Los mejores momentos televisivos de 2010 viernes, 31 de diciembre de 2010

Jorge Lanata dice que lo tienen "harto" con la dictadura.

Acá a partir de cuando lo dice.



Jorge Lanata: Me pasé años, años de mi vida, muchos años peleando por el juicio y castigo a los culpables. Difundí todo lo que pude y ayudé todo lo que pude a la recuperación de los chicos secuestrados por las Abuelas de Plaza de Mayo. ¿Pero saben qué? Me tienen harto con la dictadura. Me tienen harto con la dictadura. Ahora van a decir que me compraron los milicos, el Coronel Lanata. Ayer la presidente de este país habló una hora y media por cadena nacional de algo que pasó hace 34 años cuando hoy se mueren chicos de hambre, matan gente secuestrada de un banco.

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Eduardo Feinmann se queda encerrado en la réplica de cápsula minera.



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Mirtha Legrand duda que Néstor Kirchner esté en el cajón fúnebre, porque lo dice "la gente".

Mirtha Legrand: Yo les voy a decir lo que dice la gente, lo que dice la gente en la calle. Uno: Que el cadaver no estaba en el cajón. Otro: ¿Por qué no lo mostraron? Es feo, es desagradable hablar de una persona que ha desaparecido asi, pero bueno.... esto es televisión

Acá a partir de cuando lo dice.



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El profesor de la UBA Santiago Gándara pasea a Eduardo Feinmann y le da una clase magistral de educación pública, reclamos populares y medios de comunicación



Santiago Gándara: Una sóla observación, Feimann: No cualquiera hace un piquete, no cualquiera corta una calle, no cualquiera toma una facultad o una universidad. Hay razones, con las que uno puede o no estar de acuerdo, que fundamentan esto que tiene que ver con la profundidad de una crisis edilicia en la facultad de Ciencias Sociales. Nosotros estamos dando clase. Los estudiantes están tratando de estudiar en sedes que no tienen la más mínima dignidad. Estamos bajo riesgo permanente de que se caigan cosas, no tenemos sala de profesores, no hay guarderías... y nosotros no venimos de una posguerra, Feinmann, sino de una situación que lleva 13 años y en la que no hemos tenido una sóla propuesta, una sola solución. Sólo para que se de una idea: hace más de diez años estamos esperando que se termine un edificio que puede ser el que congregue a las cinco carreras de Sociales. Diez años. Yo creo que los egipcios lo podrían haber resuelto en mucho menos tiempo, y no es la pirámide de Keops lo que estamos reclamando.

Eduardo Feinmann: Yo también estuve en aulas que tenian una divisoria de Durlock, o una ventana q estaba rota en invierno y hacía frío, y con un olor a orín en todos los pasillos. Y así me la banqué, el tema es que había que ir a estudiar, nada más

Santiago Gándara: ¿Y pero la conclusión cuál es? Las cosas no cambian si uno "banca" las cosas. Eso es importante que usted le diga a los televidentes: si uno se banca las cosas, las cosas siguen estando. Porque ojo, ustedes ahora están registrando una parte de toda esta lucha. ¿Cuál es esa parte? Este corte. Este corte fue precedido por una toma. Esta toma fue precedida por movilizaciones. Esas movilizaciones fueron precedidas por clases públicas. Esas clases públicas fueron precedidas por petitorios, ¿se entiende? Hay toda una cadena de reclamos que son los que no se ven por razones obvias que, yo entiendo, doy comunicación, los medios llegan a ver la última parte de la fotografía frente a lo cual alguno se puede preguntar (lo imita a Feinmann). "¿Cómo llegaron hasta acá?", "Es gratis", "Esto lo hace cualquiera".

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Gabriel Mariotto pasea a Pepe Eliaschev
Una luz de sensatez en medio de gritos histéricos clamando por la libertad de expresión. Primero defiende muy bien la ley de medios y a partir del 5:30 le contesta a Eliaschev



Pepe Eliaschev: Cuando usted, Mariotto, habla de "grupo monopolico", sé que es un hombre universitario, que tiene carrera universitaria, entiendo que ha ejercido la docencia... está diciendonos que "mono" igual "uno"... Las palabras no son inocentes...

Gabriel Mariotto: Pepe, la Argentina tiene venticuatro provincias. Es grande la Argentina. Hay grupos monopólicos. En Buenos Aires hay un grupo monopólico que puede extenderse a lo que es la nación. Hay grupos monopólicos en distintas ciudades del país.

Eliaschev: Porque el monopolio, Mariotto, es como estar embarazado. Una mujer está embarazada o no está embarazada, no está por la mitad.

Mariotto: En la Argentina hay grupos monopólicos. Muchos grupos que--

Eliaschev: ¡Es un invento de la ciencia política! ¿Cómo va a haber muchos?

Mariotto: Usted será semiólogo, yo no. En la Argentina hay grupos monopólicos. En Buenos Aires hay un grupo monopólico. En Mendoza hay un grupo monopólico. En el resto del país hay grupos monopólicos que se quedan con la voz que le corresponde a la ciudad de Mendoza, a la de la ciudad de Buenos Aires... Por eso hablamos de grupos monopólicos, que tienen más licencias de las que deberían tener y posiciones dominantes en determinadas áreas de cobertura.

Eliaschev: Posiciones dominantes es una cosa. Monopolios es otra cosa.

Mariotto: Al tener posiciones dominantes se convierten en monopolios.

Eliaschev: Bueno, es cuestionable.

Mariotto: Bueno, cuestionelo. Nosotros no queremos que haya monopolios ni que haya posiciones dominantes. Que haya pluralidad--

Eliaschev: ¿Por qué no hay pluralidad en los medios estatales, entonces?

Mariotto: Hay pluralidad en los medios estatales. Por favor, Pepe, exígale a la oposición que nombre los dos representantes--

Eliaschev: Yo hablo de Canal 7, de Radio Nacional...

Mariotto: Exígale a la oposición que nombre los dos representantes en RTA, donde tiene el ámbito Radio Nacional y Canal 7, así pueden formar parte de este directorio ampliado. Como nunca en la legislación argentina, del mundo, hay representantes de fuerzas de oposición--

Eliaschev: ¡¿Cómo del mundo?!

Mariotto: Sí, del mundo, porque la ley argentina es emblemática en el mundo

Eliaschev: Más que la BBC de Londres--

Mariotto: Sí, mucho más. Lo que pasa es que necesitamos que la oposición le pida permiso al grupo monopólico para que pueda participar y formar parte activa de ese trámite. Usted podría ser un buen representante de la oposición dentro del directorio de RTA.

Eliaschev: Eso que usted está diciendo es ofensivo.

Mariotto: Usted fue funcionario público. Y no era ofensivo cuando usted fue funcionario público.

Eliaschev: Sí, claro. En el año '89, en Radio Municipal.

Mariotto: Por eso. Usted ha tenido participación como funcionario público y ha sido un buen director de Radio Municipal.

