Y un día, volvió a darse la lógica.
Los desgraciados que creyeron que era una buena idea anotarse en un prode mundialista con amigos o compañeros de trabajo la estaban pasando muy mal. Nadie, ni siquiera el dueño de María Félix, había anotado 0-1 en Alemania-México y muy pocos, seguramente, se habían apuntado con un 1-1 en el debut del Brasil de Tite. Por suerte para ellos, hoy el orden volvió a regir en el mundo del fútbol, y muchos apostadores lograron anotarse su primer ronda de triunfos al hilo.
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En el primer turno, Suecia derrotó a Corea del Sur en el partido de fútbol más horrendo desde la primera final del Reducido de la Primera B Metropolitana entre UAI Urquiza y Defensores de Belgrano. Concurso de imprecisiones, festival de patadas: nada de lo rústico le fue ajeno a este soporífero encuentro entre la selección sueca (tercera en Estados Unidos '94) y el conjunto coreano (cuarto en Corea-Japón 2002), ambos lejos de aquellos momentos de gloria. El 0-0 solo se rompió con un penalazo que el recién ingresado Kim Minwoo le hizo a Viktor Claesson y que el capitán sueco Andreas Granqvist, estrella en el repechaje contra Italia, canjeó por gol. La performance coreana fue sencillamente lastimosa, con la excepción de la estrella del Tottenham Hotspur Son Heung-min (igual lejos de su nivel) y del arquero Kim seung-gyu, que de tanto despejar pelotazos se convirtió en la figura del equipo. Corea no gana en la Copa del Mundo desde aquella victoria frente a Grecia en Sudáfrica 2010. Suecia, por el contrario, queda bien posicionada en la tabla del grupo de cara al partido clave contra Alemania, el próximo sábado. Si gana, no solo clasifica a octavos sino que también elimina a los últimos campeones del mundo. Pero ojo: si juegan como hoy, van a ser los alemanes los que se vayan con una victoria.
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Luego fue el turno de Bélgica-Panamá. Los belgas, la eterna promesa del fútbol del siglo XXI (a cierto periodismo deportivo le gusta colgarle el mote de "tapados" y hasta de candidatos; siempre pierden en octavos de final) debían cumplir frente al débil Panamá, uno de esos regalos que cada tanto nos brinda el generoso programa de cupos de la Conacaf. En el primer tiempo el debutante hizo su juego. "Bélgica tiene la posesión, pero no puede desarmar la compleja red de sociedades fantasma que le plantea Panamá. Siempre que salta una línea, aparece un nuevo testaferro", escribió Esteban Rafele. Cero a cero y comisión de burócratas de la UE en el entretiempo craneando cómo entrarles a los caribeños en la segunda mitad. Insistencia, paciencia y técnica: en los segundos 45, tres buenos tantos (en especial este golazo de Dries Mertens) le devolvieron orden al cosmos, Bélgica se impuso 3-0, pero como dice Chilavert, tú no has ganado nada (aún).
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Un fantasma recorre Rusia: el fantasma que acecha a las grandes selecciones en esta primera vuelta del Mundial. El soplo helado del congelamiento pectoral amenazó con alcanzar al equipo inglés, otro que en su estreno solo debía cumplir y vencer a Túnez, un conjunto que clasificó cinco veces a la Copa del Mundo pero que las cinco veces se quedó afuera en primera ronda. En el trámite del juego quedó claro que la selección inglesa fue mucho más que su contraparte africana: lo que no pudo (durante los noventa reglamentarios) fue plasmarlo en un resultado. Luego de 10 minutos iniciales que pintaban para goleada y donde parecía que Inglaterra se iba a llevar puesto el partido, Túnez enfrío las acciones, se defendió lo mejor que pudo y encontró el empate de la única manera en que podía hacerlo: mediante un disparo del punto del penal tras una infracción torpe durante un centro random. Inglaterra estuvo muy cerca de irse de Volgogrado con un 1-1 similar al que encontraron Argentina y Brasil en sus presentaciones, pero gracias al cabezazo de Kane en injury time se fueron con un 2-1 semejante al que encontró Francia jugando igual de mal. Encima su próximo partido es contra Panamá. Lucky bastards!
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