Una frase popular en el mundo del fútbol dice: "el mejor árbitro es el que pasa inadvertido". Tiene sentido: un árbitro jamás tiene que ser protagonista. Si lo es, lo es por no contener la pica entre dos equipos, lo es por cortar mucho el juego, lo es por fallos polémicos.
Si un réferi no es protagonista, si pasa inadvertido, si nadie se acuerda quién dirigió ese partido que acaba de terminar, entonces el árbitro ya tiene una a su favor.
Los últimos dos mundiales de fútbol contaron con arbitrajes pésimos. Ya sea por inclinacanchas y favoritistas, o por torpes e incapaces. Dos ejemplos: Byron Moreno validando goles increíbles en Corea-Italia (2002), y Graham Poll en Croacia-Australia (2006), sacándole tres tarjetas amarillas a un mismo jugador.
Para este mundial, el argentino Horacio Elizondo fue desginado como réferi de la Copa. A lo cual cierta prensa local pseudonacionalista comenzó a minimizar sus errores en el arbitraje y a exhaltarlo como impecable. Y uno desconfía.
Pero luego de ver los partidos que dirigió en esta Copa del Mundo (y de compararlos con los otros arbitrajes), no puedo sino afirmar que los arbitrajes de Elizondo han sido, por lejos, de los mejores de esta Copa.
¡Bien Dady! (nótese su parecido con el ex Midachi)
Hace 4 años.
2 comentarios:
Elizondo patea traseros, pero hoy en el partido "se le pasó" un penal a favor de England...
Y bué
Hmm... si lo decís por la jugada que yo creo que decís, no fue penal. El portugués va a la pelota.
Publicar un comentario