Eliaschev: Bueno, yo no quiero encarar una discusión personal...

Mariotto: Pero Pepe, no se sienta ofendido, porque la verdad--

Eliaschev: Usted me atribuye a mí una representación opositora que yo no tengo--

Mariotto: Pepe, a fuerza de ser sincero, usted debería decir que es un periodista opositor y todos lo vamos a escuchar igual. Porque usted no es un periodista objetivo. Yo no lo he escuchado nada objetivo ultimamente, discúlpeme. Y usted ha sido un buen funcionario. Yo he sido empleado suyo. Puede ser un gran funcionario de los espacios que tiene la oposición...

Eliaschev: Yo no quiero ser funcionario ni de la oposición--

Mariotto: Fue usted funcionario del doctor Grosso en Capital Federal y fue un gran funcionario de Radio Municipal

Eliaschev: Usted me está llevando a un debate que yo no quiero tener. Fui director de Radio Municipal en la gestión--

Mariotto: ¿Quién lo nombró? ¿O lo votó la gente?

Eliaschev: No fui "funcionario de Grosso", fui funcionario del gobierno municipal

Mariotto: Ahora, cuando usted es funcionario resulta que hay democracia y pluralidad y cuando otro es funcionario, cuando Tristán Bauer es funcionario, uuh, hay dictadura... Por favor, Pepe. Usted no es el emblema de la democracia. No se puede medir libertad de expresión por si usted participa o no participa.

Eliaschev: Yo no quiero ser emblema de nada. Yo simplemente le hice preguntas como funcionario que cobra un dinero del público y la idea es responder, no agredir

Mariotto: ¿Usted cree que lo estoy agrediendo?

Eliaschev: Me está atribuyendo un carácter opositor que... No quiero avanzar más, estoy invadiendo un territorio que no es mío.

Mariotto: Usted quiere preguntar y que uno no tenga sangre y que le conteste neutralmente. Bueno, no es mi caso. Yo le voy a contestar con mucho respeto, porque lo respeto como profesional. Lo respeté cuando era director de Radio Municipal y yo trabajaba en su radio. Usted levantó el programa nuestro con justas razones y nosotros no dijimos nada al aire. Sí lo dijo Jorge Guinzburg cuando le dijo "granuja" en una solicitada en Página/12.

Eliaschev: ¡Jorge Guinzburg, Jorge Guinzburg abandonó el programa, n-no no fue echado!

Mariotto: Se ve que se fue enojado con usted y le puso "granuja". Usted nos echó de la radio con un estilo perfecto. Nos dijo: "tienen quince días para terminar el programa". ¿Sabe qué hicimos nosotros? Dijimos: "este hombre dirige la radio y tiene razón, nos fuimos de la línea". Y en esos quince días no dijimos nada. El último día dijimos: "Nos vamos, en marzo nos encontraremos en otra radio". Y lo respeto. Usted cumplía sus funciones, y realmente fue un buen director de Radio Municipal, esa radio yo la escuchaba.

Eliaschev: Gracias.

Mariotto: Por eso puede volver a ser funcionario. Ser funcionario no es tener letra, es ejercer un derecho, ejercer una función. En función de los intereses que cada uno defiende.

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Un grupete rosarino irrumpe en el Prende y Apaga de Sergio Lapegüe.
Como un happening peronista, desvía el festejo infradotado de los viernes por la noche y en vez de "buscar a la Abuelita" Lapegüe se encuentra con un Lobo Feroz que dice al aire: "¡Ernestina, devolvé a los nietos!"



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El metalero Ricardo Iorio dispara huevadas a mansalva en el programa de Beto Casella



Ricardo Iorio: ¿Que me trajiste, loco? Te dije té La Virginia, loco (...) Sepan ustedes, los cumbia, los giles que dicen "tiro, gato, mula"... La yuta existe por ustedes, soretes, no existe por nosotros... Si no saben ni hablar, brutos. Vayan a estudiar. Hay que estudiar, negro. (A la producción) Otro tecito, por favor (...) Yo pondría Alberto Rodríguez Saa presidente, Nito Artaza vice, y a este Pino Solanas lo ponemos de jefe de gabinete. Anoche veía un programa de América que mostraba a los cartoneros. Yo fui cartonero en la época de Alfonsín, y cuando Alfonsín murió decían "el padre de la democracia", ahora viene el hijo de Alfonsín, ¿qué son estos, faraones, los hijos de los extraterrestres ancestrales? (...) Esos giles que creen en Bob Marley, esos putos que no lucharon por su independiendencia, esos son ciudadanos británicos. Yo escucho a José Larralde y digo: ¿cómo no puede ser que no haya propagandas de shampoo a donde pongan a Larralde? Viene un amigo y me dice "no vende". Ah, ¿no vende? Si yo pongo una propanga que dice (imita a Larralde) "Qué lindo te quedó el pelo con el shampoo Shunserú...", ¿qué? ¿no lo van a comprar? Si compran cualquier pavada, si el shampoo es el mismo desde siempre, giles, "con aloe vera", DONDE ESTÁN LAS PLANTACIONES DE ALOE VERA, LA CONCHA DE TU HERMANA? ¿Por qué gastan plata en publicidad? ¡Regalenlo! Alguien tiene que decirlo.

Beto Casella: Calamaro abandonó el Twitter...

Ricardo Iorio: No sé que es "el twitter". Para mí es un parlante de agudos, de donde salen los agudos de un baffle, un tweeter. El mp3, el mp4, el whatistatic honging vaior, el picking hording voi, la computadora mp3laready, son todos aparatos que median entre la realidad del hombre y la vida real. Yo no lo voy a permitir en mi ser, no lo voy a introducir. Por supuesto que a mis hijos yo les compro. ¿Pero cómo no, qué soy, un hijo de puta? Los aparatos mediadores hacen esto del ser. Yo tengo pájaros. El que tiene el tweeter deerdor hottonbikes, me ve a mí limpiándole la caca al pájaro y dice "uy, le limpia la caca al pájaro", ¡Y USTEDES ESTÁN VISTIENDO UN SANTO DE MADERA, HIJOS DE PUTA!

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Lapegüe y su notera identificando cabecitas negras.
En plena inundación y corte de luz en la Ciudad de Buenos Aires, notera de Lapegüe denuncia un robo ("estos chicos que están acá"). La cámara los sigue, Lapegüe le dice que tenga ciudado. Al rato sale una peluquera: "Son mis hijos", dice.



Dominique Metzger (movilera): Escucho que los vecinos dicen que están robando.
Sergio Lepegüe: Vaya y averigüe.
(Se acerca a una peluquería. Dos muchachos con visera sacan agua del negocio con baldes de plástico. Los pibes sonríen a la cámara)
Lepegüe: Deben ser estos.
Metzger: Sin duda.
Lepegüe: En la peluquería no hay nadie más...
Metzger: No, no. Pero seguro que deben ser estos los ladrones.
Lepegüe: No te acerques tanto. Se ve movimiento dentro de la peluquería.
(Se asoma una señora desde el comercio)
Metzger: ¿Esos chicos quienes son?
Comerciante: Mis hijos.
Metzger: Disculpe, en estos tiempos nunca se sabe.
Lapegüe: Es algo lógico.

