. Afirmar, si acaso, pero dudando de lo que uno afirma. Y cada vez me sorprende menos la confirmación de que los discursos que funcionan –quiero decir: que se transmiten bien, que llegan a su público– son los que afirman sin fisuras. Los que simplifican las cuestiones, toman de cada cosa uno o dos puntos y los presentan como únicos y sin contradicciones. Los discursos del poder, de los políticos, de los periodistas que saben, de los especialistas.

Entonces: ¿será que para intervenir realmente en los debates hay que dejar de lado ciertas convicciones y ponerse a criticar más que nada al otro, y a reducir todo a uno o dos aspectos fáciles, y a disparar certezas con seguridad odol?

Y si no, por lo menos, hay que ser divertido. (...)
Esto escribió Martín Caparrós en noviembre de 1993, cuando todavía no existían ni Twitter ni 678.

***

Mientras, tanto hace unos meses y ahora sí vía Twitter, un tal Malaquias80 decía:
Hemos evolucionado de paradigma. Antes: pueblo - oligarquía, Nación - imperio, proletariado - burguesía. Ahora: buena onda - mala onda.

Donde no hay sufrimiento jueves, 7 de octubre de 2010

Pixies en Luna Park, 06-10-2010



















Imagen (c) Facundo Gaisler / IndieHearts

El dictamen de la Corte sobre la ley de medios miércoles, 6 de octubre de 2010






















Algo más que la plancha
por Mario Wainfeld

Cuando un tribunal rechaza un recurso por razones procesales, se dice, en jerga, que “le puso la plancha”. “Plancha” es sinónimo de “sello”. Se aducen cuestiones formales, bastan unas líneas preescritas para fundar. El voto minoritario de Carmen Argibay y Enrique Petracchi se reduce a una fórmula clásica que tiene seis renglones. La mayoría eligió un camino un poco más sofisticado. Concuerda en lo sustancial con lo decidido por la minoría, aunque le agregó una limitación a la sentencia recurrida y algunos argumentos, que la complejizan.

La sentencia, en promedio, supera a “la plancha” pero está por debajo de lo que debió ser.

***

La regla es que las medidas cautelares no habilitan el recurso extraordinario. Hay excepciones consagradas por la jurisprudencia de la Corte. La actual integración ha hecho uso de ellas más de una vez. Son tan canónicas como el principio general en que se basa la sentencia. La “gravedad institucional”, de ardua definición, es una de ellas. Otra es evitar que la cautelar sea (por decirlo en lenguaje llano) un simulacro con efectos similares a los de una sentencia.

Las cautelares –también es norma– son excepcionales (en caso de duda no deben ser acogidas) y deben regir por tiempo limitado.

***

La resolución se veía venir, se ha escrito bastante en forma anticipada. Este cronista también lo hizo y anticipó que “poner la plancha” era la peor de las tres opciones clásicas disponibles. Las otras dos alternativas partían de tratar el fondo del asunto. Aceptada esa premisa, quedaba la disyuntiva de confirmar o revocar. En esa opción, el cronista opina que lo más justo era admitir el recurso extraordinario. Pero, aun revocando, una decisión que incursionara en el fondo hubiera sido de mejor calidad institucional y más jugada.

La gravedad del caso es patente. Lo resuelto suspende por un plazo indeterminado, sí que forzosamente largo, la vigencia de un artículo central de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LdSCA). Más allá del mandato de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, conjugando con el afán de Clarín. El principal jugador del sistema de medios quedó a cubierto, por un buen rato, de una de las básicas cláusulas antimonopólicas de la LdSCA.

La mayoría, eso sí, limitó en el tiempo la medida de no innovar otorgada en ambas instancias previas. El juez y la Cámara la habían estipulado por toda la duración del juicio, desmesura vergonzosa y arbitraria que la Corte debió señalar con rigor (o tan siquiera señalar). Dice bien el Tribunal, eso desnaturaliza el carácter transitorio de una cautelar. He ahí el acierto del fallo. Lástima que los Supremos no fueron consistentes con el correcto principio que establecieron. Entre otros motivos, porque se quedaron muy cortos puestos a garantizar que el plazo de la cautelar fuera “razonable”.

