En su nota del 2 de enero, el periodista Eduardo Aliverti muestra su brillante poder de síntesis y resume la situación argentina a principios de 2006:
(...) Circunstancias internacionales excepcionalmente favorables, gracias al precio de las materias primas y a un mundo emergente necesitado de alimentos que a la Argentina le sobran. Dólar alto para que el fisco lo aproveche y ahorre, con pobrísimo rebote en el reparto de la riqueza. Renegociación de la deuda con algún grado de osadía, aunque sin perder de vista que la orgía financiera internacional ya sabía que una parte de la factura no la cobraría jamás. Y en el mapa social, clase media con esperanzas recreadas gracias a la reactivación del consumo; y sectores populares que, por más números ridículos que quieran extraerse de la interpretación de los ingresos, siguen mostrando cifras de pobreza e indigencia que nuclean a alrededor de la mitad de la población (sin que eso alcance para la construcción de una herramienta política que la represente).
Hace 4 años.
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