Las mejores películas de 2010 lunes, 27 de diciembre de 2010

Criterio de inclusión: películas estrenadas comercialmente en cines argentinos durante 2010

Motivos de la inclusión: explicados brevemente a modo de punteo perezoso, en reemplazo del laborioso proceso de escritura de una crítica



1. Triángulo
(Jerichow)
de Christian Petzold
con Benno Fürmann, Nina Hoss y Hilmi Sözer
Alemania, 2008, 93'

Porque es una suerte de adaptación libre de El cartero llama dos veces, pero con personajes extraídos de la salvaje Europa globalizada. Porque Petzold es un maestro que ya me había recontracautivado con Yella. Porque la vi gratis en la clausura de un BAFICI con un pase falso y casi me agarran y fue divertido.









2. Un maldito policía en Nueva Orleans
(The Bad Lieutenant: Port of Call - New Orleans)
de Werner Herzog
con Nicolas Cage, Eva Mendes y Val Kilmer
Estados Unidos, 2009, 122'

Porque Herzog está re loco. Porque hay animales. Porque acá sí rinde el histrionismo de Nicolas Cage. Porque Shoot him again, his soul is still dancing es la mejor frase cinéfila del año.









3. Red social
(The Social Network)
de David Fincher
con Jesse Eisenberg, Andrew Garfield y Justin Timberlake
Estados Unidos, 2010, 120'

Porque no cae en la obviedad de contar una película sobre un sitio web a partir de internet y la parafernalia digital --sino que elige contar la historia de una amistad del siglo XXI con las herramientas cinematográficas del siglo XX. Porque (al igual que en La Reina, de Frears) asistimos al triunfo del mercado por sobre la aristocracia y sobre todo lo demás. Porque estuve involucrado durante más de un año en un startup y sé de qué se trata toda la mierda del entrepreneurship, los retornos y los porcentajes de propiedad. Porque por fin salió una película buena la que actúe Justin Timberlake.




4. Toy Story 3
de Lee Unkrich
Estados Unidos, 2010, 103'

Porque los muchachos de Pixar nunca se largan a hacer algo (ni siquiera una secuela) sin una buena historia detrás. Porque es tan linda como las dos primeras. Porque Woody y Buzz ya son un clásico. Porque les pasa el trapo a todas las demás películas de animación.











5. Policía, adjetivo
(Politist, adjectiv)
de Corneliu Porumboiu
con Dragos Bucur, Irina Saulescu y Vlad Ivanov
Rumania, 2009, 115'

Porque es menos llamativa que Bucarest 12:08 pero no por eso menos disparatada. Porque el final es genial. Porque todas las películas rumanas que tuvieron estreno comercial de 2006 a la fecha fueron de muy buenas para arriba.










6. Vivir al límite
(The Hurt Locker)
de Kathryn Bigelow
Estados Unidos, 2008, 131'

Porque la película nos habla, desde un lugar ambiguo, de la obsesión norteamericana con la guerra. Porque no sabemos si se la está celebrando o ridiculizando. Porque es ajustada y ganchera, pero nunca efectista. Porque tiene esa gran escena en el supermercado.









7. El escritor oculto
(The Ghost Writer)
de Roman Polanski
con Ewan McGregor, Pierce Brosnan y Olivia Williams
Reino Unido / Francia / Alemania, 2010, 128'

Porque a Pierce Brosnan ya lo había empezado a querer desde The Matador. Porque a veces para hacer una gran película sólo alcanza con un buen guión, un par de buenos actores y bastante muñeca para dirigir.










8. La cinta blanca
(Das weisse Band - Eine deutsche Kindergeschichte)
de Michael Haneke
Christian Friedel, Ernst Jacobi y Leonie Benesc
Alemania / Austria / Francia / Italia, 2009, 144'

Porque son esas películas que crecen en uno. Porque las señoras esas que leen la reseña y dicen "sí, así empezó el nazismo" no entienden nada. Porque acá no está la angustia primermundista que se sugiere en otras pelis de Haneke. Porque el crítico Leonardo D'Espósito (en una nueva moda snob que consiste en odiar a las películas cine-arte y encontrar maravillas en bazofias pochocleras como 2012) militó activamente en contra de esta película y alguien tenía que reivindicarla.





9. Atracción peligrosa

(The Town)
de Ben Affleck
Ben Affleck, Rebecca Hall y Jon Hamm
Estados Unidos, 2010, 125'

Porque Ben Affleck es uno de esos actores que se convirtieron en grandes directores. Porque nos gustan las películas basadas en pandillas irlandesas. Porque, seca y clacicista como es, se nutre de los géneros clásicos y les da su propia vuelta de tuerca, sin subrayados. Porque tiene un aire a Clockers, de Spike Lee.









10. La isla siniestra
(Shutter Island)
de Martin Scorsese
con Leonardo DiCaprio, Emily Mortimer y Mark Ruffalo
Estados Unidos, 2010, 138'

Porque me gusta cuando los grandes directores ensayan películas clase B. Porque hace una década que Leonardo DiCaprio es más que una cara bonita y la descose actuando. Porque me atrae la idea de "elegir creer", una decisión inaugural consciente que luego funciona por sí misma, automáticamente. Como decía Pascal, "actúa como si creyeras, ora, arrodíllate, y creerás, la fe vendrá por sí sola".






Mención especial: Rosetta
de Jean-Pierre y Luc Dardenne
con Émilie Dequenne, Fabrizio Rongione y Anne Yernaux
Francia / Bélgica, 1999, 95'

Porque se estrenó con diez años de retraso. Porque sigue siendo una joyita del estilo cinema verité. Porque es cortita y al pie, como una sucesión de viñetas, pero realista y efectiva.









Mención especial local: Carancho
de Pablo Trapero
con Ricardo Darín, Martina Gusman y Carlos Weber
Argentina / Chile / Francia / Corea, 2010, 107'

Porque al cine local le faltaba un poco de (creíble) crudeza, una trompada así. Porque nos sumergimos y nos agobiamos, como en la escena de los barrabravas. Porque más allá de sus excesos nunca renuncia a contar una historia y eso es, en última instancia, lo que va a salvarnos -no a los personajes, pero sí al cine.