***

La Corte hubiera podido fijar ese plazo, abreviando demoras y agregando certezas. “Lo discutimos”, explica un cortesano amable al cronista, “pero no llegamos al consenso”. Añade que esa precisión quizá no cabe en una medida cautelar.

El razonamiento, la autolimitación, contradicen la praxis de una Corte que ha sido innovadora y audaz en cuestiones procesales y de fondo, desde las audiencias públicas hasta las interpelaciones a otros poderes.

La Corte tampoco le impone al juez de primera instancia pronunciarse. Establece que “podrá” hacerlo de oficio. “Podrá”, casi equivale a “podría”: es potestativo, no imperativo. El Estado, añade el voto mayoritario, está facultado a exigirlo.

Sólo un profano en tribunales supondría que el rumbo señalado induce a un trámite expeditivo o tan siquiera veloz. El planteo debe hacerse en primera instancia, correrse traslado a Clarín, resolverse, apelarse, ser decidido por la Cámara, llegar a la Corte... el itinerario concede larga vida a la cautelar. Si hay algo garantizado en los tribunales argentinos es la demora. Nadie puede pronosticar cuánto, el cronista levanta apuestas: por la parte baja duplicará el plazo fijado por ley, un año. Si así sucediera, la pretensa corrección fallaría en su cometido: la actora tiene garantizado un término vaticano sin desinversión.

***

En el cuarto piso de Tribunales, donde se aposentan los cortesanos, se piensa diferente. “Hemos dado una señal importante, establecimos que la ley está en vigencia y que no está en tela de juicio su inconstitucionalidad.” En algunas oficinas de Gobierno se piensa parecido. Se exorbita el valor de una afirmación redundante: no se trataba de un aspecto sujeto a la competencia de la Corte. Más vale que la ley está vigente, aunque con una excepción descomunal. Incluso si “la plancha” hubiera sido unánime, la constitucionalidad y la vigencia seguirían intactas, no estaban en cuestión.

***

El voto mayoritario diferencia, válidamente, el caso “Clarín” del juicio “Thomas” en el que un diputado peronista federal consiguió la suspensión general de la LdSCA. Entonces, había quien pleiteaba sin estar legitimado, logrando una medida exorbitante. En ese fallo, la Corte fue muy severa con la mala fe procesal. La impresión del cronista es que licuó esa sabia resolución con la floja de ayer. El mensaje es otro: no cualquiera puede obtener cualquier cautelar, pero si actores legitimados (las empresas de medios) van por cautelares restringidas, la Corte no intervendrá o casi no intervendrá. Una caja de Pandora en ciernes, catalizada por la magnitud de los intereses en juego, la porosidad de la mayoría de los jueces a los poderes corporativos y la laxitud del forum shopping (la ilegalidad de elegir, un juzgado solícito). Al internarse en el fondo de la cuestión, la Corte emitía un mensaje restrictivo, que ayer revisó a la baja.

***

Debe agregarse un matiz al párrafo anterior. En nuestro sistema constitucional ningún tribunal queda atado por sus precedentes. La Corte puede reparar, cambiar o poner patas arriba lo decidido en Clarín hoy mismo, en un caso igual o similar. Si hay un desborde de cautelares, que es lo que avizora este escriba, podría mejorar su fallo. Otra vez, el potencial: podría.

De momento, como dice el ingenioso jurista Gustavo Arballo en su estimulante blog Saber derecho, la Corte pateó la pelota para adelante, no la tiró a la tribuna. El problema en el mundo real, agrega esta columna, es que la potencialidad de los litigantes para “hacer tiempo” es descomunal. Ese es uno de los nudos del conflicto en trance.

Con un futuro abierto, sería exorbitante hablar de un punto de inflexión en la trayectoria de la Corte. Personas del común, mandatarios, legisladores o jueces incurren en errores o inconsistencias alguna vez. Sería un abuso presumir que hay un cambio de tendencia de un tribunal que ha tenido desempeños encomiables. Simplemente, habrá que ver.

