Um lugar ao sol
Gabriel Mascaro
Brasil, 2009
Un lugar en el sol es lo que buscan los más privilegiados en Brasil, y lo encuentran por medio de la adquisición de lujosos penthouses que dan al mar en Rio de Janeiro. ¿Islas? Uno de los dueños corrije la definición: no solo están aislados (valga el juego de palabras), sino que además elevados. La sensación de poder es instantánea, automática, gráfica.
Desde esa altura, una feliz pareja narra las guerras entre pandillas que "escuchan" desde el piso 40: apenas bellos fuegos artificiales. Abajo estará el drama de la guerra de pobres contra pobres. Pero desde arriba, "las balas se ven tan bonitas, tan coloridas..."
Las entrevistas continúan, y avanzan hacia una suerte de revelación cuando un hombre y su madre -perro embalsamado en mano- explican cómo "la naturaleza, la vista al mar, está para todos", y es sólo cuestión de quererlo mucho. Quien quiere, tiene (un piso frente al Atlántico). Cómo que no.
Esto último nos revela que este sólido documental no sólo intenta exponernos ante esa otredad radical que son los ricos de toda riqueza, sino que además nos permite reflexionar sobre cuáles son las formas que tienen estos millonarios de explicar la pobreza, o su propio lugar en el mundo. Un adolescente al que le gusta tocar la guitarra eléctrica en su piso 25 comentaba, contento: "Mis papás se esforzaron mucho. Tanto que me compraron un penthouse". Es decir, el lugar de privilegio como un designio divino ("born to be") o el famoso, viejo y peludo mito del esfuerzo, cada vez más dificil de sostener en tiempos de capitalismo de casino.
7 billies
Hace 5 años.
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