Escenas de jornadas calientes

por Mario Wainfeld, 26-12-2010




















Convencido de desalojar el Club Albariño respetando la integridad física y moral de sus ocupantes, el juez federal Daniel Rafecas se reunió con ellos el fin de semana pasado. El encuentro duró horas, en cuyo transcurrir el magistrado pudo diferenciar dos grupos de intrusos. El ampliamente mayoritario lo componían gentes del común, acuciadas por la necesidad, respetuosas y dispuestas a dialogar sin resignar sus derechos. Una minoría activa, esquiva y diferente, mantenía continuos contactos con el exterior, sumaba abogados y gentes trajeadas de raro pelaje, manejaba celulares y handies, prepoteaba y consiguió levantar la reunión. Rafecas decidió investigar a ese grupo, comidió a la Policía Federal y consiguió pruebas llamativas. Identificó a posibles cabecillas de una presunta asociación ilícita dedicada a tomas de tierras por móviles políticos y de lucro indebido. La vinculación de estas gentes con el PRO es otro dato indiscutible.

El hecho justifica varias entradas, proyectables a situaciones más o menos análogas. La primera: las ocupaciones ilegales son herramienta de muchas familias honradas privadas de su derecho a un hábitat digno. La segunda, la resolución de las tomas debe hacerse con la ley en la mano, lo que no equivale a desidia de las autoridades ni a impunidad. La tercera es que el macrismo no sólo carece de sensibilidad social y desprecia la política de vivienda: también activa echando leña al fuego, sacando provecho de las consecuencias sociales de sus propias falencias.

***

El barrio Villa del Parque, en la ciudad bonaerense de Luján, era otro terreno privado abandonado y colonizado por la maleza, la mugre, los insectos, las ratas. Varios meses atrás, fue ocupado por el Movimiento de Trabajadores Comunitarios, vinculado con el Frente popular Darío Santillán. La intención es construir viviendas populares, un jardín maternal y un Centro de Integración Comunitaria. Los ocupantes bregaron por conseguir apoyo institucional, que llegó el pasado 9 de diciembre, en la misma semana en que ocurrió la sangrienta represión en Villa Soldati. El Consejo Deliberante, por unanimidad, decidió regularizar las tierras para legalizar la ocupación y la construcción de un barrio con viviendas populares.

Cuarenta y dos familias protagonizaron la ocupación que despuntó en febrero de este año, hay 3100 inscriptas en la municipalidad de Luján en busca de soluciones a problemas semejantes.

El caso demuestra que las tomas no son una novedad de fin de temporada, sino una estrategia de supervivencia desplegada desde hace décadas. Que hay salidas parciales virtuosas si los poderes democráticos se ponen las pilas. Y que, sin restarle por eso un ápice de culpa a Mauricio Macri, el problema trasciende el espacio de la Ciudad Autónoma.

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En Quilmes, sin ir más lejos, la ocupación de terrenos pertenecientes a la multinacional Cargill es agenda desde hace largo rato. Cargill explotaba un frigorífico, Finexcor, asentado sobre un terreno de notable extensión. Lo desactivó allá por 2006 y no le asignó ningún uso ni cuidado ulterior al inmueble. El terreno, apetecido por grupos de trabajadores acuciados por la necesidad de vivienda, fue ocupado. La cuestión lleva meses. El intendente Francisco Gutiérrez actuó con reflejos propios de su formación política y sindical, en la izquierda peronista. El Barba Gutiérrez dialogó con los ocupantes y se conectó con la empresa. Le transmitió que la falta de destino del inmueble es un incumplimiento de la responsabilidad social empresaria. Dicho sea al pasar, también del Código Civil, que limita la propiedad privada, desautorizando el abuso de ese derecho. La empresa, seguramente, especulaba de taquito: desde 2006 hasta hoy el terreno ha multiplicado varias veces su valor de venta. Gutiérrez negocia la compra del predio con Cargill. El diario La Nación se indigna en nombre de los propietarios, estos (más racionales y defendidos por guardaespaldas mediáticos) miran los números.

El intendente, que revista en el Frente para la Victoria, sabe que desanudar ese intríngulis no resuelve el problema habitacional de Quilmes. Muchas viviendas sociales se han construido en estos años pero adolecen de varias carencias, las más comunes asociadas con el agua potable y las cloacas. No es una cuestión sencilla: el subsuelo provincial está usualmente contaminado por la falta de políticas medioambientales consistentes.

Así como Rafecas se mueve de modo diferente del propugnado por el macrismo y la cadena de medios privada, Gutiérrez elige otra vía política que la de Macri. El buen rumbo no basta para superar el problema.

Un desafío inmenso para construir nuevas viviendas (que el caso Cargill corrobora) es la finitud de tierras públicas disponibles. Otro abordaje interesante es la abundante cantidad de terrenos ocupados de- saprensivamente por propietarios privados, desde las empresas que especulan hasta los countries crecidos de la mano de la de-saprensión noventista.

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Los incidentes de anteayer en la estación Constitución son, como casi todo en una sociedad compleja, multicausados. Su detonante es una medida de fuerza abusiva, un corte de vías en horario central, en días agobiantes. Las reacciones mezclaron usuarios razonablemente enfurecidos, con grupos violentos organizados y jóvenes que bardean ni bien tienen una oportunidad.

La causa de la protesta es la efectivización de los tercerizados de la Unidad de Gestión Ferroviaria de Emergencia (Ugofe), que hizo llaga con el asesinato del militante popular Mariano Ferreyra.

El corte de vías, una acción cuya lesividad se orienta a usuarios humildes, fue una provocación excesiva, al parecer del cronista. Lo corroboran gremialistas que participan de esa justa lucha. Como señala Pablo Villalba, delegado de los tercerizados en el área de mantenimiento de vías, la mayoría de los reclamantes están siendo efectivizados. Según Villalba, hay alrededor de 1800 que se están formalizando, merced a la movilización sindical y a la cooperación del Ministerio de Trabajo. La negociación avanza, por eso fue un grupo minoritario el que interrumpió las vías en Avellaneda.

Muchos trabajadores reconocidos en sus derechos, más vale, no son todos. Subsisten irresueltos varios, en especial los de aproximadamente 300 trabajadores que se ocupan de los baños de las estaciones de la ex línea Roca. “Desde siempre” esos laburantes carecen de todo vínculo formal con las empresas. Más grave aún: no les pagan nada, ni siquiera “en negro”. Sobreviven de las propinas que les dejan los modestos pasajeros, cuando tienen una moneda de más y se conduelen. Huelga decir que el mantenimiento y la limpieza de los baños es una actividad recontraesencial y habitual de los concesionarios, como sabrá cualquier especialista en materia laboral, entenderá cualquier no iniciado y confirmará cualquier viajero en apuros.

La irregularidad conspira contra los trabajadores. Se ignora su número, no están empadronados en lista alguna, se acusa a algunos de invocar derechos que no poseen o conchabos que no realizan. La patronal alega su propia torpeza, algo inadmisible en materia legal, y saca tajada.

Vayan algunas deducciones veloces, a mano alzada. La protesta gremial y la acción directa suelen ser funcionales para alterar el statu quo a favor de los trabajadores, lo que las legitima social y políticamente. Eventualmente, puede abusarse del recurso.