***

Queda para un análisis más fino el impacto de la suspensión del plazo de “desinversión”. En el primer nivel del oficialismo hay discrepancias, adelantadas en columnas anteriores. Hay quien opina que se pegó en el espinazo de la ley antitrust: el oligopolio más grande no se desprende de sus licencias por largo rato, que se proyecta hasta el próximo gobierno. Otros piensan que otros cambios, que siguen indemnes, contrapesan en buena medida: la existencia de nuevos licenciatarios, los derechos del sector sin fines de lucro, las reglas sobre producción nacional y local, entre otros.

Es una polémica interesante, que se irá desentrañando a medida que pasen los meses y cuyo desenlace dista de estar sellado. Depende (en fracción no desdeñable) de la voluntad del Estado y de nuevos actores. Claro que el estímulo a la promoción de cautelares que, quieras que no, incluye la sentencia Clarín también les abre juego a quienes quieran embretar esas medidas. La asombrosa suspensión de la aplicación de la grilla es un ejemplo chocante, bien puede haber otros.

***

La Corte menemista hubiera fallado como lo hicieron Argibay y Petracchi: un haiku procesal y mano libre a las corporaciones. La mayoría de esta Corte, tras un intenso debate interno sobre el que se volverá en días inmediatos, se inclinó por una respuesta más completa, florentina en términos políticos, acaso culposa como sugiere también Arballo.

En esencia, hubo unanimidad a favor de la actora sobre el caso concreto. Lo demás, son palabras: un viejo proverbio procesal señala que “lo que no está en el expediente no está en el mundo”.

No se plasmó el peor fallo imaginable, mucho menos uno deseable. Como fuera, a mayor complejidad, mayor calidad y más apertura a la acción de los operadores políticos o de los abogados que defienden el interés público. Esa es la, pequeña, buena noticia para quienes aspiran a cambiar el esquema vigente. Los otros, en el rectángulo de juego, tienen más motivos para festejar.

Las mejores 100 canciones de los noventa: 51-60 lunes, 4 de octubre de 2010

# 60. Down by the Water / PJ Harvey
To Bring You My Love (1995), Island

Si en el mundo hubiese "diálogo y consenso, diálogo y consenso", Polly Jean Harvey sería reconocida universalmente como la cantautora de los noventa. ¿No les parece? Ahora le pido a Naciones Unidas que saque un DNU y les mande a los cascos blancos, al ritmo del disco To bring you my love. Sí, señores: esta morocha de Somerset es la heredera de Patti Smith. Pruebas sobran. Escuchen sino esta balada siniestra, áspera, que no obstante encuentra un sonido más melódico y accesible que los de Rid of me. "Little fish, big fish, swimming in the water. Come back here, man. Gimme my daughter". ¿La versión femenina de Nick Cave?

# 59. Uptight / Green Day
Nimrod (1997), Reprise

"I woke up on the wrong side of the floor / Made, made my way through the front door / Broke my engagement with myself / Perfect picture of bad health, another notch scratched on my belt / The future just ain't what it used to be". ¿Las canciones tienen colores? A veces me gusta pensar que sí. No me pasa con todas, pero por algún motivo este comienzo tipo Jesus & the Mary Chain y los dos versos tensos como el título del tema, no me permiten sino pensar en un tema negro. Esta oda al suicidio en clave punk pop, con cimbales estallando en el estribillo, fue injustamente olvidado al quedar perdido en el medio de Nimrod, un disco bisagra en la historia de la banda de Berkeley que los llevaría de la era Insomniac al pop modelo 2000 de Warning.


# 58. Bombs Away / Archers of Loaf
All The Nation's Airports (1996), Elektra

Agarrá un video en donde aparezca la chica de tus sueños. Ponelo en cámara lenta. Apagá el sonido y en su lugar poné esta canción.

Eso.






