Uno ingresa al andén por medio de pasillos semioscuros. Escucha chirridos y ve venir unos vagones abandonados. Hay pocos ocupantes y la atmósfera inspira algo de miedo. Los demás suben, así que uno también lo hace.
Si nos colocamos en la parte de adelante de cada vagón podremos ver cómo -siempre al ritmo de los chirridos- la cabina de adelante se traquetea mientras avanza sobre los hierros oxidados. Las frenadas son bastante bruscas, y los laterales del vehículo amagan con golpear las negras paredes a cada momento. A veces uno queda demasiado expuesto a los efectos del exterior -mal olor, agua que cae y salpica-, pero es normal.
Cerca del final, una voz metálica, casi monstruosa, avisa el fin del recorrido, y uno se baja con sumo cuidado.
¿Alguien se dio cuenta cuánto se parecen el Subte C y el tren fantasma de Showcenter?
Hace 5 años.
1 comentarios:
pensá el subte C, un poco como el A...son de los primeros, y no recibieron esa atención q si recibió la B, q parece la hermanita de la D, ambas dos con coches q están bastante bien, muy modernos podría decirse. Volviendo a las maltratadas A y C, cuentote q cuando me las tomo, me siento un poco mejor q tomando la B y D, será ese q se yo, son más pintorescas...con sus bombitas de 75 watts (cuya tensión baja cada tanto), asientos de madera, puertas q NO se abren solas...y así...a lo mejor es porq no las tomo todos los días, quién sabe, pero caen mejor. Hasta cierto punto, me hacen acordar al Tortoni. Cómo q tienen onda, más personalidad.
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