Otra referencia insoslayable, que reaparece en cualquier conflicto con muchos actores, es la desigualdad al interior de la clase trabajadora.

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La chispa se puede encender por mala fe, como en el Indoamericano o en el Albariños. O por una discutible exorbitancia del derecho a peticionar. Si prende es porque (más allá de los iniciadores) hay gentes de a pie con necesidades o problemas candentes: la vivienda, un transporte digno, trabajo decente, demandas “de segunda generación”.

La malaria disciplina y disuade. Cuando la flexibilización y el desempleo son “la ley” del mercado, ser seudotercerizado (consentir fraude laboral) puede ser una salida y hasta una bendición. Se percibe menos la calidad de los trenes cuando se viaja y se come salteado.

Con el crecimiento y cierto alivio se multiplican y sofistican las demandas, se potencian las reivindicaciones. Construir viviendas es necesario, lo que deriva a la necesidad de encontrar terrenos adecuados, con acceso al agua potable. Todo requiere tiempo, dedicación y muchos recursos económicos.

En esta reseña se ha hablado de particulares dignos que transgreden la ley o que se sacan porque no pueden más o porque intuyen que hay una oportunidad para quien reclama. También hay provocadores, abusadores, políticos ventajeros que hacen negocios espurios.

Sobrevolamos respuestas institucionales adecuadas de un juez, un intendente y un consejo deliberante. Vale la pena contrastarlas con los métodos y modos salvajes de Macri.

El cronista supone que su labor es dar cuenta de cuán polifacéticos e intrincados son los fenómenos, aunque más no sea porque para generar bronca y simplismo hay demasiada competencia.

Diálogo y consenso, diálogo y consenso lunes, 20 de diciembre de 2010

La sociedad democrática ha instituido las mayorías representativas para dirimir luchas de poder. No podría haber consenso o paz social ante reformas importantes, puesto que cualquier reforma lo es, precisamente, cuando promueve el desafuero de privilegios estructurales que - por mero instinto de supervivencia - reaccionan siempre. (...)


Kirchnerista de más, kirchnerista de menos. Un post con párrafos como esos merece ser leído. Sigue acá.

Podeti propone una solución para el problema de la vivienda

por Podeti, 13 de diciembre

Idea N° 5.765 para solucionar el problema de la vivienda:


Paso 1: Detectar a los boludos que dicen “Qué barbaridad, yo tengo que trabajar como un negro para pagar las cuotas de mi departamento y a esta gente seguro que le van a dar una vivienda gratis” (Mediante una máquina que se llama, precisamente “detector de boludos”)
Paso 2: Expropiarles su departamento.
Paso 3: Regalarles un terrenito chiche en el Parque Indoamericano acompañado por una carta de “¡Felicitaciones! Esto no será como el depto en Colegiales o Barracas o Villa crespo que te estabas pagando, pero ¡es gratis!”
Paso 4: Darles un libro que se llame “1.000 maneras de cocinar víboras”.
Paso 5: Darles otro libro que se llame “1.000 maneras de esquivar balazos de la policía”.
Paso 6: Darles unas chapas y unos cachos de cartón (junto con una carta que diga “Bueno, esto no será como el ladrillo hueco, el Durlock y la losa radiante que tenés en el depto que te estabas pagando, ¡pero es gratis!”).
Paso 7: Darles una Filcar, para que vean en qué zona olvidada de Dios queda el Parque Indoamericano, y filmarlos cuando digan “Ahhh, yo esto lo conozco, es por donde se saca el registro, es en la loma del culo. Mirá, no tenía idea.”
Paso 8: Ponerles una careta de boliviano y decirles: “Mirá, si te animás a cruzar la valla al grito de ‘¡No me peguen, soy salteño!’ y zafás de los lugareños xenófobos y de las balas de la policía y de las víboras del Parque Indoamericano y volvés, te regalamos una engrampadora para que te puedas armar tu casita” (después, dársela sin ganchitos).
Paso 9: Convertir los departamentitos desocupados en un Museo de la Vergüenza, y hacer visitas guiadas mostrando los electrodomésticos, los imancitos de heladera, la colección de revistas “Noticias” y los libros de Osho de los tipos. Destinar el dinero recaudado a un Fondo Nacional de Vivienda, que se otorgarán mediante créditos blandos a gente necesitada (y uno a mí, porque tuve la idea).

Las mejores 100 canciones de los noventa: Top Ten viernes, 10 de diciembre de 2010

# 10. Motown Junk / Manic Street Preachers
Motown Junk (1991), Heavenly

La voz de James Bradfield es la voz de toda una generación. "21 years of living and nothing means anything to me", ruge, mientras por nuestros oídos pasan a toda velocidad años de estética punk y DIY. "Motown Junk" contiene una urgencia, y su estribillo está coreado con tanta energía, que resulta imposible no colocarlo entre los 10 mejores tracks de una década que —en el fondo, admitiéndolo o no— siempre estuvo desesperada y desesperanzada.

Motown Junk a lifetime of slavery
Songs of love echo underclass betrayal
Stops your heart beating for 168 seconds
Stops your brain thinking for 168 seconds

# 9. Black / Pearl Jam
Ten (1991), Epic

Compuesta en tiempos de completa hegemonía grunge, esta balada trasciende la corriente musical de moda a la que Ten y Pearl Jam son comunmente asociados. Sus delicados versos van creciendo en intensidad y emoción: golpean en los lugares y en los momentos justos. Escuchando "Black" con atención podemos comprobar que el álbum comienzó siendo una serie de instrumentales a la que luego se le agregaron letras. Así lo atestigua la coda con pianos, distorsión guitarrera y gritos lejanos de Eddie Vedder: casi una zapada de estudio.

I know someday you'll have a beautiful life
I know you'll be a sun
in somebody else's sky
But why, why, why can't it be mine


# 8. Bird Dream of the Olympus Mons / Pixies
Trompe Le Monde (1991), 4AD / Elektra

Luego del bajón creativo que significó Bossanova (un álbum que no termina de funcionar del todo, más allá de ser el disco favorito de algunos fans), los Pixies se tomaron menos de un año para lanzar Trompe Le Monde, una suerte de regreso a los orígenes incorporando todo lo aprendido, donde no faltó el new wave ("Alec Eiffel") ni los enormes himnos pop ("Motorway to Roswell"). Mi favorita personal tiene que ver el mayor delirio de grandeza de Black Francis (a.k.a. Frank Black), que acompaña su imaginario lírico clásico (OVNIs, extraterrestres) con un bajo sostenido y bien al frente y un segundo verso que estalla en una pared de sonido luminosa. Con Ween hablábamos de aquellos homenajes que terminan superando a la influencia. Pues bien: acá tenemos el mejor tema de Jesus and the Mary Chain jamás escrito por ellos.