# 57. I Should be Allowed to Think / They Might Be Giants
John Henry (1994), Elektra / Asylum

Encontrándole la veta experimental, pop y juguetona al género del rock alternativo, a cuya sobra desarrollaron su carrera, los They Might Be Giants crearon algunos de los sencillos más geniales de los últimos veinticinco años. En 1994, el dúo de Brooklyn abandonó la instrumentación sencilla de sus lanzamientos iniciales y asumió la forma de una full band con la que sacó John Henry. "I should be allowed to think", tema compuesto junto al bajista de Pere Ubu, Tony Maimone, retoma el poema épico "Howl" de Allen Ginsberg ("I saw the best minds of my generation destroyed by madness, starving, hysterical...") como punto de partida y a partir de allí evoluciona en un tema pop hecho y derecho, con buenos ganchos y mejores arreglos.

# 56. Holland, 1945 / Neutral Milk Hotel
In the Aeroplane Over the Sea (1998), Blue Rose

La música, como todo arte, se desarrolla en base a ciertas reglas. Allí donde no las hay, el artista sólo puede desplegar autoindulgencia y, en respuesta, generar indiferencia. El todo vale implica que no hay nada contra lo cual rebelarse, nada que evitar o elegir. Cosas como estas pienso cada vez que escucho "Holland, 1945". ¿Es posible la anarquía en la música? ¿Es posible una total singularidad, la creación de una pieza atemporal que trascienda las limitaciones materiales, temporales? La respuesta, incluso en este caso, es negativa. Una deconstrucción de esta pieza indica todas sus condiciones de producción: Sgt. Pepper, el lo-fi de los noventa, el punk, sus influencias mexicanas con trompetas y marchas funerarias. El imaginario de la canción nos arrastra por distintos escenarios a un ritmo vertiginoso, desde España hasta un circo, luego hacia una estrella ("porque la Tierra se ve mejor desde allí"), culminando con una escena de muerte. Todo en poco más de tres minutos y con el agregado intencional de ruido en los instrumentos, idea del productor Robert Schneider. La anarquía musical ha muerto. Viva Neutral Milk Hotel.

# 55. Loaded / Primal Scream
Screamadelica (1991), Creation

"El Sympathy for the Devil para la Generación E". Así definieron alguna vez a Screamadelica, con la E era por "Éxatsis", claro: la droga que circulaba en los clubes de Manchester por aquellos años y que tan bien ilustra la película 24 Hour Party People. Este álbum es a la música lo que el tratado de Maastricht a la política: una foto europea de 1991, hoy quizás algo anacrónica (como el tratado de Maastricht) pero igual de influyente. Todos los temas de aquella obra estaban estructurados en torno al binomio "Come Together / Loaded", siendo esta última una canción prácticamente instrumental con loops y samples. Es posible que en 2010, casi veinte años después, nos encontremos escuchando "Loaded" con cierta condescendencia, y es entendible: los sonidos de las pistas de baile se han vuelto más dinámicas y agresivas. Pero hay que situarse en la época, y la pieza trae bastante calidad posmoderna y pastichera desde su mismísima apertura con la voz de Peter Fonda en la película The Wild Angels.

# 54. Soul to Squeeze / Red Hot Chili Peppers
Under the Bridge (1992), Warner Bros.

Pocos hubiesen apostado más que dos centavos por esta reescritura de "Under the bridge", uno de los b-sides del single de 1992. Pero alguien tuvo que haber visto el potencial, porque un año más tarde fue relanzado como un sencillo en sí mismo coincidiendo con su aparición en la banda de sonido de Coneheads. Fue un éxito inmediato. "Soul to squeeze" tiene un poco de blues, algo de rapeo blanco de Anthony Kiedis pero es, ante todo, una balada encantadora, relajada como su estribillo: "Where I go I just don't know / I got to got to gotta take it slow / When I find my piece of mind / I'm gonna give you some of my good time". De lado B a terminar en el grandes éxitos que el grupo lanzó en 2004 (similar derrotero al de otro de los temas de este listado), no hay duda que estamos ante la presencia de un verdadero tapado.