# 7. Autumn Sweater / Yo La Tengo
I Can Hear the Heart Beating as One (1997), Matador

Los primeros instantes de esta melodía de la banda de New Jersey reenvían automáticamente al comienzo de "High and Dry". Pero el teclado y la percusión relajada que le siguen hablan de algo mucho más atmosférico. La banda de New Jersey introduce aquí algunos toques electrónicos y prepara cuidadosamente un ambiente de ensueño lleno de sutilezas que se escapan en la primera escucha, mientras Ira Kaplan recita el hipnótico estribillo que hizo volar a más de uno:

We could slip away
wouldn't that be better?
Me with nothing to say
and you in your autumn sweater

# 6. The Good Life / Weezer
Pinkerton (1996), Geffen

Mucha gente considera el Blue Album como el mejor álbum de Weezer. No les faltan motivos: el disco debut de la banda de Rivers Cuomo -plagado de guitarras fuertes, toneladas de melodía y una inocultable alegría pop- es uno de los fundamentales de la década, influyente y disfrutable en iguales proporciones. Sin embargo, todos los elogios derramados sobre su disco debut opacan la genialidad descontrolada de Pinkerton, su sucesor. Como muestra este botón, lamento con humor del paso de los años y llamado desesperado a volver "a la buena vida". Un estilo desafectado y catártico atraviesa la pieza desde el primer puente, que amaga con estallar en un estribillo que sólo llega en el intento posterior. "The Good Life" ilustra a un grupo de amigos tratando de pasarla bien mientras se quejan ante el mundo de la inevitable llegada de las canas.

Screw this crap, I've had it. I ain't no Mr. Cool
I'm a pig, I'm a dog, so excuse me if I drool
I ain't gonna hurt nobody, ain't gonna cause a scene
I just need to admit that I want sugar in my tea
Hear me? Hear me? I want sugar in my tea!


# 5. Paranoid Android / Radiohead
OK Computer (1997), Parlophone

Una simple mención a los arreglos de este tema ya permiten declararlo un clásico. Los arreglos de "Paranoid android" (su percusión, las guitarras acústicas del principio) explican, por sí solos, por qué dentro de lo que fue la música de los noventa, Radiohead juega en otra liga, en otro nivel. Después hablaremos de la disonancia, de la atonalidad, del sondio alienante. De su estructura suite tipo opera-rock, que contiene iguales cantidades de Queen, King Crimson y Pink Floyd. Del tuturururu-tutu-turutu y la vuelta de tuerca sobre la influencia bossa nova (con el diario del lunes podríamos decir que anticipó algunos de los movimientos de In Rainbows). De la sección final, absolutamente cinematica, que uno se la imagina abajo de la lluvia y en cámara lenta. De la coda con aire épico que estalla en furia guitarrera a la The Bends antes de finalizar abruptamente. Pero para qué hablar de todo eso si, como diría la recordada frase de una película también noventosa, "you had me at hello".

# 4. Smells Like Teen Spirit / Nirvana
Nevermind (1991), DGC

¿Cómo fue que esto que le salió a Kurt Cobain mientras trataba de copiar a los Pixies (la melodía es, básicamente, el riff de "More than a feeling" de Boston mezclado con la línea de bajo de "La la love you" de Doolittle) terminó convirtiéndose en el himno de la generación X? ¿Es la artillería que Dave Grohl dispara para llevarnos al estribillo? ¿Es el sonido acuoso de la guitarra, cortesía de los intentos de Butch Vig por volver el sonido del álbum más accesible? Es difícil entenderlo en 2010 y quizás la respuesta esté en el contexto. Todo sencillo lanzado al mercado es, de alguna manera, una respuesta a los sonidos del momento. Si admitimos que el rock sigue un movimiento pendular, dialéctico, es posible que la oscuridad, la violencia y la rabia diseminadas por Cobain (en su hit radial y en su video musical, igual de influyente) hayan tocado en aquellos meses de 1991 el nervio preciso de millones de adolescentes de todo Occidente.

# 3. Everlong / Foo Fighters
The Colour and the Shape (1997), Roswell / Capitol

(Tengo una opinión formada sobre este track, pero al escribirla me di cuenta que se parecía bastante al comentario trazado por un usuario cuasi-anónimo de RateYourMusic. Como de costumbre, está mejor escrito que el mío, asíque me permito parafrasearlo). Los Foo Fighters son la banda "big label corporate rock" por antonomasia. Existen para vender discos. Existen para llenar estadios. Existen por la misma razón que existe Evanescence —hacer plata. Pero hay una diferencia enorme. Grohl hace toneladas de guita, pero aprendió una gran lección. No entregó su corazón o su integridad. No nos olvidemos que la mayor parte de los grandes álbumes fueron lanzados en grandes sellos. Está bien un toque comercial si uno puede balancear la venta de los discos con la integridad artística. Elvis Costello lo hizo. Flaming Lips lo hizo. Sonic Youth lo hizo. David Bowie y Pearl Jam y Led Zeppelin y John Lennon y Bob Dylan y Pink Floyd y Green Day lo hicieron. Carajo: Nirvana lo hizo. Kurt Cobain era un imbécil demasiado absorto en sí mismo para darse cuenta que su banda también lo había hecho. También era demasiado tarado para darse cuenta qué pedazo de cuadro tenía sentado en la batería. Dave Grohl era un talento serio como baterista y como músico. El tema es así: The Colour and the Shape es un álbum de puta madre. El contraste entre este disco y, digamos, Fallen, es inmediato. Los dos son lanzamientos de-sello-grande, vendé-la-mayor-cantidad-de-copias-posibles-y-rajá, pero donde Evanescence falla a cada momento, los Foo Fighters brillan. ¿Qué separa a The Colour and the Shape de Fallen? Que el primero tiene grandes canciones. Canciones del carajo. Corazón. Integridad. Habiendo vivido durante los peores años para la música, los Foo Fighters representan todo lo que es posible hacer, en un sentido positivo, dentro de un sello multinacional. Grohl atravesó lo peor y encontró la forma de hacer funcionar el sistema a su favor.

# 2. Headache / Frank Black
Teenager of the Year (1994), Elektra

This wrinkle in time, I can't give it no credit...
En este listado incluí al menos media docena de temas que, por algún motivo, tienen un comienzo que los define. No sé si son las vocales adictivas que arrancan al toque, el prometedor inicio instrumental o qué: lo cierto es que en esos segundos se define —a favor— la suerte de la canción. Sea por lo que sea, sabemos que estamos frente a algo que golpea de manera instantánea, que apela al escucha, que lo sacude y le dice: ojo con este, eh.

This wrinkle in time, I can't give it no credit (credit)...
Aparecen los coros. El ex pixie Frank Black sabe que editar un disco solista no implica aparecer solo y, mientras tanto, amplía su rango vocal. Los teclados, casi imperceptibles al principio, toman más fuerza. Ya estamos enamorados del tema.