# 53. Animal Nitrate / Suede
Suede (1993), Nude

Hay quienes afirman que Suede fue la banda que le dio el puntapie inicial del movimiento britpop. ¿Fueron ellos o fue Blur? ¿O todo esto se venía gestando desde antes, con las bandas de Madchester que se rebelaron contra el grunge? Discusiones aparte, febrero de 1993 es una fecha importante dentro de este panorama, ya que en aquel mes comenzó a sonar en las radios británicas este tercer sencillo de Suede (su disco debut llegaría recién un mes más tarde a las bateas). La canción, compuesta por Brett Anderson y Bernard Butler, es un notable relato de decadencia urbana acerca de los los jóvenes que aspiraban químicos ‒el amyl nitrite con el cual el título hace un juego de palabras‒ en la Londres de principios de década. Armado casi a medida del rock de estadios, con un fabuloso solo de guitarra donde Butler pisa sin miedo el pedal de la distorsión, "Animal Nitrate" se convertiría en su primer Top 10 en el Reino Unido y un hito del rock británico. (Iba a decir que el guitarreo en el estribillo y los coros que lo acompañan son la mejor pareja desde Ethan Hawke y Julie Delpy, pero creo que debería invertir el argumento: Antes del Amanecer salió recién en 1995).

# 52. Three Days / Jane's Addiction
Ritual de lo Habitual (1990), Warner Bros.

Es imposible hablar de "Three Days" sin mencionar a Dave Navarro, uno de los grandes guitarristas del rock de los '90 a esta parte. Sin él, "Juanas Adicción" ‒como les gustaba referirse a sí mismos‒ no sería una de las grandes bandas que dio la ciudad de Los Angeles. ¿Qué tiene esta épica? Un comienzo tipo balada, con bajos al frente y algunas palabras pronunciadas tipo ritual; una guitarrita rasgada que entra tipo canción (justamente) de los Red Hot Chili Peppers; un par de versos en medio de un clima oriental; los gritos de Perry Farrell, algunos inolvidables solos de guitarra de Navarro; el arribo final a la tierra del metal. Una suite desmedida en donde no faltan la psicodelia, las texturas dinámicas y los ambientes. En suma, una experiencia multisensorial.

# 51. Laffitte Don't Fail Me Now / Spoon
The Agony of Laffitte (1999), Saddle Creek Records

Esta canción tiene, además de sus cualidades musicales, una sugestiva historia detrás que repite a menor escala lo que pasó con el rock en los noventa. El relato comienza en 1996, cuando un modesto cuarteto de Austin liderado por el vocalista Britt Daniel abandona Matador Records para firmar con la major-label Elektra. Con un sólo larga duración a cuestas, los muchachos de Spoon grabaron los temas para su nuevo álbum A Series of Sneaks con el respaldo del ejecutivo Ron Laffitte, quien prometió bancar a la banda. Pero el disco no vende lo que el sello esperaba y apenas cuatro meses después de su lanzamiento, Laffitte se va de Elektra y la discográfica echa a la banda. De vuelta en la calle y enojados con el ejecutivo, Spoon graba una mini-épica de dos canciones que publica a días del fin de milenio en Saddle Creek Records. "Laffitte don't fail me now" es la respuesta sónica a una traición. Desde Kurt Cobain con In Utero, nadie había mezclado tanta furia, culpa y melancolía para lanzársela en la cara a los A&R y a los CEOs de la industria cultural: "I want to know, are you honest with anyone? / Oh tell me, don't tell yourself, are you ever honest with anyone?". Una venganza en forma de doloroso poema.

Epílogo: Mientras Elektra se abocaba a su nueva dirección musical (Staind y Third Eye Blind, por ejemplo), Spoon firmó con la canadiense Merge. Sacó cinco discos, uno mejor que el otro, y alcanzó una popularidad nada despreciable ‒su último álbum debutó en el #4 del Billboard‒ sin comprometer un ápice su linea musical. Ironías de una historia en donde, por una vez, los buenos ganan.


Apuntes sobre la situación en Ecuador viernes, 1 de octubre de 2010



Postales de un día agitado
Leemos:

Cerca de mil policías se amotinaron en la mañana de ayer en el Regimiento de Quito, el principal cuartel del país. Los uniformados protestaban por la sanción de la Ley del Servicio Público, por la que se recortan algunos beneficios económicos para los integrantes de la fuerza. Después de dirigirse a los sublevados y advertirles que no daría marcha atrás con sus medidas, Correa sufrió golpes, balas de goma y gases lacrimógenos.