THIS WRINKLE IN TIME, I CAN'T GIVE IT NO CREDIT...
El tercer estribillo ya tiene lugar en una nota más alta. El placer de la repetición y el amor por la melodía se conjugan para el cierre y nos deja pidiendo más. Por suerte, los ¡22! temas de Teenager of the Year tienen mucho más para ofrecer. Ya sea con su propio trabajo con los Pixies, su reconocida influencia sobre músicos como Kurt Cobain, They Might Be Giants o Ween y (ahora entendemos) la calidad de su propio trabajo solista, el gordo es no sólo "el adolescente del año" sino además una de figuras musicales claves de los '90.


# 1. Karma Police / Radiohead
OK Computer (1997), Parlophone

Comencé la introducción a este listado señalando que durante esta década se desplegó la gran utopía capitalista. "Los noventa —dije—, lejos de haber sido un despertar de un sueño (el del socialismo, que luego de la caída del muro habría dado paso a la realidad pura y dura del dinero) fueron un sueño en sí mismo, un tiempo en el que se celebró la llegada a la última estación de la historia. Por aquel entonces, las democracias de libre mercado fueron el famoso 'basta para mí, basta para todos', y sólo era cuestión de esperar que el mercado y la tecnologia nos inundara de prosperidad y terminara con la pobreza." OK Computer, y más especificamente "Karma Police", ilustran y anticipan el fin del sueño. Cuando Yorke escribe esta pesadilla autoritaria no se refiere a Checoslovaquia, 1968 o Corea del Norte, 1987. Esto es aquí y ahora: Nueva York, Londres, Berlin, mediados de los noventa. ¿No es esto el fin de fiesta capitalista? La atmósfera intimidante, la karma police, nos recuerda la imposibilidad, el there is no alternative thatcheriano corporizado en este presente tecnológico, chato, sombrío. "This is what you get when you mess with us", lanzan las fuerzas del orden sobre un sujeto descentrado mientras nosotros, como el viajero de 2001, nos desintegramos en el ruido.

Promoción válida hasta agotar stock lunes, 6 de diciembre de 2010

Fede dice:
en musimundo tienen buena vista social club a 10 mangos, chabon
la de wim wenders, eh

Julian dice:
hay que agarrar ahora antes que bajen la persiana

Fede dice:
si, como blockbuster

Julian dice:
que epocas aquellas donde un fondo de inversion del narcolavado te compraba musimundo, freddo y dos o tres giladas mas

Fede dice:
honor honor al gran, yabran

¿El miedo a gobernar?

Fontevecchia entrevista a Pino Solanas y da en el clavo con una de las preguntas que nos hacemos muchos de quienes alguna vez lo votamos.

(...) —¿No hay en Proyecto Sur el mismo genoma testimonial del ARI: en lugar de comenzar ganando y gobernando en distritos para luego pasar a ganar a nivel nacional, como el PT o el Frente Amplio, aspira directamente a lo casi imposible: ganar a nivel nacional sin escalas?

—Esa es una discusión incluso dentro de la fuerza. Como yo nací en Olivos, y ya tuve un millón de votos en Olivos, debería estar en la batalla de la provincia. En definitiva, el tema es la construcción nacional, y creemos que se abre un escenario muy importante. Los analistas dan por sentado que el próximo presidente será radical o justicialista. Pero ¿por qué? ¿Cuál es el proceso de pensamiento?

—Al PT y al Frente Amplio les llevó un tiempo que la sociedad les reconociera gobernabilidad. Tuvieron que demostrarlo en distritos menores. No existen experiencias “de la nada a la Presidencia”.

—En la Argentina, no. Pero acá no hay nadie que la tenga resuelta. Acá hay dobles turnos. ¿Por qué esta fuerza de pronto no puede llegar al doble turno? ¿Si yo le dijera que muchos votos peronistas van a venir para este lado? ¿Si yo le dijera que en las provincias hay mucho peronismo, y del Peronismo Federal, que no puede gobernar el voto de sus bases, y para quienes yo no soy un extrapartidario? Entre seguir a referentes en los cuales ya no creen, seguramente nos van a acompañar a nosotros. (...)

Las mejores 100 canciones de los noventa: 11-20 jueves, 2 de diciembre de 2010

# 20. Inertia Creeps / Massive Attack
Mezzanine (1998), Virgin

Con sus loops hipnóticos y sonidos orientales, "Inertia creeps" se ha convertido en el exponente por antonomasia del trip-hop, aquel sonido derivado del acid house que amalgama electrónica y hip hop, hasta hacerlos desaparecer. Para su tercer álbum, los muchachos de Bristol comandados por Horace Andy decidieron encerrarse en un sonido oscuro, industrial pero absolutamente atrapante. Todo Mezzanine es música para una fiesta —una donde se celebre alguna muerte.

# 19. Yellow Ledbetter / Pearl Jam
Jeremy (1992), Epic

De b-side a clásico indiscutible y fan-favourite. Un camino así recorrió con esta melodía escondida en el single de "Jeremy", cargada con el espíritu 70s y un tono melancólico. Guía a la tonada un guitarreo de Mike McCready que enorgullecería al propio Jimi Hendrix, mientras Eddie Vedder murmura unas sentidas vocales. Un gran solo, otro verso triste y la canción que se va a apagando de a poco: la imagen que tenemos es la de los músicos retirándose mientras al frente queda apenas el punteo final, intimista y solitario. No por nada se convirtió en el tema elegido por Pearl Jam para cerrar casi todos sus conciertos.

# 18. It's gonna be (Alright) / Ween
The Mollusk (1997), Elektra

Lo que más me sorprende del dúo que componen Dean y Gene Ween es su habilidad para hacerse de los clichés de distintos géneros y transformarlos en grandes canciones que se sostienen por sí mismas. Lo que al principio parece un chiste o un experimento, de repente se convierte en un homenaje o, mejor aún, en pura creación. Así son sus grandes discos: Chocolate and Cheese, White Pepper y, más aún, The Mollusk, uno de los álbumes más increíbles de un año (1997) que ya de por sí ha sido muy bueno para la música. La tonada que incluyo no sólo es tierna y especial —cualidades que comparten con tantas otras piezas— sino que además tiene una lograda construcción y un estribillo espléndido. Si a Prince y a Paul McCartney les quedara mucho talento y decidieran componer un gran tema juntos, sería este.

And if the mist ever let's the sun through
I'll just hope I did the right thing for me and you


# 17. Where It's At / Beck
Odelay (1996), DGC

Como un firme defensor de los grandes relatos (un romántico incurable, dirán otros), creo que el posmodernismo no le dio nada bueno a nuestras sociedades, a excepción de Beck (y del filósofo Slavoj Zizek). No Ulrich, claro: no hablo de la sociedad del riesgo sino de la contaminación de géneros musicales propugnados por este multi-instrumentalista de Los Angeles de Mellow Gold en Adelante. Con Odelay probó que no era sólo un one hit wonder y que detrás de "Loser" había una catarata de sonidos esperando en línea para hacer algo nuevo a partir de lo viejo. Funk, hip hop, un saxo, una trompeta, guitarras. "When fragmentation is your cultural condition, heroism means trying to make it sing", resume el periodista Robert Christgau. That's beautiful, dad.

# 16. The Universal / Blur
The Great Escape (1995), Food / Virgin

Confieso que tengo cierta adversión por los temas suntosos, y a prori la instrumentación detrás de "The Universal" no ayudaba. Pero la canción termina ganando porque la sostiene un dramatismo real y una intensidad que se puede palpar en cada segundo. "Every paper that you read / says tomorrow is your lucky day / Well, here's your lucky day", anuncia Damon Albarn, antes de que el track estalle en un estribillo comunal y coreable, al igual que el de "Tender". El histrionismo y la exhuberancia, lejos de alejarnos, acercan nuestras gargantas e invitan a todos al chorus. Si la intención de Blur era escribir una melodía "universal", parece que lo lograron. It really, really, really could happen.

# 15. Otherside / Red Hot Chili Peppers
Californication (1999), Warner

Con el diario del lunes uno podría concluir que a los Red Hot Chili Peppers les alcanzó con muy poco para convertirse en una de las bandas definitivas de los noventa. Si uno repasa su carrera hasta el fin de milenio apenas observa algunos singles destacados extraídos de discos desparejos, imperfectos. En ese sentido, a la hora de sacar conclusiones sobre por qué la banda tardó tanto en conseguir un sonido propio no hay que olvidar los numerosos problemas entre el grupo y sus guitarristas —la muerte de Hillel Slovak, la partida de John Frusciante, la breve estadía de Dave Navarro. Todo cambió en 1998 con el regreso de Frusciante, que se recuperaba de una adicción a la heroína y compuso junto a Anthony Kiedis media docena de temas brillantes. Entre ellos estaba "Otherside", una tonada sombría guiada por los sonidos de una White Falcon de 1955. Por aquellos años no hubo canción pop que haya hecho un mejor uso de coros como los que aquí se escuchan a partir del segundo estribillo. Gracias a este y otros sencillos del álbum, los Red Hot resurgieron y se conviertieron —ahora sí, merecidamente— en una de las bandas más populares de fin de siglo.

# 14. Fuck and Run / Liz Phair
Exile in Guyville (1993), Matador

En un intento por refundar la anquilosada música que hegemonizó las radios de los últimos veinte años, los mercaderes musicales de los noventa a la fecha se cansaron de prometer, una y otra vez, un supuesto "regreso a los orígenes". El problema con este llamado al back to basics es que siempre se trató de un simulacro. Detrás del intento renovador estaba todo el cálculo (en el estudio de grabación, en la composición, en el mercadeo) de grupos cada vez más viejos, más millonarios y más peleados. En este contexto, bastante calladita, una tal Elizabeth Clark Phair de 25 años grabó Exile in Guyville, una respuesta "canción por canción" al Exile on Main St. de los Rolling Stones con un crédito inicial de apenas tres mil dólares. Por eso este álbum en general, y este tema en particular, ostentan una frescura superlativa. La imagen es simplemente la de una chica en un cuarto con una guitarra que quiere "un novio, y todas esas boludeces aburridas como cartas y gaseosas". Y ahí sí, back to basics.

# 13. Fake Plastic Trees / Radiohead
The Bends (1995), Parlophone

Luego de un inicio casi de manual, que hizo escuela en el rock inglés, Thom Yorke empieza a alejarse cada vez más del sonido de U2 y Nirvana de Pablo Honey. Los sutiles arreglos y el ritmo pausado dan la pauta para el sonido épico del tema, que conforme avanza va abandonando su estilo guitarrero. Aparecen los sintetizadores, los loops, las cuerdas. La compleja e intrincada estructura de "Fake plastic trees" anticipa el sonido de OK Computer y muestra cómo incluso quince años atrás, cuando Chris Martin aún luchaba con su manual de Geografía en la secundaria, Radiohead ya era mejor banda que Coldplay.

# 12. Grounded / Pavement
Wowee Zowee (1995), Matador

"Los médicos también intentaron eludir los límites que les imponía el control burocrático de los servicios de salud (...) A fines de la década de 1990, los médicos en el noroeste de los Estados Unidos comenzaron a organizar servicios para gente pudiente, etiquetados como medicina "boutique". Los pacientes pagan una cuantiosa cuota de ingreso (que van desde 1.500 dólares por persona hasta 20.000 dólares por una familia) a cambio de la garantía de un acceso rápido a sus médicos, mayor número de consultas y una atención personalizada. El sistema les ofrece a los médicos la oportunidad de retirarse de las obras sociales, de las tarifas fijadas por el gobierno y de todo el papelerío que se les exige, y logran acceder a una clientela de privilegio" (Viviana Zelizer, La negociación de la intimidad).

Doctors leaving for the holiday season
Got crystal ice picks, no gift for the gab
And in the parking lot --is the sedan he bought
He never, he never complains when it's hot
He phoned the fallen daughter in the sauna playing contract bridge
They're soaking up the fun or doing blotters
I dont know which... which... which...
Boys are dying on the streets


Para los críticos Robert Christgau y Stephen Thomas Erlewine, Pavement fue la mejor banda de los noventa. ¿Qué decirles? El listado que aquí publicamos está lleno de palabras como "más" y "mejor", y no queremos alimentar las hipérboles con una nueva polémica. Pavement es una gran banda, punto. Y lo es, entre otras cosas, por temas como "Grounded", canción que abre con un punteo heredero de Television al que le siguen versos notables (con letras como las citadas) y distorsiones guitarreras 100% Made in Pixies. El "boys are dying on the streets" suena casi como un lamento al que le sigue una potente descarga rockera y un excitante crescendo final. No vamos a ocultar lo grandioso que fue escucharlo en vivo en La Trastienda, en lo que posiblemente haya sido el último recital de la banda.

# 11. It's a Fire / Portishead
Sour Times (1994), London

Todavía me sorprende que "It's a fire" no haya entrado en la edición original (inglesa) de Dummy, el aclamado disco debut de la banda de Bristol. "Breathe on, little sister", nos susurra Beth Gibbons, y nosotros no sabemos si derretirnos o desaparecer. "Una canción simplísima que así y todo te obliga a dejar de hacer lo que estés haciendo para entregarte al placer de una melodía sin rumbo", dice mi buen amigo Fedefer, y agrega: "'It's a fire' no tiene ni estrofa, ni puente, ni estribillo, ni coda ni nada... Solo una única melodía vocal monolítica que avanza hacia el clímax en permanente cambio, que va entregando con suavidad un giro melódico detrás de otro, dejando al oyente casi sin respiro, en un estado de éxtasis y atención permanente. Nunca había escuchado un tema así y aún siento un extraño recogimiento cada vez que lo hago."