El jefe de Estado, que utiliza una muleta después de haber sido operado de una pierna, fue llevado al hospital de la Policía de la capital ecuatoriana. Desde allí, Correa habló con la Radio Pública y denunció que los policías intentaban introducirse en su habitación. “No voy a claudicar”, dijo con un tono emocionado. En esa entrevista, el presidente manifestó que la actitud de la policía parecía ir más allá de un simple reclamo y atribuyó la rebelión a un intento de golpe de la oposición. “Es una conspiración que se viene preparando desde hace tiempo”, añadió. (...)

Por orden del Ejecutivo, se decretó el estado de excepción por una semana en el país.“Las Fuerzas Armadas están tomando todas las medidas dentro de la Constitución para garantizar el orden público”, declaró el ministro de Seguridad, Miguel Carvajal. El funcionario explicó que la medida habilita a los militares a salir a las calles para mantener el orden constitucional. Por su parte, el titular del Comando de las Fuerzas Armadas de Ecuador, Ernesto González, salió a confirmar su lealtad con el gobierno de Correa. El jefe militar despejó varios fantasmas y afirmó que sus compañeros de armas están subordinados a la máxima autoridad, que es el presidente de la República. El mismo Correa aclaró que de los 42 mil efectivos que tiene la Policía Nacional sólo unos dos mil mantenían una actitud que calificó como desquiciada, irracional y absurda.

Después de cinco horas sin noticias, el presidente Correa habló por radio. En esa comunicación, denunció estar secuestrado por los policías sublevados. En esas horas en las que estuvo en el centro médico, Correa recibió tres comisiones de los uniformados rebeldes. En cada encuentro, el mandatario ecuatoriano les repitió que no negociaría con ellos hasta que no depongan su actitud.

El presidente ecuatoriano no perdió la ocasión para acusar a la prensa “corrupta” por haber instigado a la rebelión policial con sus “distorsiones” de la información. “El Ministerio de Relaciones Laborales establecerá las compensaciones, eso no lo sabían. La ley ha sido súper buena, pero para que vean cómo se ha manipulado todo”, remarcó el presidente.

La ciudadanía le dio el apoyo a Correa. A primera hora de la tarde, desde el Palacio de Carondelet, pidieron a la gente que se trasladara al hospital donde estaba retenido Correa. Desde la Plaza de la Independencia, las personas se encaminaron hacia el centro médico. La policía los dispersó con balas de goma y con gases lacrimógenos. “La policía avanza y se repliega”, relató un fotógrafo ecuatoriano a este diario. El reportero estimó que cerca de unas cinco mil personas estarían en las afueras, escapando de la represión de los uniformados y de personas de civil que apuntaban contra los manifestantes, según reportó Telesur. Según informó el ministro de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, en esos enfrentamientos habría resultado al menos una persona muerta y un número indeterminado de heridos.

El edificio donde funciona la televisión pública y la agencia estatal de noticias fue tomado momentáneamente por opositores. Uno de los que encabezó la toma, arengando por la libertad de expresión, fue el abogado del ex presidente Lucio Gutiérrez, Pablo Guerrero. Desde el oficialismo, apuntaron contra el ex mandatario derrocado en 2005 por la revuelta. El opositor acusó recibo y respondió: “El único responsable del caos que tenemos actualmente en el Ecuador es el gobierno abusivo, corrupto, prepotente de Rafael Correa”.

Por el contrario, el gobierno recibió el apoyo de la Corte Nacional de Justicia y de la Asamblea Nacional, que también fue ocupada por sectores contrarios al gobierno constitucional. La Organización de Estados Americanos (OEA), la Unasur, las Naciones Unidas, los Estados Unidos y otros gobiernos repudiaron la intentona contra el presidente Correa.

El rol de Estados Unidos
"La intentona se resiste a ser leída en clave de los viejos golpes del tiempo de la Doctrina de la Seguridad Nacional. Es por eso que la hiperactividad diplomática de la Unasur y sus miembros y los reflejos ágiles de la OEA pueden ayudar a ponerle fin rápidamente. Es por eso que la reacción de los EE.UU. es claramente condenatoria y que hasta el pinochetismo chileno la rechaza. No se trata de una repetición de Honduras, en tanto no se puede trazar una correspondencia inmediata de los golpistas con una clase social.", explica Gabriel Puricelli.

Termina de aclarar Martín Granovsky: "ninguno de los procesos de cambio en América latina planea una revolución socialista, ni siquiera por la vía pacífica. Por otro lado, Washington no tiene en sus carpetas un dominó que acabe con las democracias. (...) Las relaciones de Correa con los Estados Unidos están en su mejor momento desde que asumió, en 2006. Por eso ayer la embajadora norteamericana en la OEA, Carmen Lomellín, dijo que su país 'respalda al gobierno democrático de Rafael Correa'. Y por la noche la propia secretaria de Estado, Hillary Clinton, expresó 'apoyo total' a Correa y dijo que los Estados Unidos deploran 'la violencia y la ausencia de legalidad'."

La importancia de los medios de comunicación
- Dice Ángela Lerena via Twitter: "Golpe de Estado del siglo XXI: manifestantes golpistas intentaron tomar la TV pública de Ecuador. Control mediático antes que político".
- Recuerda Nicolás Tereschuk que "hace pocos días estuvieron dueños de medios privados de Ecuador con colegas argentinos quejándose de Correa".
- Recordamos desde aquí que Ecuador también había presentado, hace algunos meses, su propio proyecto de Ley de Medios.

Algunas horas de cobertura en los medios

- Crónica, CN5, Canal 26 y TN levantaban las imágenes de Telesur, que a esa altura ya era el medio más recomendable para informarse sobre los eventos en Ecuador por cobertura, despliegue y acceso a las fuentes. Pero, ¡ah! Cierto que Cablevisión no lo puso en su grilla de programación.
- Mientras el presidente Correa es hospitalizado, CNN en Español pasa un informe sobre "nuevos negocios en Latinoamérica". El tema del momento es "Grado de inversiones en nuevos negocios en América Latina". Estamos viendo CNN Emprendedor.
- Buena cobertura en Canal 26: conductores hablan con el periodista ecuatoriano Pablo Sánchez y le preguntan sobre el contexto de la protesta.
- Para el diario La Nación, sólo hubo una "rebelión policial", ante la cual el gobierno argentino salió a apoyar la "autoridad" del presidente Correa. Así, con comillas. Mientras el intento de golpe seguía su curso, una encuesta que pasará a la historia del periodismo online local le daba un curioso encuadre a los hechos.
- 14:10. El profesor Eduardo Gamarra, desde Miami, habla en CNN y critica a Correa por su "forma curiosa de hacer democracia". Está todo dicho.

Aftermath: El fracaso de los golpes de guante blanco y un nuevo escenario en América Latina
Dice Reynaldo Sietecase:

"Algunos analistas políticos, grandes medios, muchos foristas de internet sostuvieron ayer, en los momentos más dramáticos que se vivían en Ecuador y mientras el presidente Rafael Correa estaba secuestrado, que 'el problema de la crisis en Ecuador era Correa'. El análisis es perverso y va en este sentido: 'Un gobierno puede ser legítimo de origen pero puede convertirse en ilegítimo por ejercicio y, por esa razón, es válido derribarlo, sacarlo del medio'. La democracia no es el mejor de los sistemas, es apenas el menos malo. No logra la justicia social, ni evita que los chicos se mueran de hambre, no alcanza para que todos puedan educarse, ni logra eliminar la inseguridad pero es el único sistema dónde las decisiones se toman por consenso y con respeto de la libertad. A un presidente sólo se lo puede quitar del poder que le confirieron los ciudadanos, con los votos. Por suerte, la intentona golpista en Ecuador fue frustrada. Los presidentes de latinoamérica tuvieron un comportamiento ejemplar, hasta los que militan en la derecha ideológica como Sebastián Piñera se expresaron en forma contundente contra el golpe. Por otro lado, la UNASUR otra vez demostró su eficacia. Ya paró dos conflictos bélicos y ahora ayudó a evitar un golpe. Un dato para los que descreen de la importancia de la integración regional."